Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.2
Notable+
El Audi Q7 es un auténtico SUV de lujo. Hay calidad, equipamiento y dinamismo a raudales en el conjunto, aunque también pagarás por ello. Concretamente, el Audi Q7 e-tron es la versión híbrida-enchufable del Audi Q7, la cual ofrece algunas ventajas a la hora de circular por la ciudad y casi 400 CV de potencia, pero lo cierto es que no podría afirmar que su sobrecoste resulte amortizable ni su conducción más placentera que la de otras versiones.
Todas las etapas de la historia del automóvil han tenido algo en común: la carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia. En épocas pasadas, cuando el petróleo no era un problema y el consumo de combustible de nuestros vehículos un simple dato, eran otros los motivos de competencia entre las marcas, tales como la potencia, el diseño, la durabilidad…
Sin embargo, en pleno 2018, con la obsesión por el consumo y la contaminación provocada por la Unión Europea y los temerosos usuarios, la búsqueda de nuevas fuentes de energía se ha convertido en el mayor desafío del transporte. Las marcas gastan millones en I+D, realizan planes estratégicos a corto, medio y largo plazo; adquieren las patentes potencialmente más beneficiosas… y esto hace aparecer todas las alternativas a la gasolina y el diésel que conocemos hoy en día.
Actualmente, el fabricante que no cuide su huella en el planeta estará fuera del panorama automovilístico en un futuro cercano. Vehículos híbridos, eléctricos, de pila de hidrógeno o de gas -GLP y GNC- son la respuesta a las necesidades de un sector que en el fondo lo que busca es reducir el euro por kilómetro de su gama y tener así la ventaja competitiva que esto supone de cara a la administración pública (con “el jaleo este” de la contaminación) y al cliente final (consumo de combustible).
En este contexto nacen grandes modelos como el Audi Q7 e-tron que os traigo hoy, un enorme SUV que en sus versiones de combustión interna ofrece capacidad para hasta siete pasajeros a fin de rivalizar con modelos de la talla del Mercedes-Benz GLS, el Land Rover Discovery, el Range Rover Sport y el Volvo XC90. Ofrece lujo y calidad a raudales, con un confort de marcha sobresaliente y una relación prestaciones-consumo notoria, rápidamente la factura se elevará por encima de los 100.000 euros si queremos un SUV realmente completo.
¿Damos un repaso por todos sus detalles?
Diseño exterior
Estéticamente, el Audi Q7 e-tron presenta muy pocas diferencias respecto a un Q7 diésel. Es más, si no te fijas en la denominación posterior del modelo, apenas te percatarás de ello de un simple vistazo. La vista frontal está protagonizada por la enorme parrilla cromada tan característica de la marca, la cual luce en posición central los cuatro aros de grandes dimensiones bajo los que se esconde una de las cámaras del sistema 360º.
A ambos lados de la parrilla, el Q7 equipa unos tecnológicos faros Full LED -con lavafaros de serie- que, en opción, pueden ser Matrix LED -1.130€- y adaptativos. La verdad es que hay que destacar el alumbrado de estos últimos, aunque sólo son recomendables por su precio si viajas mucho de noche. En el tercio inferior vemos dos pequeñas entradas de aire, los sensores de los sistemas de asistencia a la conducción y una particular iluminación diurna.
Visto de lado, es innegable que el Audi Q7 tiene mucha presencia, con una superficie acristalada de lo más generoso -con los cristales posteriores tintados (530€)- para favorecer la visibilidad en todos los ángulos y una superficie de las puertas totalmente limpia. Sólo en el extremo inferior, en los raíles del techo y en el marco de las ventanillas vemos diversos detalles cromados. Los intermitentes, que son dinámicos, quedan integrados en los espejos retrovisores, bajo los que hay otras dos cámaras.
Hay disponibles 20 colores exteriores predefinidos para la carrocería (10 normales y 10 del catálogo Audi Exclusive) entre los que podemos encontrar tonos clásicos o alegres y diversos acabados: uniforme, perlado y metalizado. En este caso tenemos un Azul Galaxis metalizado -1.185€-, pero Audi Exclusive nos permite personalizar nuestra propia tonalidad.
