Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El BMW M235i Cabrio es un juguete que se puede disfrutar todos los días. Excelente motor, una transmisión automática impecable y unos consumos ajustados en conducción convencional son algunas de sus virtudes aunque lo que enamora es la deportividad que desprende a sus mandos
Con el buen tiempo son muchos los usuarios que aprovechan para sacar el máximo partido a sus descapotables. No hay duda que la conducción a cielo descubierto es placentera, permitiendo disfrutar mucho más del entorno.
Si hace unos años eran muchas las opciones disponibles en el mercado, con la recesión económica muchos de aquellos súper ventas no han tenido sucesor, dejando una oferta actual muy pobre en cuanto a variedad de precios y tamaños.
BMW es una de las firmas que sigue confiando en este tipo de carrocerías, contando con una de las gamas más amplias. Además de los Serie 4, Serie 6 y Z4, la marca alemana saca el máximo partido a la Serie 2 con el cabrio asociado al techo de lona eléctrico.
Otro guiño distintivo de BMW es la deportividad. Cuestionada en los últimos tiempos por algunos lanzamientos, el caso es que todo modelo de la marca disfruta de un comportamiento intachable. ¿Y las prestaciones? Pues ahí depende ya del bolsillo dado que la gama de motores suele ser muy amplia y variada.
Durante algo más de una semana he tenido la oportunidad de disfrutar de un M235i Cabrio, una alternativa muy dinámica, rápida y perfectamente utilizable en el día a día. Resulta tan completo que incluso te hace dudar si realmente es necesaria la existencia de un M2, de momento a la venta sólo con carrocería coupé.
DISEÑO
Un descapotable tiene que ganar al público visualmente. De no lograr un equilibrio en las proporciones podrá no encajar con lo que gusta y convertirse en un fracaso comercial. Claros ejemplo de esto son los Nissan Micra C+C y Mitsubishi Colt CZC, dos pequeños que por sus curiosas formas no lograron llamar la atención de los usuarios.
En BMW han dejado el sistema de capota “sencillo” a las gamas extremas y opta por el techo metálico retráctil para los Z4 y Serie 4. Contar con la lona permite jugar mucho mejor con el diseño al no necesitar demasiado espacio en la zaga para guardarla. Y si de algo disfruta el Serie 2 es precisamente de unas líneas equilibradas y limpias.
La unidad testada al llevar el apellido “M” incluye de serie el paquete deportivo que con sus paragolpes específicos, el difusor inferior trasero en negro y los espejos en gris oscuro logran añadir un toque más dinámico. Las llantas de aleación, también oscuras, en 18 pulgadas no son exageradas para un vehículo con más de 300 CV de potencia.
Como buen BMW, las posibilidades de personalización son enormes y este Serie 2 podría lucir un aspecto más elegante o deportivo en función del equipo añadido. Eso sí, es sencillo aumentar considerablemente la factura final por lo que habrá que elegir bien lo que se desea incluir para no alcanzar cifras exageradas.
Con la capota quitada el Serie 2 Cabrio tiene un perfil muy limpio y atractivo. Con ella puesta lógicamente pierde algo de gracia pero no es de los descapotables a los que la capota les sienta especialmente mal, destacando además el buen aislamiento acústico y estanqueidad.
INTERIOR
Lo que no sorprenderá a nadie es el habitáculo de este M235i. El diseño sigue muy fiel el patrón de BMW y una vez te has montado en uno, casi puedes decir que conoces todos. La calidad de los materiales está a buen nivel, con plásticos agradables a la vista y al tacto, y unos ajustes muy cuidados.
La distribución de todos los mandos es también conocida. En la consola central preside una pantalla que puede alcanzar las 8,8 pulgadas y da vistosidad al interior. El control se realiza a través del mando iDrive intuitivo y sencillo en su manejo. En este equipo se muestra la información del audio, navegación, servicios de internet, parámetros del vehículo y las cámaras.
Me ha gustado que todos los huecos porta-objetos tengan suelo gomoso para evitar que resbale aquello que deposites en ellos. También resulta agradable que las bolsas de las puertas estén completamente guarnecidas en su interior. En cambio no me parece que el hueco existente bajo el apoyabrazos central esté bien aprovechado, con poco sitio para dejar cosas (el móvil y poco más).
EQUIPAMIENTO/PRECIO
Los BMW Serie 2 por ahora no destacan por la dotación incluida en el precio base. Mientras la Serie 1 ya cuenta con las ópticas LED de serie, en el “2” hay que pasar por caja para contar con los bi-xenón, elevando la factura final.
