Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
El Citroën C3 Aircross es un crossover pequeño que juega con la versatilidad para distanciarse del resto, presumiendo de un habitáculo capaz y modulable muy interesante para las familias. Además es cómodo y está bien equipado aunque esto se paga con unas tarifas algo altas. Como buen Citroën es más cómodo que eficaz en curvas.
El Citroën C3 Aircross es uno de los modelos más importantes del fabricante francés en estos momentos. Lo es por ser el primer producto de la firma gala que se produce en la planta de Opel en Zaragoza, y por jugar en el competitivo y duro segmento de los crossovers pequeños.
La colaboración entre Opel y Citroën comenzó algo antes de la adquisición por parte de PSA de la alemana. La idea de GM y PSA era ahorrar costes en el desarrollo de un B-SUV con el que plantar cara a los Renault Captur, Fiat 500X y Ford EcoSport pero sin perder el lado práctico de los MPVs a los que habría que sustituir: Opel Meriva y Citroën C3 Picasso.
De este lioso proyecto nacieron los Opel Crossland X y Citroën C3 Aircross, ambos producidos en Figueruelas para todo el mundo y que por suerte para los trabajadores de la planta están logrando una excelente difusión en los principales países internacionales.
Durante una semana he tenido la oportunidad de compartir experiencias con el Citroën C3 Aircross 1.6 BlueHDI 120 CV 6MT Shine, es decir, la opción más prestacional y equipada de la familia en estos momentos. Debo reconocer que me ha sorprendido gratamente en muchos apartados, siendo un producto muy completo e interesante.
DISEÑO
Está claro que el diseño es uno de los factores más importantes en el sector del automóvil y aquí el Citroën C3 Aircross recurre a unas formas algo peculiares para distanciarse del resto de rivales. Es algo cuadrado y «duro» en sus trazos, algo que le permite aprovechar al máximo el interior.
En el frontal queda claramente impreso el aire de familia de los últimos productos de Citroën, separando la iluminación diurna de los faros principales. Como buen SUV incluye molduras plásticas, protectores de bajos y carrocería, barras de techo, una suspensión ligeramente sobre-elevada y llantas de aleación de diseño exclusivo.
Como mandan las modas el Citroën C3 Aircross puede personalizarse al gusto con una gran variedad de opciones fruto de combinar los colores para la carrocería, techo, retrovisores e incluso el tercer cristal lateral. Con ello se logra crear la sensación de no haber una unidad igual a la tuya o, al menos, reducir las posibilidades de cruzarse con uno idéntico.
INTERIOR
Nada más pasar al habitáculo el C3 Aircross te recibe con un salpicadero muy «Citroën», de buena presentación pero materiales algo pobres por los brillos que generan. Al tacto son todos rígidos y aunque se intenta desviar la atención hacía los detalles en color naranja, poco puede disimularse.
La utilización de estos plásticos rígidos no implica que sean de baja calidad sino que son más toscos al tacto. Los ajustes entre piezas en la unidad probada estaban a buen nivel y hay que señalar un detalle muy bueno cada vez menos habitual: las puertas están completamente guarnecidas, no dejando nada de chapa a la vista (que aprendan muchos rivales).
La pantalla táctil de siete pulgadas preside la consola central y aglutina la mayoría de funciones del vehículo, lo que es bastante engorroso. Además de la navegación, audio, el control de diversos parámetros de vehículo y el acceso a internet, también sirve para manejar la climatización. En el día a día son menos intuitivos y agradables que unos mandos independientes.
La instrumentación del Citroën C3 Aircross es similar a la estrenada en los C3 Hatchback, siendo sencilla y clara en su lectura. Cuenta con un completo ordenador de viaje y por primera vez en un modelo de Citroën en este segmento, se complementa con el Head Up Display, una lámina de plástico muy útil que evita desviar la vista de la carretera.