Llenando los pasos de rueda nos encontramos con unas llantas de aleación de 21 pulgadas -2.395€- calzadas con unos neumáticos Goodyear Eagle F1 SUV-4×4 en dimensiones 285/40 R21 109Y. Respecto a sus dimensiones, es todo un barco, pues alcanza los 5,05 metros de largo, 1,97 metros de ancho y 1,74 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.994 mm y las vías delantera y trasera miden 1.663 y 1.675 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,34.
En la zaga también resulta imponente, aunque algo más simplón. La horizontalidad está muy presente en elementos como las ópticas LED, el portón de generosas dimensiones -eléctrico de serie- o el estilizado paragolpes. Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior con la tercera luz de freno, la gran luna trasera y el protector de bajos cromado. Tampoco falta la tira de sensores de aparcamiento posterior y otra cámara.
Diseño interior
El interior del Audi Q7 es sofisticado y tecnológico. El habitáculo hereda la horizontalidad del exterior y el minimalismo de otros modelos de la gama como el TT o el A3, pero llevándolo a un nivel superior en términos de lujo y refinamiento. El conjunto es ergonómico, intuitivo, sencillo de utilizar y, sobre todo, muy cómodo, especialmente los generosos asientos deportivos -1.880€- con múltiples ajustes eléctricos y memoria -635€-.
Igualmente, la calidad está muy presente, con unos ajustes impecables, una tapicería y unas molduras realmente agradables al tacto, diversas pantallas con sobresalientes gráficos y materiales blandos en prácticamente la totalidad del habitáculo. Únicamente encontraremos plásticos rígidos en las partes bajas del interior, pero estos se han cuidado a la vista y al tacto. Desde luego, en calidad está muy por encima de Mercedes-Benz o Lexus, pero BMW le sigue algo más de cerca en su nueva generación.
Para poder ofrecer un salpicadero libre de botones innecesarios, se aglutina toda la información en dos grandes pantallas, como ya hemos visto en otros modelos de la gama. Un detalle que me gusta es que la pantalla del salpicadero se pueda esconder, algo que no ocurre en prácticamente ningún otro modelo del mercado con pantalla flotante. Igualmente, el volante, de tacto agradable y cómodo -405€-, permite controlar numerosas funciones, escondiéndose tras él las levas del cambio tiptronic y el aclamado Audi virtual cockpit.
El sistema multimedia puede equiparse con navegación y navegación plus, módulo Audi connect 4G, múltiples aplicaciones de tráfico o música (entre otros), unidad de DVD, memoria flash de 10 GB, control de voz con reconocimiento de frases cotidianas, equipo de audio Bang & Olufsen con sonido 3D, Apple Car Play, Android Auto y un largo etcétera.
Este consta de una pantalla TFT de 12,3 pulgadas con una resolución de 1.440 x 540 píxeles que ofrece excelentes gráficos. Continuando hacia el salpicadero, preside el mismo la pantalla de 8,3 pulgadas de serie del sistema MMI Navegación plus con MMI all-in-touch. Justo debajo de la pantalla de infoentretenimiento encontramos las salidas de aire centrales, diversos botones y los controles de la climatización -de tres zonas en este caso- que ofrecen una disposición muy clara de sus funciones.
Ya en la consola central se ubican un pequeño hueco, una toma de corriente, los mandos del MMI all-in-touch con panel táctil y accesos rápidos y la palanca de nueva factura del cambio automático tiptronic, todo ello rematado con par de posavasos para no complicarse a la hora de dejar el teléfono móvil o las llaves del coche. Más atrás se encuentra el reposabrazos delantero, en el cual se esconde una generosa guantera. Finalmente, cabe mencionar la impresionante calidad de sonido del equipo opcional Bang&Olufsen con 23 altavoces -7.230€-.
Pero si hay algo por lo que destaca el Audi Q7 es por su generosísimo espacio interior en todas las plazas. El acceso es cómodo tanto delante como detrás, ya que al gran tamaño de las puertas se une un considerable ángulo de apertura. En las plazas posteriores, incluso personas de gran estatura viajarán cómodas, pudiéndose aprovechar el espacio para tres adultos si estos no son muy corpulentos.
