Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El HR-V es una propuesta interesante si se busca un interior muy amplio y versátil acompañado de un maletero muy grande. La mecánica diésel lo mueve muy bien gastando muy poco. El precio es uno de los problemas, muy superior al de sus rivales y aunque la dotación es completa, no resulta una ventaja.
El Honda HR-V no es uno de los crossovers pequeños más vendidos en el mercado español pero analizando sus características principales debería estar un poco más arriba en los rankings de matriculaciones por méritos propios.
Quizás por desconocimiento o tal vez por unas tarifas algo elevadas, el Honda HR-V no es un vehículo común en nuestras carreteras aunque en otros mercados europeos e internacionales la situación es bien distinta, siendo uno de los productos preferidos del público.
Para el desarrollo del HR-V, Honda realizó algunas modificaciones a la plataforma del Jazz para conseguir una mayor distancia entre ejes y de paso poder añadir el sistema de tracción total a las cuatro ruedas y la mecánica híbrida, dos opciones no disponibles en Europa pero sí en otros mercados.
Encuadrado en la parte alta del segmento B-SUV, el Honda HR-V tiene tantos buenos argumentos que incluso en ciertos aspectos es capaz de superar a los productos compactos, especialmente si hablamos del espacio o la capacidad de carga.
Durante una semana he tenido la posibilidad de probar un Honda HR-V 1.6 i-DTEC 120 CV Executive y debo reconocer que me ha sorprendido por varios motivos, especialmente aquellos relacionados con la mecánica. Si quieres conocer todos sus secretos, solo tienes que seguir leyendo.
DISEÑO
La estética suele ser una de las razones principales de compra junto con el precio. Si un coche entra por los ojos está claro que tiene mayores posibilidades de venta que otro algo más anodino e insulso. Esto es algo que sucede en la mayoría de los casos pero también existe un cliente que busca un automóvil discreto y sencillo que no llame la atención.
El HR-V no se puede decir que haga girar cabezas a su paso pero al menos no resulta feo. Durante los días que lo he probado varios curiosos se han acercado con la intención de conocerlo un poco más en profundidad, reconociendo que no sabían de la existencia del modelo (se necesita algo más de publicidad).
Con una longitud de 4,3 metros, es de los B-SUV más grandes y generosos en proporciones hasta el punto de que muchos podrían situarlo como un rival de los Nissan Qashqai o Nissan Ateca… y aunque no son exactamente competidores, sí puede surgir la duda entre unos y otros.
Desde luego el HR-V presume de mayor empaque que un Renault Captur, Peugeot 2008 o Citroën C4 Cactus, quizás también por las formas tan marcadas de su carrocería y un frontal más agresivo de lo normal. La zaga por otro lado es algo más sencilla, dejando a los pilotos que sean los que pongan la nota diferenciadora.
INTERIOR
Lo mejor del HR-V está en su interior. Nada más abrir la puerta te recibe con un salpicadero de diseño sencillo en el que las generosas y alargadas salidas de aire llaman la atención. También la consola central inferior flotante resulta diferente (es algo muy Volvo) y aunque deja la palanca de cambios en una posición muy cómoda, no resulta práctica para dejar objetos debajo o realizar las conexiones de dispositivos (ahí están las tomas USB, 12v, etc).
Como dictan las modas actuales, el sistema multimedia cuenta con una pantalla táctil de buenas dimensiones. Incluye sistema de navegación, control por voz, cámara posterior, bluetooth y varios USB pero no resulta nada intuitiva en su manejo, con demasiados sub-menús a los que habrá que acostumbrarse. En una semana no he terminado de dominarlo por lo que requiere cierta paciencia.
La instrumentación me ha gustado por los relojes de grandes dimensiones pero tiene ciertos detalles mejorables. Además de estar en 3D (y resulta algo rara), la pantalla LCD del ordenador de viaje tiene una resolución pobre y se percibe anticuada. Quizás en un futuro reciba una más moderna y acorde a los tiempos actuales.
Por todo el habitáculo hay repartidos muchos huecos para dejar objetos. En general son de buena tamaño y permiten vaciar los bolsillos aunque ninguno cuenta con suelo de goma que evite el deslizamiento de los mismos. Entre los asientos hay un generoso hueco que puede transformarse en porta-bebidas, una solución ingeniosa y práctica.
La calidad de terminación está en un nivel intermedio entre los modelos de su clase. Los plásticos elegidos son duros casi en su totalidad pero Honda ha sido inteligente revistiendo en tela la superior de las puertas (aunque tengo dudas de cómo envejecerá) y añadiendo una moldura central en cuero para el salpicadero. Los ajustes son correctos y durante la prueba no he escuchado «grillos» ni ruidos parásitos.
EQUIPAMIENTO/PRECIO
La oferta actual del Honda HR-V no es demasiado extensa. Se pueden elegir tres niveles de acabado denominados Comfort, Elegance y Executive, siendo este último el que corresponde a la unidad cedida por Honda Automóviles España.
