Hasta aquí el equipamiento es compartido con la versión Elegance. Si echamos un ojo a los elementos exclusivos de nuestro Accord, habría que señalar las llantas de aleación de 17″, los faros de xenón duales HSS con sistema de gestión automático de las luces de carretera, la luz de giro activa, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sistema de Audio Premium con cargador frontal de 6 CD – compatible con MP3 y subwoofer, y 10 altavoces.
En la consola central dispone de un mando multifunción con el que se controlan distintas funciones, como la doble zona de climatización, el audio o la navegación por satélite, esto último en aquellas versiones que lo lleven, no era nuestro caso.
En la pantalla LCD multi-información/ordenador de viaje situada bajo el velocímetro se muestran todos los datos de distancia recorrida, temperatura exterior, distancia hasta llegar al destino e incluso un recordatorio de la próxima revisión de mantenimiento. Gracias al sistema de manos libres con Bluetooth y mandos en el volante puedes realizar llamadas con toda seguridad y hablar a través del micrófono y los distintos altavoces instalados en el coche.
Para la versión más alta, Luxury, viene de serie el navegador con cámara de visión trasera que muestra lo que tiene el coche detrás en la pantalla del propio navegador por satélite. Es una pena que en versiones inferiores no encontremos navegador, ni siquiera como opción, pues en este apartado muchos rivales aventajan al Honda, como por ejemplo el Peugeot 508 [Ver Prueba Peugeot 508] que lo equipa prácticamente desde algunas versiones de acceso.
El Honda Accord integra faros de xenón duales. Estos faros, basados en la tecnología de xenón, solo necesitan un juego de bombillas que es común tanto para las luces de carretera como para las de cruce, lo que proporciona la máxima iluminación en ambas posiciones. El sistema de luces de carretera automáticas (HSS) evalúa las condiciones de conducción y cambia a luces de cruce automáticamente en caso necesario. El sistema de luz de giro activo (ACL) ilumina las maniobras a baja velocidad desde el momento en que el conductor acciona el intermitente o gira el volante.
Como curiosidad, el Accord presenta una luz ambiente interior de color azul que ilumina el habitáculo a los pies del conductor y su acompañante. La variedad cromática de la berlina de Honda está limitada únicamente a 6 colores, siendo gratis el blanco y con un sobrecoste los otros cinco inferior a 500 euros. Si queremos, eso sí, podemos darle un toque un poco más radical con el paquete deportivo que incluye paragolpes delantero y trasero únicos, así como unas taloneras específicas.
Motorización y comportamiento
El Honda Accord está disponible en versión diésel o gasolina. En gasolina, está disponible en la versión i-VTEC de 2.0 litros que aúna a la perfección potencia y ahorro de combustible con un consumo de tan sólo 6,9 l/100km según cifras oficiales para el manual, incrementándose algo en el caso del automático.
Por lo que respecta a la versión diésel que nos interesa analizar en estos momentos, el 2.2 i-DTEC es un motor de 2.2 litros de aluminio, más limpio, refinado y silencioso que su predecesor, pero con igual rendimiento de 150 CV (110 kW) y un par motor de 350 Nm, lo que proporciona una experiencia más deportiva y mejora el ahorro de combustible. El nuevo sistema de inyección multifase garantiza la continua adaptación del motor a las condiciones de conducción puesto que libera menores cantidades de combustible después del impulso principal. Estas inyecciones complementarias convierten al i-DTEC en un motor diésel más suave y silencioso que muchos otros y hacen de su conducción una experiencia más gratificante.
En cuanto a la suspensión, la delantera de doble brazo oscilante y la mayor rigidez de la carrocería hacen que la respuesta del vehículo a las órdenes del conductor sea más precisa y rápida. El resultado es que nos encontramos ante un coche en el que notamos las imperfecciones del terreno, pero sin que llegue a resultar molesto.
El control de estabilidad y tracción del vehículo (VSA) es un sistema que tiene en cuenta la proporción necesaria de potencia, fuerza de frenado y agarre de los neumáticos para evitar deslizamientos y aportar el máximo control. Funciona junto con la distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD). Por ejemplo, si conduces con remolque, la sensibilidad del sistema de estabilidad del remolque (TSA) te permitirá detectar y reducir el balanceo del vehículo y el remolque.
Ponerle de nota un 7 a esta maravilla de coche es no tener ni idea. Encima un 7 al motor…. En fin, poco más que decir.
Ya sabemos donde no hay que perder el tiempo. Vaya comentarios, dudo que haya habido prueba.
Gran coche que después de diez años funciona de maravilla con un aspecto que no le envidia a los actuales y a los de su época los envejece .