Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable+
El Audi A5 Cabrio es una de las pocas alternativas existentes en la actualidad junto a los BMW y Mercedes de corte similar. El Audi juega la baza de la modernidad al ser el último en llegar, algo que se nota en el equipamiento disponible. Destaca por su cómodo interior, elevada calidad de rodadura y la correcta capacidad de maletero.
Posiblemente no sea el mejor momento para adquirir un descapotable debido a la mala climatología pero si estás pensando en ello, el Audi A5 Cabrio es una de las pocas alternativas que quedan en el mercado con buena capacidad interior y capacidad de carga.
Con la recesión económica y la caída brutal en las ventas de vehículos considerados “de capricho”, la mayoría de descapotables generalistas cesaron su comercialización al finalizar el ciclo de vida sin un sucesor a la vista, algo que se mantiene en estos tiempos. Sólo Opel y VW ofrecen una opción con cuatro plazas.
Entre los premium compactos BMW ofrece los Serie 2 y Audi el A3 Cabrio pero son algo justos de espacio en las plazas posteriores e incómodos, al contar con un respaldo demasiado vertical. Subiendo un escalón están los Serie 4 Cabrio con el techo metálico retráctil y la segunda generación del Audi A5 que conserva la lona, elemento también usado en los Clase C de Mercedes.
La última entrega del Audi A5 Cabrio no resulta especialmente aparatosa, se mueve muy bien y además es confortable. Durante unos días he tenido la oportunidad de compartir desplazamientos por todo tipo de vías, siendo un producto 100% aconsejable para el día a día. Eso sí, como ya habrás imaginado, no es un capricho asequible.
DISEÑO
La mayoría de los usuarios que optan por un descapotable tienen en muy alta consideración el factor estético y dejan de lado otros como la practicidad o ciertos aspectos negativos intrínsecos como puede ser el mantenimiento algo más delicado del techo de lona (o la propia sensación de inseguridad).
El Audi A5 Cabrio cumple con una imagen llamativa, elegante y dinámica. Quizás el color azul de las imágenes no resulta tan explosivo y disimule sus formas pero durante los días de la prueba fueron muchos los curiosos e interesados que clavaron su mirada en los esbeltos trazos de su carrocería.
Acompañado del paquete deportivo S-Line y las bonitas llantas de aleación de gran diámetro, el A5 Cabrio posee todos los ingredientes para satisfacer al público al que va dirigido. Es cierto que el Mercedes Clase C Cabrio tiene una imagen más rompedora pero frente al BMW Serie 4 Cabrio resulta menos conservador.
Como buen Premium el interesado puede personalizarlo al gusto con multitud de elementos. Colores especiales, llantas de aleación específicas, paragolpes deportivos, taloneras, difusor posterior, etc… todo puede adaptarse al gusto del consumidor previo pago eso sí.
INTERIOR
Si has montado en un Audi A5 de segunda generación o en el último A4, el diseño del interior te resultará familiar. Respecto al anterior ha mejorado mucho y ahora es más atractivo, intuitivo y vistoso, y eso que ha apostado por la pantalla tipo tableta que no termina de convencerme.
Jugando con las opciones puedes lograr un interior con una sensación de calidad excelente aunque hay que dejar bien claro que “de serie” los plásticos usados y los ajustes están a un nivel muy bueno. La unidad probada con la instrumentación digital configurable, los asientos deportivos con tapizado mixto o el climatizador de tres zonas es buen ejemplo de ello.
La postura al volante me ha parecido sensacional, con todos los mandos muy a mano. Tan sólo hay que criticar el cambio en la ubicación del MMI por delante de la palanca de cambios, algo que resulta incómodo e inexplicable en un coche automático en el que la palanca se utiliza muy poco.
Con tal ubicación, el MMI no resulta tan eficaz como en otros modelos de la marca (A3 por ejemplo). Para buscar, rotar el mando principal o presionar un botón deberás antes esquivar la palanca de cambios y aunque en este automático no es muy grande, los que opten por la caja manual tendrán mayores complicaciones.
Lo que no admite tacha es la sencillez del manejo del sistema multimedia, haciendo uso de menús fáciles y aptos para todos los públicos, algo que deberían aprender los responsables de Mercedes. La instrumentación configurable también se controla con mucha facilidad y es posible cambiar la pantalla desde un botón en el volante. Esto sí es pensar en el conductor y la seguridad.
