Al igual que nos resultó cómodo encontrar el volante, he de comentar que también lo es hacernos con la palanca de cambios del cambio manual de 6 velocidades. Su tacto no es muy agradable y sus recorridos son en exceso deportivos y rudos. La marcha atrás es algo compleja.
El salpicadero tiene un diseño curvo y está fabricado con materiales acolchados de alta calidad. Una decoración en aluminio cepillado recorre el frontal del mismo y ofrece una sensación de calidad mucho mayor.
La consola central de nuestra unidad estaba presidida por una pantalla a color que mostraba toda la información del sistema de infoentretenimiento opcional que operamos desde el volante y desde la ruleta del sistema i-Drive ubicada en la columna situada entre los asientos delanteros.
Bajo la pantalla del sistema de infoentretenimiento encontraremos dos de las cuatro rejillas de ventilación del sistema de climatización bizona con display monocromo que montaba nuestra unidad de pruebas.
Frente a la palanca de cambios y bajo el equipo de sonido encontramos una botonera desde la que operaremos: La desconexión del sistema Stop&Start, el Parktronic, anulación del control de estabilidad y el modo ECO PRO. Bajo la botonera encontraremos un espacio portaobjetos y a su lado el USB, el AUX in y la toma de 12 V.
Las plazas traseras son cómodas para dos pasajeros aunque la homologación nos permitirá llevar hasta tres ocupantes. La plaza central sigue siendo incómoda y más, en un modelo de tracción trasera que cuenta con un prominente túnel de transmisión.
Curiosamente la plaza central posee un reposacabezas de discutible cobertura cervical ya que carece de cualquier tipo de ajuste en altura y no es más que un mero montículo de material acolchado.
Motorización
La gama de motores del nuevo BMW X1 incluye tres propulsores de gasolina y cinco motores diésel, lo que significa que quizá sea una de las más variadas del segmento.
Para la prueba nos hemos decantado por un BMW X1 sDrive16d, un modelo que se presenta como el acceso a la gama y aunque no es un referente en prestaciones, sí que lo es en eficiencia.
El BMW X1 sDrive16d monta bajo el capó un motor diésel de cuatro cilindros en línea, BMW TwinPower Turbo. El motor cuenta con una unidad turbo de geometría variable de admisión, inyección directa por conducto común con inyectores de válvulas electromagnéticas (presión máxima de inyección: 1.600 bar).
Con una cilindrada de 1.995 cc, el motor desarrolla 85 kW/116 CV a 4.000 rpm así como un par máximo de 260 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm.
Gracias a este motor y teniendo en cuenta el peso en orden de marcha del modelo (entre 1.480 y 1.555 kg), la aceleración de 0 a 100 km/h se produce en 11,5 segundos y las recuperaciones de 80 a 120 km/h nos toman 10.4 segundos.
Gracias a este motor, el modelo puede alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h.
Durante la prueba obtuvimos un consumo medio en autovías y autopistas de 5.6 litros a los 100 km. El consumo urbano en modo ECO PRO asciende a los 7.5 litros a los 100 km. En carreteras secundarias, el consumo registrado rondaba los 5.3 litros a los 100 km. Estos consumos asociados a un depósito de combustible con 61 litros de capacidad, hacen que el X1 nos ofrezca unas buenas autonomías.
Si me permitís, la motorización no va nada mal, pero se queda claramente justa para los que no se conformen con una conducción muy tranquila. Si quieres algo más de deportividad deberás ir a por las versiones 18d o 20d, cambio que nos supondrá una inversión adicional.
Yo lo tengo y va muy bien , anda mas que de sobra y es un mechero