En carretera de montaña, con curvas constantes y un pavimento algo deslizante por las incesantes lluvias que nos vienen acompañando desde hace semanas, pusimos a prueba el RCZ intentando llevarle más al límite de lo normal. Debemos decir que su comportamiento fue exquisito. La sensación que nos dio fue que el chasis y la mecánica en general del coche da para mucho más motor del que teníamos. Es una buena noticia puesto que no olvidemos que si lo queremos, lo tenemos: el mencionado 1.6 de 200 CV. La entrada y el paso por curva son muy finos, con un comportamiento noble del Peugeot en todo momento. A destacar, el tacto suave y preciso de la caja de cambios, con una palanca reducida que favorece los engranajes rápidos. La entrega de potencia es progresiva y suave, evitando brusquedades que siempre hacen más incómoda la conducción.
La segunda prueba a la que hacíamos referencia era un desplazamiento más o menos largo por autopista, con la idea de estudiar si el Peugeot RCZ es un vehículo apto para hacer desplazamientos de varios cientos de kilómetros. Evidentemente, nos estamos refiriendo a apto desde un punto de vista de confort, pues en lo relativo a la mecánica, no supone ninguna complicación. Después de dos horas largas de conducción el cuerpo, lejos de sentirnos cansados, el RCZ nos invita a seguir conduciendo, aunque finalmente optamos por parar, pero no por el coche sino por tomarnos un refrigerio. Al coche y vuelta para casa.
La última de las pruebas quizá sea la más útil de cara a los lectores de esta prueba, puesto que el comprador del RCZ no se va a tirar todo el día por carreteras de montaña (en principio), ni va a recorrer todos los días 200 kilómetros de autopista ida y vuelta. Lo más normal es que a lo largo de una semana os pase como a nosotros, unas veces vayáis por carretera, otras veces os encontréis con atascos por la ciudad, etc. En este terreno combinado, lo que más nos interesaba ver del Peugeot RCZ era el consumo. La marca da unos consumos oficiales de 5.1/6.4/8.9 en autopista/combinado/urbano, mientras que nosotros obtuvimos un consumo medio en las condiciones que os indicábamos de 7.5 litros a los 100 km. Debo decir que nos “chupamos” para desgracia nuestra más de un atasco.
Nuestra valoración general para esta motorización es muy positiva, pero si sois de los que nos os conformáis fácilmente, podéis recurrir al propulsor de 200 CV o bien esperar a que llegue una auténtica fiera del asfalto como apunta que va a ser el RCZ R, una versión futura que se moverá gracias a un nada despreciable motor 1.6 de 260 CV.
Actualmente, Peugeot ofrece el RCZ desde 28.400€, pero si nos beneficiamos de descuentos y promociones podremos disponer de uno por algo menos, lo que lo convierte en una seria alternativa al Audi TT o BMW Serie 1 coupé, aunque para mí este último no encaja dentro de este concepto. Precisamente, la escasa oferta en el segmento hace que el RCZ pueda ganar adeptos con el paso del tiempo. Creo sinceramente que probando uno, muchos potenciales compradores que lo descartan de partida cambiarían de opinión.
Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
9
SOBRESALIENTE
El menos potente de los RCZ se muestra como un gran competidor, con motor suficiente, aunque quedando siempre la opción de su hermano de 200 cv para quien quiera un león más fiero
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