En el interior hay varios huecos para dejar objetos de buen tamaño. No están terminados con los mejores materiales ni suelen contar con el suelo de goma pero tratándose de un B-SUV son detalles perdonables. Sí puede tener carga sin cables para móviles, un elemento que valorarán positivamente los usuarios.
HABITABILIDAD
Sin duda alguna uno de los puntos fuertes del Citroën C3 Aircross está en la distribución y buen aprovechamiento del interior, logrando una posición a medio camino entre los crossovers y MPVs por las distintas soluciones aplicadas.
Según el nivel de terminación elegido, el C3 Aircross puede contar con una práctica banqueta posterior deslizante que permite jugar con el espacio para las piernas de las plazas traseras o con la capacidad del maletero, una solución más propia de los MPVs que de los crossovers. Otro detalle «familiar» son las cortinillas integradas en las ventanas, un detalle que agradecerán los ocupantes en los días más soleados.
El espacio disponible en las plazas delanteras es suficiente para que dos adultos de buenas dimensiones viajen con total comodidad. Los asientos son amplios pero tienen una sujeción lateral algo escasa, además de un mullido blando que puede pasar factura en viajes largos.
En las plazas posteriores hay buenas cotas de altura y espacio para las piernas mientras que el ancho a la altura de los hombros es justo para tres adultos pero más que correcto para dos. La posibilidad de deslizar la banqueta es un «plus» que seguro gustará a esas familias que tienen que combinar maletero y espacio interior.
Si se quieren llevar objetos largos existe la opción de abatir también el asiento del copiloto, dejando una superficie muy generosa y poco habitual en este tipo de vehículos (se suele ver en comerciales o derivados de turismo). Todos estos pequeños detalles hacen del C3 Aircross una opción más familiar frente a sus rivales.
EQUIPAMIENTO
La gama del C3 Aircross está formada por los acabados Live, Feel y Shine. La unidad probada corresponde al más completo que incluye climatizador automático, sistema de navegación con pantalla de siete pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos, acceso y arranque sin llave, control de crucero, sensores de luz, lluvia y parking trasero, etc.
La unidad testada además incluía el techo solar panorámico deslizante, pintura exterior en «naranja spicy» con techo a contraste, Park Assist (manos libres, detector de ángulo muerto, cámara 180º y sensores delanteros), armonía interior negro/naranja, Pack Shine (Grip Control + Llantas de aleación de 17 pulgadas), Head Up Display, Pack Family (asientos deslizantes y del copiloto abatible) y Pack Techno (sistema Hi-Fi + carga sin cables).
El precio recomendado del nuevo Citroën C3 Aircross 1.6 BlueHDI 120 CV con acabado Shine se ha fijado en los 19.050 €, un coste algo alto respecto a sus rivales directos aunque habría que aplicar ciertas promociones adicionales. Si lo quieres como la unidad testada la factura se eleva hasta los 25.950 € que podrían rondar los 21.000 € con todas las promociones.
Respecto a los rivales más directos, el Citroën C3 Aircross es de las alternativas más caras y supera a los Renault Captur, Peugeot 2008 y Kia Stonic. El SEAT Arona tiene un precio parecido mientras que los Jeep Renegade, Fiat 500X o VW T-Roc son más caros. La mayor pega del Citroën está en que no puede equipar ópticas bi-xenón o de LEDs, confiando únicamente en los halógenos de toda la vida.
MOTOR
El motor elegido para el tope de gama en diésel de los Citroën C3 Aircross es el conocido 1.6 BlueHDI de 120 CV que pronto será sustituido por el nuevo 1.5 BlueHDI con 130 CV. Hasta entonces será la alternativa más interesante para aquellos que quieren buenas prestaciones y consumos ajustados.
En frío el motor diésel no disimula su ciclo y deja bien claro el combustible que usa pero una vez toma temperatura no me ha resultado molesto. Tampoco el nivel de vibraciones es suficiente como para considerarlo «algo molesto», ni en frío ni en momentos en los que se le exige girar a un régimen elevado.
