Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.9
Notable
Más burgués y cómodo que el resto de Serie 3, el GT ha ganado bastantes enteros con la renovación. Ahora es más atractivo visualmente, puede tener más equipamiento y se ofrecen nuevas motorizaciones. Las plazas traseras siguen siendo su principal reclamo junto a un maletero muy aprovechable. La combinación del motor diésel de 190 CV con la caja automática sigue siendo la más equilibrada e interesante
Hace unos meses la gama del BMW Serie 3 GT recibió pequeños cambios que afectaron a su aspecto exterior, las posibilidades de equipamiento y la gama de motores. Sutiles pero acertados, han conseguido incrementar los atractivos de este cinco puertas de grandes dimensiones que complementa la familia de la berlina media.
Quizás no sea el Serie 3 más bonito de la gama pero lo que no admite duda alguna es que es el más interesante cuando de viajar con personas de talla alta se trata. Gracias a su batalla alargada y una generosa longitud de 4,82 metros, el GT presume de unas plazas posteriores sensacionales y un maletero muy aprovechable.
He tenido la oportunidad de convivir unos cuantos días con un 320d GT y lo cierto es que la impresión final ha sido muy positiva. Tiene un andar más que correcto, mucho espacio habitable, una excelente capacidad de carga y muchas posibilidades de equipamiento, resultando en conjunto más apetecible que la berlina tradicional, siempre que el factor “estético” no se interponga.
DISEÑO
Teniendo en la gama el Serie 4 Gran Coupé muchos son los que se preguntan el sentido que tiene un Serie 3 GT. A pesar de compartir portón posterior, el 3 GT es mucho más familiar y amplio mientras que el 4 Gran Coupé cubre un nicho de mercado más específico, con el dinamismo como principal prioridad.
Para el desarrollo del Serie 3 GT, BMW tomó como base de partida la variante específica para el mercado chino que utiliza una plataforma alargada. Esto le ha permitido aumentar la longitud y el espacio del pilar B hacía atrás aunque también es cierto que ha condicionado algo su diseño.
Como buen BMW puede tener mucho equipamiento y dependerá precisamente de los elementos opcionales qué tengamos una unidad llamativa, más discreta o de enfoque deportivo. En el caso de la unidad probada, con el nivel Luxury Line, se da prioridad a la elegancia y empaque jugando con los elementos cromados o las bonitas llantas de aleación de múltiples radios.
INTERIOR
Nada pasar al habitáculo, las diferencias estéticas con el resto de Serie 3 se reducen. Comparten el diseño de salpicadero y con la actualización se han añadido pequeñas mejoras para aumentar la sensación de calidad y el lado práctico. Por ejemplo estrena un puerto USB frontal (adicional al escondido en el apoyabrazos), un cargador de móviles sin cables o un sistema de navegación más completo e intuitivo.
El sistema de info-entretenimiento de serie cuenta con una pantalla de 6,5 pulgadas que no viste tanto al interior como la de 8,8 pulgadas que incluía la unidad de pruebas. Denominado “Navegador Proffesional”, incluye muchas funciones, acceso a internet, Wi-Fi, y unos menús muy sencillos de controlar desde los mandos situados en la consola entre los asientos.
La instrumentación es la clásica en la marca. De momento el Serie 3 GT no ha estrenado la digital configurable y por tanto no resulta tan llamativa o actual como en modelos rivales. El ordenador de viaje sí ofrece mucha información. Me parece interesante el sistema Head Up Display por facilitar la lectura de los datos más relevantes pero es una opción algo cara y no se ve con gafas de sol polarizadas.
Analizando los materiales empleados, el Serie 3 GT está a muy buen nivel. Las zonas sensibles al tacto están recubiertas de plásticos acolchados muy agradables al tacto mientras que las más escondidas poseen otros rígidos pero también de buena calidad. Hay detalles que se agradecen como las bolsas de las puertas o la guantera principal tapizadas, el suelo de goma en los huecos porta-objetos o la amortiguación en asideros/guantera.
