Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
Sin duda alguna un gran acierto de BMW. El X6 ha sido un éxito y adaptar esta filosofía a un nuevo segmento parece que también triunfará. El principal hándicap del modelo es su escaso equipamiento de serie, sus caros accesorios y los casi 9000 euros que hay de diferencia entre este y un X3 que además ofrece más practicidad y mayor espacio en las plazas traseras, algo de lo que el X4 peca en exceso por su línea de techo descendente.
Sin duda alguna la estética coupé de los X6 tuvo sus críticas, sin embargo, las ventas mandan y la aceptación del público fue buena. De hecho, fue tan buena que ya van por la tercera generación del X6.
Con vistas a extrapolar este éxito a un segmento mediano, la marca volvió a plantear en 2014 un SUV con estilo coupé, aunque en esta ocasión tomó al X3 como conejillo de indias. El resultado se llama X4 y podemos decir que BMW lo ha vuelto a lograr y por eso hemos decidido invitarlo a nuestra sección de pruebas.
Basado en la plataforma del X3, el BMW X4 cuenta con un carácter deportivo único y muy característico unido a un comportamiento más dinámico que el del renovado BMW X3.
Si bien es cierto que el X6 era otro SUV más que contaba con una estética diferente, en esta ocasión BMW ha sabido combinar la robustez de un SUV y la deportividad propia de la firma y sí, habéis leído bien, he dicho deportividad.
He de reconocer que no soy de SUV para nada, pero el X4 es algo intermedio, es un modelo deportivo sobreelevado y con una dinámica pulida, que quiere distanciarse del tosco manejo y las derivas de un SUV convencional, aunque ojo, no está exento de varios contras que os explico a continuación.
Diseño exterior
El BMW X4 reúne las mismas características de los modelos X de BMW, es decir, que combina rasgos estéticos típicos de la marca con una figura que transmite aplomo, robustez y versatilidad sólo que en esta ocasión la marca ha querido plasmar la deportividad con una línea de cintura ascendente y una manifiesta caída del techo que le da un aire más deportivo al diseño.
El concepto original buscaba reunir el carácter deportivo y elegante de los coupés clásicos de la marca y trasladando al exitoso concepto automovilístico de los Sports Activity Coupé de tamaño medio. Sin meternos en el apartado de si lo han logrado o no en cuanto a diseño, os puedo decir que el modelo objeto de la prueba atrapó miradas y dedos allá por donde pasó.
Aunque el BMW X4 se basa en la tecnología del BMW X3, podemos decir que el modelo par tiene un carácter deportivo único y muy característico y su comportamiento es considerablemente más dinámico (ojo, está muy lejos de lo que es una berlina, pero si eres de los que buscan un modelo sobre elevado pero huyes de la dinámica de los SUV, este es tu vehículo).
En la parte frontal, la casa germana ha dejado claro que el X4 pertenece a la gama de modelos X de BMW y esto resulta evidente debido a la llamativa forma de la parrilla ovoide doble típica de la marca, al triángulo que forman los faros dobles y los faros antiniebla, así como por las líneas en forma de X del perfil del paragolpes delantero.
Las formas de la carrocería del nuevo BMW X4 son deportivas para tratarse de un SAV y al mismo expresan agilidad y robustez.
En la parte frontal nos encontramos a la tradicional parrilla ovoide doble con marco cromado y acabado plateado, los grupos ópticos de grandes dimensiones, el faldón de formas más marcadas y las líneas perfiladas que confluyen en la zona de la parrilla.
Los faros antiniebla LED opcionales de nuestra unidad -+249 euros-, posicionados en los extremos de la parte frontal, y los faros principales redondos dobles en LED forman la distribución que distinguen todos los modelos X de BMW. En la parte superior, los faros están delimitados por un listón cromado con el que el modelo, junto con los faros FULL LED opcionales que equipaba nuestra unidad de pruebas y que hacía que la misma adquiriese esa mirada concentrada tan característica que distingue a los BMW tanto en el día como en la noche. Aquí he de confesar que me parece vergonzoso que el modelo no equipe una buena iluminación de serie y más teniendo en cuenta que el X4 más básico ya parte de los 49.200 euros. Si queremos que la iluminación no sea halógena deberemos de equipar el acabado Advantage por 3100 euros y ojo, nos darán xenón, ya que para el FULL LED frontal deberemos desembolsar 2.959 euros adicionales, algo exagerado incluso teniendo en cuenta la elevadísima calidad de iluminación que tienen estos faros con tecnología adaptativa.
