Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.7
Notable
El BMW X6M es la versión más prestacional de la gama X6 y ofrece auténticas cifras de deportivo, con un poderoso bloque V8 en sus entrañas y una aceleración de 0 a 100 km/h en poco más de 4.0 segundos. Al mismo tiempo, su exterior luce realmente deportivo y su interior cuida hasta el más mínimo detalle con un equipamiento bastante completo. Eso sí, la gasolina y las 'chucherías' opcionales te saldrán caras...
Corría el año 2009 cuando BMW nos presentó por primera vez el concepto SUV de alto rendimiento sobre la base del BMW X6. Por aquél entonces era una bestia sin igual que lo cierto es que no terminaba de encontrar su hueco en el mercado, pero ya ha llovido bastante desde aquél entonces y las cosas han cambiado mucho. En 2015 llegó la segunda generación de los BMW X5 y X6 y, con ellos, unas variantes M Performance mucho más radicales si cabe. El producto había mejorado notablemente respecto a su predecesor y dinámicamente ahora sí podemos definirlos como auténticos SUV deportivos.
De hecho, no se me ocurre mejor forma de definir el X6M que como ‘mano de hierro en guante seda’. Este mastodóntico SUV de corte deportivo está envuelto en una bonita carcasa llena de ornamentos aerodinámicos muy pero que muy vistosos, al igual que en el interior no faltan los materiales de primera calidad, importantes avances tecnológicos y todas las comodidades que los clientes más exigentes querrían disfrutar en su vehículo, pero el verdadero plato fuerte llega tras el volante cuando tienes que domar el corazón que se esconde en sus entrañas. Sí, el poderoso bloque V8 de gasolina con 4.4 litros de cilindrada y 575 CV de potencia.
Es cierto que en ningún caso hablamos de un súper ventas, ni siquiera teniendo en cuenta que a pesar de los diversos rivales que tiene en el mercado, es de los que más sensaciones transmiten al volante por su dinamismo. El Range Rover Sport SVR, el Mercedes-AMG GLE 63 S Coupé o el Porsche Cayenne Turbo S son algunos de ellos, aunque tanto el modelo británico como el SUV de la Estrella son ligeramente más lentos y consumen más, al tiempo que el Cayenne Turbo S es el líder indiscutible sobre la pista pero cuesta unos 50.000 euros más de partida que el SUV bávaro.
Como he mencionado, junto a los elementos mecánicos específicos de esta versión, el BMW X6M se distingue del resto de versiones de este SAV (Sport Activity Vehicle) por su salvaje aspecto exterior que integra numerosos elementos de nueva factura más agresivos como los paragolpes, la parrilla frontal, el alerón posterior, el soporte doble de los espejos retrovisores o las cuatro salidas de escape localizadas en los extremos del paragolpes trasero. Lo mismo ocurre en el interior, con diversos detalles específicos, unos asientos deportivos de agarre y mullido excepcional, el volante deportivo con levas o el cuadro de instrumentos ‘M’.
En resumen, nos referimos a un modelo del que merece la pena hablar en detalle, y para ponerlo a prueba nos hemos ido nada menos que hasta el circuito de Ascari (Málaga). ¿No tienes curiosidad por conocerlo a fondo?
Diseño exterior
El BMW X6M reúne las mismas características de la gama X6 pero adereza acertadamente el conjunto con diversos elementos aerodinámicos que le otorgan una presencia imponente. Es decir, combina rasgos estéticos típicos de este SUV de corte coupé con una figura que transmite aplomo, robustez y versatilidad, solo que en esta ocasión la marca ha querido plasmar la deportividad propia de su departamento de altas prestaciones.
El concepto original ya buscaba reunir el carácter deportivo y elegante de los coupés clásicos de la marca y trasladarlo al exitoso concepto automovilístico de los Sports Activity Coupé de tamaño medio. Sin meternos en el apartado de si lo han logrado o no en cuanto a diseño, os puedo decir que el modelo objeto de la prueba atrapó miradas y dedos allá por donde pasó.