Con el paquete de banqueta trasera plus -460€-, la plaza central es individual, igual que las laterales, y todas ellas son ajustables longitudinalmente y en el respaldo. La central, además, alberga un reposabrazos que queda bastante alto, algo que se agradece porque no requiere que inclinemos el cuerpo para apoyarnos. Respecto al túnel central, este es prominente, pero no exagerado, y las salidas de ventilación no son excesivamente intrusivas y dejan espacio para los pies.
Para el interior hay multitud de tapicerías disponibles en cuero y Alcántara, cuero y cuero sintético, cuero Valcona o cuero Cricket. Igualmente, podemos elegir entre cuatro tipos de volante.
Como podrás imaginar, el Q7 e-tron sólo se ofrece en versión de cinco plazas, pues las baterías del sistema eléctrico se esconden bajo el piso del maletero. Esto no sólo hace que perdamos una tercera fila de asientos, sino también el doble fondo de las variantes de cinco plazas normales y unos cuantos litros extra. Sí, 650 litros ampliables hasta los 1.835 litros -35:30:35- son más que suficientes, pero el Q7 normal cubica 890 litros y 2.075 litros al abatir la segunda fila de asientos.
Motorización
El Audi Q7 está disponible únicamente con mecánicas diésel, entre las que podemos encontrar los 3.0 TDI con 218 CV (160 kW) o 272 CV (200 kW), el 3.0 TDI e-tron con 373 CV (275 kW) y el poderosos SQ7 4.0 TDI con 435 CV (320 kW). Como ya sabéis, para la prueba, me he decantado por el más limpio de todos, el Q7 e-tron, al fin y al cabo este tipo de tecnologías son el futuro y no acostumbramos a ver muchos híbridos diésel en el mercado.
Este modelo fue el primer híbrido enchufable que combina un motor diésel con otro eléctrico, apostando por un nivel de prestaciones envidiable y unos datos de consumo realmente sorprendentes para un producto de este porte y peso. Pensemos que estamos hablando de un mastodonte de nada menos que 2,5 toneladas, un peso bastante superior al del resto de versiones del modelo (unos 400 kilogramos).
La motorización diésel elegida es la conocida 3.0 V6 TDI con 258 CV que, en combinación con un motor eléctrico -síncrono de imanes permanentes- que aporta 128 CV, es capaz de entregar una potencia final conjunta de 373 CV y un par mínimo de 350 Nm (los aporta el eléctrico y se podrán sumar los 600 Nm del diésel). Con tracción total quattro y el cambio automático tiptronic de ocho relaciones, lo cierto es que a priori es una de las opciones más atractivas de la gama.
Un dato interesante del Q7 e-tron es que la bomba de calor permite aprovechar el calor residual procedente de los componentes eléctricos para calentar y enfriar el habitáculo, de manera que el sistema de climatización requiere de un menor consumo de energía y, por tanto, se pueden rebajar los consumos.
Lo es porque según declara Audi, esta versión del Q7 es capaz de alcanzar los 230 km/h de velocidad máxima, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en sólo 6,2 segundos. Teóricamente, el consumo medio se queda en los 1,8 l/100, con unas emisiones de 48 g/km de CO2 y, destacando, además, una autonomía en modo eléctrico de 56 kilómetros. Pero no nos engañemos, en la vida real esta autonomía no supera los 30-35 kilómetros…
Lo mismo ocurre con los consumos. Moviéndonos por ciudad sí que es posible hacer consumos que ronden los 2,5 l/100 kilómetros si llevamos la batería cargada, pero en carretera o, una vez se nos acabe la batería, rápidamente nos moveremos por encima de los 7,5 l/100 kilómetros. A pesar de ello, no difiere en exceso de las versiones diésel estándar, pero por el contrario sí que goza de las ventajas de un vehículo híbrido-enchufable. Eso sí, su coste de adquisición es bastante mayor.
Si hay algo que destacar de esta combinación mecánica es por la suavidad con la que funciona, siendo muy poco perceptible la entrada en funcionamiento del motor diésel. Además, este no suena prácticamente nada, siendo únicamente más perceptible al acelerar con fuerza, y su sonido es bastante agradable. Por otra parte, tampoco se le pueden poner pegas al cambio automático tiptronic de ocho relaciones, el cual actúa con gran rapidez y suavidad. En este caso, cuenta con modo secuencial en la palanca y levas tras el volante.
