La última generación del Serie 5 no lo tiene nada fácil pero ha llegado dispuesta a robarle el reinado al Mercedes Clase E, un producto que ha revolucionado el segmento apostando por una estética más dinámica de lo habitual en la firma de la estrella y, por tanto, entrando de lleno en el terreno de BMW.
Para conseguir captar la atención de los clientes, el nuevo BMW Serie 5 apuesta por la más alta tecnología y un dinamismo impecable manteniendo además las virtudes habituales de la anterior generación como son un interior amplio, una presentación impecable o una oferta mecánica adaptada a todos los públicos.
Por ahora la gama es algo reducida pero se han anunciado numerosas motorizaciones entre las que destacará el futuro M6 con más de 600 CV y unas prestaciones que harán temblar a los súper deportivos de renombre. En cualquier caso este tope de gama no será, ni mucho menos, el más demandado, dejando ese papel a las variantes más sencillas.
He tenido la oportunidad de probar durante unos cuantos días una unidad asociada al motor de entrada diésel con dos litros y 190 CV. Bautizado bajo la denominación 520d, se convierte en una excelente alternativa por prestaciones y consumos, no echando de menos mayor potencia. Si quieres conocerlo más a fondo, sólo tienes que seguir leyendo.
DISEÑO
La nueva generación del Serie 5 quizás pueda pecar de una estética excesivamente conservadora y muy en la línea de su predecesor. Toma algunos rasgos del nuevo Serie 7 pero en una escala inferior y, como buen BMW, puede personalizarse con gran cantidad de elementos opcionales con los que su aspecto puede variar notablemente.
En el caso de la unidad testada, asociada al nivel Luxury Line, el enfoque es más elegante y burgués. Muchos elementos cromados, llantas de aleación con múltiples radios o los paragolpes sencillos son algunas de sus características, logrando mucho empaque al primer impacto visual.
El frontal sigue presidido por los clásicos riñones de la marca y se acompaña de los nuevos grupos ópticos con tecnología LED. En la zaga puede resultar hasta discreto y sólo el paquete M pone una nota algo más llamativa al conjunto. Si eres de los que quiere pasar desapercibido, este es tu coche.
Con casi cinco metros de longitud, el Serie 5 resulta bastante grande y no especialmente manejable en lugares estrechos o a la hora de estacionar pero gracias a la tecnología disponible, se facilitan mucho las cosas.
INTERIOR
De nuevo el último Serie 5 no rompe esquemas en el habitáculo. Nada más abrir la puerta encontrarás un salpicadero de corte clásico con pocas florituras al diseño pero que encaja a la perfección con el tipo de cliente que suele poner sus ojos en una berlina de esta categoría.
La calidad de realización es excelente, haciendo uso de materiales acolchados muy agradables al tacto en la mayoría de guarnecidos y unos ajustes impecables. Hay detalles de calidad como las guanteras forradas, el suelo de goma en los huecos porta-objetos o la llamativa iluminación interior.
La instrumentación por fin se ha renovado en BMW y ahora presume de una completamente digital configurable en opción aunque a diferencia de las conocidas en Audi, algunos relojes mantienen siempre la misma posición. Dependiendo del modo de conducción seleccionado se da más valor a un tipo de información u otra, apoyado también en el práctico Head Up Display para que el conductor no tenga que retirar la vista de la carretera.
Los sistemas de info-entretenimiento también son novedad, con pantallas más grandes y control por gestos. Esto último no tiene un funcionamiento especialmente bueno y tras varios intentos terminarás optando por realizar la navegación entre menús de forma tradicional. Sí me ha gustado que el sistema Apple Car Play ya no requiera de cables.
El sistema de climatización de serie cuenta con regulación independiente para el conductor y pasajero a través de una pantalla a color que añade un toque de modernidad a la consola central. En opción los pasajeros de las plazas traseras también podrán tener regulación independiente, como es el caso de la unidad testada.
HABITABILIDAD
La capacidad del interior en el Serie 5 está en buen término medio. En las plazas delanteras la sensación de desahogo es elevada gracias a una anchura generosa y una altura libre suficiente incluso cuando lleva instalado el techo solar de cristal opcional. Encontrar una postura cómoda al volante es sencillo gracias a las muchas regulaciones que ofrecen tanto el propio aro como el asiento (pueden ser eléctricos y con memoria).
