Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.3
Notable
Desde diciembre de 2017 está a la venta en España el renovado Ford Ecosport, un modelo que en su anterior generación no tuvo excesivo éxito pero que llega con una fuerte apuesta por el diseño y la originalidad para conquistar a los usuarios más jóvenes. Su oferta de mecánicas y acabados es atractiva y su precio con los descuentos bastante suculento, pudiendo encontrar incluso opciones de tracción total.
Como os he repetido hasta la saciedad, el mercado de los SUV lleva varios años creciendo a un ritmo vertiginoso y, dentro de este, hay un segmento que actualmente se está poniendo muy de moda. Basta con echar un vistazo a cualquier medio del motor para descubrir que todas las últimas novedades de cada marca se están centrando en el terreno de los B-SUV. En el enlace podéis ver una comparativa entre el Citroën C3 Aircross, el Kia Stonic, el Opel Crossland X, el Hyundai Kona y el SEAT Arona. Estos son solo algunos ejemplos del aluvión de modelos que plantará cara a otros crossovers ya asentados en el mercado como el Renault Captur, el Nissan Juke o el Peugeot 2008.
El segmento B-SUV registra 1,1 millones de matriculaciones en Europa cada año, aproximadamente un 7% del mercado, y está previsto que esta cifra aumente hasta superar los 2 millones de ventas anuales en 2020. Por volumen, se espera que el mercado del segmento B-SUV supere al segmento C-SUV en 2020, cuando más de 1 de cada 10 coches nuevos vendidos en Europa pertenecerán al segmento del Ford EcoSport.
Este modelo producido en Rumanía (ocupa el lugar del B-Max) no tuvo gran aceptación en Europa en su anterior generación, pero con los cambios introducidos espera crecer notablemente en volumen de ventas. Anteriormente llegaba desde la India con una calidad de realización discutible, una estética diferenciada y una oferta poco competitiva (el motor diésel como máximo podía tener 95 CV).
Sin embargo, con el nuevo modelo la firma del óvalo azul ha puesto toda la carne en el asador para ofrecer un producto muy atractivo -especialmente con este novedoso acabado ST Line- que goza de un interior muy similar al del Ford Fiesta, diversos elementos diferenciadores y únicos, mecánicas gasolina o diésel e incluso la posibilidad de equipar tracción total, algo bastante difícil de ver en este segmento.
Veamos sus interesantes novedades.
Diseño exterior
Uno de los aspectos en los que el Ford Ecosport ha salido más beneficiado con la llegada del nuevo modelo es en estética, pues muchas de las críticas que pudimos oír tras la llegada de la primera generación apuntaban a su controvertido diseño. Ahora, mantiene su personalidad, pero debidamente adaptada a los tiempos que corren y heredando un mayor número de rasgos del último lenguaje de diseño de la marca.
En el frontal destaca esencialmente la generosa parrilla rematada en negro -con el óvalo azul en posición central-, en cuyos extremos podemos ver las ópticas frontales divididas en dos partes. Los faros superiores, que cuentan con tecnología xenón HID -750€- en esta unidad, se corresponden con las luces de cruce y carretera; mientras que en el extremo inferior se pueden apreciar las luces antiniebla y los intermitentes.
Justo por debajo de este queda el paragolpes, pintado en el color de la carrocería e integrando una segunda entrada de aire. En él podemos encontrar los sensores de aparcamiento delanteros -100€- y una sutil protección de bajos plástica, aunque llama la atención que esta no recorra toda la carrocería como suele ocurrir en la gran mayoría de SUV. El elevado capó es otra de las señas de identidad del Ecosport, otorgándole robustez al conjunto.
En la vista lateral llaman especialmente la atención la doble tonalidad de la carrocería y la limpia superficie de las puertas, algo poco habitual en un SUV. A media altura y en el extremo inferior podemos encontrar unos nervios algo más marcados, al tiempo que los pasos de rueda se ensanchan ligeramente. Los espejos retrovisores, por su parte, integran los intermitentes e incorporan detector de ángulo muerto y alerta de tráfico cruzado -400€-.
La superficie acristalada es mayor en la parte delantera que en la trasera, lo que no contribuye mucho a la luminosidad interior, especialmente a causa de los cristales tintados -120€-. Sobre el techo podemos ver dos raíles en negro, a juego con la carrocería bitono y los detalles de las llantas ST opcionales -500€- de 18 pulgadas. Estas están envueltas en unos neumáticos Pirelli Cinturato P7 en medidas 215/45 R18 93W.
