Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Ford Kuga es uno de los SUV veteranos que podemos encontrar en nuestro mercado, aunque recientemente se ha puesto al día con una imagen algo más fresca que lo asemeja a sus hermanos de gama y con la llegada de novedades mecánicas y de un aumento del nivel de equipamiento. Es un gran coche que cumple en todos los entornos satisfactoriamente, pero creo que ya le va tocando un pequeño lavado de cara a nivel estético y una oferta de motores más eficientes.
He de reconocer que siempre me ha gustado el Ford Kuga. Es más, siempre he querido tener uno de la primera generación, pues considero que es la mejor de todas. Sin embargo, ha llovido mucho desde que el modelo llegara al mercado en 2007 y actualmente se encuentra en los últimos años de su segunda generación. Fabricado en las plantas Ford de Almussafes (España) y Louisville (Estados Unidos), el Kuga recibió el pasado año un ligero restyling para asemejarse a su hermano mayor, el Ford Edge del que te hablé hace unos meses.
Las principales novedades llegaron en el frontal, en las mecánicas y en los acabados, con nuevas terminaciones y mayor equipamiento para competir en el cada vez más competitivo mercado de los SUV. Y esto me llevaba a reflexionar: ¿La fiebre SUV se debe a una demanda cada vez mayor por parte de los usuarios de este tipo de vehículos o a un exceso de oferta de este tipo de vehículos -con la correspondiente ausencia de otros- por parte de los fabricantes? Sea como sea, cada vez son más y mejores, con una dinámica parecida a la de las berlinas, un generoso equipamiento, buenas dosis de espacio y la posibilidad adicional que nos ofrecen para salir del asfalto.
Si hablamos de competidores para el Ford Kuga, hablamos de modelos de la talla del Nissan Qashqai, el BMW X3, el Toyota RAV4, el Honda CR-V, el Mazda CX-5, el Renault Kadjar, el Kia Sportage, el SEAT Ateca, Volkswagen Tiguan, el Peugeot 3008, el Škoda Karoq o el Hyundai Tucson, por lo que hay que destacar que estamos ante un segmento realmente concurrido de buenos y nuevos competidores que no se lo van a poner nada fácil a la opción norteamericana, especialmente en lo que a precio se refiere. Además, aunque tras el facelift se haya puesto ligeramente al día, no debemos olvidar que el Kuga está ya entre los veteranos del segmento, por lo que en algunos aspectos queda por detrás de sus competidores.
Entre las bazas con las que juega el modelo encontramos un habitáculo bastante espacioso, un comportamiento en carretera de los más destacables del segmento y una relación precio-equipamiento reseñable. Para la prueba me he decantado por una de las opciones más altas de la gama mecánicamente hablando, el Kuga 2.0 TDCi 4×4 con 180 CV, cambio manual de seis velocidades y acabado Titanium, el tope de gama inmediatamente anterior al lujoso Vignale.
Diseño exterior
Exteriormente, los cambios que el modelo recibió el pasado año son bastante sutiles, asemejándolo en mayor medida al Ford Escape para Estados Unidos y al Ford Edge, el gigantesco SUV que ahora también podemos adquirir en España.
A grosso modo, se modificaron las ópticas delanteras, los paragolpes, el diseño de las llantas de aleación, el portón posterior y los pilotos. En la vista frontal el modelo destaca por la enorme parrilla cromada de este acabado, fiel al actual ADN de los SUV de Ford.
El logo ocupa una posición privilegiada en la misma mientras que en los extremos, bajo los marcados nervios del capó, encontramos unas ópticas de generoso tamaño con tecnología Bi-Xenón adaptativa -Paquete Luxury Kuga X (1.950€)- e iluminación diurna LED de serie. En el paragolpes podemos apreciar dos embellecedores que integran los intermitentes y las luces antiniebla, al tiempo que una segunda entrada de aire central alberga los sensores de los sistemas de asistencia, los sensores de aparcamiento delanteros y un embellecedor plástico cromado inferior para recalcar el aspecto SUV del modelo.
