Hyundai nos ha presentado su visión del futuro de la movilidad en el Consumer Electronics Show de Las Vegas 2020, al tiempo que ha anunciado que busca convertirse rápidamente en un proveedor de soluciones de movilidad inteligente. Para ello, el fabricante de automóviles propone tres proyectos que se complementan unos a otros.
La primera de estas soluciones se llama Urban Air Mobility (UAM) y consiste en un Vehículo Aéreo Personal (PAV) que se ha desarrollado conjuntamente con el gigante Uber. El UAM trabaja junto con el Purpose Built Vehicle (PBV), que sería un vehículo urbano ecológico capaz de ofrecer servicios personalizados, y ambos se conectan en el ‘Hub‘, la tercera pieza del rompecabezas.
El Hub es lo que podría considerarse como una versión futurista de una estación de tren o estación de autobuses, pero en la que confluyen los vehículos voladores de Hyundai y el nuevo transporte terrestre. Ahí es donde entra en juego el acuerdo entre Uber y Hyundai Motor Company, con el objetivo de desarrollar taxis aéreos para una futura red de viajes aéreos compartidos.
Hyundai es la primera compañía de automoción en unirse a la iniciativa Uber Elevate, aportando capacidad de fabricación a escala automotriz y un historial de producción en masa de vehículos eléctricos que ahora podría trasladarse al air vehicle concept S-A1, un vehículo que utiliza procesos de diseño innovadores para optimizar los aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL).
De esta forma, la compañía coreana fabricaría los vehículos y Uber proporcionaría los servicios de apoyo en el espacio aéreo, conexiones con el transporte terrestre e interfaces con los clientes a través de una red de viajes aéreos compartidos. Ambas partes colaboran en conceptos de infraestructura para apoyar el despegue y el aterrizaje de esta nueva clase de vehículos.
Respecto al prototipo S-A1 de Hyundai presentado en el CES 2020, este ofrece un tren motriz totalmente eléctrico que puede recargarse entre cinco y siete minutos, alcanzar una velocidad de crucero de hasta 290 km/h, una altitud de alrededor de 300 – 600 metros sobre el suelo y una autonomía de hasta 100 kilómetros.
Para rematar, el vehículo sería pilotado inicialmente, pero con el tiempo se convertiría en autónomo.