Los anuncios publicitarios han sido creados para que el producto que en ellos se oferta nos entre por los ojos. Cada vez es más habitual encontrarse con diversos efectos especiales en los anuncios de coches o con demostraciones de lo que son capaces de hacer las nuevas tecnologías en materia de seguridad. A nadie le extraña verlo.
Seguramente, tampoco a nadie le asuste ver en un anuncio un coche que frena de manera autónoma ante la presencia de un peatón, ni ese hecho le incitará a llevar a cabo una conducción temeraria en la que vaya asustando ancianas en cada paso de cebra, pero al parecer la Agencia de Estándares de Publicidad (ASA) británica no opina lo mismo.
Concretamente, hablamos del último anuncio de la nueva generación del Volkswagen Polo, donde el subcompacto destaca algunos de sus sistemas de asistencia para la conducción. Según la ASA, el spot publicitario «alenta a la conducción irresponsable» y, por lo tanto, está «violando las reglas 20.1 y 20.5 del Código«.
La primera de estas reglas determina que «los anuncios publicitarios no deben condonar ni alentar a la conducción peligrosa, competitiva, desconsiderada o irresponsable de coches y motos. Los anuncios publicitarios no deben sugerir que conducir coches o motocicletas de forma segura es serio o aburrido«.
La segunda norma se refiere específicamente a los «anuncios de automóviles«, los cuales «no deben exagerar el beneficio de las características de seguridad para los consumidores o sugerir que las características de un vehículo le permiten conducir más rápido o con total seguridad«. Lógicamente, Volkswagen se ha defendido, asegurando que el objetivo del anuncio es promover una conducción segura y responsable, destacando cómo los sistemas de seguridad más avanzados pueden ayudar a los conductores en situaciones de riesgo.
Personalmente, no lo considero un anuncio fuera de los estándares habituales, pero os lo dejo por aquí para que podáis opinar: