Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
Notable+
El Serie 2 Grand Tourer de BMW ofrece espacio para siete ocupantes, una calidad de realización excelente y unas posibilidades de equipamiento al más alto nivel. Su precio elevado lo aleja de la mayoría de los mortales pero esa mayor inversión se percibe en muchos detalles y un comportamiento superior al de sus principales rivales
La oferta monovolumen de BMW se ha convertido en un verdadero éxito comercial. Tiene todo lo que hasta hace poco nadie habría pensado en un modelo de la marca pero a pesar de ello, el público lo ha recibido muy bien y ya es uno de los productos estrella de la marca.
Para el desarrollo del Serie 2 más versátil, la firma alemana optó por la plataforma UKL estrenada en la última generación del MINI y que entre sus características está el sistema de tracción delantera o total en lugar de la clásica propulsión posterior típica de BMW.
Si esto puede suponer un trauma para los más puristas, con los Active Tourer y Gran Tourer también llegaron las mecánicas con tres cilindros tanto en diésel como en gasolina, creando un conjunto algo arriesgado desde el punto de vista más tradicional. Sin embargo, no sólo no ha supuesto un problema sino que muchos usuarios lo han visto como una evolución lógica.
Durante unos cuantos días he tenido la posibilidad de probar detenidamente un 220d Gran Tourer Luxury Line y debo reconocer que con el paso del tiempo me ha ido ganando. Reticente en los primeros minutos, poco a poco ha ido demostrando sus bondades y un lado práctico hasta ahora inexistente en la marca.
DISEÑO
El Serie 2 Active Tourer tiene un aspecto más simpático y desenfadado. Podría pasar incluso por un hatchback compacto algo más alto pero en cambio, el Gran Tourer, tiene una estética mucho más familiar para garantizar un habitáculo generoso. No resulta bonito al primer vistazo salvo que te gastes en opciones unos miles de euros y disimules su carácter práctico.
Del pilar B hacía atrás es cuando ambos MPVs siguen pautas estilísticas diferentes. El Gran Tourer no presenta una caída de techo tan marcada y al ser bastante más largo toma unas proporciones menos dinámicas. El frontal sí es común en ambos, con los dos riñones de la parrilla frontal siendo los protagonistas.
Con el acabado Luxury Line se consigue una estampa elegante y atractiva. Tiene un coste elevado pero añade unas bonitas llantas de aleación, apliques cromados que realzan la sensación de calidad y las barras de techo con acabado metálico. Si lo tuyo es la deportividad, está disponible en variantes Sport Line o M-Sport aunque se acompañan de una suspensión algo más duro que quizás no casa con el carácter familiar del modelo.
INTERIOR
El habitáculo del Grand Tourer destaca por su acertada presentación y notable calidad de acabados. Algo típico en BMW es que se hace necesario tirar de opciones para conseguir una primera impresión de esas que te deja con la boca abierta; de no hacerlo al primer vistazo parecería excesivamente sobrio e incluso simple.
La unidad testada presenta mucho equipamiento adicional como el tapizado en piel, sistema de navegación con pantalla de 8,8 pulgadas, volante deportivo M, el enorme techo solar panorámico y los ajustes eléctricos para los asientos entre otros, logrando mucho empaque y vistosidad incluso en tonos tan oscuros (piel negra).
La instrumentación es la típica en BMW, con dos esferas de generoso tamaño y una pantalla LCD que varía sus dimensiones dependiendo del equipamiento. Aquí va con la más grande, denominada “ampliada” por la marca y que es de fácil lectura salvo en la parte inferior que queda tapada por el volante (depende de la postura de conducción).
El sistema de sonido se controla a través del mando iDrive de BMW. Es un sistema que me parece cómodo por la facilidad de manejo y sencillez, siendo intuitivo. Al contar con botones directos para las principales funciones no hay que estar navegando por muchos menús hasta llegar al deseado.
La postura de conducción es diferente a la de cualquier otro BMW de la gama de turismos. Se percibe nada más sentarte, con un asiento sobre-elevado y una posición más convencional de lo habitual en la marca, perdiendo esa percepción deportiva que suele acompañar a los modelos de la alemana. Desde un punto de vista racional, es acertado al resultar más cómodo en su acceso.
HABITABILIDAD
El BMW Serie 2 Gran Tourer tiene un interior apto para hasta siete pasajeros aunque la tercera fila de asientos está muy limitada y es sólo recomendable para niños. Ni el acceso ni la posición son cómodos, especialmente si la agilidad no está entre nuestras virtudes. La tercera fila no viene de serie y deberás desembolsar 900 € por ella.
En caso de no querer tener los dos asientos adicionales la capacidad de maletero aumenta, siendo muy capaz y versátil. Podrás tener 645 litros con cinco asientos en uso (560 en el 7p en similar configuración). En ambos casos la modularidad no es la mejor del segmento, con una banqueta central deslizante pero sin asientos completamente independientes, algo que sí poseen los Citroën Grand C4 Picasso por poner un ejemplo.
En las plazas delanteras el espacio disponible es correcto en todas las cotas aunque sin duda alguna es la altura libre la que destaca incluso cuando se equipa el enorme techo solar panorámico doble. La anchura es holgada y el copiloto queda a una distancia suficiente para no resultar agobiante.
En las plazas posteriores (o centrales según se mire) la cota longitudinal es buena y al poder deslizar la banqueta siempre podemos jugar un poco con el espacio. Más limitada es la anchura, insuficiente para tres adultos de talla estándar. Las mesitas plegables que equipaba la unidad testada son prácticas pero roban espacio y resultan incómodas por lo que antes de instalarlas hay que tenerlo en cuenta.
EQUIPAMIENTO DE SERIE/PRECIO
BMW ha ido mejorando con los años la relación equipamiento-precio de sus modelos y con el Serie 2 Gran Tourer han conseguido que no se dispare el precio en exceso respecto a la competencia. De serie ya llegan con faros LED, climatizador automático dual, sistema de audio integrado, bluetooth, toma USB, llantas de aleación, ordenador de viaje, sensor de lluvia e incluso portón posterior automático.
Si quieres equiparlo al gusto, la firma te permite infinitas posibilidades en función de las necesidades y presupuesto. Podrás añadir Head Up Display, asientos térmicos, acceso a internet, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril involuntario, cámara de visión posterior, aparcamiento asistido sin manos, etc.
El 220d Grand Tourer tiene un coste de partida de 38.150 € en cinco plazas y de 39.050 € con siete. Es bastante caro si se compara con los rivales generalistas pero no hay que olvidar que llega de serie con nada menos que 190 CV de potencia y la excelente caja de cambios automática con ocho velocidades.
De todas formas conviene no llevarse por la pasión en el momento de la compra o se elevará la factura final bastante. Por ejemplo la unidad testada con todos los extras incluidos tiene un precio final que supera ligeramente los 54.000 €, una cifra exageradamente elevada que suponemos en concesionario será algo más ajustada (no hay promociones oficiales pero sí se hacen descuentos habitualmente).
MECÁNICA
La oferta de motores disponible en el Serie 2 Active/Gran Tourer es de las más amplias del mercado y se adapta a una gran mayoría de usuarios aunque en el más largo es un tanto limitada para el mercado español. En gasolina hay variantes con 136 CV (218i GT) con tres cilindros y el interesante 220i con el bloque de dos litros y 192 CV que emplean los MINI Cooper S.
En diésel la familia arranca con los 216d que usan el pequeño bloque de 1,5 litros y tres cilindros para desarrollar 116 CV de potencia. En un escalón intermedio está el equilibrado 218d con el 2 litros de 150 CV mientras que como tope de gama se encuentra el 220d testado con 190 CV.
Dependiendo de la motorización elegida podrán ir asociados a una caja de cambios manual de seis velocidades o bien la automática con seis u ocho relaciones. En cuanto al sistema de tracción, puede ser al eje delantero o bien la total a las cuatro ruedas que en la marca denominan xDrive.
Centrando la atención en la versión probada 220d, incluye de serie el cambio automático de ocho velocidades y gracias a los 190 CV, se convierte en una alternativa muy apetecible por su elevado nivel de prestaciones, alto agrado de uso y consumos contenidos. Es verdad que BMW debería trabajar más el refinamiento de sus mecánicas diésel pero salvo este detalle, no hay queja alguna que se le pueda poner.
La facilidad con la que se gana velocidad en el 220d es encomiable y deberás tener cuidado con el pie derecho para no superar los límites legales, algo que puede pasar al menor despiste. A la hora de realizar adelantamientos, la caja de cambios hace muy bien su trabajo para encontrar la relación adecuada que te permita invertir el menor tiempo posible. En apenas 6,3 segundos se puede realizar la recuperación de 80 a 120 km/h, datos más propios de un deportivo que de un monovolumen de corte familiar. Esta unidad no incluía las levas en el volante pero si lo deseas podrás equiparlas por un pequeño suplemento.
A la hora de realizar largos desplazamientos también sobresale por sus bajos consumos. Superar los 6,0 L/100 será tarea complicada y lo normal es que se quede en los 5,5 L/100 haciendo uso del climatizador realizando una conducción convencional. En ciudad el gasto se eleva algo más de la cuenta y es el único hábitat en el que no destaca frente a otros BMW con el mismo motor, rozando los 7,0 L/100 en cuanto el tráfico se complica un poco, y superando dicha cifra cuando el atasco ya es importante.
Aunque en frío la sonoridad es elevada, a medida que va tomando temperatura el motor el ruido se va reduciendo y la insonorización del habitáculo es lo suficientemente buena para que apenas se perciba en el interior (salvo que tengas las ventanas abiertas). En aceleraciones fuertes deja claro su ciclo pero el ruido no es molesto.
Ficha técnica
Version | 220d Grand Tourer 8AT |
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Cilindrada | 1.995cc |
Potencia | 190 CV a 4.000 rpm |
Par | 400 Nm a 1.750 rpm |
Peso | 1.570 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4556 / 1800 / 1608 |
Volumen Maletero | 560 / 1.802 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,3 segundos en D |
Velocidad máxima | 220 km/h |
Consumo homologado | 4,4 L/100 (5,8 L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 117 g |
Precio de partida | Desde 39.050 € (220d Grand Tourer 7 plazas 8AT) |
COMPORTAMIENTO
Posiblemente el apartado en el que más brille este Serie 2 Gran Tourer respecto al resto de rivales es precisamente en el comportamiento dinámico. Es cierto que no alcanza la vivacidad de reacciones del Serie 2 Coupé pero en relación a un Citroën C4 Picasso o un Kia Carens está en un escalón muy superior. Quizás el Ford C-Max bien configurado o un Volkswagen Touran con las opciones adecuadas puedan quedarse algo más cerca de este BMW.
De todos modos no esperes el excelente tacto dinámico de otros modelos de la marca. El enfoque familiar queda claro por un tarado de suspensión más blando de la habitual que permite mayor inclinación de la carrocería para evitar que resulte seco al superar baches, y también incluye una dirección con mayor asistencia de lo normal, facilitando las maniobras a velocidades bajas pero que no termina de transmitir esas sensaciones “BMW” que el cliente de la marca suele buscar.
Para conseguir un mayor dinamismo se podría optar por el acabado M-Sport que con la mayor dureza de la suspensión y un conjunto llanta/neumático diferente agilizan las maneras pero creo que en coche de este tipo lo apropiado es lograr un conjunto cómodo para la familia –pocos usuarios serán los que compren un monovolumen para ir de “rallye”.
A la hora de estacionar hay que prestar especial atención a las esquinas del vehículo, poco visibles desde el puesto de conducción, para evitar arañazos. Me parecen muy recomendables los sensores de aparcamiento delanteros y traseros e incluso la cámara de visión posterior, aunque con los primeros ya tienes ayuda suficiente para no jugar al “toque”.
La visibilidad circulando sí me ha parecido buena gracias a la generosa superficie acristalada. Ya sea en cruces o incorporaciones, no resulta complicado controlar el entorno de un solo vistazo. La mayor altura del conjunto también ayuda aunque esto es algo que poco a poco está dejando de ser una ventaja al tener circulando tantos SUVs por nuestras carreteras.
Las ópticas LED me han parecido potentes, cumpliendo de manera excelente con su función. El sistema SmartBeam o cambio automático de cortas/largas sigue siendo mejorable en algunas situaciones pero para esos conductores olvidadizos puede ser de gran ayuda.
En general me ha parecido un vehículo muy apetecible para esas familias con un presupuesto generoso que buscan un coche práctico, de buena capacidad y bien terminado capaz de llevar elementos de equipamiento propios de segmentos superiores. Es además un gran rutero y por comportamiento está un pasito por delante de la mayoría de MPVs compactos por lo que en conjunto puede ser muy satisfactorio.