En esta nueva versión ST Line son específicas las llantas de aleación, las molduras decorativas específicas, los paragolpes más envolventes, la pintura bitono, el difusor inferior exclusivo y la suspensión deportiva para conseguir captar la atención del público.
Como buen modelo del segmento B-SUV, sus medidas son contenidas, alcanzando los 4,09 metros de largo, 1,76 metros de ancho y 1,65 metros de alto, por lo que se mantiene en la media del segmento para este tipo de vehículos. La batalla alcanza los 2.519 mm y las vías delantera y trasera miden 1.530 mm y 1.522 mm, respectivamente. El coeficiente aerodinámico ha bajado de 0,395 a 0,38.
La vista trasera es una de las más particulares del modelo, pues en otras versiones puede equipar la rueda sobre el portón. Llama la atención que el spoiler superior que integra la tercera luz de freno sea un opcional -150€- en este acabado, porque la verdad es que no le sienta nada mal. Como veis, la zaga está protagonizada por la horizontalidad, algo que queda especialmente patente en el paragolpes, donde vemos un difusor rematado en negro a cuyos lados quedan los catadióptricos y la luz de marcha atrás.
Cabe mencionar que el portón se abre de forma lateral, no hacia arriba, como ocurría en los todoterrenos de antaño, algo que puede no llegar a ser del todo práctico en algunas ocasiones dado el espacio que requiere para abrirse. El tirador se ubica en el faro derecho y tampoco faltan la tira de sensores posteriores y la cámara de visión trasera -250€- sobre la matrícula. La salida de escape queda oculta bajo el coche.
Diseño interior
A pesar de su tamaño compacto, el Ford Ecosport goza de notable altura, lo que inevitablemente nos lleva a disfrutar de un puesto de conducción elevado que mejora la visibilidad al movernos en la ciudad. Aunque los asientos no gozan de ajustes eléctricos, lo cierto es que resulta sencillo encontrar la postura de conducción óptima por la disposición de los mandos, resultando un conjunto cómodo y ergonómico.
En términos de diseño y calidad, nos encontramos con lo ya visto en la nueva generación del Ford Fiesta, con algunos componentes específicos y un diseño más deportivo en este acabado ST Line. Para tratar de conquistar a los consumidores la calidad de los materiales es superior y los ajustes están más cuidados. Otro detalle importante es que puede personalizarse con packs que añaden una nota de color al conjunto, algo que seguro gustará entre el público más joven.
Básicamente, en el interior el salpicadero es completamente nuevo, contando con un sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas muy completo que puede incluir navegador y equipo de sonido B&O -350€- (de 4,2 y 6,5 pulgadas en los acabados más básicos). Instrumentación, mandos de climatización, volante e incluso los paneles de las puertas han sido revisados, además de hacer uso de materiales más agradables. En términos generales, el diseño es mucho más limpio y minimalista.
Es cierto que seguimos encontrando plásticos duros, pero la percepción es mejor, y su acabado está más cuidado que antes. Además, gracias a diferentes molduras en el salpicadero se ha conseguido reforzar aún más la calidad del habitáculo.
Como se puede ver, ahora todos los elementos del salpicadero imprimen un diseño más limpio y ordenado, empezando por dejar solo los botones más necesarios. Esta unidad en acabado ST Line además suma una gran cantidad de opcionales en el interior, que mejoran todavía más la sensación de calidad a la vista y al tacto. Empezando por los asientos deportivos con piel parcial, los cuales pecan en agarre -especialmente en la banqueta- pero son muy confortables.
El volante añade toda una serie de botones para tener a mano funciones como el control de crucero, el teléfono o el sistema multimedia, resultando estos los justos y necesarios, no como ocurre en otros modelos Ford como el Galaxy o el Edge, donde son excesivos. Curiosamente, llama la atención sobre la guantera el cargador de CD, un opcional -100€- que queda integrado discretamente en el salpicadero.
Adicionalmente, el acabado ST Line ofrece de serie una gran cantidad de equipamiento específico como los umbrales de las puertas en aluminio o los pedales de este mismo material, pero aún podemos apreciar algunas lagunas en este sentido.