Aunque el BMW X6M se basa en la tecnología del BMW X5M (comparten incluso la mecánica), podemos decir que el modelo par tiene un carácter deportivo único y muy característico y su comportamiento es considerablemente más dinámico (ojo, está muy lejos de lo que sería una berlina deportiva, pero si eres de los que buscan un modelo sobreelevado pero huyes de la dinámica de los SUV, este es tu vehículo).
Las formas de la carrocería del nuevo BMW X6 son deportivas para tratarse de un SAV y al mismo tiempo, expresan agilidad y robustez.
En la parte frontal, la casa germana ha dejado claro que el X6M pertenece a la gama de modelos X de BMW y esto resulta evidente debido a la llamativa forma de la parrilla ovoide doble típica de la marca -doble con marco cromado y acabado plateado-, al triángulo que forman los faros dobles de grandes dimensiones y los faros antiniebla, así como por las líneas en forma de X del perfil del paragolpes delantero cuyo faldón cuenta con formas más marcadas y líneas claramente perfiladas que confluyen en la zona de la parrilla.
Los faros antiniebla LED de esta unidad se posicionan más cerca de la parrilla que en las versiones estándar del X6, al tiempo que los faros principales redondos dobles en LED forman la distribución que distinguen todos los modelos X de BMW. En la parte superior, los faros están delimitados por un listón cromado con el que el modelo, junto con los faros Full LED adaptativos de serie, adquiere esa mirada concentrada tan característica que distingue a los BMW tanto en el día como en la noche.
Las grandes entradas de aire en los extremos laterales y los marcados pliegues en el faldón delantero logran que el BMW X6M tenga una imagen de gran aplomo.
Justo bajo los riñones nos topamos con una entrada de aire horizontal en la que se ubica una cámara delantera de ayuda al estacionamiento, la cual se combinaba con una batería de sensores de proximidad. Esta cámara forma parte del sistema que BMW llama Surround View que ofrece varias cámaras alrededor del coche que nos ofrecen en tiempo real una vista de 360o. En este caso, dicho paquete también forma parte del equipamiento de serie.
Continuando con la vista exterior, en el perfil se puede apreciar claramente las líneas que diferencian al modelo del X5M. En el X6M la línea del techo alcanza su punto más elevado a la altura de la cabeza del conductor. A partir de ahí desciende hasta el final del portón del maletero, acentuando así la forma semejante a la de un coupé. Pese a que esta caída no perjudica la habitabilidad de las plazas traseras, sí que podemos decir que el modelo presenta bastante menos espacio para la cabeza que el BWM X5M.
El X6 fue el segundo modelo X de BMW que incorporó el sistema Air Curtain que contribuye a reducir la resistencia aerodinámica del coche. Estas entradas de aire verticales dirigen el aire a través de los pasos de rueda delanteros. A continuación, el aire fluye a lo largo de la parte exterior de las ruedas formando una especie de cortina y termina saliendo a través de los «air breather» que se encuentran en la parte posterior de los pasos de rueda.
Los abombados pasos de rueda y la menor distancia entre el eje delantero y el salpicadero, acentúan el aplomo y la robustez de este Sports Activity Vehicle. La dinámica forma de cuña invertida que tiene la silueta del nuevo BMW X6M se realza adicionalmente mediante tres líneas de característico trazado. Además, de serie el modelo cuenta con un contorno en color de contraste que parece enmarcar todos los “filos” de la carrocería, al tiempo que resalta este característico tono azul que la firma bávara denomina Long Beach Blau.
Por último, la nervadura que transcurre a la altura de las manecillas de las puertas, típica de la marca, nace en la zona del paso de rueda delanteros, asciende rápidamente y, a continuación, fluye hasta terminar en una suave curvatura en la parte posterior que enlaza con las ópticas traseras para darle una presencia única e inconfundible a esta bestia de grandes dimensiones.
