Las actuales medidas restrictivas a nivel local, regional y europeo, así como las promesas de acabar con los vehículos de combustión interna están haciendo que reine la confusión entre los consumidores en toda Europa. El desconcierto es total, ya no sabemos si alquilar, si comprar, si esperarnos unos meses, si olvidarnos por completo del vehículo privado…
En la actualidad los vehículos eléctricos, los combustibles sintéticos, los Vehículos Cero Emisiones Parciales (PZEV), los híbridos, los híbridos-enchufables, los coches de hidrógeno y los modelos movidos por autogas son los grandes protagonistas, compartiendo cartel en España con las limitaciones a la circulación de los vehículos más contaminantes en Madrid Central y en Barcelona o la obligatoriedad de llevar visible la pegatina de la DGT, entre otros.
En nuestro país estamos escandalizados con que el Gobierno planee prohibir los vehículos de combustión en 2040, pero quizás deberíamos echar un vistazo a otras ciudades vecinas como Ámsterdam, donde las cosas pintan todavía peor. Según informa The Guardian, el ayuntamiento de la ciudad holandesa planea prohibir los automóviles y motocicletas de gasolina y diésel en sus calles a partir de 2030.
Y puede que esa fecha te parezca todavía muy lejana, pero el próximo año la ciudad prohibirá la circulación de los automóviles diésel de 15 años o más en el interior de la carretera de circunvalación A10, mientras que a partir de 2022, no se permitirán autobuses o autocares públicos movidos por gasolina o diésel en el centro de la urbe.
Apenas tres años después, en 2025, la prohibición se ampliará a las embarcaciones de recreo en sus canales, así como a los ciclomotores y motocicletas ligeros. Ya el siguiente paso del plan de Acción de Aire Limpio será limitar todo el tráfico de combustión interna dentro de la ciudad para el 2030, con el objetivo de reducir la contaminación del aire.
Las autoridades locales aseguran que la contaminación del aire acorta la esperanza de vida de los residentes locales hasta en un año.
Pero no todo serán prohibiciones, para promover la introducción de vehículos eléctricos y de pila de hidrógeno en la ciudad, las autoridades locales planean ofrecer estaciones de carga gratuitas a todos aquellos que opten por un vehículo libre de emisiones, con unas estimaciones que prevén la instalación de entre 16.000 y 23.000 estaciones de carga para 2025, a fin de que el proyecto sea viable.
Tal y como cabría esperar, la idea no ha gustado a todos y la Asociación Rai, un grupo de presión de la industria automotriz, no ha tardado en asegurar que muchas personas no podrán permitirse un vehículo de estas características, lo que convertirá Ámsterdam en una ciudad para ricos. Ahora la pregunta es, sabiendo todos los obstáculos a los que se enfrentan los coches eléctricos, ¿conseguirán que sea viable la propuesta?