En el caso concreto del M235i esto no ocurre, incluyendo bi-xenón, el citado paquete deportivo exterior, control de crucero, ordenador de viaje, sensores de aparcamiento posteriores, paquete compartimentos, deflector de viento (muy importante en un cabrio), tapizado en alcántara, faros antiniebla, paquete iluminación y asientos deportivos.
Lógicamente tampoco faltan el climatizador automático de dos zonas, el sistema de sonido con pantalla de 6,5 pulgadas, bluetooth, puerto USB, espejos térmicos, cuatro elevalunas eléctricos, cierre con mando, arranque por botón, capota de accionamiento eléctrico, llantas de aleación y el volante multifunción forrado en piel.
Si te gusta la unidad de las fotos, a la dotación citada deberás añadir el tapizado en piel, los asientos térmicos y eléctricos, sistema de navegación con pantalla de 8,8 pulgadas, BMW Connected Drive, pintura metalizada, sensores de parking delanteros, alerta de cambio de carril, aviso pre-colisión, lector de señales de tráfico, sistema de audio Harman Kardon, acceso sin llave, espejo interior fotosensible y SmartBeam.
El precio base para el BMW M235i Cabrio con caja de cambios automática deportiva (con levas tras el volante) es de 60.350 € aunque con todas las opciones que lleva la unidad testada la tarifa escala hasta los 69.344 €, un cifra quizás excesiva para un Serie 2 pero que no debes olvidar tiene bajo el capó el excelente motor de seis cilindros con 326 CV.
¿Y los rivales? Pues sólo está el Audi S3 Cabrio que con caja S-Tronic tiene un precio de salida de 56.150 € y aunque es un poco menos potente, incluye de serie el sistema de tracción total Quattro. No hay competencia directa en Mercedes, Lexus, Infiniti o Jaguar.
HABITABILIDAD
El BMW Serie 2 en su versión coupé no es especialmente amplio debido a unas plazas posteriores algo justas y en el caso del descapotable las limitaciones son todavía mayores. Pese a ello, son suficientemente amplias para acoger a dos adultos no muy altos en desplazamientos cortos y medios.
El problema principal de las plazas traseras está en la mayor verticalidad del respaldo que fuerza un poco la postura. El ancho disponible es bastante reducido pero al estar limitado a sólo dos personas la situación no es grave. Pierde mucho en esta cota respecto al cerrado por el espacio que roban los refuerzos pero sí es posible calificarlo como un cuatro plazas (es mucho más capaz que un 2+2).
Las plazas delanteras son cómodas y muy parecidas a las del Serie 1 ó 2. El ancho es suficiente para no tener la sensación de ir “pegado” al copiloto y la altura libre al techo también resulta correcta. Sin la capota puesta la sensación de libertad y desahogo no tiene precio pero esto es común a cualquier descapotable que tenga un marco de parabrisas poco intrusivo en el habitáculo (el Mégane CC por ejemplo tenía excesiva inclinación, quedando muy cerca de la cabeza).
El maletero del Serie 2 Cabrio arranca con una capacidad de 335 litros con el techo puesto y se reduce hasta los 280 litros cuando queda guardada la capota. El espacio destinado a la lona queda bien delimitado y se puede jugar con la distribución de la carga aunque lo ideal es dejar el equipaje primero y luego descapotar para contar con la mayor boca de acceso posible.
MECÁNICA
Enamorado. Con esta palabra puedo resumir lo que transmite el bloque de tres litros y seis cilindros de BMW. Enamora por su sonido, por su entrega, por su deportividad y por ser poco tragón en conducción tranquila, algo a lo que invita poco dicho sea de paso.
Nada más arrancar el bloque de seis cilindros te recibe con un bramido que ya te adelanta que no estás en un Serie 2 cualquiera aunque pocos segundos después del arranque, se convierte en una fiera muy mansa, siendo silencioso y refinado. A pesar de ser un bloque de carácter deportivo, es posible realizar una conducción tranquila en el día a día sin estresarse, luciendo una capacidad de respuesta impresionante.
Precisamente la fuerza disponible en cualquier momento es lo que te conquistará del M235i. Basta una leve presión en el acelerador para contar con mucha potencia y esto ocurre incluso en modo EcoPro que no saca todo el partido a los 326 CV. En modo Sport hay que cuidar algo más la dedicación al acelerador para no salir “escopetado” sin control. Es tal el par disponible que incluso a 80 km/h un acelerón fuerte puede hacer que las ruedas posteriores pierdan tracción (algo que pronto soluciona el ESP).