La vista lateral se completaba con las llamativas llantas que equipaba nuestra unidad de pruebas. Se trata de unas atractivas llantas M de radios dobles con contrastes en grafito y tamaño de 21 pulgadas -3.000€- que montaban neumáticos Michelin Pilot Super Sport en dimensiones 285/35 ZR21 104Y en el eje delantero y 325/30 ZR21 108Y en el eje trasero.
Es en la parte posterior donde el BMW X6M gana mayor personalidad propia, con unas musculosas formas y elementos diferenciadores respecto a la versión estándar. La línea curva que empieza a descender desde las plazas delanteras muere en la tapa del maletero con un marcado spoiler que, a su vez, genera la misma línea existente en los antiguos “falsos tres volúmenes”. Como curiosidad, el modelo carece de limpialunetas trasero debido a la inclinación del portón.
El gran portón contaba de serie con apertura y cierre eléctrico además de una cámara ubicada en el portamatrículas. De forma opcional, nuestra unidad contaba con el sistema de acceso confort que gracias a un movimiento bajo el vehículo, hacía que la tapa del maletero se abriese automáticamente, al tiempo que las puertas pueden abrirse y cerrarse con la llave en el bolsillo -1.265€-. A ambos extremos de la trasera nos topamos con los pilotos de tecnología LED en forma de L.
Al tratarse de un modelo de altura elevada, la zona de carga está realmente alta, lo que sin duda dificulta la carga del vehículo pero a la vez hace que el diseño sea mucho más robusto. En el extremo inferior, no falta un marcado y sinuoso difusor que alberga las dos salidas de escape dobles de aspecto redondeado, al tiempo que sobre el techo encontramos una antena de tipo aleta de tiburón y un techo solar practicable opcional -1.597€-.
Diseño interior
Si la estética “medio coupé, medio SUV” del X6M no te convence, quizá el interior te cautive. Una vez te subes a este SUV te encontrarás con un interior muy espacioso y confortable disponible desde las unidades básicas que en este caso añade un extra de deportividad al conjunto. En el silencioso habitáculo encontraremos unos remates con materiales de gran calidad con increíbles superficies acolchadas que abarcan incluso la parte inferior del salpicadero y se encuentran revestidas de serie por cuero. Eso sí, en este caso, los tapizados de cuero integral Merino Silverstone con el techo en Alcántara tienen un sobrecoste de nada menos que 5.749 euros.
Respecto al diseño, la proyección horizontal del salpicadero subraya el ancho del habitáculo. En combinación con el sistema de navegación Professional de serie, la vista del frontal era realmente tecnológica. La orientación ergonómica del tablero se acentúa mediante la consola asimétrica. La elevada posición del cómodo asiento deportivo con ajustes eléctricos, refuerzo lumbar y calefacción facilita el acceso y además optimiza la visibilidad del conductor que tendrá un fácil e intuitivo control sobre todas y cada una de las funcionalidades del modelo, que no son pocas.
La luz ambiental incluida en el paquete de iluminación que equipa esta unidad de pruebas, realza el aspecto del vehículo en la noche. El ambiente generado por dicha luz ambiental está a cargo de diodos luminosos que ofrecen diversos colores e intensidades para todos los gustos. Pese a que parezca una tontería, conducir con un poco de luz ambiental por la noche cansa mucho menos la vista del conductor.
El agarre de los asientos es notable tanto en la banqueta como en el respaldo, con un diseño extremadamente deportivo y el logo ‘M’ bordado en los reposacabezas. Difícilmente no conseguirás encontrar tu postura ideal en ellos.
Por otra parte, el trazado de las líneas y el listón embellecedor del salpicadero se prolonga en los revestimientos de las puertas delanteras y se proyecta hacia los revestimientos de las puertas traseras. Los listones embellecedores incluidos en esta unidad de pruebas eran de símil de fibra de carbono con piano black a contraste y, aunque no soy muy partidario de este material por su delicadeza ante manchas y rayaduras, la verdad es que la combinación entre el cuero claro de los asientos, el contraste con superficies en cuero negro del salpicadero y estos materiales forman una combinación realmente deportiva.