Por otro lado, el navegador que equipa este sistema de infoentretenimiento es fácil de usar e intuitivo, aunque extrañamente la pantalla no está orientada al conductor. El sistema de sonido firmado por B&O es otro de los opcionales muy recomendables para los amantes de la buena música, convirtiendo el interior en toda una sala de conciertos. El cuadro de instrumentos ofrece un diseño cuidado y bastante agradable a la vista, con dos indicadores y una pantalla central de 4,2” a color que nos ofrece información variada sobre nuestro viaje.
La sensación de amplitud y espacio es buena en el interior, algo más angosta en las plazas traseras por el grosor del pilar C. Las dimensiones en el interior apenas han crecido, pero lo cierto es que se sitúa en una buena posición respecto a sus oponentes directos. Además, podemos encontrar diversos huecos portaobjetos de aceptable tamaño en la consola central, las puertas o el reposabrazos central, el cual, por cierto, es deslizable, lo cual resulta bastante cómodo.
Ya en las plazas traseras, sorprende el buen espacio disponible tanto para piernas como para la cabeza. De nuevo observamos un buen tapizado de cuero y tela que es práctico y a la vez proporciona un aspecto premium al interior, el cual contrasta con los paneles de las puertas de plástico duro. No hay un reposabrazos central ni un acceso directo al maletero para poder llevar objetos más grandes, algo que, sin embargo, beneficia a la plaza central.
Es cierto que esta apenas podrá ser aprovechable por un niño o un adulto en un trayecto corto, pero el mullido es agradable, el túnel de transmisión no es excesivamente voluminoso y, al no haber salidas de ventilación, el fin de la consola central no molesta en exceso. Es un coche cómodo y práctico para la ciudad, pero también para hacer alguna que otra escapada sin esa sensación de agobio en su interior. En general el interior del nuevo Ecosport merece una nota alta, aunque en los niveles de acabado más básicos notaremos la diferencia.
El maletero mantiene su apertura lateral que proporciona un mejor acceso al espacio de carga, abriéndose desde el tirador localizado en el faro derecho. Disponemos de un total de 356 litros de capacidad que crecen hasta los 1.238 litros abatiendo los asientos. Además, hay una tabla divisoria que se puede colocar a dos alturas distintas. Si lo mantenemos a su altura normal, dispondremos de una superficie lisa al inclinar los asientos traseros. Bajo el piso se ubica el kit antipinchazos, aunque otras versiones pueden llevar la rueda de repuesto en el portón.
Motorización
En el apartado mecánico las novedades se centran en el nuevo 1.5 TDCi EcoBlue con 125 CV que se combina con una transmisión manual de seis velocidades y puede pedirse con tracción total. Por debajo se ofrece un mejorado 1.5 TDCI con 100 CV que usa la misma caja de cambios con seis relaciones.
En cuanto a la oferta de gasolina, se vende con los 1.0 Ecoboost en variantes con 100 CV (es otra de las novedades), 125 CV y 140 CV. La versión con 125 CV puede pedirse con cambio Powershift de doble embrague si el cliente lo desea, pero de serie todos ellos vienen asociados a un cambio manual de seis relaciones.
Para la prueba me he decantado por el motor de gasolina más potente de la gama, un bloque fabricado en hierro y aluminio con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa e intercooler que, con 999 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 140 CV (103 kW) a 6.300 rpm, todo ello asociado a un par máximo de 180 Nm a partir de las 4.400 vueltas. Como se puede ver, la cifra de par no es elevada y la potencia máxima se entrega bastante arriba, por lo que no encontraremos grandes aceleraciones salvo que revolucionemos bastante el motor.
Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en torno a los 9,6 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 188 km/h. En carretera el motor gira a 2.800 rpm a 120 km/h.
En cualquier caso, es una mecánica pensada para entregar la potencia de forma lineal y progresiva, para contener los consumos y no ofrecer grandes dosis de emoción, algo que puedes comprobar fácilmente al ver sus cifras de rendimiento. Y puede que hablemos de una mecánica frugal, pero lo cierto es que su conducción resulta plenamente satisfactoria en diversas situaciones, manteniendo sin esfuerzos la velocidad en autopista al circular en sexta marcha incluso cuando afrontamos pendientes.
Sí que cabe mencionar que es una pena que esta variante no ofrezca mejores cifras, pues con un acabado ST Line y un bloque de 140 CV esperas otras sensaciones más deportivas y un empuje mayor, pero a cambio el Ecosport te premia con unos consumos ajustados para su potencia. La marca homologa un consumo urbano de 6,2 l/100 km, un extraurbano de 4,6 l/100 km y un consumo combinado de 5,2 l/100 km, datos que he podido comprobar que se alejan ligeramente de los consumos reales, aunque estos se mantienen muy razonables.