La vista lateral está protagonizada por una generosa superficie acristalada -con los cristales posteriores oscurecidos (Paquete Estilo 250€)- que garantiza una buena visibilidad. La superficie de las puertas en su parte superior es limpia, sin embellecedores, y estas cuentan con un tamaño que, sin ser excesivo, resulta suficiente. En este caso los espejos retrovisores integran los intermitentes y cuentan con una base plástica en color negro a contraste con el marco de las ventanillas y con el protector inferior que recorre la carrocería, otro símbolo característico de los SUV.
El lateral es robusto y parece elevarse a medida que avanza hacia la zaga, con unos musculosos pasos de rueda. Llenando los mismos nos encontramos con unas llantas de aleación de 17 pulgadas en plata calzadas con unos neumáticos Michelin Latitude Tour HP en dimensiones 235/55 R17 99V.
Hay disponibles 11 colores exteriores para la carrocería entre los que podemos encontrar tonos clásicos o alegres y diversos acabados: uniforme, metalizado o efecto perla. En este caso tenemos un Azul Impact metalizado -550€-.
Visto de lado, parece algo más largo de lo que es, pues sus medidas alcanzan los 4,53 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,69 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.690 mm y las vías delantera y trasera miden 1.570 y 1.583 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,33.
En la zaga, la horizontalidad está muy presente, pero el Kuga da impresión de ser mucho más alto que ancho. Cuenta con un generoso portón que llega hasta el paragolpes y divide las bonitas ópticas LED opcionales (Paquete Luxury Kuga X) en dos partes.
Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior con la tercera luz de freno, el logo en el nervio central y paragolpes inferior plástico con un protector de color plata que actúa a modo de difusor. Este integra dos salidas de escape. Tampoco faltan los catadióptricos en los extremos o la tira de sensores de aparcamiento posterior (en esta unidad encontramos el Paquete Parking con Park Assist -500€-).
Diseño interior
Una vez pasamos al interior, podemos apreciar que tras el restyling algunos materiales han sido modificados por otros de mayor calidad y los ajustes se han revisado para que no haya holguras ni bordes cortantes. En líneas generales, sin grandes cambios se ha conseguido un producto más completo e interesante que goza de una calidad aceptable al tacto y a la vista, aunque la terminación de algunos ajustes, así como la presencia de plásticos rígidos en la zona superior del salpicadero, no terminan de encajar en el conjunto.
En este aspecto he de decir que, a pesar de gozar de buenas terminaciones en este acabado Titanium, especialmente en combinación con el cuero negro (Paquete Luxury Kuga X) de la tapicería, el conjunto es más agradable a la vista y al tacto en otras alternativas más modernas como el SEAT Ateca, el Škoda Karoq o el Mazda CX-5.
Por otra parte, también se han modificado algunos mandos para hacerlos más sencillos de utilizar, aunque sigue habiendo una presencia considerable de botones en el salpicadero del Ford Kuga. También se estrena el sistema Ford SYNC 3 que destaca por su mayor rapidez de funcionamiento, mayor número de funciones disponibles, un navegador más intuitivo, Apple Car Play, Android Auto, Mirror Link y nuevas aplicaciones.
Esta unidad equipa los asientos delanteros calefactados + parabrisas térmico Quickclear + volante calefactado + lavafaros (Paquete Winter -450€-).
La pantalla táctil es ahora de ocho pulgadas y su manejo es fluido y sencillo, con buenos gráficos y aceptable capacitación táctil, quedando toda la información bien ordenada. Sin embargo, las funciones son abundantes y la posición de la pantalla no favorece su utilización en marcha al estar en una posición alejada, muy vertical y cubierta por un plástico, lo que nos obligará a desviar la atención de la carretera para no equivocarnos de botón. En cualquier caso, me ha gustado bastante más que la del Ford Edge, la cual ya comenté que era muy mejorable.
Otras novedades que destacan en el Ford Kuga 2017 son el volante, de grosor y tacto agradables; los mandos del climatizador, ahora más claros; y el freno de estacionamiento, el cual pasa a ser eléctrico (se activa y desactiva automáticamente) para ofrecer una mayor imagen tecnológica y limpia del puesto de conducción. También hay que señalar la presencia abundante de huecos portaobjetos, los cuales, además, cuentan con una capacidad notable, algo práctico si viajamos con la familia.