Preside el salpicadero la gran pantalla de 10,2 pulgadas con múltiples funcionalidades, seguido del sistema de climatización de cuatro zonas -600€-. Más abajo, en la parte central de la consola se encuentra el botón de mando Controller del sistema de mando iDrive de serie, fácilmente accesible desde los dos asientos delanteros. A la izquierda de la palanca de cambios ‘M’ encontramos los comandos del M Drive con ajustes para regular la dureza del volante, la suspensión y la gestión del motor (tres modos de dureza a escoger: Confort, Sport y Sport +); los mandos del sistema de cámaras, el botón de desactivación del control de tracción, el control de descenso o el freno de mano eléctrico, entre otros.
Debajo del ancho apoyabrazos central doble provisto de una tapa que cubre un espacio portaobjetos, se encuentra un alojamiento provisto de un puerto USB y conexión AUX-In. En términos de habitabilidad y, gracias a las dimensiones exteriores, los pasajeros que ocupan los asientos traseros irán extremadamente cómodos y podrán acceder más fácilmente al interior del coche porque las puertas ofrecen un excelente ángulo de apertura y cuentan con una generosa longitud. Lo cierto es que no puedo poner pegas al interior del BMW X6M aunque quizá alguno recalque el anticuado, o mejor dicho, continuista diseño del mismo.
Detrás de los ergonómicos asientos delanteros hay ahora un espacio mayor para las piernas y una altura mayor, por lo que es más confortable viajar ocupando los dos asientos exteriores. La plaza central trasera es como siempre, incómoda, sin embargo, el ancho del vehículo repercute en que el ocupante de la misma viaje de una forma confortable.
A diferencia de otros SUVS, tengo que alabar el trabajo que han hecho los ingenieros, quienes han dotado de un espectacular espacio interior al modelo, así como de un confort de marcha digno de mención. El maletero del BMW X6M, por su parte, cubica 550 litros, ampliables hasta los 1.525 litros gracias a que los respaldos de los asientos posteriores pueden dividirse y abatirse en relación de 40:20:40.
Mecánica
Sin duda alguna el plato fuerte del BMW X6M es su mecánica, la cual incrementó soberanamente la relación entre prestaciones y consumo respecto a su predecesor y convierte a este SUV en todo un misil. Su poderoso motor gasolina V8 de 4.400 cc cuenta con tecnología BMW TwinPower Turbo con el colector compartido por las dos bancadas, la sobrecarga TwinScroll Bi-Turbo, la inyección directa de gasolina High Precision Injection, así como el sistema VALVETRONIC.
En resumen, hablamos de un modelo capaz de desarrollar ahora unos nada despreciables 423 kW/575 CV disponibles entre las 6.000 y las 6.500 rpm, al tiempo que el par motor máximo se eleva hasta los 750 Nm entre las 2.200 y las 5.000 revoluciones por minuto. Ahí es nada. Gracias a su potencia, este modelo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,2 segundos, contando incluso con función Launch Control.
A pesar de que declara un elevado peso de 2.340 kg, su sobredosis de potencia hace que esta motorización sea capaz de mover al modelo con extremada soltura en toda circunstancia posible, pero ojo a los consumos porque, a pesar de ser inferiores a sus rivales, no conseguirás bajarlo de los 11 litros a los 100 en carretera si circulas tranquilo, elevándose dicha cifra en ciudad hasta los 14,5 litros y rondando los 12 l/100 km en ciclo combinado.
Con su generosa potencia, sus reacciones espontáneas y su extraordinaria capacidad de recuperación, este motor es de lo más salvaje que existe en el mundo de los todocaminos de altas prestaciones, quedándote pegado al asiento en cada acelerón. Por el contrario, si quieres circular tranquilo es un coche realmente dócil, lo que te permite utilizarlo en el día a día sin excesiva complicación respecto a las versiones más racionales de la gama del BMW X6.