En las plazas traseras lo ideal es que viajen dos pasajeros dado que la plaza central está sobre-elevada, cuenta con un mullido más duro y el hipotético pasajero deberá lidiar con el túnel de transmisión y las salidas de aire para esas plazas. Si van dos adultos, tendrán suficiente espacio para las piernas y una buena cota de altura. No es líder en nada pero sale bien parado.
Si toca hablar de maletero, con 530 litros de capacidad se puede decir que tiene un volumen apropiado y bueno en relación a los rivales más directos. Las diferencias entre ellos es pequeña aunque hay modelos de segmentos inferiores con mayor capacidad, como el Skoda Superb o el Volkswagen Passat.
La terminación en el maletero es excelente, con guarnecidos muy agradables a la vista y al tacto, y diversas soluciones para sujetar la carga. Quizás lo malo sea que no tiene unas formas especialmente regulares, con la zona central más baja que podría influir en la forma de colocar algunas maletas u objetos grandes.
EQUIPAMIENTO
La dotación de serie en el nuevo BMW Serie 5 se puede considerar normal para su precio. Entre otras cosas cuenta con climatización dual, encendido automático de luces, sensor de lluvia, sistema de audio con pantalla de 8,8 pulgadas, bluetooth, USB, llantas de aleación, antinieblas LED, navegador, retrovisores fotosensibles, arranque por botón, selector de modos de conducción, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, control de crucero con limitador, etc.
La unidad probada además contaba con techo solar, climatizador de 4 zonas, faros LED inteligentes, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, Head Up Display, regulación eléctrica de asientos y volante, Apple Car Play, cargador de móvil sin cables e incluso la llave con pantalla digital.
El detalle más curioso incluido en esta unidad es el sistema de aparcamiento asistido, capaz de estacionar sin necesidad de que el conductor haga absolutamente nada (sólo controlar dado que la electrónica se encarga del acelerador, freno y giro del volante). Otro gadget que gusta es la posibilidad de mover el vehículo desde el mando a distancia, algo muy útil si se ha aparcado en un lugar muy estrecho. También desde la llave se controla la autonomía, las luces, si el coche está cerrado, etc.
El precio base del 520d 190 CV con caja automática arranca en los 51.962 € que pronto subirán en cuanto se añaden diversos elementos opcionales. En el caso de la unidad probada esa cantidad se fue hasta más allá de los 70.000 €, una cifra elevada pero justificada si se echa un vistazo al equipamiento. Si se compara con los rivales, no hay gran diferencia y tan sólo Mercedes suele quedar algo por encima al igualar la dotación, siendo Audi la que quedaría en una posición más asequible.
MECÁNICA
En los últimos años he tenido la oportunidad de probar el motor de dos litros diésel en multitud de vehículos de la marca, incluida la anterior generación del Serie 5. Prestacional y de consumos ajustados, sin embargo nunca había brillado por su refinamiento, adoleciendo de un nivel sonoro impropio para una marca Premium.
El trabajo realizado en las últimas evoluciones del motor parece estar dando buenos frutos. En el caso del 520d 2017, al arrancar ya no está el clásico sonido a diésel desagradable. Sí se percibe su ciclo pero mucho más disimulado que antes y, lo que también es positivo, con total ausencia de vibraciones. Desde el puesto de conducción con las ventanas cerradas no se percibe nada incluso en aceleraciones fuertes.
Con 190 CV de potencia y un par máximo de 400 Nm ya te adelanto que resulta solvente en casi todas las situaciones y serán pocos los usuarios que echen de menos una respuesta más enérgica. De todos modos es bueno matizar que depende bastante del modo de conducción seleccionado.
En modo ECO por ejemplo se vuelve algo remolón en todas las situaciones, realizando transiciones muy suaves y acelerando con poca contundencia. También se modifica el tacto de la dirección, la suspensión es más cómoda y el climatizador actúa de una manera más “ecológica”. Otro elemento que cambia es el control de crucero, volviendo a la velocidad seleccionada muy tranquilamente.
Si se opta por el modo NORMAL hay una respuesta del motor algo más contundente, la caja automática es más rápida y en general las prestaciones e impresiones mejoran aunque no es hasta que se posiciona en el modo SPORT cuando la actitud cambia mucho, con una respuesta inmediata, una capacidad de recuperación excelente y mayor firmeza en dirección/amortiguadores. Es justo aquí dónde una gran mayoría quedará satisfecho con el nivel de prestaciones.
