Presidiendo el revestimiento del túnel de transmisión nos encontramos con un generoso hueco portaobjetos en el que además se encuentran las tomas de 12V, Aux-in y USB. En una zona más retrasada nos encontramos con la palanca de cambios de 6 velocidades, el botón de arranque, el freno de estacionamiento eléctrico, otro hueco portaobjetos y como no, un reposabrazos.
Las plazas traseras son generosas pero el espacio está pensado para dos pasajeros. Si me permitís la observación, quizá habría dotado de mayores hendiduras las plazas exteriores, aunque esto perjudicaría el confort de la plaza central.
Respecto al maletero, sólo podemos hablar bien. El Citroën C4 cuenta con un maletero de 408 litros. Su forma cúbica, su umbral de carga bajo y los delgados revestimientos laterales dan como resultado un maletero grande dentro del segmento y sobre todo, muy aprovechable.
Además, el Citroën C4 también es una referencia en compartimentos para dejar cosas. Son múltiples, voluminosos e ingeniosos y van desde una amplia guantera iluminada, a unos huecos en las puertas que pueden acoger botellas de 1,5 litros delante, cajones bajo los asientos delanteros, un hueco en la consola central, etc…
Motorización
Pese a que pretendíamos habernos hecho con otra motorización, no nos quedó otra que probarlo con la motorización BlueHDi 120 S&S 6v aunque ojo, no nos arrepentimos en absoluto.
Desde finales de 2013 la marca ofrece BlueHDi. La mecánica BlueHDi 120 6V asocia prestaciones más que generosas para una conducción normal con unos consumos y unas emisiones realmente reducidas.
Se trata de una evolución de la versión 1,6l HDi Euro 5 en la que se ha mejorado el rendimiento interno del motor y se han reducido las pérdidas mecánicas, con una cámara de combustión específica, una nueva segmentación y un nuevo revestimiento de tipo Diamond Like Carbon.
Con una cilindrada de 1.560 cm3, este motor entrega una potencia máxima de 120 CV CEE (88 Kw) a 3.500 rpm con un par máximo de 300 Nm a 1.750 rpm. Además, la tecnología Stop&Start con sistema de arranque reforzado ofrece numerosas ventajas: silencio en las detenciones y reducción del consumo de carburante y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según la marca, el sistema de Start&Stop es muy rápido y arranca en unos 500 ms, menos que el tiempo necesario para engranar una marcha.
La línea de escape es innovadora y eficiente. Está formada por un catalizador de oxidación, implantado a la salida del motor, para eliminar los hidrocarburos (HC) y el monóxido de carbono (CO) provocados en la combustión, además de un módulo SCR (Selective Catalytic Reduction), situado justo antes del filtro de partículas, que transforma, mediante la inyección de Adblue® (mezcla de agua y urea), hasta un 90% de los óxidos de nitrógeno (NOx), en vapor de agua (H2O) y en nitrógeno (N2), ambos inofensivos.
Finalmente, esta motorización incorpora el filtro de partículas, introducido en primicia mundial en el año 2000 por el grupo PSA Peugeot Citroën, para eliminar hasta el 99,9% de las partículas. El aspecto innovador y único de esta línea de escape reside en una estructuración precisa de tecnologías: el catalizador SCR situado antes que el filtro de partículas aditivado, que es el único sistema de tratamiento capaz de reducir hasta un 90% de las emisiones de NOx y disminuir hasta un 4% las emisiones de CO2.
Igual puede haber lectores a los que le parezcan pocas prestaciones, sin embargo, el par de 300 Nm se ofrece a muy bajas rpm y esto unido a un peso de 1.355 kg, permiten al modelo moverse con relativa soltura, además de terminar ofreciendo unos consumos que giraron durante la prueba entorno a los 4.2 – 4.5 litros en autopistas y autovías, en 6.1 en urbes y la media de consumo combinado se cerró entre los 5.1 y los 5.4 litros a los 100 km, lo que sin lugar a dudas representa unas cifras extraordinarias.
Sus bajas vibraciones y la suavidad de marcha que ofrece son, sin lugar a dudas, otros de sus puntos fuertes.
Comportamiento
Pese a que ya habíamos rodado con el Citroën C4, lo cierto es que es un coche que no para de sorprendernos. Los interesantes precios y las generosas campañas de descuentos unidos a un equipamiento muy completo, hacen que el coche resulte muy atractivo para los compradores de este segmento.
El Citroën C4 utiliza un tren delantero pseudo-McPherson, un tren trasero de paralelogramo deformable y una dirección hidráulica con electrobomba, soluciones probadas y perfectamente adaptadas a las características del vehículo. Esta síntesis permite un comportamiento en carretera realmente confortable, muy característico de la marca gala. El Citroën C4 se caracteriza también por un balanceo optimizado y reacciones nobles, sobre todo en las maniobras de esquiva o de urgencia. Lo cierto es que nos ha proporcionado una sensación de conducción muy simple –mucha facilidad de uso-.
Pues como la fiabilidad sea la misma que la de los 1.6 HDI de hasta ahora… van jodidos.