Prueba Skoda Fabia RS: Práctico y potente

Como siempre, desde nuestra experiencia personal, podemos decir que la respuesta del Fabia RS es algo más perezosa que la de sus primos con los que compite en aparente igualdad de condiciones. ¿A qué es debido? Con toda probabilidad a su forma menos aerodinámica y, sobretodo, a los aproximadamente 200 kg de más que pesa, por ejemplo, con respecto al Polo (y casi 150 más que el Cupra). Aun así, estamos hablando de un auténtico misil con carcasa compacta, que se muestra ligero y alegre en todas las circunstancias.

Como es lógico, el peso también redunda en un mayor consumo. Durante nuestra prueba, pudimos comprobar que resulta difícil bajar el consumo medio del Fabia RS de los 7 litros a los 100 km. No obstante, de manera puntual y en terrenos favorables, sí que lo conseguimos. De hecho, la cifra oficial de consumo mixto facilitada por Skoda es de 6,2 litros.

Así pues, con una velocidad máxima de 224 km/h y una aceleración de 0 a 100 de sólo 7,3 segundos, podemos afirmar que las prestaciones de este modelo son realmente deportivas. Es la primera vez que Skoda incorpora un motor de cuatro cilindros con sistema de doble alimentación que genera una potencia de 180 CV siendo únicamente un 1.4 litros. El par motor máximo de 250 Nm se encuentra entre las 2.000 y las 4.500 rpm.

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El motor 1.4 TSI cuenta con un sistema de inyección directa y doble alimentación, con un turbocompresor con válvula de descarga y otro mecánico. Además, el intercooler aumenta el volumen de aire para la compresión en las cámaras de combustión. La bomba de gasolina lleva el carburante a los inyectores con una presión de hasta 150 bares, mientras que el árbol de levas que controla las dos válvulas de admisión, se puede ajustar continuamente para cada cilindro. Los dos ejes se controlan mediante cadena sin mantenimiento.

El compresor y el turbo trabajan conjuntamente para proporcionar la entrega de potencia. El compresor abastece las cámaras de combustión hasta las 2.400 rpm. En el tramo que va hasta las 3.500 rpm, el turbocompresor ha alcanzado su máxima efectividad y sigue alimentando el motor en su gama más alta de revoluciones. La utilización del sistema de doble inyección reduce las emisiones y ayuda al catalizador y al sensor lambda a alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento tras recorrer tan sólo unos metros garantizando el óptimo tratamiento de los gases de escape.

Conclusión y precio:

Pero entonces, si hemos dicho que es más pesado, algo más perezoso, y tiene un consumo ligeramente por encima del Polo GTi, ¿por qué razón deberíamos decantarnos por el Fabia RS? Pues bien, según mi criterio, hay dos razones importantes que podrían llevarnos a optar por el Skoda en detrimento del Volkswagen (dejo el Seat al margen porque no lo he probado): la funcionalidad y el precio. El Fabia es más práctico que el Polo porque es más espacioso tanto en las plazas traseras como en el maletero, por lo que, mientras el VW va dirigido fundamentalmente a un cliente que vaya casi siempre solo en el coche, el Skoda puede considerarse factible para quien, llevando acompañantes y carga, se quiera dar el capricho de tener un compacto potente. Digamos que es una opción menos radical.