Diseño Interior
La influencia de las líneas deportivas exteriores se trasladan al interior.
El habitáculo tiene el diseño típico de la marca. El puesto de mando envuelve al conductor, de manera que éste puede acceder cómodamente a todos los mandos necesarios para la conducción. El tablero tiene un ángulo de orientación enfocado hacia el conductor.
Los cuatro instrumentos redondos incluidos en el panel (indicador del nivel de combustible, velocímetro, cuentarrevoluciones y temperatura del aceite) tiene el mismo agradable diseño anaranjado que presentan los BMW desde hace años. Sé que puede ser criticable por su “anticuado” diseño, pero por el momento conserva su aspecto ya que se considera una seña de identidad de la marca.
Para modernizar la vista del cuadro de instrumentos, la marca ofrece una pantalla a color como equipamiento opcional de ampliación.
De serie, la marca monta en la parte superior de la consola central una pantalla de alta resolución que se opera mediante el mando iDrive y que parece flotar encima del plano horizontal del salpicadero. La pantalla de nuestra unidad daba acceso visual al sistema de navegación y formaba parte del paquete innovación.
El túnel central fue diseñado de manera asimétrica y está provisto de superficies decorativas que pueden ser modificadas a gusto del consumidor. En nuestra unidad contábamos con una agradable combinación de molduras interiores en rojo y piano black.
He de confesar que al tratarse de zonas que a menudo son rozadas o golpeadas, resulta recomendable adquirir un material embellecedor reforzado que además mejora el aspecto del interior respecto al modelo base.
En la parte central de la consola se encuentra el botón de mando Controller del sistema de mando iDrive de serie, fácilmente accesible desde los dos asientos delanteros. A la izquierda de la palanca de cambios encontramos los comandos del Driving Experience Control y el botón de desactivación del control de tracción.
Debajo del apoyabrazos central (opcional), regulable horizontalmente y provisto de una tapa que cubre un espacio portaobjetos, se encuentra un alojamiento provisto de un puerto USB y conexión AUX-In.
La tapicería de nuestra unidad de pruebas era de cuero, un opcional que supone un sobrecoste en la combinación negro con pespuntes en rojo.
En la consola central, delante de la palanca de cambios, hay dos portabebidas de grandes dimensiones. Estos portabebidas pueden camuflarse opcionalmente mediante una bandeja que encaja en la consola y que, si no se usa, puede guardarse en la guantera.
Gracias a las mayores dimensiones exteriores, los pasajeros que ocupan los asientos traseros pueden acceder más fácilmente al interior del coche porque las puertas ofrecen un excelente ángulo de apertura y cuentan con una generosa longitud (por cierto, las ventanillas no tienen marco tal y como sucede en el Serie 4 Gran Coupé).
Detrás de los ergonómicos asientos delanteros ahora hay un espacio mayor para las piernas y una altura mayor y eso que nuestra unidad venía equipada opcionalmente con el techo solar practicable con cortinilla.
Hay que tener en cuenta que las nuevas dimensiones exteriores ofrecen un espacio 70 milímetros mayor a la altura de sus rodillas por lo que podemos decir que el modelo ofrece un espacio intermedio entre los modelos de las series 5 y 7 de la marca.
De vuelta al maletero, dos profundos huecos bajo el piso del maletero resultan ideales para transportar diversos objetos pequeños así como herramientas. Adicionalmente el suelo del maletero puede levantarse y se auto soporta gracias a un hidráulico. Bajo el suelo dispondremos de espacio para desmontar la bandeja y ocultarla si queremos aprovechar todo el espacio disponible en el Serie 3 GT.
Motorización
El BMW 320d Gran Turismo objeto de la prueba estaba equipado con un motor diésel de cuatro cilindros, que a pesar de su elevada potencia, consume poco y tiene un bajo nivel de emisiones.
El 320d Gran Turismo tiene una potencia de 135 kW/184 CV a 4.000 rpm. Su par de considerables 380 Nm está disponible entre 1.750 y 2.750 rpm, por lo que la conducción es sumamente ágil y mueve a la perfección los 1.640 kg de peso del modelo.
De esta manera, el carácter deportivo propio de un Gran Turismo también se mantiene con un motor diésel. Así lo confirman las prestaciones. Acelerando a fondo, el 0 a 100 km/h se alcanza en 8,0 segundos. El conductor puede alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h.
La caja de cambios automática de ocho marchas opcional asociada a esta motorización ofrece unos cambios rápidos y armoniza a la perfección con el concepto dinámico general del modelo.
Esta caja de cambios no deja de sorprendernos por unos saltos de revoluciones mínimos al cambiar de marcha y una relación óptima en prácticamente cualquier situación.
El BMW 320d GT consume realmente poco si tenemos en cuenta lo que nos puede ofrecer a cambio.
Para que os hagáis una idea, el modelo consume entre 4.9 y 5.4 litros en autopista siempre que empleemos el modo ECO PRO. Como es lógico, este consumo aumenta considerablemente si jugamos con el modelo, pudiendo alcanzar cifras que rondan los 6.5 litros a los 100 con mucha facilidad si abusamos de las fuertes aceleraciones o de la conducción deportiva. Si hacemos de la urbe su hábitat, los consumos también se resentirán notablemente y aunque las cifras de consumo dependerán de la densidad del tráfico, no sería difícil que las medias se elevasen con facilidad por encima de los 6.5 litros a los 100 km.