Respecto a la habitabilidad, hay que señalar que el acceso a las plazas traseras es bastante cómodo gracias a las generosas puertas. El espacio para las piernas en las plazas posteriores es notable y la altura al techo más que suficiente, incluso para personas de gran altura. Está en la línea de sus rivales en todos estos aspectos. La plaza central es cómoda, aunque presenta las clásicas limitaciones de anchura, salidas de ventilación posteriores y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central. En este sentido, el Honda CR-V es la mejor opción para llevar a tres personas atrás.
También es importante añadir que el nuevo Kuga ofrece un maletero que cubica un total de 456 litros, aunque si abatimos los asientos -60:40-, el volumen asciende a 1.603 litros. Es de los más pequeños de su categoría, en algunos casos por bastantes litros, aunque a cambio ofrece unas formas muy regulares, doble fondo y un generosísimo portón con accionamiento eléctrico en este caso -250€-. Al abatir los asientos, el suelo no queda totalmente plano y la altura de carga es elevada. Bajo el piso del maletero puede equiparse una rueda de emergencia.
Motorización
El Ford Kuga 2017 se ofrece en diversas variantes diésel y gasolina. En diésel la mayor novedad es la llegada del 1.5 TDCi con 120 CV que promete un consumo muy bajo de 4,4 l/100 km y unas emisiones de 115 g/km de CO2. Sólo se vende con tracción delantera y la caja de cambios manual con seis velocidades. En un escalón superior está el 2.0 TDCI con 150 CV que es la estrella al poder combinarse con tracción delantera o total, y caja manual o automática.
Los que busquen buenas prestaciones y consumos ajustados deberán optar por el 2.0 TDCI con 180 CV. Siempre estará asociado a la tracción total, aunque la caja de cambios podrá ser manual de seis velocidades o bien la Powershift de doble embrague.
En gasolina la familia sigue confiando en el bloque 1.5 Ecoboost que se oferta en variantes con 120, 150 y 182 CV. Este último va ligado a la tracción total y a la caja automática mientras que los más pequeños sólo existen con tracción delantera y caja manual de seis velocidades.
En mi caso, he optado por el bloque de aluminio con cuatro cilindros en línea turbodiésel más potente de la gama. Este se ubica en disposición transversal, cuenta con 1.997 cc de cilindrada y recurre a la inyección directa por conducto común, la turboalimentación, la geometría variable y a un intercooler para proporcionar una potencia de 180 CV (132 kW) a 3.750 rpm y un par máximo de 400 Nm entre 2.000 y 2.500 rpm.
Como os podéis imaginar, con semejantes cifras el Ford Kuga mueve con soltura sus poco más de 1.700 kilos de peso, quizás con demasiada para la gran mayoría de usuarios, aunque personalmente, es mi preferida. Aunque el rango de revoluciones en los que entrega el par no es muy amplio que digamos, el Kuga empuja de forma aceptable a partir de las 1.700 revoluciones, siendo bastante impulsivo en su rango óptimo y más lineal y progresivo en el resto.
Si no dejamos caer en exceso las revoluciones, la respuesta del bloque es bastante buena a bajas vueltas y, a su vez, impetuosa a la hora de afrontar pendientes prolongadas en ascensión por carretera, no siendo necesario bajar una marcha para adelantar enérgicamente.
Si eres de los que les gusta llevar potencia bajo el pie derecho o acostumbras a viajar cargado, sin duda alguna no te arrepentirás de no haber optado por una mecánica inferior. En cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y llegar a una velocidad máxima de 202 km/h, todo ello sin unos consumos excesivos gracias a su curva de par más favorable que en el bloque de 150 CV. El consumo urbano real ronda los 8,0 litros, bajando a los 5,8 en carretera y deteniéndose en una media de 6,5 litros a los 100. El depósito de combustible tiene 60 litros.
Respecto al cambio, este tiene un tacto agradable y un guiado adecuado, nada reseñable ni para bien ni para mal respecto a lo que solemos ver en el segmento. Podríamos decir que tiene el típico tacto algo gomoso de Ford, contando con unos recorridos y un escalonamiento correctos, una posición ergonómica y un tacto del embrague al que es sencillo pillar el tranquillo. En resumen, es una buena opción para los más aventureros y amantes de los viajes, aunque es cierto que su mecánica es algo más tragona que la de algunos de sus competidores.