Este modelo cuenta adicionalmente con una deportiva caja de cambios automática M Steptronic de ocho relaciones con Drivelogic. Se trata de una caja de cambios que funciona de una forma muy similar a las cajas de doble embrague y ofrece unas reacciones precisas y acertadas, con unos rapidísimos cambios de marchas. Según la casa germana, esta transmisión automática con convertidor armoniza a la perfección con el nuevo motor turbo de mayor par y significa un paso de gigante respecto a la caja de 6 marchas de la generación anterior.
Esta transmisión de ocho velocidades aúna una gran comodidad con un dinamismo perceptible y un mayor ahorro de combustible. También puede cambiarse manualmente de marcha mediante la palanca de selección.
Además, es la primera caja automática con convertidor que permite avanzar a velocidad muy lenta si lo solicita el conductor (Low Speed Assistant) y cambiar mediante las levas. Quizá estemos hablando de una de las mejores cajas de cambio del mercado, ya que permite un cambio de marcha y una conducción más cómodos, gracias a las relaciones de cambio más cortas y a los menores saltos de régimen.
Ficha técnica
Version | V8 4.4 litros BMW M TwinPower Turbo |
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Cilindrada | 4.395 cm3 |
Potencia | 575 CV (423 kW) @ 6.000 - 6.500 rpm |
Par | 750 Nm @ 2.200 - 5.000 rpm |
Peso | 2.340 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.909 / 1.989 / 1.689 mm |
Volumen Maletero | 550 (1.525) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 4,2 segundos (incluye Launch Control) |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 250 km/h (lim. electrónicamente) |
Consumo homologado | 14,7 / 9,0 / 11,1 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 250 g/km de CO2 |
Precio de partida | 140.900 euros |
Comportamiento
Si hay algo por lo que destaca el BMW X6M es por su facilidad para rodar deprisa. A primera vista puede parecerte que su mastodóntico aspecto le va a penalizar en el apartado dinámico, pero lo cierto es que este SUV se mueve como pez en el agua en autopistas, carreteras reviradas y, sobretodo, sobre el circuito. Esto se consigue, entre otras cosas, gracias al sistema de tracción total permanente xDrive que también equipa el resto de la gama X6, el cual actúa en función de las condiciones de adherencia del asfalto, permitiendo un reparto de fuerza en cada eje de hasta el 100%.
Para aumentar el dinamismo, el par se concentra en condiciones normales en el eje trasero, al tiempo que dicho sistema se complementa en el eje posterior con el diferencial deportivo Dynamic Performance Control que distribuye el par entre las ruedas traseras de manera independiente para asegurar la máxima estabilidad en curva. Está claro que en un modelo con semejante relación peso-potencia, la ayuda de la electrónica es indispensable para mantenerlo todo bajo control.
Por otra parte, el control de estabilidad del X6M cuenta con tres modos de funcionamiento: DSC on, MDM (M Dynamic Mode) y DSC off. Mientras que con el modo «DSC on» intervienen los frenos específicamente para oponerse a la tendencia de subvirar o sobrevirar, el modo «MDM» admite un mayor resbalamiento de las ruedas apto para los conductores que prefieren un estilo de conducción más dinámico, hasta el punto de que puedes hacer derrapar el coche ligeramente de modo controlado. Además, se han añadido funciones adicionales destinadas a mejorar la seguridad activa (activación de la función de los frenos en espera, activación de las pastillas para secar los discos, sistema de apoyo en caso de pérdida de eficiencia de los frenos a causa del «fading») y, también, el confort (asistente para poner en marcha el coche, freno para aparcar con función Automatic Hold).
La agilidad de este modelo y su manejabilidad se explica por la distribución equilibrada del peso en relación 50:50 entre los dos ejes, por su chasis y por la servodirección electromecánica.
