La gama diésel, que seguramente se llevará el grueso de ventas del modelo, presenta como acceso el motor 1.6 TDI que ofrece una potencia de 90 cv, de 105 cv y de 110 cv. En el siguiente escalón se sitúa el motor que hemos probado, el 2.0 TDI de 150 cv. Y completando la oferta diésel, como tope de potencia encontramos el 2.0 TDI de 184 cv. Los motores no se pueden combinar con cualquier versión del León, sino que algunos motores quedan reservados para algunos acabados, como sucede con los motores más potentes y el acabado FR.
El motor que en esta prueba nos ocupa, el 2.0 TDI de 150 cv permite al León alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h, y se lanza de 0 a 100 km/h en tan sólo 8,4 segundos. Unas cifras realmente buenas, pero que mejoran si miramos los datos de consumo. Seat homologa para el León TDI de 150 cv un consumo urbano de 5 litros cada 100 km, una media de 3,6 litros cada 100 km para conducción extraurbana, y en ciclo combinado gasta una media de 4,1 litros a los 100 km.
La verdad es que el consumo del coche ha estado en torno a los 5,3 litros, teniendo en cuenta que hago unos recorridos que tienen bastantes zonas urbanas, con lo que eso supone. Cuando rodamos por autopista a ritmos legales, será habitual ver que el consumo medio que indica el ordenador de a bordo se sitúa por debajo de 5 litros. Teniendo en cuenta las prestaciones que ofrece y la excelente respuesta del motor, se trata de unos consumos muy buenos.
Todos los motores del Seat León aprovechan las tecnologías más modernas, destinadas a aumentar su eficiencia. El sistema Start/Stop desconecta el motor cuando funciona en ralentí, si la palanca de cambios se encuentra en posición de punto muerto y si, además, el conductor ha dejado de pisar el pedal del embrague. Cuando el conductor vuelve a pisar el embrague, el motor se vuelve a poner en funcionamiento silenciosamente y sin retardo alguno. Con el sistema Start/Stop es posible reducir el consumo de combustible en un 4% a los 100 km.
Otra medida de eficiencia en el León es la regulación inteligente de la tensión del alternador durante las fases de frenado y deceleración. La energía recuperada se acumula en la batería. Cuando se vuelve a acelerar, la energía acumulada se entrega nuevamente a la red de a bordo. De este modo, el alternador funciona con mayor frecuencia con baja tensión o se desconecta totalmente. El motor debe dedicar menos potencia para el funcionamiento del alternador, lo que redunda en una disminución del consumo de combustible.
Sinceramente, me ha sorprendido el consumo porque lo cierto es que el Seat León con el motor TDI de 150 cv es rápido, muy rápido. Se consiguen buenas cifras de consumo sin buscarlas, así que a poco que nos concienciemos hará que nos olvidemos de en qué lado lleva la boquilla del depósito para repostar.
He encontrado el motor muy lleno en todo el régimen de revoluciones, tiene buen empuje desde abajo y se mantiene hasta alcanzar la parte alta. Gracias a esto es capaz de recuperar velocidad sin necesidad de bajar de marcha y podremos movernos por carretera casi como si fuera automático. Las vibraciones que transmite al interior son mínimas, al igual que el ruido.
En zonas urbanas, al tener un motor lleno, tendremos dos aspectos muy positivos. En las rotondas y salidas desde parado, el coche responde con contundencia, y en a la hora de circular, nos permitirá hacerlo en marchas largas. De hecho, el indicador de marcha que nos aconseja cuándo cambiar, nos invitará a ir en cuarta si circulamos a unos 50 km/h.
Al principio os he dicho que era un coche capaz de combinar lo racional y lo pasional. Hasta ahora hemos visto lo racional, y en cuanto nos metamos en una carretera de montaña veremos todo lo pasional que tiene que ofrecernos el León. En estas carreteras nos lo podemos pasar muy bien, el aplomo que muestra en curva es fantástico y la dirección sigue la trayectoria que marquemos sin rechistar.
El buen par motor hace que aunque tengamos que frenar en las curvas, no sea necesario bajar de marcha, a no ser que vayamos en sexta y hayamos bajado bastante la velocidad, claro. Es fácil circular por encima de los límites sin darnos cuenta, por lo que ojo en este aspecto.
Para viajar, el confort del coche por autopista es equivalente al de una berlina. El espacio interior nos permitirá viajar cuatro adultos cómodamente, y el maletero es capaz de transportar el equipaje sin tener que hacer un rompecabezas.
Precio:
El modelo de acceso a la gama León de Seat tiene un precio de 11.669 euros. Se trata del acabado Emotion con el motor 1.2 TSI de 86 cv y en ese precio están aplicados todos los descuentos de la marca, según la web.
La versión probada, el Seat León 2.0 TDI 150 cv Style con Star&Stop, tiene un precio base de 22.059 euros, a los que hay que añadir los extras que equipaba, como las llantas, el color Gris Pirineos o las luces de LED delanteras y traseras, por lo que una unidad igual que la probada tendría un coste de 25.167 euros. Un precio que entra dentro de lo lógico teniendo en cuenta el motor y el equipamiento que lleva.
Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
8.5
NOTABLE
El salto de calidad que ha dado el Seat León es notable. Se presenta como un coche capaz de pelear de "tú a tú" con los modelos premium del segmento.