Esta mecánica tiene el inconveniente de que solo puede asociarse a un cambio manual de seis velocidades. En mi opinión, si vamos a realizar un uso exclusivo por ciudad siempre es mejor equipar un cambio automático, pero en esta ocasión tampoco me ha disgustado el manual de 6 velocidades que nos permite jugar mejor con el cambio y mantener siempre el cuentarrevoluciones en su posición óptima. El escalonamiento es acertado, al igual que el guiado de la palanca, aunque su tacto es algo blando y presenta bastante holgura.
Por último, quiero señalar que el interior está bien insonorizado y, a pesar de ser un tricilíndrico, no es demasiado ruidoso. Sí que es cierto que cuando dejamos caer en exceso las revoluciones o seguimos los consejos para subir de marcha del ordenador de abordo, se notan vibraciones procedentes de la mecánica, pero no es nada que no pueda solucionarse llevándolo un poco más alto de vueltas.
En cualquier caso, hay que reconocer que recupera bien desde bajas vueltas (desde aproximadamente 1.4300-1.400 rpm), aunque no empiece a empujar más enérgicamente hasta casi 3.000 rpm. Sacrifica unas prestaciones más impulsivas a cambio de un mayor rango de actuación, lo que le aporta cierta polivalencia al conjunto. En realidad, el usuario medio no necesita mejores prestaciones y este motor, es bastante equilibrado.
Ficha técnica
Version | 1.0 Ecoboost - 3 en línea |
---|---|
Cilindrada | 999 cm³ |
Potencia | 140 CV (103 kW) @ 6.300 rpm |
Par | 180 Nm @ 4.400 rpm |
Peso | 1.280 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.096 / 1.765 / 1.653 mm |
Volumen Maletero | 356 (1.238) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,6 segundos |
Velocidad máxima | 188 km/h |
Consumo homologado | 6,2 / 4,6 / 5,2 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 119 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 23.735 euros (este motor y acabado) |
Comportamiento
La conducción del Ford Ecosport resulta bastante placentera gracias a un puesto de conducción elevado, lo que nos permite dominar el tráfico diario de la urbe. El modelo ofrece una carrocería contenida, una visibilidad bastante buena en todos los ángulos y una dirección con asistencia en función de la velocidad, lo que facilita las maniobras de aparcamiento y la conducción en ciudad. Además, esta se complementa con un radio de giro de 10,6 metros entre bordillos y diversas asistencias como la cámara de marcha atrás o los sensores de aparcamiento.
Pero no hablamos de un modelo sólo apto para la urbe, y ese es otro de sus puntos fuertes, pues con su nueva puesta a punto permite que hagamos escapadas de larga distancia sin mayor problema que el espacio de carga, con buena calidad de rodadura y una comodidad más que aceptable.
La suspensión ofrece un esquema McPherson delantero y de rueda tirada con elemento torsional trasero, resultando suficientemente firme para circular a velocidades legales por autopista sin balanceos de la carrocería. Es más, su ajuste es más bien tirando a duro, lo que repercute ligeramente en la comodidad sobre firmes peor asfaltados o con resaltos, pero en todo caso la evolución respecto a su predecesor es muy notoria, abandonando la sequedad de la que hacía gala.
No hablamos de un coche incómodo, sino con cierto toque deportivo que va de la mano con la estética de este acabado ST Line. Es en tramos de curvas lentas donde el Ecosport se muestra más perezoso a causa de su elevado centro de gravedad y su dirección, algo lenta -aunque bastante informativa- para este uso del vehículo. Los cambios de apoyo resultan rápidos y las ayudas no tardan en intervenir si le buscamos las cosquillas, por lo que siempre encontraremos reacciones y sensaciones seguras en lugar de algo de diversión. Aun así, como digo, no es un SUV pensado para ese trato.
Y tampoco está especialmente pensado para salir del asfalto, pero el Ecosport puede hacer sus pinitos gracias a un ángulo de entrada de 21º, un ángulo ventral de 23,3º y un ángulo de salida de 33,3º, todo ello acompañado de una altura libre al suelo de 190 milímetros. Son de las mejores cifras de su segmento, pero si le vas a dar un uso off road deberías plantarte la compra de la versión de tracción total y equiparla con unos neumáticos adecuados, pues la tracción delantera únicamente te sacará de algún apuro sencillo.