Ficha técnica
Version | 2.0 TDCi - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.997 cm³ |
Potencia | 132 kW (180 CV) @ 3.500 rpm |
Par | 400 Nm @ 2.000 - 2.500 rpm |
Peso | 1.702 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.531 / 1.838 / 1.694 mm |
Volumen Maletero | 456 (1.603) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,6 segundos |
Velocidad máxima | 202 km/h |
Consumo homologado | 6,0 / 4,7 / 5,2 l/100 km (Euro 6) |
Emisiones CO2 por km | 135 g/km de CO₂ |
Precio de partida | 33.550 euros (este acabado y motor sin descuentos) |
Comportamiento
El Ford Kuga es un todocamino capaz de sorprenderte en todos los escenarios. Puede que a primera vista sus dimensiones exteriores te parezcan notables, pero lo cierto es que una vez al volante descubrirás que la buena visibilidad en todos los ángulos favorece a hacerte rápidamente con los límites de su carrocería. Con ello, circular por la urbe es tarea sencilla, y a la hora de maniobrar para, por ejemplo, aparcar, siempre puedes ayudarte de los sensores de aparcamiento y de la cámara de visión trasera -200€-.
En autopista, el Kuga no es menos gratificante, pues su aplomo es reseñable, su insonorización aprueba con nota y el esquema de suspensiones -McPherson delantera y paralelogramo deformable trasero- sostiene bastante bien la carrocería incluso cuando circulamos por encima del límite legal. Para viajar es un coche realmente cómodo y, con esta mecánica, muy solvente. Los asientos tienen un mullido confortable y a pesar de ser de cuero no resbalan a la hora de afrontar curvas, contando adicionalmente con un agarre más que suficiente para el uso que vamos a dar al vehículo.
En tramos peor asfaltados, el trabajo de la suspensión es igual de bueno, absorbiendo de forma eficaz las irregularidades de la carretera, las cuales, además, no tienen una repercusión incómoda sobre la dirección. Esta cuenta con asistencia eléctrica y en Ford han trabajado sobre ella para que sea muy similar a la de un turismo, lo que siempre te aporta un plus de seguridad y estabilidad cuando buscamos un extra de diversión en tramos más revirados.
El control de crucero adaptativo inteligente que incluye esta unidad tiene un precio de 750 euros, pero es bastante recomendable si eres de los que optan por viajar siempre que pueden. Es realmente cómodo en combinación con el paquete Tech.
Eso sí, has de ser consciente de que la física es la física y buscarle las cosquillas a un SUV no es excesivamente complicado, por lo que circulando más rápido de la cuenta por una carretera de montaña no tardarán en salir a relucir el control de tracción y el subviraje. En cualquier caso, sus reacciones son naturales y predecibles, con una electrónica eficaz que mantiene todo sobre control. Es más, incluso podríamos añadir que dinámicamente está un paso por delante de algunos de sus principales rivales.
Fuera del asfalto el Kuga también es capaz de hacer sus pinitos, siempre y cuando no sobrepasemos los límites para los cuales ha sido concebido. Tiene una altura libre al suelo de 196,5 mm, con una profundidad de vadeo de 450 mm y unos ángulos de entrada, de salida y ventral de 21º, 28º y 19º, respectivamente. Esto le permite adentrarse por terrenos bastante rotos si los obstáculos no son exagerados, y en cualquier caso la protección plástica inferior evitará algún roce de chapa y pintura.
Por último, la tracción total cumple de forma notoria su función, ya sea a la hora de aportarnos un plus de seguridad sobre el asfalto o de sacarnos de un apuro en zonas embarradas o con nieve/hielo, pero es totalmente automática, sin posible intervención sobre ella por parte del conductor. Tampoco hay disponibles programas off road o sistemas de ayuda fuera del asfalto como el control de descensos de pendientes. Ten en cuenta que en este aspecto también entra en juego el factor neumáticos, por lo que deberías elegir unos que se adecuen al uso que le vas a dar al Ford Kuga (aun así los de serie son muy equilibrados).
Equipamiento y precio
Los niveles de terminación se denominan Trend, Titanium, ST-Line y Vignale. El primero ya cuenta con aire acondicionado, control y limitador de velocidad, todos los sistemas de seguridad principales, sistema de audio integrado, cuatro elevalunas eléctricos, volante multifunción forrado en piel, faros antiniebla y espejos térmicos.