Con este conjunto de tecnologías, el X6M goza de un dinamismo extraordinario, aunque también es cierto que no te transmitirá tantas sensaciones como otros modelos ‘M’ de la gama BMW. Es más, aunque circules “ligero” la sensación de velocidad es bastante reducida y, al primer despiste, tendrás una bonita foto de recuerdo cortesía de la DGT (tranquilos, no fue nuestro caso). Otro de sus puntos fuertes es la suspensión neumática con regulación automática de la altura del eje posterior, la cual cuenta con unos muelles más rígidos y una carrocería 10 milímetros más baja, además del sistema activo Dynamic Drive. En conjunto reducen eficientemente los movimientos y las inclinaciones laterales de la carrocería.
Si a todo ello le sumamos una dirección rápida, precisa y de dureza variable, el resultado es un poderoso todocamino con una capacidad pasmosa para enlazar curvas en tramos revirados. Es eficaz en su labor y te permite rodar deprisa con tranquilidad, confianza y seguridad, aunque has de ser consciente de lo que llevas entre manos y todo tiene un límite. Realmente en este caso el límite está muy alto, pero no se trata de un modelo traicionero, te avisará con un ligero subviraje mucho antes de que se empiecen a complicar las cosas.
Recordemos que el DDC permite modificar el comportamiento de la amortiguación y escoger entre los modos COMFORT, SPORT y SPORT+.
Mención aparte merecen los frenos, potentes, dosificables y eficaces a partes iguales. Conseguir que muestren síntomas de fatiga es complicado, pues se ha optado por introducir un sistema de frenos de materiales compuestos de alto rendimiento. En la parte delantera, la mordaza fija es de seis bombines, mientras que en la trasera se ha optado por una mordaza flotante con un pistón. En comparación con los frenos de su antecesor, la superficie de las pastillas ha aumentado en un 50 por ciento, al tiempo que el peso se ha reducido en más de 1,5 kg. Si bien es cierto, unos frenos carbocerámicos no le vendrían nada mal.
Por último y respecto a sus capacidades fuera del asfalto, el BMW X6M podría superar con facilidad caminos fáciles o superficies deslizantes gracias a la tracción xDrive, pero por el perfil de los neumáticos, sus cotas y su precio (todo hay que decirlo), hacer el cabra por el monte con él no es lo más recomendable. Aun así, ofrece un ángulo de ataque de 25º, un ángulo de salida de 22.5º, un ángulo ventral de 20º una profundidad de vadeo de 500 mm y una distancia al suelo de 195 mm.
Precio y equipamiento
El BMW X6M parte de nada menos que 140.900 euros y viene muy equipado de serie en comparación con el resto de versiones del X6, eso sí, es fácil elevar considerablemente la factura en el momento en el que empezamos a añadir opcionales. En el caso de esta unidad, nos vamos a un precio final que ronda los 165.000 euros.
De serie no faltan el paquete exterior deportivo, llantas de 20 pulgadas, faros Full LED adaptativos, pomo de la palanca de cambios en aluminio y cuero, consola central en cromo y piel, puertas en cromo y piel y tablero en cromo y piel; climatizador bizona automático, Head-Up display a todo color, ajustes memorizados del retrovisor exterior y volante, asientos de cuero y delantero del conductor deportivo con ajuste eléctrico (seis ajustes eléctricos) térmico, memorizado, memorizado y eléctrico de dos direcciones con ajuste memorizado del respaldo, ajuste memorizado de la inclinación de la banqueta y ajuste manual del suplemento de la banqueta; Bluetooth, cámara para cruces sin visibilidad, equipo de audio de 9 altavoces con radio AM/FM, reproductor de CD, RDS, lector de CD para MP3 y DVD en el salpicadero pantalla color, navegador con datos vía memoria interna/disco duro de 20 GB y pantalla a color de 10,2″ con información en 3D y con voz, control mediante botones/potenciómetros e información de tráfico o el sistema Surrond View 360º, entre muchos otros.
la culpa de todo esto la tiene el x5 v12 le mans
jajajajaja
David Dsm
Miguel Campos
Menuda absurdez de coche……..