El acabado Advantage ofrece por 3100 euros el siguiente equipamiento: sistema de navegación business, faros bi-xenón, paquete de iluminación, climatizador, control de distancia de aparcamiento, paquete de compartimentos, lavafaros y cámara de marcha atrás.
Las grandes entradas de aire en los extremos laterales y los marcados pliegues en el faldón delantero logran que el BMW X4 tenga una imagen de gran aplomo.
Justo bajo los riñones nos topamos con una entrada de aire horizontal en la que en nuestra unidad de pruebas se encontraba una cámara delantera de ayuda al estacionamiento que se combinaba con una batería de sensores de proximidad. Esta cámara forma parte del sistema que BMW llama Surround View que tiene un sobrecoste de 580 euros y que ofrece varias cámaras alrededor del coche que nos ofrecen en tiempo real una vista de 360o.
Bajo la línea del portamatrículas nos topamos con tres entradas de aire, dos de ellas ciegas y la tercera, ubicada en la parte central, con una superficie lisa que protege el radar del sistema Driving Assistant Plus, un extra realmente útil que nos salvará del algún susto pero que se presenta en el catálogo con un precio de 1.917 euros.
Aparte de estos extras y como habréis podido observar, nuestra unidad contaba con la pintura exterior Melbourne Rot metalizado, una pintura que supone un sobrecoste de 1053 euros.
Continuando con la vista exterior, en el perfil se puede apreciar claramente las líneas que diferencial al modelo del X3. En el X4 la línea del techo alcanza su punto más elevado a la altura de la cabeza del conductor. A partir de ahí desciende hasta el final del portón del maletero, acentuando así la forma semejante a la de un coupé. Esta línea decreciente es muy atractiva, sin embargo, perjudica la habitabilidad de las plazas traseras que cuentan con una altura muy justa.
Los abombados pasos de rueda y la menor distancia entre el eje delantero y el salpicadero, acentúan el aplomo y la robustez del Sports Activity Vehicle. La dinámica forma de cuña invertida que tiene la silueta del nuevo BMW X4 se realza adicionalmente mediante tres líneas de característico trazado.
De serie el modelo cuenta con un contorno en color de contraste que aporta robustez al diseño exterior.
La nervadura que transcurre a la altura de las manecillas de las puertas, típica de la marca, nace en la zona del paso de rueda delantero, asciende rápidamente y, a continuación, fluye hasta terminar en una suave curvatura en la parte posterior.
La vista lateral se completaba con las llamativas llantas que equipaba nuestra unidad de pruebas. Se trata de unas atractivas llantas de 19” con un sobrecoste de 1.128 euros y que equipaban unos neumáticos Michelin Primacy3 en dimensiones 245/45 R19 98 Y en el eje delantero y 275/40 R19 101 Y en el eje trasero.
Es en la parte posterior donde más nos acordamos del X6, aunque en esta ocasión, las líneas se suavizan ligeramente. La línea curva que empieza a descender desde las plazas delanteras muere en la tapa del maletero que a su vez genera la misma línea existente en los antiguos “falsos tres volúmenes”. Como curiosidad, el modelo carece de limpialunetas trasero debido a la inclinación del portón que dada su apertura resulta interesante a la hora de cargar incluso teniendo en cuenta la altura del umbral del maletero.
El gran portón contaba de serie con apertura y cierre eléctrico. De forma opcional, nuestra unidad contaba con el sistema Smart Opener que gracias a un movimiento bajo el vehículo, hacía que la tapa del maletero se abriese automáticamente. A ambos extremos de la trasera nos topamos con los pilotos en tecnología parcial LED en forma de L.
La zona de carga está realmente elevada lo que sin duda dificulta la carga del vehículo pero a la vez hace que el diseño sea mucho más robusto.
Diseño interior
La posición 20 milímetros más baja de los asientos delanteros en comparación con el BMW X3, así como la banqueta posterior que parece tener solo dos asientos, acentúan la semejanza con un coupé también dentro del habitáculo, que destaca por sus acabados de alta calidad.
La verdad es que es un interior realmente cómodo y ergonómico en el que todo está al alcance de la mano del conductor y del acompañante. El único problema que le veo como buen coche Premium es que el modelo viene escaso de equipamiento, sobre todo de “pijadas”, y los opcionales son muy caros.