Y si hablamos de consumos, tampoco habrá quejas. Si bien no gasta tan poco como la generación anterior, el Serie 5 nuevo se ha conformado con una cifra de 6,1 L/100, buen dato si se tiene presente que mide cinco metros y pesa lo suyo. En autovías a ritmos legales (120-130 km/h de marcador) se rondan los 5,5 L/100 mientras que en vías secundarias es posible bajar de los cinco litros. La peor parte se la lleva el uso urbano, superando los 8,0 L/100 en cuanto el tráfico se complica un poco.
Ficha técnica
Version | |
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Cilindrada | |
Potencia | |
Par | |
Peso | |
Dimensiones Lar/An/Al mm | |
Volumen Maletero | |
Aceleración 0 a 100 km/h | |
Recuperación 80 a 120 km/h | |
Velocidad máxima | |
Consumo homologado | |
Emisiones CO2 por km | |
Precio de partida |
COMPORTAMIENTO
Viajar por muy lejos que esté el destino será un verdadero placer en el Serie 5. Los cómodos asientos, una mecánica frugal buena en prestaciones y la seguridad que transmite a sus mandos hacen que cada desplazamiento sea muy agradable, esté a 20 km o a 2.000. Como berlina de representación cumple y como compañero de viajes también.
A esos usuarios a los que la propulsión posterior no les termina de convencer hay que decirles que en BMW han realizado una puesta a punto tan buena que pasará completamente desapercibida, dejando atrás aquellos momentos en los que había que concentrarse para no perder el control.
El tacto de la dirección varía mucho en función de si está activado o no el asistente de salida de carril. Con él funcionando se vuelve algo artificial e irá tratando de corregir en todo momento el vehículo para mantenerse centrado en el carril. En autovías puede ser útil aunque no siempre lee a la perfección y te puedes llevar algún pequeño susto (haciendo mucha fuerza de golpe para corregir). A pesar de eso, funciona muy bien y terminas acostumbrándote a sus manías.
Si no está conectado, la asistencia se vuelve más natural. Cierto que sigue siendo una dirección eléctrica y queda lejos de las que se usaban antaño pero cumple bien por dureza, capacidad de guiado y transmite suficiente información, al menos más que en otros vehículos de similar categoría (como el Jaguar XF por ejemplo).
La suspensión me ha parecido muy bien calibrada y se adapta a la perfección al tipo de uso que el conductor está dando en cada momento. Suave cuando se requiere y más dura cuando se busca un toque más dinámico. Facilita mucho mover esos cinco metros de longitud con una agilidad superior a lo que pensarías en un principio. Incluso en tramos virados se mueve con bastante soltura, con pocos balanceos y una obediencia casi de deportivo, siendo mucho mejor que la mayoría de sus rivales.
También resulta interesante que para un coche que pesa 1.700 kg las reacciones sean tan inmediatas y ágiles. Giros, rotondas o frenadas en pleno apoyo no suponen un problema, transmitiendo siempre mucho control y seguridad al conductor (me atrevería a decir que tiene unos límites muy altos a los que el propio coche te invita a acercarte poco a poco). Sin duda, con la suspensión pilotada es de los mejores coches que he conducido, no por sensaciones sino por seguridad y control.
De vuelta a la ciudad lógicamente todo lo negativo del Serie 5 está relacionado con sus dimensiones. Las ayudas al aparcamiento, el sistema de visión 360º o la frenada automática en ciudad con detector de peatones hacen que sea más sencillo callejear pero no quita para que al estacionar, incluso en parking, resulte aparatoso. Esto es algo que no se puede disimular y cinco metros son cinco metros.
Con el control de crucero adaptativo, el asistente de cambio de carril y la caja automática, el conductor se tiene que preocupar de pocas cosas. Incluso por la noche los faros inteligentes hacen que te olvides de las largas, ajustando el faro para evitar deslumbramientos. No es un coche 100% autónomo pero cada vez están más cerca de ello.
Sin duda alguna el nuevo BMW Serie 5 ha experimentado un salto tecnológico muy importante y aunque hay que pasar por caja para contar con las últimas novedades, aquellos que se lo puedan permitir no se arrepentirán. Como siempre todos los avances quedan reservados a unos pocos aunque ya sabes que con los años terminan llegando a los generalistas. Si eres de los que no tiene una economía muy saneada te tocará esperar unos años para disfrutar de estos gadgets.
20d 20d 20d…