Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
6.9
Bien
Una berlina compacta sobre la base del Fabia, con el aspecto del Octavia y a un precio intermedio
Hoy en Autonocion os presentamos el último modelo en llegar a la familia Skoda: el Rapid. El Skoda Rapid pasa a engrosar la lista de los denominados familiares compactos en los que podríamos ubicar a sus parientes más cercanos Seat Toledo y Volkswagen Jetta, así como otros recién llegados al mercado como el Citroën C-Elysee. El familiar compacto es un concepto de coche que en sí mismo puede sonar contradictorio, pero lo cierto es que se trata de vehículos más asequibles que las clásicas berlinas, un poco más pequeños aunque espaciosos, que con la situación económica que vivimos se ajustan perfectamente a las necesidades de muchas familias. La motorización probada fue la estrella del grupo, el TDi de 105cv.
Diseño Exterior:
Llegado en otoño de 2012 a nuestras carreteras, el Skoda Rapid presenta un diseño continuista en línea con la imagen de la marca en modelos como el Octavia y el Superb. Puede resultar poco novedoso a simple vista, pero si de algo presume Skoda, y no se le puede negar, es de la atemporalidad de sus diseños. Además, este modelo se erige como el primero del “nuevo lenguaje de Skoda”, término con el que han denominado su nuevo línea de diseño.
Por delante destaca por la ya clásica parrilla de Skoda, quizá algo más fina que en otros modelos y compuesta por 19 listones verticales inscrita en un marco cromado, coronada por el nuevo logo de la marca. Con un aspecto incisivo y juvenil en comparación con sus hermanos mayores, esto transmite sensación de mayor deportividad, al menos, del frontal. La mencionada parrilla, modelada con mucho detalle, se combina con las expresivas luces delanteras para formar un grafismo unificado. Esto transmite una imagen de anchura al frontal y se refleja en la unidad formada por las luces antiniebla y la entrada de aire del parachoques delantero.
Su silueta, con un toque deportivo, se encuentra separada por líneas longitudinales que atraviesan el vehículo. La parte trasera es la que más nos evoca al Octavia, hasta el punto de que, el observador menos experimentado, seguramente llegue a confundirlos en más de una ocasión. Tiene formas claras y distintivas que en todo momento nos recuerdan que estamos ante un Skoda. Las luces traseras muestran el típico diseño de la marca en forma de C, con una forma tan ligeramente distinta, que es prácticamente inapreciables. Entre las luces, tres líneas en la chapa de acero forman triángulos dotando a la parte posterior del vehículo de un carácter particular. La diferencia entre guardabarros y parachoques se convierte en un efectivo elemento de diseño, aunque no es novedoso en la marca.
El gran portón trasero se abre camino hasta el borde de la ventana trasera, dando acceso a la amplia zona de carga, lo que hace que el portón sea funcional y un elemento más de diseño. Pese a sus dimensiones exteriores de 4,48 metros de longitud, 1,71 de anchura y 1,46 de altura, el Rapid está entre las berlinas compactas más espaciosas del mercado.
Diseño Interior:
Como el resto de modelos de Skoda, la influencia del grupo VAG se hace palpable desde el momento en que nos asomamos al habitáculo. El término que mejor define el interior del Skoda Rapid quizá sea “ordenado”. Da la sensación de que cada cosa está exactamente donde debe estar, resultando muy práctico y funcional, y para nada recargado. En este sentido diré una vez más que en mi opinión la sencillez dentro de un vehículo es un punto positivo.
Aun así, tratándose de un modelo completamente nuevo y que además representa el lanzamiento de una línea de diseño, teóricamente renovada, Skoda podría haber introducido modificaciones en algunos de los elementos del Rapid sin perder esa sencillez. Sin embargo, la consola central, el cuadro de esferas, o el ordenador de abordo son exactamente iguales que los de modelos anteriores. Si que difiere de sus predecesores la forma del salpicadero. Antes (en el Octavia) era más redondeada y sin embargo ahora viene definida por una línea horizontal dibujada un escalón por encima de las salidas de aire, algo que también se ha modificado en el resto de berlinas de la marca.
La habitabilidad de las plazas traseras permite que viajen dos personas cómodamente sin que tengan problemas de espacio para las piernas. No obstante, para que viajen 3 adultos anda algo más justo y en trayectos muy largos podrías llegar a resultar incómodo. Algunos de sus competidores, de hecho, tienen homologadas únicamente cuatro plazas.