Los asientos de la unidad de pruebas eran realmente cómodos y su corte deportivo acogía bien el cuerpo a la altura de la cintura y de la espalda. De forma opcional nuestros asientos estaban tapizados en cuero claro, eran eléctricos y contaban con pespuntes en color rojo y marcas de la familia X en los reposacabezas.
Las manos se sitúan en cómodamente en el volante, que en nuestra unidad era deportivo, forrado en cuero, tenía levas y mandos multifunción. Desde el volante podemos acceder al sistema de sonido, al cruise control adaptativo con limitador y función de freno y el sistema de manos libres. El cuadro de instrumentos es el clásico de BMW con diales planos con retroiluminación anaranjada e indicadores en blanco. En la parte inferior nuestra unidad contaba con un display multifunción a color que ampliaba los indicadores del ordenador de viaje.
Un aspecto que me ha encantado ha sido el Head Up display ampliado de última generación, que no sólo muestra la información útil en el momento preciso sino que además es totalmente configurable.
La consola central se encontraba presidida por el sistema de navegación Profesional que se manejaba desde el sistema iDrive ubicado en el túnel de transmisión. Bajo la pantalla tenemos dos de las cuatro salidas de aire seguidas del climatizador bizona con display monocromo con retroiluminación anaranjada y el equipo de música.
La parte más adelantada del túnel de transmisión incorpora dos posavasos ocultos bajo una tapa, seguidos de la palanca de cambios de la transmisión automática que montaba nuestra unidad.
A la izquierda de la palanca de cambios tenemos el botón de desactivación del control de tracción, el control de descenso, el sistema de cámaras y la activación/desactivación del sistema de ayuda al estacionamiento y el Driving Experience Control -un sistema que da vidilla o economía a los modelos de la marca-. Este sistema modifica las características del funcionamiento del motor y las condiciones de la intervención del sistema de estabilización DSC. De serie puede escogerse entre los modos COMFORT, SPORT, SPORT + y ECO PRO y aunque pueda pareceros una chorrada, dependiendo del modo que seleccionemos podemos lograr los consumos de un diésel o las prestaciones de un modelo de algo más de potencia.
Justo detrás de la palanca tenemos el freno de mano eléctrico y el AUTO HOLD.
El acceso al modelo es sencillo en las plazas delanteras gracias a que las puertas son realmente amplias pero en las traseras nos encontramos con un problema que deriva del diseño. La caída que arranca en el techo de las plazas delanteras se prolonga por el techo de las plazas traseras haciendo que las mismas resulten algo justas para gente de alta estatura. Además, las prolongadas prominencias laterales de las plazas traseras hacen incómodo el acceso.
Al tratarse de un modelo de tracción XDrive, el túnel de transmisión hace que moverse en la banqueta trasera sea complejo y que el pasajero de la plaza central viaje algo incómodo.
En comparación con el BMW X3, la carrocería es 36 milímetros más baja, los asientos delanteros son 20 milímetros más bajos y los traseros son 28 milímetros más bajos, por lo que todos los ocupantes se sienten más pegados al suelo que en X3. Esta impresión se confirma en la parte posterior, que aparenta tener dos butacas individuales de ergonómica sujeción lateral, pero que aun así ofrece homologación para que tomen asiento tres personas.
La capacidad del maletero resulta convincente (desde 500 hasta 1.400 litros) y puede aprovecharse de manera muy variable, ya que el respaldo de los asientos posteriores puede abatirse en relación de 40:20:40.
Motorización
Para la prueba nos hemos decantado por la mecánica diésel de acceso que bajo el nombre de xDrive20d oculta bajo el capó un nuevo motor diésel de 2.000 cc. Este propulsor de aluminio con sistema de inyección directa por conducto común e inyectores de válvulas electromagnéticas alcanza presiones de inyección de 2.000 bares. Este motor de avanzada tecnología tiene una potencia de 140 kW/190 CV a 4.000 rpm, y su par máximo es de 400 Nm. Sin lugar a dudas, no hemos tenido problemas para mover con soltura a este modelo de 1.730 kg en orden de marcha. Su elevado par nos da lo que necesitamos cuando lo necesitamos.
Para acelerar de 0 a 100 km/h, el X4 xDrive20d apenas necesita 8,0 segundos, algo que en parte se logra gracias al impecable funcionamiento de la caja de cambios Steptronic de ocho velocidades.
