Prueba Skoda Rapid 1.6 TDI: ¿Renovación o continuismo?

Equipamiento y seguridad:

El Skoda Rapid no es un coche de grandes lujos, ha sido creado para ajustarse a las necesidades de sus propietarios desde un punto de vista eminentemente funcional. No obstante, a nivel de confort también podemos incorporar algunos elementos interesantes. El Rapid está disponible en tres acabados: Active, Ambition y Elegance. Además, se ofrecen nuevas características de comodidad inteligente como el ESP Plus que incluye el sensor de presión de las ruedas y el sistema de arranque en pendiente, que evitará que el coche retroceda durante más de dos segundos en laderas de un 3% o más. El nuevo volante multifunción con teclas suaves al tacto, el control de crucero, el sistema de navegación Amundsen+, el Climatronic, el asistente de aparcamiento posterior y la pantalla MaxiDOT multifuncional son otros equipamientos útiles del Rapid. Importante señalar que viene con rueda de repuesto normal, no de galleta. Por el contrario, como pega, resaltaría que los frenos traseros son de tambor en toda la gama salvo en el 1.4 TSI.

Como decíamos, pese a tratarse de un vehículo económico hay que reconocer que Skoda no ha escatimado en seguridad. Por lo que respecta a la seguridad activa, los elementos centrales son el ABS y el ESP. Mientras que el sistema ABS evita el bloqueo de las ruedas en una frenada brusca, el programa de estabilidad electrónica ESP mantiene el vehículo estable en situaciones extremas combinando la frenada y la gestión del motor. La seguridad activa también se mejora con distintos sistemas opcionales. Por ejemplo, el Skoda Rapid se puede equipar con las luces antiniebla con función de iluminación en curva. En este caso, cuando se gira el volante la luz también gira en el mismo sentido, mejorando la visibilidad. El sensor de presión de los neumáticos detectará automáticamente si existe pérdida de presión en alguna rueda para avisar al conductor mediante un sonido de aviso. El “Control de Pendiente” (HHC) también incrementa la seguridad, ya que permite arrancar en pendientes sin temor a que el vehículo vaya hacia atrás. No se necesita el freno de mano, pues el sistema lo activa durante unos dos segundos cuando la pendiente supera el 3%.

El Rapid también cuenta con un gran paquete de seguridad pasiva. En el caso de una colisión, se ponen en marcha distintos sistemas para minimizar los daños de conductor y pasajeros. En un accidente y cuando se activen los airbags, la alimentación se cortará automáticamente y se deshabilitarán algunos circuitos eléctricos, reduciendo así el riesgo de incendio. Las luces del interior del vehículo se encenderán automáticamente para facilitar los movimientos de los ocupantes y se activarán los avisadores de emergencia exteriores. Además, el Rapid está equipado para reducir al máximo las lesiones de los peatones y cumple con la normativa europea Phase 2 al respecto. En caso de una colisión, la carrocería extremadamente rígida ofrece una excelente deformación en la parte delantera. El resultado es que la cabina de los pasajeros se mantiene intacta y estable. Las fuerzas de impacto se desvían y neutralizan a través de las vías de carga.

Motorización:

El Skoda Rapid se ofrece con seis motores, cuatro de gasolina y dos diesel. Las potencias van de los 75 CV (55 kW) a los 122 CV (90 kW), y desde los tres cilindros de los MPI a los cuatro de los TSI o los diesel Common-Rail. Además, se pueden complementar con cajas de cambios manuales y DSG. Desde su lanzamiento, en otoño del 2012, algunas variantes Green tec también formarán parte de la oferta. En el 1.6 diesel de 105 CV (77 kW), el paquete Green tec dejará las emisiones de CO2 en 104 g/km, mientras que en el TSI de cuatro cilindros, serán de 124 g/km.

El motor diesel de 1.6 cuenta con la inyección Common-rail con filtro de partículas diesel, y estará disponible en dos variantes de potencia. La versión de 90 CV (66 kW) estará disponible en la segunda mitad de 2013, con la caja de cambios DSG de 7 velocidades como opción. De momento, el más potente, el TDI 1.6 de 105 CV (77 kW) que hemos probado nosotros, ha estado disponible desde el lanzamiento del modelo con unas emisiones de 114 g de CO2 por km y un consumo oficial homologado de 4,4 litros a los 100 km. De este motor quedan pocas cosas que decir, pues es de sobra conocido. Simplemente comentar que el peso del vehículo, 1.254 kg, no supone ningún problema y el propulsor los mueve con agilidad suficiente. Duro como casi ningún otro, es uno de los mejores motores de potencia media por los que se puede optar actualmente. El sistema start-stop que incorpora el Rapid favorece a la contención del consumo, que en nuestra prueba rondó aproximadamente los 4,9 litros cada 100 km de promedio.

La dinámica de conducción del Rapid se ve mejorada gracias a la precisión en el diseño del chasis, que propicia una gran agilidad en curvas sin comprometer la comodidad. El Rapid responde bien en curva gracias a su estabilidad, y se comporta de manera notable como rodador en autovías. La combinación de ambas facetas dan lugar a un coche apto para potenciales clientes con necesidades dispares, aunque obviamente, el perfil de comprador responde a una familia con niños.