Repartidos por todo el habitáculo hay varios huecos porta-objetos. Siempre con suelo de goma y bien tapizado, no se pueden poner pegas al respecto. Quizás podría tener una bandeja central algo más amplia pero los huecos porta-latas resultan útiles. Estéticamente las salidas de aire centrales no gustan a todos pero son prácticas y sencillas de usar.
EQUIPAMIENTO/PRECIO
El vehículo probado es un Audi A5 Cabrio 2.0 TDI 190 CV S-Tronic en combinación con el acabado S-Line. El precio de partida es de 59.898 € y por tanto está al nivel de sus rivales más directos como los BMW 420d Cabrio 190 CV 8AT M-Sport (58.450 €) y el Mercedes C220d Cabrio 170 CV 9G-Tronic AMG-Line (54.500 €).
De serie el Audi A5 Cabrio S-Line incluye el climatizador automático, ordenador de viaje, faros LED, control y limitador de velocidad, sensor de lluvia, encendido automático de luces, aviso pre-colisión, detector de peatones, detector de fatiga, retrovisores abatibles, llantas de 19, paquete deportivo y selector de modos de conducción.
Si lo quieres como en las imágenes, hay que sumar el Head Up Display, los asientos eléctricos y térmicos, sistema de navegación Plus, instrumentación digital, climatizador tri-zona, detector de objetos en ángulo muerto, control de crucero adaptativo… y unas cuantas opciones más que elevan el coste hasta más allá de los 70 mil euros.
HABITABILIDAD
Aunque el espacio no es una de las bazas de los descapotables, está claro que poder contar con al menos cuatro plazas útiles facilita mucho las cosas a un buen número de interesados, siendo en algunos casos sólo un poco más incómodo que un coupé equivalente. En el caso del Audi A5 Cabrio el espacio es correcto pero algo peor que la opción cerrada.
En las plazas delanteras la sensación de desahogo es muy buena, contando con una generosa anchura, buen espacio hacía el techo y una postura cómoda. Sin la capota el marco del parabrisas no queda demasiado cerca de la cabeza, lo que permite disfrutar de mayor sensación de libertad (lógicamente dependerá de la estatura de la persona y posición del asiento).
El acceso a las plazas traseras es un tanto incómodo. Con el accionamiento eléctrico de los asientos resulta lento y el hueco existente requiere ser algo ágil para entrar, y bastante al salir. Una vez sentado las dos únicas plazas son más que correctas por ancho y espacio para las piernas, además de contar con un respaldo más inclinado que sus rivales, lo que las hace más cómodas.
La capacidad del maletero es la mejor del segmento tanto con el techo puesto como sin él. El volumen oscila entre los 350 y 380 litros, y siempre con formas muy regulares que facilitan la introducción de bultos/objetos. La boca de carga con el techo guardado es algo pequeña por lo que no siempre se podrán introducir los objetos deseados.
MOTOR
La oferta actual del Audi A5 Cabrio está formada por los bloques 2.0 TFSI de 190 y 252 CV, 3.0 TFSI con 354 CV (S5) y los diésel con 190, 218 y 286 CV, los dos últimos extraídos del bloque 3.0 TDI con seis cilindros. Dependiendo del elegido pueden llevar cambio manual, S-Tronic o Tiptronic, y tracción delantera o total Quattro.
La unidad testada corresponde al diésel más modesto de la familia pero no por ello es una opción inframotorizada. Muy probado en otros modelos de VAG, el bloque 2.0 TDI de 190 CV ha ido evolucionando con el paso el tiempo ganando en refinamiento pero, en un descapotable, el usuario suele ser más exigente con este aspecto y quizás “flojea”.
No me ha parecido que sea especialmente molesto el sonido en marcha pero en parado se percibe en exceso su ciclo y afea un conjunto tan atractivo visualmente. Quizás si no eres de los que hace muchos kilómetros al año te interese más el 2.0 TFSI de 190 CV con la misma caja de cambios.
Más allá del refinamiento y la sonoridad, el motor 2.0 TDI de 190 CV mueve con bastante soltura el conjunto y eso que no es especialmente ligero dado que los refuerzos necesarios para aumentar la rigidez suelen pasar factura (1.765 kg frente a los 1.565 del Coupé). No vuela pero pocas pegas se pueden poner.
