Motor
La mecánica elegida para mover al 500 Vintage 57’ en España es el archiconocido 1.2 FIRE con 8 válvulas y 69 CV con caja manual de cinco velocidades. Es un motor con muchos años a sus espaldas y que quizás no pueda competir en términos de consumo con otros bloques más modernos pero se ha convertido en uno de los motores más fiables del mercado.
Convenientemente puesto al día para cumplir con la normativa Euro6, el pequeño 1,2 litros destaca por su suavidad y, aunque no es su misión, un sonido que de vez en cuando sorprende con un ligero ronquido y por supuesto no esperas (al menos yo no me lo esperaba).
Con sólo 69 CV de potencia las prestaciones no son para tirar cohetes pero cumple con honestidad en el ámbito urbano. La respuesta a bajas vueltas no es brillante y requiere usar bastante el cambio para ganar velocidad con cierto brío, algo que no es problema al quedar a mano y tener un tacto razonablemente rápido. Tan sólo la marcha atrás se resiste en ciertas maniobras y no consigue entrar a la primera (no pasa en todos los 500).
La capacidad de aceleración del 500 me ha parecido normal. Se mueve muy bien a velocidades hasta 60 km/h, siendo a partir de ahí cuando empieza a flojear si se inserta la cuarta. Es un motor que requiere llevarlo algo alto de vueltas para conseguir inmediatez de respuesta, elevando con ello la sonoridad en el habitáculo (no destaca por aislamiento precisamente).
Dado que no será su hábitat natural, las salidas por autovía no deben tomar gran peso en la valoración pero sí debo decir que se queda un poco justo en cuanto viajan dos o tres ocupantes y llegan repechos. Hay otros modelos como los SEAT Mii y Peugeot 108, ambos con motor de un litro, más resolutivos e incluso el Panda parece tener algo más de fuerza usando el mismo motor. Cuestión de peso y desarrollos.
En lo relativo a los consumos, al final de la prueba la media real obtenida fue de 6,6 L/100 (6,4 en el ordenador), con un uso del 60% en ciudad, 20% en autovía y 20% en carreteras secundarias. En tráfico urbano lo habitual es rondar los 6,5 L/100 si la circulación es más o menos fluida, y superior a los siete si la cosa se complica. El sistema Stop&Start es opcional y no compensa el ahorro en consumo los 465 € que cuesta.
En vías secundarias a velocidades de marcador de 90-100 km/h el gasto se reduce notablemente y rondará los 5,2/5,4 L/100 mientras que en autovía, intentando mantener los 120-130 km/h de marcador, el gasto se eleva hasta los 7,2/7,5 L/100 en función de la orografía.
En relación a los rivales más directos como los citados SEAT Mii, Peugeot 108 y compañía, el 500 gasta en torno a un litro más de media. Si se compara con un Hyundai i10, el gasto es parecido.
El Fiat 500 es bastante sensible a los cambios de ritmo y por tanto conviene conducirlo con suavidad. La autonomía media para un conductor medio realizando un uso urbano/extra-urbano con poca autovía puede rondar los 530/560 km con un depósito. Es un dato correcto teniendo en cuenta que sólo tiene 35 litros de capacidad.
Comportamiento
Para conseguir que el 500 no se dé la vuelta en la primera curva, Fiat ha tenido que apostar por un tarado de suspensión bastante firme con el que se reducen los balanceos. Es algo necesario cuando la distancia entre ejes es tan recortada.
De reacciones secas y con un eje trasero que se lleva mal con los terrenos irregulares, el 500 está indicado especialmente para circular por ciudades en las que el asfalto está bien. Cuando aparecen los badenes o ciertos empedrados, el confort de marcha se resistente bastante, con el mencionado eje posterior respondiendo con brusquedad.
Lo que resulta realmente cómodo es el estacionamiento. Sus diminutas dimensiones y el sensor de parking instalado en esta unidad (te lo puedes ahorrar si quieres) hacen que sea sumamente sencillo encontrar un sitio. Otro detalle que viene muy bien es la dirección con función City que aumenta la asistencia y deja el volante casi sin peso.
El problema principal está en aquellas curvas rápidas con juntas de dilatación o con asfalto rugoso, momento en el que el eje posterior de nuevo cobra vida y reacciona con pequeños rebotes que pueden alterar la trazada. En este sentido está bastante por detrás de un Abarth, con una puesta a punto que sí permite circular rápido (aunque te rompa una costilla en cada bache).
La calidad de rodadura tampoco es que sea destacable, con ruidos aerodinámicos y el de los neumáticos muy presentes en el habitáculo. A esto habría que sumar el propio del motor aunque en general, es lo que menos se escucha a velocidades estabilizadas.
En cuanto a las carreteras secundarias, el pequeño 500 es capaz de conseguir sacarte una sonrisa por su agilidad y ese vivo tren trasero. Dado que al motor no le sobra potencia, el bastidor no sufre en exceso y sólo deberás tener cuidado a la hora de realizar frenadas fuertes, al no ser todo lo estable que debiera (una vez más puede modificar la trazada).
Con el tacto de la dirección me ha pasado algo curioso. Cuando probé por primera vez un 500 hace ya siete años, me parecía que no estaba bien calibrada y resultaba excesivamente eléctrico. Con el paso del tiempo y la generalización de este tipo de direcciones, debo reconocer que el tacto logrado por Fiat no está tan mal, especialmente frente a la de modelos como el Opel Adam (excesivamente suave).
Sigue sin transmitir lo que debería y tampoco destaca por precisión/rapidez pero en conjunto permite guiar al urbanita sin necesidad de continuas correcciones. El radio de giro es bueno, haciendo que el cambio de sentido se consiga en pocos metros.
Por último quiero destacar la buena iluminación de serie en los 500. Para ser unos halógenos convencionales tienen una potencia y haz excelentes. En opción se pueden equipar unos de xenón también muy buenos pero, viendo el resultado de los normales, puede no compensarte.
El Fiat 500 Vintage recoge la esencia del modelo original en una edición limitada muy pintona y bien equipada. El precio sin descuentos es elevado pero una vez aplicados, resulta competitivo. Como urbanita cumple con nota, dejando los viajes largos para ocasiones puntuales debido a un motor algo justo en potencia.Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7
Notable
Ficha técnica
Version Gasolina, 4 cilindros y 8 válvulas Cilindrada 1.242cc Potencia 69 CV a 5.500 rpm Par 102 Nm a 3.000 rpm Peso 940 kg Dimensiones Lar/An/Al mm 3546/1627/1488 Volumen Maletero 185 litros Aceleración 0 a 100 km/h 12,9 segundos (14,3 segundos en prueba) Recuperación 80 a 120 km/h 16,1 segundos Velocidad máxima 160 km/h Consumo homologado 5,0 L/100 (6,6 L/100 en prueba) Emisiones CO2 por km 117 g/km de CO2 Precio de partida 15.200 € / 16.501 € la unidad probada. Descuento adicional de hasta 4.900 € (PIVE y financiación incluidos)
Hasta el motor lo tiene retro, bien currado
Que bonito es!!!
Creo que le peso declarado no es para nada exacto ya que este modelo no baja de los 1000 kg ni por asomo