El Fiat 500C con el motor Multijet sorprende por sus buenas prestaciones y unos consumos siempre muy ajustados. Aunque el precio de tarifa es elevado, tiene una baja depreciación con el paso de los años, especialmente los diésel y cabrio que son muy escasos. Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.2
Notable
Al Fiat 500 le quedan muy pocos días para seguir en su configuración actual. La firma italiana presentó –toda la información aquí– durante los primeros días de julio una actualización con la que pretenden modernidad este coqueto urbanita.
Del universo me puedo considerar casi un experto. Además de haberlo probado en multitud de versiones fui de los primeros españoles en ser propietario de una unidad en negro metalizado con el extinto motor de gasolina de 1,4 litros y 100 CV. Sin embargo habían pasado muchos años desde que no me ponía a los mandos de una unidad así que antes de acudir a la presentación de la nueva gama decidí refrescar la memoria con una unidad del actual.
Fiat España me cedió un 500C con el motor 1.3 Multijet de 95 CV, a priori una combinación de esas extrañas que no tienen demasiado tirón en las matriculaciones pero que tras probarlo me ha dejado muy buen sabor de boca.
Diseño
Exteriormente el 500 es un 500… y eso basta. Gusta a casi todo el mundo aunque es justo reconocer que son las féminas las suelen enamorarse nada más verlo. Exclamaciones varias del estilo ¡qué mono!, ¡muy coqueto! se repiten muchas veces al cabo del día.
Teñido en un tono verde aguamarina, el 500C hace girar muchas cabezas a su paso, algo que sorprende teniendo en cuenta que lleva más de siete años sin apenas cambios y, lo más importante, siendo un súper ventas muy común en nuestras calles.
Sin unas llantas de aleación de tamaño exagerado –las de serie con 15 pulgadas- ni demás elementos decorativos, el 500 ha demostrado que un buen diseño no se gasta con el paso del tiempo por mucho éxito que tenga y estés “cansado de verlo” por las calles.
Aunque en Fiat lo consideran un descapotable, lo cierto es que no puede catalogarse como tal por diversas razones. La principal es que mantiene los arcos laterales, las puertas y las ventanillas de manera que no deja una superficie excesivamente grande. Esto no quita para que la sensación de libertad sea muy superior a la que se experimenta con un techo solar convencional o en un Adam Rocks con techo de lona retráctil.
Interior
En el habitáculo hasta ahora nada había cambiado. Se conservan los detalles realizados con esmero y buen gusto con otros muy mejorables que no terminan de encajar en un modelo por el que se pueden desembolsar 20.000 € rápidamente si se tira de elementos opcionales.
El problema del 500 es que comparte los plásticos del salpicadero y de las puertas en todas las versiones, ya tengan un precio de venta de 7.995 € o los más de 26.000 € de un Abarth 595C y claro, en el barato está más que justificado pero a medida que sube el gasto va quedando muy justito.
A pesar de haber modificado la tonalidad gris claro por una algo más oscura, los materiales de las puertas y la zona superior del salpicadero tienen un tacto mejorable. Justo lo contrario ocurre con la piel que recubre el volante, de excelente calidad, o la bonita plancha central combinando con el color de la carrocería.
La instrumentación configurable es una verdadera pasada, mucho más actual que la analógica y sobre todo más sencilla en su lectura. El velocímetro de grandes dimensiones se lee a la primera, el tacómetro tiene utilidad y la información en la pantalla central tiene unos gráficos muy buenos. El mayor problema son los más de 400 € que hay que abonar por tenerla y que parecen excesivos en un coche de este tamaño.
Echando un vistazo a los distintos botones, hay que dar un tirón de orejas al departamento encargado de la ergonomía. Por ejemplo los mandos de elevalunas están en la consola central junto a la palanca de cambios y no se pueden manipular los dos al mismo tiempo; los botones de la radio son pequeños y el manejo del lector USB es un auténtico lío.
El climatizador automático opcional sin embargo es muy sencillo de utilizar y aunque en algunos medios leas que es de dos zonas, nada de eso; aquí hay una única zona que se pueda regular
Una puta mierda de coche
No comparto esa opinión en absoluto
De fiat no te fiet
Prefiero el Puretech 1.2 de 130Hp
Corre como la gran puta mierda de fiat 500
Es un coche que gasta poco y tira mucho la verdad y se aparca bien esta claro, pero también hay que decir que es una puta mierda de Fiat, no nos engañemos. Lo tiene mi mujer y está encantada, yo la pico y se cabrea.