En el siguiente escalón de equipamiento se sitúa el acabado Advance, como la unidad probada, que ofrece adicionalmente sistema proactivo de seguridad PreCrash delante y detrás, un tablero de instrumentos de gran calidad, pantalla multifunción “Plus”, el nuevo sistema de radio “Composition Colour” que incluye ranura para tarjetas SD y el sistema detector de fatiga.
También añade al equipamiento del acabado Edition: Asientos confort tapizados con tela individual (diseño “Zoom”) y apoyos lumbares en la parte delantera, aplicaciones en diseño “Dark Silver brushed”, pomo de la palanca de cambios y volante de cuero y llantas de aleación ligera de 16 pulgadas del tipo “Dover”.
Por último, en el tope encontramos el acabado Sport, que ofrece adicionalmente una iluminación ambiental de nuevo diseño y un bisel cromado del emblema “VW” en la parrilla. Al equipamiento del acabado Advance añade: asientos deportivos delante, elementos decorativos de diseño “Piano Black Mesh”, aplicaciones cromadas para los elevalunas eléctricos, luces de lectura LED delante y detrás, climatizador automático, volante multifunción, eyectores limpiaparabrisas calefactables, faros bi-xenón y sistema de limpieza de faros, faros antiniebla con luz de giro y biseles cromados, faros traseros de color rojo oscuro, una barra de techo anodizada, molduras cromadas en los antepechos de las ventanas y llantas de aleación ligera de 17 pulgadas (“Dijon”).
Por si esto no resulta suficiente, es posible personalizar el equipamiento, añadiendo opciones como el asistente de estacionamiento ParkAssist incl. ParkPilot, el asistente de mantenimiento de carril Lane Assist, calefacción auxiliar, cámara de marcha atrás Rear Assist, control por voz, equipamiento en cuero “Vienna”, función de navegación Discover Media para radio Composition Media, conexión multimedia MEDIA-IN con cable adaptador iPod/iPhone o pantalla multifunción “Plus”, entre otras cosas.
Si las opciones de equipamiento son abundantes, en lo que a seguridad se refiere, en Volkswagen no han querido quedarse atrás, por lo que encontramos: nuevos sistemas de serie como son el freno anticolisiones múltiples y el diferencial electrónico de deslizamiento limitado XDS+ perfeccionado.
Además se pueden equipar:
– El sistema proactivo de protección para los ocupantes.
– El sistema de detección de fatiga (de serie a partir de Advance).
– El control automático de la distancia ACC.
– El Front Assist con asistente de frenada de emergencia de ciudad.
– El asistente de mantenimiento de carril Lane Assist.
– El sistema de reconocimiento de las señales de tráfico.
– La última generación del sistema de aparcamiento ParkAssist.
– El sistema de suspensión adaptativa DCC.
– Los sistemas de iluminación adaptativa Light Assist y Dynamic Light Assist.
– Una selección de perfiles de conducción con hasta cinco programas (“Eco”, “Sport”, “Normal”, “Individual” y, en combinación con DCC plus, “Comfort”)
Motorización:
La gama de motores para el Golf Variant es suficientemente amplia como para encontrar una mecánica que se adapte a nuestras necesidades y exigencias. Comencemos hablando de las mecánicas diésel, el motor 1.6 TDI de 105 c.v. del Golf Variant homologa un consumo de 3,9 l/100 km. Por encima encontramos el 2.0 TDI de 150 c.v. con un consumo medio de 4,2 litros a los 100 km según ficha técnica.
En gasolina encontramos como motor de acceso el 1.2 TSI de 105 c.v. ofrece unos datos de consumo medios de 5 litros a los 100 km, mientras que el gasolina más potente, es el 1.4 TSI de 140 c.v. que por homologación tiene un consumo medio de 5,3 litros a los 100 km.
Y llegamos así al motor que hemos probado, el 1.4 TSI de 122 c.v. El 1.4 TSI acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos alcanzando una velocidad máxima de 204 km/h y entrega un par máximo de 200 Nm (desde 1400 r.p.m.). El Golf Variant 1.4 TSI BlueMotion Technology con 122 c.v. solo consume 5,3 litros a los 100 km. Estos datos de consumo, suponen un litro menos cada 100 km frente a lo que homologaba su predecesor. Una reducción realmente significativa, que hace dudar sobre si el diésel es la mejor opción.
Y si, hace dudar y mucho, porque normalmente, a la hora de comprar, el diésel cuenta como principal argumento a su favor con un consumo muy bajo, de menos de 5 litros a los 100 km, aunque para beneficiarnos de ese consumo tengamos que tener un coche más ruidoso y con más vibraciones que las propias de un coche gasolina.