De nuevo las muchas opciones disponibles permitirán jugar con el ambiente interior. El usuario puede elegir desde el color principal del tapizado/guarnecidos hasta los apliques decorativos, pasando por el techo oscuro o claro, el volante deportivo, etc. Está claro que en cuestiones de personalización las firmas Premium no tienen rival (aunque lo pagas).
HABITABILIDAD
La mayor virtud del Serie 3 GT está en su amplio habitáculo. En las plazas delanteras no hay grandes diferencias con el resto de Serie 3, presumiendo de buenas cotas hacía todas las direcciones y un puesto de conducción muy cómodo. BMW mantiene por ahora el freno de mano manual aunque todo parece indicar que en la próxima generación ya se haga uso del cada vez más habitual botón.
En las plazas traseras el espacio para las piernas es enorme y mejora las cotas del Serie 5. Para dos adultos hay muchos centímetros libres, siendo la anchura el principal problema junto a un mullido muy duro del asiento central si se quiere invitar a un tercer pasajero. Me ha gustado el detalle de las ventanillas, sin marco, y que añaden un toque diferenciador al GT.
Al maletero se accede a través de un portón de generosas dimensiones. Arranca en los 520 litros ampliables abatiendo los respaldos posteriores (40/20/40) y posee diversas soluciones para la sujeción de la carga. La terminación aquí también es excelente, con una moqueta de gran calidad. De serie en todos los GT es el accionamiento eléctrico del portón, un “gadget” útil aunque creo no imprescindible.
EQUIPAMIENTO
El BMW Serie 3 GT incluye de serie en todas las versiones las ópticas Full LED, arranque por botón, llantas de aleación de 17 pulgadas, faros antiniebla, control de velocidad, ordenador de viaje, sistema de audio con pantalla de 6,5 pulgadas, sensores de luz y lluvia, espejos térmicos, bluetooth, USB, asistente al arranque en cuestas, etc.
La unidad probada incluía además la línea Luxury Line, asientos delanteros térmicos, techo solar panorámico, sistema de navegación con pantalla de 8,8 pulgadas, acceso a internet, Head Up Display, caja de cambios automática de ocho velocidades, volante deportivo M, SmartBeam, alerta de cambio carril, detector de objetos en ángulo muerto, cámara posterior, asistente al aparcamiento, etc.
El precio de partida para un BMW 320d GT 190 CV con cambio automático es de 45.548 € sin contar con promociones o descuentos (que en la actualidad son bastante grandes e interesantes). La unidad testada, con todos los extras, supera ampliamente los 60.000 € pero bien es cierto que nos permite probar las últimas novedades introducidas en el modelo.
Buscar un rival al Serie 3 GT resulta muy complicado. El Audi A5 Sportback por ejemplo está más en el punto de mira del Serie 4 Gran Coupé, y en Mercedes no hay un producto equivalente. Quizás lo más parecido por tamaño sea el nuevo Opel Insignia Grand Sport pero resulta mucho más asequible y pertenece a una firma generalista.
MOTOR
La gama del Serie 3 GT ha recibido con la actualización novedades mecánicas pero no han afectado al 320d en concreto que es el que he podido probar. Asociado a la caja automática de ocho velocidades, creo que es la alternativa más interesante y completa de la familia por prestaciones o el gasto de combustible.
Este bloque de cuatro cilindros y dos litros no destaca por su refinamiento o por intentar esconder su ciclo diésel pero sí me ha dado la sensación de tener una mejor insonorización que en los Serie 3 convencionales, siendo menos perceptible desde el habitáculo. El nivel de vibraciones sí es bajo, no resultando nada molesto.
En modo Sport la caja automática suele funcionar reduciendo unas dos marchas en relación al resto de programas. Esto permite jugar siempre en la zona buena del cuentavueltas para, al menor pisotón, resultar inmediato en respuesta. Además dependiendo de las opciones seleccionadas, también afecta al tacto de la dirección, climatización o dureza de suspensión.