Al igual que otros modelos de BMW, el M235i posee un selector de modos de conducción con cuatro parámetros diferenciados: EcoPro, Comfort, Sport y Sport Plus, este último ideal para los que desean sacar el máximo partido al conjunto bastidor-chasis pero que deberán tener cierta experiencia para evitar sustos al desconectar el control de estabilidad.
Los consumos obtenidos durante la prueba han sido buenos, con una cifra media de 8,5 L/100 tras 1.900 km realizados. Debo matizar que unos 1.300 km fueron realizados en autovía a ritmos legales (120-130 km/h de marcador), circunstancia en la que se conforma con menos de 7,5 L/100 sin proponérselo demasiado.
El gasto en ciudad en cambio sí sube en cuanto te descuidas y el tráfico complica las cosas, siendo difícil rebajar la barrera de los 12,0 L/100. En conducción deportiva tampoco es que sea especialmente económico pero te aseguro que cada euro que gastes en gasolina habrá merecido la pena una vez hayas entendido sus maneras, sacándote una sonrisa en cada curva y acelerón.
EN MARCHA
Se supone que un BMW con las siglas M en su denominación tiene un marcado carácter dinámico que puede perjudicar un poco el confort de marcha en el día a día. En el caso del M235i es cierto que no luce una capacidad de filtrado de un 220i Línea Luxury pero tampoco es un “rompe espaldas”.
Dado que he podido conducirlo en todo tipo de circunstancias, puedo afirmar que el M235i es válido para el día a día, con una capacidad de absorción de baches correcta y una sonoridad contenida. En modo EcoPro además se matiza mucho la respuesta, siendo suave y muy agradable.
La conducción de un cabrio no requiere ningún tipo de atención especial (quizás evitar barrios “chungos” si quieres conservar el coche). Sin embargo lo ideal para conducirlo sin capota es hacerlo en desplazamientos tranquilos, a ritmos bajos (80-100) disfrutando del paisaje y todo aquello que nos rodea (los sitios de costa son extraordinarios).
Circular sin capota a más de 120 km/h en el Serie 2 es posible pero requiere usar el deflector de viento que anula las plazas traseras y subir las ventanillas, reduciendo mucho con ello los remolinos en el interior. Mantener una conversación a ese ritmo con el acompañante es factible pero deberás elevar la voz un poco más de la cuenta.
¿Deportivo? Sin duda alguna sí. El M235i está pensado para disfrutar al volante y tanto la dirección como las suspensiones ponen de su parte para hacer que el conductor tenga sensación de control. Cierto que tanta potencia no siempre resulta sencilla de domar pero sabiendo dosificar la presión sobre el acelerador se consiguen unos resultados fantásticos. No he notado pérdidas de rigidez respecto al cerrado aunque sí debo reconocer que los kilos extra del cabrio se notan un poco, resultando algo menos ágil (esto es por poner una crítica aunque en la práctica se comporta fenomenal).
En definitiva el M235i Cabrio me parece un coche redondo si estás pensando en un descapotable rápido, potente y con un comportamiento excelente. Lógicamente el problema principal está en su precio pero si puedes pagarlo seguro que no te decepciona.
Para los que están enamorados del Serie 2 pero esta versión se queda excesivamente lejos por precio, pueden optar por el estupendo 220i con 184 CV (37.450 €). No tiene una patada parecida ni te enamora con su sonido pero funciona fenomenal, gasta poco y es mucho más refinado que los diésel. Como punto de equilibrio quedaría el 228i con 245 CV: suave, rápido, con brío y con una tarifa promocionada que parte de los 42.550 €.
Ficha técnica
Version | 3.0 L6 TwinTurbo |
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Cilindrada | 2.979 cc |
Potencia | 326 CV a 5.800 rpm |
Par | 450 Nm a 1.300 rpm |
Peso | 1.695 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4454 /1774 / 1403 |
Volumen Maletero | 280/335 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 5,0 segundos (5,2 seg en prueba) |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,9 segundos en D |
Velocidad máxima | 250 km/h (limitada) |
Consumo homologado | 7,9 L/100 (8,5 L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 184 g |
Precio de partida | Desde 60.350 € (M235i Cabrio 8AT) |