Review Overview
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7
NOTABLE
Un clásico en el segmento de las berlinas que lucha por mantenerse vivo en un mercado muy complicado. Su mejor virtud, calidad a un precio competitivo, pero con algunas carencias de equipamiento
Existen determinados modelos que nacen para ser superventas con independencia de que lo merezcan o no. A otros, en cambio, les cuesta un poquito más entrar por los ojos de los compradores que, sin embargo cuando finalmente se deciden, quedan muy satisfechos. El Honda Accord se encuentra en este segundo grupo, lo cual no le ha impedido perdurar a lo largo de los años en el mercado llegando ya a su octava generación. El modelo actual, a la venta desde 2008, fue sometido a un pequeño restyling hace algo más de un año para depurar su imagen, obteniendo como resultado un vehículo de aspecto sobrio e imponente que en Autonocion hemos estado gustosos de probar: Honda Accord 2.2 i-DTEC.
Diseño Exterior
Tal y como os comentaba, estamos ante el octavo Honda Accord de la historia. Ante el reto de impulsar las ventas de un vehículo que posiblemente se halle en la recta final de su vida, Honda debe luchar contra los elementos. El segmento de las berlinas ya de por sí tendente a la baja, nunca ha sido especialmente bondadoso con el Honda Accord. Para que os hagáis una idea, por ejemplo, la relación de ventas con un Opel Insignia [Ver Prueba Opel Insignia] es de 1 a 10.
Esto ha llevado a la marca nipona a centrar sus esfuerzos en Europa a modelos que gozan de mayor aceptación en nuestro mercado, como son el Honda Civic [Ver Prueba Honda Civic] o el Honda CR-V [Ver Prueba Honda CR-V].
¿Existe alguna razón objetiva que justifique este discreto éxito? Analizando punto por punto podemos decir que el aspecto estético no parece que sea la causa. Nos encontramos ante una berlina de 4.725 mm de longitud por 1.840 mm de anchura y con una altura de 1.440 mm. Está dentro de la media aunque los modelos del segmento cada vez superar con más facilidad los 4,80 metros.
El frontal se caracteriza por una parrilla pentagonal de tres franjas cromadas que da paso a unos faros bastante planos, sin apenas concesión para detalles. Todo en la línea clásica que define al Honda. De perfil, la cintura del vehículo describe una línea recta ascendente hasta el maletero, con los intermitentes integrados en los retrovisores. Visto desde la parte posterior, lo que más destaca es la sensación de anchura del Accord, algo que también ocurre desde delante. Los pilotos traseros, en consonancia con los delanteros, son muy sencillos, rectos.
Diseño Interior
Nos montamos en el Honda Accord y lo primero que llama nuestra atención es la baja posición de conducción. Aporta un extra de deportividad pero puede que haya conductores a los que les resulte incómodo. No es precisamente mi caso, porque además el volante se puede ajustar perfectamente en altura y profundidad, con lo que rápidamente encontramos la posición idónea.
El aspecto de los materiales es muy bueno. Desde mi punto de vista, la ventaja que tenemos cuando nos “enfrentamos” a un Honda, es que sabemos que no nos vamos a encontrar plásticos ni remiendos chapuceros, puesto que las versiones más básicas ya incluyen cuero en los acabados y remaches bien conseguidos. Evidentemente esto supone prescindir de una versión de acceso más rebajada de precio, pero ésa es la política de Honda.
Los asientos delanteros son muy confortables y envolventes. Sin ser de cuero, en nuestra unidad pudimos comprobar de primera mano la elevada calidad de los acabados y los tejidos. El espacio es suficiente en las plazas delanteras, y la ubicación de los mandos me ha resultado satisfactoria. Como plus a ese aire deportivo del Accord, la palanca de cambios es extremadamente corta, dando más juego a la hora de practicar una conducción más radical. ¿Dónde hemos visto algo parecido anteriormente? Efectivamente, en el Mazda MX-5 [Ver Prueba Mazda MX-5], el roadster por excelencia.
El salpicadero despeja cualquier tipo de duda sobre el toque clásico y convencional del Honda. Monocromático en negro, no hay lugar para el detalle ni la innovación estética. Cuestión de gustos, sin duda, pero a mí me parece lo mejor. Los botones, los imprescindibles para manejar todas las funciones del vehículo sin convertirlo en un panel de instrumentos indescifrable.
Los asientos traseros del Honda Accord se abaten con un sencillo movimiento y ofrecen un espacio de carga algo más amplio y diversas opciones de organización, (con hasta 1.183 litros de capacidad en la versión Tourer). En esta zona encontrarás varios detalles útiles como ganchos de sujeción para inmovilizar el equipaje, una bandeja cubre maletero que tapa de forma segura el contenido del maletero. Dispone también de compartimentos bajo el piso que aportan espacio adicional. Por el contrario, la guantera principal no es muy grande pero dispone de cerradura.
Tanto a las plazas traseras como al maletero se les puede poner algún “pero”. La quinta plaza presenta demasiados obstáculos para ser ocupada con comodidad. Asiento y respaldo excesivamente duros, al margen de que el espacio para las piernas está mucho más limitado. En cuanto al maletero, la pega principal que le veo es la forma irregular, que nos impide organizarlo de forma convencional. En cuanto a la visibilidad, por delante es fantástica, quedando algo más reducida la visibilidad trasera, especialmente a la hora de hacer maniobras.
Equipamiento
El Honda Accord está disponible en cuatro niveles de equipamiento distintos denominados Elegance, Lifestyle, Executive Piel y Luxury. Nuestra unidad de prueba se correspondía con el acabado Lifestyle y destacaba por los siguientes elementos de serie: Climatizador automático de doble zona, Retrovisores de ajuste eléctrico y calefactables, Control de velocidad de crucero, Radio CD con 6 altavoces con mandos al volante, Luces antiniebla delanteras, Volante y pomo de cambio en piel, Puerto USB, Manos libres con Bluetooth, Sensor de luz y lluvia y Retrovisor interior antideslumbrante automático.
Ponerle de nota un 7 a esta maravilla de coche es no tener ni idea. Encima un 7 al motor…. En fin, poco más que decir.
Ya sabemos donde no hay que perder el tiempo. Vaya comentarios, dudo que haya habido prueba.
Gran coche que después de diez años funciona de maravilla con un aspecto que no le envidia a los actuales y a los de su época los envejece .