Cabe destacar que todos los modelos X4 tienen una suspensión de reglaje deportivo y, además, cuentan con el sistema de tracción inteligente a las cuatro ruedas BMW xDrive, combinado de serie con Performance Control.
Con ese sistema, la fuerza se distribuye individualmente y de manera continua entre las ruedas del eje trasero, de manera que se optimiza la capacidad de tracción, la maniobrabilidad y la precisión y estabilidad en recta a altas velocidades. Junto con la dirección deportiva variable de serie, el BMW X4 logra superar el dinamismo deportivo del BMW X3.
El indicador de estado del sistema xDrive en la pantalla Control Display informa sobre la inclinación lateral y longitudinal del coche mediante una representación gráfica tridimensional. Además, nuestra unidad incluía una representación gráfica tipo brújula en el tablero de instrumentos.
Los consumos no nos han sorprendido, es más, me han parecido elevados. BMW anuncia consumos que oscilan entre los 4,9 y los 5,3 litros a los 100 km y nuestra media más baja fue de 7.4 litros a los 100 km. A pesar de esto, el depósito de 67 litros hace que el modelo ofrezca autonomías elevadas.
Ficha técnica
Version | xDrive20d |
---|---|
Cilindrada | 1995 cc |
Potencia | 190 CV a 4000 rpm |
Par | 400 Nm a 1750 rpm |
Peso | 1730 - 1820 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4671 / 1881 / 1624 mm |
Volumen Maletero | 500-1400 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8.8 segundos |
Velocidad máxima | 212 km/h |
Consumo homologado | 6.2 / 5.0 / 5.4 litros a los 100 km |
Emisiones CO2 por km | 143 g/km |
Precio de partida | 49.550 euros |
Dinámica
No es un SUV al 100% pero tampoco es un coupé. Podríamos decir que los modelos pares de la familia X son algo más deportivos de los modelos de los que directamente derivan.
El X4 ofrece un gran aplomo en su paso por curva pero es cuando le exigimos cuando notamos lo bien hechos que están hechos estos modelos. El reparto de pesos es sensacional y la tracción xDrive nos ofrece total seguridad durante la conducción más exigente, aunque no podemos obviar su peso y su altura respecto a lo que viene siendo una berlina comparable.
Me ha sorprendido gratamente el comportamiento offroad y el comportamiento de la tracción pero me ha decepcionado el sonido del motor y sobre todo el ruido que percibimos en el habitáculo que es más elevado de lo que debería de ser.
La agilidad de este modelo y su manejabilidad se explica por la distribución equilibrada del peso entre los dos ejes, por su chasis y por la servodirección electromecánica.
La unidad de control del sistema xDrive considera la velocidad del coche, la velocidad de giro de las ruedas, el ángulo de giro del volante y la posición del pedal del acelerador, por lo que no solamente detecta las condiciones dinámicas del coche, sino también interpreta la intención del conductor. De esta manera puede trasladar la fuerza exactamente a las ruedas que mejor pueden transformarla en capacidad de impulsión. En estas condiciones, xDrive no solamente optimiza la tracción y la estabilidad en cualquier circunstancia, sin importar las condiciones meteorológicas y el estado de la calzada, sino también permite trazar las curvas más dinámicamente. El sistema suprime cualquier tendencia que tiene el coche a sobrevirar o subvirar, incluso antes que el conductor se dé cuenta que debería intervenir.
La configuración y el tarado de las suspensiones es también uno de los puntos fuertes del modelo ya que suprime cualquier balanceo y aunque optimiza la estabilidad lo cierto es que las inercias generadas por la elevada masa pueden ofrecer unas sensaciones de desconfianza.
Para detener a la bestia, BMW monta un sistema de frenos eficiente incluso cuando debe soportar grandes esfuerzos y que está combinado con el sistema de regulación de la estabilidad DSC (Dynamic Stability Control). Este sistema incluye, entre otros, el sistema antibloqueo de los frenos (ABS), el control dinámico de la tracción (DTC), la asistencia de frenado en curvas (Cornering Brake Control, CBC), el control dinámico de los frenos (DBC), así como la función Automatic Differential Brake (ADB-X).
Precios BMW X4
BMW X4 xDrive20i 49.550 euros
BMW X4 xDrive28i 57.250 euros
BMW X4 xDrive35i 65.850 euros
X4 M40i 73.500 euros
BMW X4 xDrive20d 49.200 euros
BMW X4 xDrive30d 61.750 euros
BMW X4 xDrive35d 66.050 euros