Frente a nosotros tenemos el volante, que no es multifunción, el cuadro de esferas, y el salpicadero. Tanto las esferas como los mandos del salpicadero tienen el borde cromado dando un toque elegante al interior. Asimismo, podemos destacar que los mandos de la consola central están bien estructurados por bloques. La consola en su conjunto está orientada al conductor, y está formada por las salidas de aire en la parte superior, debajo de las cuales encontramos los mandos para la configuración del head-up display, las luces de emergencia y la apertura de puertas. En una posición central se encuentra todo lo relacionado con el audio, desde el CD y los mandos para la radio hasta los que sirven para manejar el bluetooth. En marcha nos damos cuenta de que la ubicación de estos botones es excesivamente alejada del conductor, por lo que dificulta la conjunción entre conducción y su manejo. En la parte inferior, los elementos del climatizador bizona nos llevan hasta la palanca de cambio.
Del salpicadero se elevan dos pantallas, el head-up display y el navegador, ambos regulables en posición e inclinación respectivamente. En la pantalla del navegador, además, podemos observar si queremos el reparto de potencia utilizada entre el motor eléctrico y el de gasoil, algo que también se puede ver en el propio cuadro. Precisamente en el cuadro nos llama la atención la esfera de la izquierda, que en lugar de indicar las revoluciones por minuto, al ser híbrido, nos muestra el porcentaje de potencia utilizado en cada momento, diferenciando entre zona Eco: el vehículo optimiza su consumo de carburante; zona Charge: el vehículo está en fase de recuperación de energía; zona Power: el vehículo aumenta la potencia solicitada.
Entre ambos asientos delanteros se encuentra la pieza estrella del Peugeot 3008, la ruleta para el selector de modo HYbrid4, cuyo funcionamiento os explicaremos más adelante, pero que en resumen permite elegir entre cuatro modos diferentes de conducción.
Seguimos nuestro repaso al interior del 3008 yendo a los asientos traseros, en los que pueden sentarse bien tres adultos. Sólo personas extremadamente altas se rozarán con el techo al sentarse. La zona del suelo no tiene más que una pequeña elevación en el centro, lo que sin duda agradecerá el ocupante de la plaza central.
En cuanto a los espacios de carga, el Peugeot goza de una capacidad envidiable, pese a que sale perdiendo ligeramente en relación con su hermano “no híbrido”. Es evidente que el espacio ocupado por la batería, se pierde para equipaje. No obstante, el resultado sigue siendo muy bueno, con un maletero que cubica 420 litros. Tiene dos niveles distintos, siendo el inferior una especie de cajón en el que podemos guardar bastantes cosas. Además el portón trasero está dividido en dos piezas, de forma que se abre la parte superior hacia arriba, y la inferior hacia abajo quedando una superficie completamente lisa a modo de continuación del maletero para facilitar su llenado con compra, maletas, o lo que sea necesario transportar. Por último, la guantera es más bien pequeña, aunque no perderemos espacio con la documentación del vehículo, que tiene su propio compartimento bajo el volante. Eso si, todo lo que tiene de pequeña la guantera, lo tiene de grande el compartimento central entre el asiento del piloto y el del copiloto. Está refrigerado y podemos meter botellas grandes, un libro, y otros objetos poco habituales de transportar en este lugar. No en vano son… ¡¡¡13,5 litros!!! de “almacen”.
Equipamiento:
A diferencia de lo que ocurre con las versiones diésel y gasolina del Peugeot 3008, con la versión HYbrid4 las posibilidades de personalización del vehículo son bastante limitadas. No por falta de equipamiento, sino porque la mayoría de opciones vienen ya de serie, con lo que nos encontramos de partida con un vehículo muy equipado. No olvidemos que la tecnología híbrida es cara, y esto repercutirá en el precio final de nuestro coche, por lo que las marcas se ven en la necesidad de aumentar la oferta de equipamiento incluido de serie.
Completas pantallas multifunción nos permiten conocer mejor el uso que estamos dando de nuestro Peugeot, indicando tantos datos como se nos puedan ocurrir. Desde los típicos de consumo hasta un sistema de control de presión de neumáticos con un sensor directo que localiza la rueda con menos presión de la recomendada y dos niveles de alerta (presión baja o pinchazo).
Entre el equipamiento de serie disponible destacaría, en materia de seguridad, el regulador/limitador de velocidad, el control de estabilidad (ESP+), ASR, ABS, REF y AFU, los airbags frontales, laterales tórax y de cortina, el freno de estacionamiento eléctrico, la función Hill Assist, el bloqueo automático de puertas en marcha y desbloqueo automático en caso de choque, los asientos traseros con 2 fijaciones Isofix 3 puntos y 3 y el detector de obstáculos trasero (el delantero es opcional).
Al margen de los elementos mencionados, también ofrece de serie neumáticos de muy bajo consumo, LEDs diurnos, iluminación de acompañamiento o WIP Bluetooth: Kit manos libres bluetooth y toma USB PEUGEOT CONNECT que incluye llamada de urgencia SOS + asistencia localizada. Echamos en falta la posibilidad de equipar faros de xenon, aunque lo cierto es que la iluminación nocturna de la calzada era más que correcta. Aun así, de un coche que sobrepasa los 30.000€ se espera que los faros de xenon vengan de serie, y ni siquiera están como opción.