Diseño Interior
Cuando nos subimos al Volvo XC60 encontramos un interior sueco con acabados claramente Premium y un ambiente diseñado y orientado para crear una sensación dinámica.
El panel frontal está orientado al conductor, siendo más simple que pueda acceder a los múltiples comandos y funciones del vehículo.
La consola central flotante ya es algo que hemos visto en otros modelos de la gama pero no deja de sorprendernos ya que este diseño dota al interior de cierta deportividad.
El salpicadero está fabricado en material blando y tiene una línea descendente hacia el lado del acompañante que finaliza en la unión con la tapa de la guantera que por cierto es de gran capacidad y cuenta con cierre.
La consola en nuestra unidad estaba equipada de fábrica con un acabado en madera Nordic Light Oak que supone un incremento en el coste de más de 200 euros. Los controles del climatizador son simples y el funcionamiento del sistema en general es bueno.
El Volvo XC60 monta un excelente sistema de sonido con un display a color que muestra a parte de las opciones del mismo, elementos como el ordenador de abordo, el manos libres o la configuración personalizada del vehículo.
En la parte inferior de la consola central encontraremos la palanca de cambios de la trasmisión automática que en nuestra unidad de pruebas contaba con un pomo con la superficie transparente e iluminada.
El apoyabrazos cumple perfectamente su función y además lleva un cofre portaobjetos en el que además encontraremos las tomas de USB y AUX del equipo de música que también nos servirá como toma de corriente para cargar nuestro teléfono móvil.
Entre el reposabrazos y la palanca de cambios encontramos un par de huecos portabebeidas y una toma de 12 voltios. Todo esto está cubierto por una tapa enrollable.
Cambiando de tercio, los volantes que monta Volvo en sus vehículos son de primera clase. Sus dimensiones son siempre correctas, sus grosores son óptimos y además el revestimiento de su cuero es muy agradable al tacto.
En el volante de cuatro radios encontraremos los mandos del equipo de música así como los del control de velocidad, todos ellos retroiluminados para que su manejo sea más fácil en la oscuridad.
A la derecha del volante encontraremos el botón de arranque/parada y justo debajo la ranura en la que deberemos obligatoriamente introducir el mando de nuestro coche si queremos arrancarlo, a no ser que pidamos el extra del Key Less Acess (es un poco “cutre” que un vehículo de semejante precio y que además puede incorporar la función de apertura y cierre sin llave fácilmente no lo equipe de serie).
Los diales del cuadro de instrumentos son muy simples e incorporan en la parte central dos displays monocromo con información sobre el estado del vehículo, el cuentakilómetros o el nivel de gasolina que hay en el depósito de 70 litros de capacidad.
En la parte izquierda encontraremos el mando de las luces, la apertura del depósito de combustible, el botón que acciona la apertura del maletero y el freno de mano.
Un aspecto que me encanta de Volvo son los asientos. En nuestra unidad de pruebas venían acabados en tela y símil cuero con las costuras en blanco. Los asientos son realmente confortables, sujetan bien y los reposacabezas son extremadamente ergonómicos (además por su estudiada forma, son especialmente seguros y pueden mitigar las consecuencias de los tan temidos esguinces cervicales).
En el caso de las plazas traseras, los reposacabezas son retráctiles, lo que da un plus de visibilidad al conductor en caso de no llevar pasajeros en la parte trasera y además facilita el abatimiento de la banqueta trasera (40/20/40).
El maletero cuenta con un volumen de 705 litros de capacidad. Si abatimos los respaldos encontraremos una superficie totalmente lisa de carga con 1450 litros de capacidad. Bajo el piso del maletero encontraremos una rueda de repuesto de galleta.