En combinación con una caja de cambios manual de seis velocidades, el C3 Aircross tiene un nivel de prestaciones más que satisfactorio incluso cuando se circula cargado, no echando de menos una motorización más potente. Cierto es que hay ocasiones en las que se debe recurrir al cambio para ganar rápidamente velocidad pero queda a mano y el tacto es correcto.
La mayor pega de este motor puede estar en uso urbano al contar con mucho par desde muy abajo, resultando algo brusco en primera y segunda durante los primeros días. Una vez acostumbrado con sus maneras y el tacto del acelerador, no supone un problema.
Los consumos obtenidos durante la prueba me han parecido correctos aunque no de libro. Lo normal es rondar los 5,5 L/100 en autovía respetando los límites legales mientras que en carreteras secundarias es factible rebajar los 5,0 L/100 sin demasiados esfuerzos. En ciudad si el tráfico es complicado costará superar los 7,0 l/100. Aunque son buenas cifras, son las habituales en coches de este tipo.
Ficha técnica
Version | 1.6 BlueHDI 120 CV |
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Cilindrada | 1.560cc |
Potencia | 120 CV a 3.500 rpm |
Par | 300 Nm a 1.750 rpm |
Peso | 1.308 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4154 / 1756 / 1597 |
Volumen Maletero | 410 / 520 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,8 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,3 seg en IV |
Velocidad máxima | 183 km/h |
Consumo homologado | 4,1 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 107 g |
Precio de partida | Desde 21.550 € (19.050 € 1.6 BlueHDI 120 Shine con descuentos) |
COMPORTAMIENTO
Si estás pensando en un crossover pequeño ágil y divertido, deberías borrar de la lista el Citroën C3 Aircross. Como bien sabes la firma francesa siempre ha dado prioridad al confort por encima de la eficacia o el paso por curva a velocidades imposibles, y este todocamino no es ajeno a esa filosofía.
Tengo claro que la mayoría de usuarios que piensen en adquirir el Citroën C3 Aircross sabrán que se trata de un vehículo de corte más familiar y tranquilo que por ejemplo un SEAT Arona o el propio Peugeot 2008, ambos con suspensiones algo más duras que contienen los balanceos de la carrocería pero también muestran unas maneras algo más secas y bruscas.
El C3 Aircross no es un coche torpe y puede sorprender circulando rápido pero deja que la carrocería balancee, algo que resta al conductor cierta confianza. Poco a poco y con el paso de los días se comprueban unos límites más altos de los que parecía en un principio pero es justo reconocer que no se siente cómodo jugando con las leyes de la física. Lo suyo es la tranquilidad y los viajes agradables.
En ciudad la generosa superficie acristalada permite controlar todos los ángulos, algo a lo que también ayuda la postura de conducción sobre-elevada. El detector de ángulo muerto, la alerta de cambio de carril o el aviso pre-colisión me ha parecido que funcionan bien pero con algunos fallos ocasionales.
He tenido la oportunidad de probar el Citroën C3 Aircross también por caminos y algo de barro. El sistema Grip Control permite mejorar considerablemente la adherencia en algunas situaciones complicadas y aunque no hace de este modelo un todoterreno, sí puede permitirse ciertos lujos imposibles en rivales como los SEAT Arona o Kia Stonic.
El sistema Grip Control cuenta con varios modos de funcionamiento que se adaptan a las distintos escenarios; arena, nieve, barro, normal y ESP Off. Se selecciona desde un rotor en la consola y actúa sobre el control de estabilidad. También incluye un práctico control de descensos, algo poco habitual en coches sin tracción total.
Hay un error en la información. No hay cambio manual diésel de 120 CV. El cambio manual diésel está solo hasta 100 CV.
Dando una entrada de 8.000€ y ha pagar en 4 años como quedaría la financiación, gracias Juan