El nivel Titanium añade el climatizador automático de dos zonas, paquete cromado, llantas de aleación de 17 pulgadas, sistema de audio con pantalla a color, sensores de aparcamiento traseros, bluetooth, USB, sistema de acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia, encendido automático de luces, retrovisores abatibles y espejo interior fotosensible.
El ST-Line suma el paquete deportivo exterior, asientos y volante deportivos, asistente al aparcamiento automático con sensores delanteros/traseros y medidor lateral de espacio, llantas de aleación de diseño específico, tapizado mixto tela/piel, suspensión deportiva, colas de escape cromadas, etc.
Por último, el Vignale cuenta con tapizado en piel, asientos delanteros eléctricos y calefactables, sistema de audio con pantalla de ocho pulgadas Ford SYNC 3, ajustes memorizados, sistema de doble cierre, llantas de aleación de 18 pulgadas o pilotos traseros LED, entre muchos otros.
En este caso, hablamos de un Ford Kuga 2.0 TDCI 180 CV 4×4 Titanium que parte de los 33.550 euros, aunque con todos los opcionales que he ido mencionando a lo largo de la prueba junto a su precio -6.690€-, la factura total ronda los 40.240 euros. Si aplicamos el descuento actual de la marca -5.701€-, el precio final de esta unidad sería de 34.539 euros.
Por último, es preciso señalar que, para las empresas, Ford propone una opción adicional denominada Business que incluye una dotación específica. En todos los casos las tarifas podrán rebajarse en los concesionarios dependiendo de las condiciones (si se financia o no con la marca, por ejemplo).
Los precios recomendados para España son los siguientes:
Motor | Bussiness | Trend | Titanium | ST-Line | Vignale |
1.5 Ecoboost 120 CV 4×2 | – | 24.200€ | – | – | – |
1.5 Ecoboost 150 CV 4×2 | 24.940€ | 25.200€ | 27.700€ | 29.450€ | 33.550€ |
1.5 Ecoboost 180 CV 4×4 Powershift | – | – | 32.450€ | 34.200€ | 38.300€ |
1.5 TDCI 120 CV 4×2 | 25.190€ | 25.450€ | 27.950€ | 29.700€ | – |
2.0 TDCI 150 CV 4×2 | 27.190€ | 27.450€ | 29.950€ | 31.700€ | 35.800€ |
2.0 TDCI 150 CV 4×4 | 29.190€ | 29.450€ | 31.950€ | 33.700€ | 37.800€ |
2.0 TDCI 150 CV 4×4 Powershift | – | – | 33.700€ | 35.450€ | 39.550€ |
2.0 TDCI 180 CV 4×4 | – | – | 33.550€ | 34.700€ | 38.800€ |
2.0 TDCI 180 CV 4×4 Powershift | – | – | 34.700€ | 36.450€ | 40.550€ |
- Empuje notable de la mecánica, con pocas vibraciones para ser un diésel.
- Buen aislamiento acústico en el habitáculo, lo que repercute en una mayor calidad de rodadura y comodidad a bordo.
- Asientos confortables, cómodos para viajar y con agarre suficiente para circular algo ligeros por carreteras de curvas.
- El esquema de suspensiones está bastante logrado, al igual que la dirección, lo que aproxima al Kuga más hacia un turismo que hacia un SUV puro y duro.
- Cumple fuera del asfalto. No es brillante, pero tiene buenas cotas y el sistema AWD lleva a cabo su función de manera eficaz.
- Gran relación precio-equipamiento.
- Algunos plásticos rígidos del habitáculo desmerecen el conjunto, aunque sus ajustes sean buenos y no haya vibraciones.
- Es algo tragón, especialmente en ciudad.
- No ofrece soluciones tan prácticas como algunos de sus rivales a la hora de viajar con la familia o, por ejemplo, para ir a esquiar.
- Se queda algo anticuado frente a sus rivales más recientes, ya le pesa el paso de los años.
- El maletero es de los más pequeños de su categoría.
- La pantalla del navegador está ubicada en mala posición, es muy vertical y los botones de control que tiene debajo dificultan su manejo, especialmente cuando vamos en marcha.