Parte del buen andar de este A5 Cabrio se debe al buen funcionamiento de la transmisión S-Tronic, muy rápida y eficaz como siempre. Además de permitir sacar el máximo provecho al motor, también ayuda con la eficiencia y si está en ECO tiene el práctico modo vela que reduce el gasto al dejar caer el vehículo sin retener.
Un punto favorable del Audi A5 Cabrio son los consumos. A pesar del alto peso del conjunto, resulta bastante complicado superar los 6,5 L/100 en cualquier circunstancia salvo que haya mucho tráfico en ciudad o bien se circule por un tramo de montaña bastante ligero.
En el trayecto habitual entre Madrid y la Costa del Sol la media obtenida fue de 5,7 L/100 mientras que en carreteras secundarias a 90-100 km/h de marcador es fácil rondar los 5,0 L/100 e incluso menos pero entonces hay que prestar más atención. En ciudad el sistema Stop&Start no resulta molesto y consigue rebajar algunas décimas el gasto.
Lo que no es coherente es poner un depósito de sólo 40 litros a un vehículo de este tamaño, dejando en opción sin coste el de 54 litros (también el de AdBlue con 24 litros es opcional por 65 €). El problema está en que haya una unidad en stock interesante con el depósito pequeño (aunque parece que la mayoría llegan con el grande a España).
Ficha técnica
Version | 2.0 TDI 190 CV S-Tronic S-Line |
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Cilindrada | 1.968 cc |
Potencia | 190 CV |
Par | 400 Nm |
Peso | 1.765 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4673 / 1846 / 1383 |
Volumen Maletero | 350 / 380 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,3 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,9 seg |
Velocidad máxima | 232 km/h |
Consumo homologado | 4,7 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 124 g |
Precio de partida | Desde 59.808 € |
COMPORTAMIENTO
Lo mejor del Audi A5 Cabrio es lo confortable que resulta, algo que siempre está presente incluso cuando se instalan las llantas de aleación de gran tamaño con neumáticos de perfil bajo y generosa anchura. La capacidad de filtrado siempre es buena, algo que sorprenderá a los usuarios.
Aunque lógicamente con el equipamiento de serie se logra un mayor aislamiento y confort, con el paquete S-Line y la suspensión deportiva no me ha parecido que resulta un automóvil de difícil convivencia en el día a día. Basta decir que no responde nunca con sequedad o botes bruscos incluso al superar los enormes resaltos (ilegales en muchos casos) de algunas ciudades.
Audi ha trabajado para conseguir del A5 Cabrio una opción utilizable todo el año y por ejemplo el aislamiento de la capota es muy bueno, consiguiendo que los ocupantes se olviden de que viajan en un descapotable. Sólo al superar los 130 km/h se percibe un poco el viento en la junta de las ventanillas.
La circulación sin techo me ha parecido muy placentera. Es posible tener una conversación en tono normal hasta los 110 km/h siempre que se use el deflector de viento y estén las ventanillas subidas. Con ellas bajadas hasta 60 km/h no se producen remolinos y se agradece la brisa. En las plazas traseras a partir de 80 km/h se viaja muy incómodo.
Poner y quitar el techo es muy sencillo. Se puede hacer desde el propio mando a distancia o desde un botón en el salpicadero. Resulta interesante que sea posible realizar la maniobra en marcha siempre que no se superen los 50 km/h y lo único necesario es tener la caja protectora del maletero desplegada (para evitar que golpee el equipaje).
Si estás pensando en el Audi A5 Cabrio como un deportivo, te estarás equivocando. Ni por sus maneras ni por concepto este modelo se conduce como tal y es más una berlina cómoda que un devora-curvas. Esto también es extensible a los Mercedes Clase C Cabrio y Serie 4 Cabrio de BMW. Es justo decir que todos ellos tienen el lastre del peso, algo que se nota mucho en tramos virados y no les convierte en vehículos especialmente ágiles.
La circulación en vías urbanas es por regla general cómoda aunque no tiene una visibilidad 3/4 trasera especialmente buena. La luneta posterior tampoco es tan generosa como en el Coupé. Si se instalan los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, y el sistema de cámaras, las maniobras de aparcamiento o en zonas de visibilidad limitada son muy fáciles por lo que resultan recomendables, especialmente en coches de este precio.