Como es habitual en este tipo de modelos, el conductor también puede elegir entre distintos modos de conducción híbrida en función de las necesidades. En el Q7 e-tron son “Battery Charge” (para cargar la batería), “Hybrid” (funciona de manera automática todo el sistema maximizando prestaciones y consumos), “Battery Hold” (conservar la carga de batería para usarla, por ejemplo, en el casco urbano) y “EV” (100% eléctrico).
Adicionalmente, el coche gestiona la energía previendo lo que va a suceder en los próximos tres kilómetros en base a la cartografía y cuenta con un asistente de eficiencia predictiva, dando recomendaciones al conductor para que, por ejemplo, vaya levantando el pie del acelerador cuando se aproxima a una señal de Stop/ceda el paso o a una bajada pronunciada, de modo que el coche avanza por inercia.
Ficha técnica
Version | V6 3.0 TDI (4 en línea) - Eléctrico síncrono de imanes permanentes |
---|---|
Cilindrada | 2.967 cm³ |
Potencia | 190 kW (258 CV) @ 3.250 - 4.500 rpm y 94 kW (128 CV) |
Par | 600 Nm @ 1.250 - 3.000 rpm + 350 Nm |
Peso | 2.520 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.051 / 1.968 / 1.741 mm |
Volumen Maletero | 650 (1.835) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4.6 segundos |
Velocidad máxima | 230 km/h |
Consumo homologado | 1,8 l/100 km |
Emisiones CO2 por km | 48 g/km de CO₂ |
Precio de partida | 85.920 euros |
Comportamiento
Una de las primeras cosas que te llamará la atención al sentarte tras el volante del Audi Q7 es la altura del puesto de conducción, especialmente en aquellas unidades que equipan la suspensión neumática adaptativa deportiva- 2.820€-. Con ella, no vas mucho más alto que en un crossover compacto, y lo cierto es que por la comodidad que aporta en carretera y la practicidad que ganas fuera del asfalto, compensa.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es excelente, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del Q7 es un verdadero gustazo. Es, sin duda alguna, el A8 de los SUV, lo que se complementa con un elevado número de asistencias a la conducción (asistente de carril, de frenada, visión nocturna…) y hasta siete modos de conducción que van desde el eco hasta el off road, todo ello sin olvidar el personalizable.
A pesar de su mastodóntico aspecto es un coche realmente manejable tanto en ciudad como en tramos algo más revirados, algo a lo que contribuyen notablemente tanto la suspensión neumática de cinco brazos como la dirección de desmultiplicación variable con eje trasero direccional, la cual nos facilita infinitamente las maniobras en la urbe y los aparcamientos (radio de giro de 12,4 metros). A la hora de enlazar curvas, es cierto que la física es la física, pero la altura rebajada de la carrocería, la ayuda de giro de las ruedas posteriores y los diversos modos de conducción hacen que no parezca un vehículo tan grande y pesado.
Los frenos del Audi Q7 e-tron son eficaces y muy contundentes si pisamos con fuerza, pero cuesta ligeramente dosificarlos, debiéndote mentalizar de que tienes que frenar mucha masa. Son discos ventilados de 400 milímetros en todas las ruedas.
Aunque los balanceos no son más acusados que en sus otras versiones, sí que he notado que el Q7 e-tron se muestra algo más torpe y perezoso, y gran parte de la culpa la tienen esos kilitos de más que le dan las baterías. En cualquier caso, es mucho más ágil que un Range Rover Sport, un Volvo XC90 o un Mercedes-Benz GLS, ofreciéndote unos cambios de apoyo más rápidos y naturales.
Fuera del asfalto, el Audi Q7 e-tron también es capaz de hacer sus pinitos. La tracción quattro es la misma que podemos encontrar en otros modelos de la gama, un sistema de tracción total permanente diferencial central autoblocante que, en condiciones normales, proporciona un 40% del par al eje delantero pero que, en condiciones adversas, es capaz de variar dicha cifra entre un 15 y un 70 por ciento. No es la mejor del mundo fuera del asfalto, pero sí que resulta muy útil en el apartado dinámico del modelo, especialmente a la hora de circular ligeros.