Durante la prueba el consumo medio obtenido ha sido bastante ajustado. En autovía a velocidades legales es sencillo rondar los 5,7 L/100 mientras que en carreteras secundarias será habitual coquetear con los 5,0 L/100. En uso urbano la cosa se complica un poco más y puede alcanzar los 8,0 L/100 o incluso más dependiendo del tráfico y, en conducción deportiva, cuesta superar los 12,0 L/100 (cuesta y mucho).
Como puedes ver, es una interesante opción que tiene un buen andar sin que los consumos sean un problema. Con un depósito podrás rondar los mil kilómetros siempre que controles un poco el pie derecho.
COMPORTAMIENTO
Todo BMW tiene que tener un enfoque dinámico, reacciones ágiles y al mismo tiempo lograr un nivel de confort elevado (salvo en los M dónde prima la deportividad por encima de todo). El Serie 3 GT es más confortable que dinámico aunque no por ello resulta lento, aparatoso o carente de “emoción”. La pisada respecto al Serie 3 sedán es diferente, influenciado por la mayor distancia entre ejes que pasa factura en ciertas situaciones como los tramos virados o al trazar curvas lentas.
BMW ha elegido para el GT un tarado de suspensión más suave que filtra mucho mejor lo que sucede entre el asfalto y las ruedas hasta el punto de ser unos de los vehículos de la marca más confortables que he probado… y podría haber sido mejor de no haber equipado las llantas de aleación de 19 pulgadas.
El tacto de la dirección varía en función del programa seleccionado. En ECO es suave y quizás queda demasiado asistida; en Normal logra un buen compromiso entre asistencia y precisión mientras que en Sport presenta algo más de resistencia y permite un mejor control de los giros en tramos con curvas lentas.
Dado que la calibración de la suspensión es más blanda, la carrocería del Serie 3 GT responde con ciertos movimientos a los que no estamos acostumbrados en un BMW. La oscilación no es grande pero sí se percibe claramente, lo que podría restar cierta sensación de “control” (realmente apoya pronto y, una vez acostumbrado a sus reacciones, va casi tan bien como el resto de la gama).
El Serie 3 GT me parece que puede encajar a la perfección con un cliente de corte algo más tranquilo que el habitual en BMW que busca sobre todo espacio y confort pero sin perder esa imagen/toque de deportividad intrínseco en la marca.
Destacar el excelente funcionamiento de las nuevas ópticas con tecnología LED. Alumbran fenomenal y permiten una visión muy buena en conducción nocturna. El sistema SmartBeam todavía puede mejorar algo, algo extensible al encendido/apagado automático de las luces.
Ficha técnica
Version | 320d GT |
---|---|
Cilindrada | 1.995cc |
Potencia | 190 CV a 4.000 rpm |
Par | 400 Nm a 1.750 rpm |
Peso | 1.670 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4824 / 1828 / 1508 |
Volumen Maletero | 520 / 1.600 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,7 seg (8,1 seg en prueba) |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,9 segundos (en D) |
Velocidad máxima | 226 km/h |
Consumo homologado | 4,3 L/100 (5,7 L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 113 g |
Precio de partida | Desde 45.548 € (320d GT 8AT) |
20d 20d 20d…. ¿no hay más opciones?
Enrique Garcia en mi opinión el mejor es el 30d consumo/prestaciones
Al final es la más recomendable
pues si el problema es el dinero no te compres un BMW
Pero hay que pagarlo
Más feo que un pie.
Diésel??
No gracias.
No entiendo ese concepto gt, un intento de suv con maletero de berlina. Ya no saben que inventar.
Esconder eso por favor
Si la envidia fuera tiña… jajajaja
Es un modelo súper práctico y muy fiable, solo al alcance, nuevo, al bolsillo de unos pocos…
es precioso y perfecto, lastima la rumorosidad del motor