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para España son los denominados Trend, Trend+, Titanium y ST-Line. En seguridad todos contemplan los controles de tracción y estabilidad, múltiples airbags, asistente al arranque en cuestas, luces diurnas por LEDs, TPMS, ABS, EBD, alarma, sistema MyKey de control parental, etc.
El nivel Trend cuenta con aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, cierre centralizado con mando, espejos térmicos y eléctricos, volante y pomo del cambio en piel, ordenador de viaje, apoyabrazos central delantero, sistema de sonido integrado con pantalla de 4,2 pulgadas, USB (2), bluetooth y control por voz.
El acabado Trend+ añade a lo anterior las barras de techo, control de crucero adaptativo, sistema de navegación integrado con pantalla táctil de ocho pulgadas, siete altavoces, sensores de aparcamiento traseros, retrovisores plegables con iluminación de suelo e intermitentes integrados, etc.
Los Titanium cuentan con climatizador automático de una zona, llantas de aleación de 16 pulgadas, tapizado mixto tela/piel, barras de techo satinadas, paquete iluminación interior LED, sistema de sonido con pantalla de 6,5 pulgadas, arranque por botón, sensor de lluvia y encendido automático de luces.
Por último, los ST-Line incluyen el paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 17 pulgadas, detalles en negro brillante, suspensión deportiva, pedales de aluminio, aplique decorativo en umbral de puertas, tapizado mixto tela/piel con costuras en rojo, acceso y arranque sin llave, carrocería bitono o sistema de navegación con 8 pulgadas, entre otros.
Además, por tiempo limitado se ofrecerá una edición especial denominada ST-Line Black Edition que puede pedirse con los motores 1.0 Ecoboost de 125 CV y 1.5 EcoBlue de 125 CV, en ambos casos con cambio manual y tracción sencilla. Incluyen carrocería bicolor, llantas de aleación de 17 pulgadas diamantadas, alfombrillas exclusivas, etc. Arrancan en los 23.235 euros sin promociones.
Los precios para España del Ford Ecosport sin incluir promociones ni descuentos son los siguientes:
Motor | Trend | Trend+ | Titanium | ST-Line |
1.0 Ecoboost 100 CV | 20.085€ | 21.643€ | 22.058€ | – |
1.0 Ecoboost 125 CV | 19.085€ | 20.585€ | 21.735€ | 23.235€ |
1.0 Ecoboost 125 CV AT | 21.185€ | 22.685€ | 23.335€ | 24.835€ |
1.0 Ecoboost 140 CV | – | – | 22.235€ | 23.735€ |
1.5 EcoBlue 100 CV | 20.435€ | 21.935€ | 22.585€ | 24.085€ |
1.5 EcoBlue 125 CV | – | 22.685€ | 23.085€ | 24.585€ |
1.5 EcoBlue 125 CV 4WD | – | – | 25.685€ | 27.185€ |
- Diseño muy particular y atractivo en este acabado ST Line. Es un modelo con mucha personalidad propia y elementos curiosas como la forma de apertura del maletero.
- Oferta mecánica variopinta y con opciones potentes, tanto en gasolina como en diésel.
- Opciones de tracción total y con cambio automático.
- En este acabado ST Line deberían ser de serie algunos elementos como el spoiler trasero, los cristales tintados o los faros de xenón HID. Igualmente, el acabado Titanium debería equipar algunos elementos que son opcionales.
- Entrega de potencia en un amplio rango de revoluciones, con buenos bajos y unos consumos ajustados.
- Mejora notable en la calidad de rodadura, así como en la puesta a punto de la dirección y la suspensión, aunque echo en falta algo más de dinamismo.
- Algunos elementos no deberían de ser opcionales en el acabado ST Line, tales como, por ejemplo, el spoiler ubicado sobre la luna trasera.
- El portón trasero de apertura lateral puede no resultar del todo práctico en algunas ocasiones, aunque desde luego es original.
- Las vibraciones se hacen de rogar en la parte baja del cuentavueltas (hasta casi las 2.000 rpm).
- Las prestaciones son algo “decpecionantes” si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo que pesa poco y tiene 140 CV de potencia. Un poco más de par no le vendría nada mal.
- En este acabado ST Line deberían haberse equipado unos discos de freno macizos en las ruedas posteriores en lugar de unos frenos de tambor.