Ambas cosas han sido combinadas por Audi en una síntesis tecnológica. Por primera vez desde la prohibición de 1998, ahora se permite competir a un coche con tracción a las cuatro ruedas en el programa de carreras de circuitos respaldadas por la Federación Internacionalde Automovilismo (FIA).
Alojar un sistema adicional de tracción delantera y un sistema híbrido en un coche de competición es particularmente difícil, debido a las condiciones de espacio mínimas que existen. Con una anchura de dos metros y una longitud de 4,65 metros, el vehículo tiene unas grandes dimensiones externas. Pero, debajo de esa cubierta exterior encontramos con una construcción monocasco optimizada pensando en la competición, y en la incorporación de un sistema híbrido.
Audi ha conseguido una unidad MGU (unidad motor generador) particularmente compacta en el eje delantero. Durante las fases de frenada la energía cinética se convierte en electricidad.
Al mismo tiempo, el número de zonas de frenada está especificado porla FIA para cada circuito. Los 58 litros de capacidad del depósito de combustible prescritos para un vehículo híbrido suponen dos litros menos que en un coche convencional.
Fuente: Audi
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