Es importante también tener en cuenta los neumáticos, pues no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial, aunque sí veremos un asistente de descenso de pendientes. En todo caso, el Q7 es capaz de superar obstáculos medianamente complicados en el modo off road/lift del Drive Select, pues cuenta con un ángulo de entrada de 25,4º, de salida de 22,1º y ventral de 20,9º, con una profundidad de vadeo de 250 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre total de 245 mm.
Equipamiento y precio
El Audi Q7 e-tron viene bastante bien equipado de serie dado su elevado precio. El equipamiento de serie incluye el climatizador automático de tres zonas, la instrumentación configurable Audi Virtual Cockpit, sensor de lluvia, encendido automático de luces, sistema de navegación adaptado a su condición de híbrido, sistema de audio con bluetooth, lector de tarjetas SD, puerto USB, freno de mano eléctrico, suspensión adaptativa, acceso a internet y portón eléctrico, entre otros.
Hay disponibles dos acabados, el estándar y el Design, como es el caso de esta unidad, la cual añade los ajustes eléctricos para los asientos delanteros, la tapicería en Cuero/Cuero sintético, la cortinilla manual en la luneta posterior y en las ventanas traseras, el espejo interior antideslumbrante automático, el asistente de luces de carretera, los faros LED, los retrovisores exterior abatibles eléctricamente con antideslumbrante automático, el paquete de asistentes City y el paquete de iluminación.
Respecto a los opcionales, podemos elegir entre un extenso listado que prácticamente es similar al del resto de variantes del Audi Q7, aunque hay algunas excepciones mínimas dada su naturaleza híbrida. Como es habitual, esta unidad de prensa viene muy equipada de extras, tal y como habéis podido leer a lo largo de la prueba, por lo que el precio final ronda los 118.000 euros.
La gama del Q7 arranca en los 63.690 euros del 3.0 TDI 218 CV con cinco plazas, pero los precios de las versiones e-tron sin descuentos son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Q7 3.0 TDI e-tron quattro tiptronic 8 vel. | 373 CV | 85.920 euros |
Q7 3.0 TDI e-tron quattro tiptronic 8 vel. DESIGN | 373 CV | 89.770 euros |
- Los ajustes, los materiales y la calidad interior son de primer nivel, estando por encima de rivales como Mercedes-Benz o Range Rover. Además, su interior es uno de los más tecnológicos y permite equipar gran cantidad de asistencias a la conducción.
- Su calidad de rodadura, su insonorización y su confort son excelentes, especialmente con la suspensión neumática, la cual aporta un plus fuera del asfalto o a la hora de cargar objetos voluminosos y pesados en el maletero.
- Gran habitabilidad, especialmente con la banqueta trasera de asientos individuales, ya que ofrece gran modularidad.
- Dinamismo gracias al eje trasero direccional y dirección de desmultiplicación variable.
- Posibilidades de equipamiento prácticamente infinitas.
- Ventajas de un coche híbrido en la ciudad, como los consumos o la posibilidad de eludir las restricciones.
- Precio de partida de esta versión híbrida bastante elevado y difícil de amortizar. Personalmente optaría por un diésel y equiparía la diferencia en extras.
- Precio de los opcionales muy elevado, aunque gracias a ellos puedes tener un coche que te va a enamorar, especialmente en los viajes largos.
- La dirección es realmente cómoda, pero su exceso de asistencia la hace ser demasiado artificial y transmite poca información.
- Las baterías de esta variante híbrida hacen que perdamos capacidad de maletero y la posibilidad de equipar una tercera fila de asientos opcional.
- Las aptitudes off road son muy limitadas y pierde puntos en este aspecto respecto a sus rivales, aunque si los gana en el apartado dinámico… el cliente elige para qué lo va a usar.
- El equipo de frenos podría ser algo mejor, pues cuesta frenar las 2,5 toneladas de peso de este Q7 e-tron y el tacto del pedal no es todo lo fácil de dosificar que nos gustaría.