Sus asientos plegables y divisibles permiten unos espacios interiores de cómoda accesibilidad. Un asiento trasero divisible y plegable 60:40 es la clave para el uso flexible del espacio en el Suzuki Swift. Al plegarse ambos lados del asiento trasero, se puede crear un maletero de mayor capacidad. Con la parte más grande plegada, hay espacio para equipaje grande y un pasajero. Si plegamos la parte pequeña, dos pasajeros irían realmente apretados.
Equipamiento:
La versión probada del Suzuki Swift es de las más altas de disponibles, acabado GLX. Se puede elegir con cambio automático o, como la nuestra, con cambio manual. Entre los elementos que incluye de serie encontramos los siguientes: elevalunas eléctricos tanto delante con detrás, arranque sin llave, climatizador automático monozona, Radio CD con MP3 y Bluetooth, el mencionado control de velocidad, apertura de puertas sin llave y un ordenador de a bordo bastante completo en el que, a priori, no eché en falta ningún dato especialmente importante.
Algún elemento de confort llamó mi atención como por ejemplo el sensor de luces, propio de un segmento superior. Por cuestiones de diseño, los cristales traseros así como la luneta están tintados en verde, de serie desde el acabado GL.
Todas las versiones del nuevo Suzuki Swift van equipadas con ESP que controlan la pérdida de adherencia gestionando los frenos y el motor. Además, si eliges la versión con cambio automático, el ESP también gestiona el control de descenso y bloquea el coche un instante en caso de arrancar en cuesta. Cuenta con 7 airbags, frontales, laterales, de cortina para conductor y pasajeros y un nuevo airbag de rodillas para el conductor.
Otro aspecto destacable a nivel de seguridad del nuevo Suzuki Swift es el chasis del vehículo: ligero para reducir el consumo pero con una protección excepcional de los ocupantes gracias al uso de acero de alta resistencia para su construcción.
El resultado obtenido por el Suzuki Swift en los test Euro NCAP 2010 (94% adultos, 82% niños, 62% peatones y 71% en seguridad activa) permitieron la concesión de cinco estrellas para el pequeño Suzuki, aunque cabe destacar que con parámetros de 2012 también las habría conseguido.
Por último, dentro de las medidas de seguridad activa que incorpora el nuevo Suzuki Swift encontramos el sensor de parking trasero (disponible según versiones y no incorporado en nuestra unidad de prueba), para una mayor confianza y seguridad a la hora de aparcar y que podemos desconectar pulsando un botón del salpicadero.
Asimismo, Suzuki incorpora en el nuevo Suzuki Swift 1.2 L VVT la versión Start/Stop, enfocada claramente a reducir los consumos y las emisiones de su modelo compacto. El sistema Start/Stop acoplado al propulsor de 1.2 gasolina funciona apagando el motor cuando ha pasado algún tiempo encendido o al parar en un semáforo, encendiéndose automáticamente cuando se pisa el acelerador. Nuestra unidad de prueba no lo llevaba, sólo viene de serie para el acabado más alto: GLX SR.
Motor y mecánica:
El Suzuki Swift probado equipa un motor gasolina 1.2 litros VVT, que entrega 94 CV a 6000 rpm y un par de 118 Nm a 4800 rpm. Además de ser un propulsor de suave rendimiento y respuesta eficiente, destaca por su bajo consumo y emisiones. Existe también una versión diésel que equipa un motor 1.3 DDiS de 75 cv, de la cual os hablaremos en su momento cuando tengamos ocasión de probarlo, pero que a priori destaca por unos consumos de 4,2 litros según ficha técnica.
Lo primero que debemos decir del motor de nuestro Swift es que rinde por encima de lo esperado en lo que a aceleración se refiere. Esto juega un doble papel puesto que, por un lado, la respuesta es ágil moviendo el coche con determinación, y por otro lado, no necesitamos exigirle al máximo para que se mueva con soltura, lo que conlleva un ahorro de combustible indirecto. Hemos probado motores más pequeños pero que en determinadas ocasiones obligaban a ir “pie en tabla” y su consumo se elevaba por encima de lo recomendable.
En resumidas cuentas os aventuro que el Suzuki Swift es un coche agradable de conducir, tanto por su suavidad –al menos en la versión gasolina- como por la agilidad en carretera. Además, la escasa rumorosidad del motor le suma un nuevo punto positivo.
El Swift antiguo ya se caracterizaba por su aplomo y su buena dinámica de conducción en orden de marcha. Con el nuevo Swift, Suzuki ha logrado una sensación de agilidad y estabilidad aún mayor gracias a una banda de rodamiento ancha, una distancia corta entre ejes, mayor rigidez en los soportes de suspensión y carrocería, y mayor resistencia al vuelco.