En seguridad este tope de gama incluye los faros LED (sólo para las cortas), SmartBeam, alerta de cambio de carril, aviso pre-colisión, lector de señales de tráfico, control de crucero con limitador, faros antiniebla, múltiples airbags, controles de tracción y estabilidad, anclajes ISOFIX, etc.
El resto de la dotación suma el climatizador dual, asientos delanteros calefactables, sensores de luz y lluvia, cámara posterior, sistema de navegación (sin Apple CarPlay), acceso sin llave, arranque por botón, un enorme techo solar panorámico, llantas de aleación, retrovisores abatibles, sensores de parking delanteros y traseros, cristales tintados, etc.
El precio recomendado de la versión probada, HR-V 1.6 i-DTEC 120 CV Executive es de 29.050 € a los que habría que sumar los 550 € que cuesta la pintura exterior en blanco perlado. Si se financia con la marca se pueden descontar 1.100 €, dejando el precio de este tope de gama desde los 27.950 €. Respecto a sus rivales, es una opción muy cara y al nivel de los C-SUV, siendo una de las razones por las que no se venden más unidades al mes. Apretando algo en los concesionarios de todas formas puede reducirse un poco más esa tarifa.
HABITABILIDAD/MALETERO
Una de las principales bazas del Honda HR-V está en su ingenioso interior. La firma japonesa ha destinado muchas horas de trabajo para hacer de este crossover un automóvil cómodo, práctico e inteligente, adoptando soluciones tan interesantes como los asientos posteriores «Magic Seat» que permiten plegar la banqueta sobre el respaldo para dejar un hueco de carga extraordinario de 1,24 metros de altura.
Las plazas delanteras tienen espacio más que suficiente para que dos adultos viajen cómodos, con una anchura generosa y una altura libre para las cabezas correcta incluso con el techo solar panorámico de esta unidad (si mides más de 1,90 metros quizás debas probarlo antes). Los asientos son amplios y confortables pero carecen de regulación lumbar.
En las plazas traseras el espacio para los rodillas es muy bueno y aunque no es el más capaz del segmento, sí está entre los mejores. Será muy complicado que un adulto de generosa estatura roce con el respaldo delantero. La anchura sin embargo es más limitada, siendo algo estrecho para tres personas. Lo bueno es que esa plaza central no es demasiado incomoda (el túnel de transmisión deja un escalón pero no es excesivo).
La capacidad de maletero, con 470 litros mínimos, es sensacional para el segmento y mejor que la de muchos crossovers compactos. Es posible ampliar el volumen abatiendo los respaldos posteriores (queda una superficie plana de 1,85 metros) e incluso se puede abatir también el respaldo del asiento del acompañante, dejando sitio para objetos largos de 2,4 metros.
Con todo lo mencionado, el HR-V es sin duda la opción más versátil del segmento. Quizás algunos podrían echar de menos una banqueta posterior deslizante pero es un sistema incompatible con el «Magic Seat». Otro detalles que agradecerán los usuarios es un borde de carga bastante bajo, algo que ayuda cuando hay que introducir objetos pesados.
MECÁNICA
Los interesados en el HR-V podrán elegir en el mercado español entre el motor 1.5 i-VTEC de 130 CV o el diésel 1.6 i-DTEC de 120 CV. Ambos llegan de serie con el sistema de tracción sencillo al eje delantero y la caja de cambios manual de seis velocidades, dejando para el gasolina la opción de una transmisión automática de tipo CVT.
Volviendo a la unidad probada, hace uso del bloque diésel con 120 CV en combinación con la caja manual de seis velocidades y el sistema Stop&Start. Es una mecánica fabricada en aluminio con cuatro cilindros, 16 válvulas, turbo de geometría variable, intercooler e inyección directa.
Actualmente la firma ofrece este motor en los Civic Tourer, HR-V y CR-V aunque para mediados del año que viene también se ofrecerá en la última generación del Civic con pequeñas mejoras que lo harán más refinado y frugal.
La variante de este bloque que llevan actualmente los HR-V destaca por la suavidad de funcionamiento, una sonoridad bastante controlada (aunque es fácil escuchar el ruido del motor, no resulta molesto) y una capacidad para empujar sensacional por encima de las 1.600 rpm.
El crossover es capaz de moverse con mucha soltura en cualquier situación y en caso de requerir una mayor aceleración bastan con bajar una marcha para conseguir esa fuerza extra (el tacto del cambio me ha gustado mucho, además de estar muy bien situado). En modo ECO resulta un poco más perezoso pero es algo normal en los coches que equipan varios modos de conducción.
Además de presumir de unas prestaciones sensacionales, el HR-V no gasta nada, siendo uno de los turismos más frugales que he probado en los últimos meses. En concreto durante la prueba ha gastado sólo 4,6 L/100 (el ordenador apenas registra error), un dato excelente para haber recorrido bastante ciudad y autopista, y algo de secundarias.
Sin necesidad de esforzarse mucho es complicado superar los 5,0 L/100 en un uso variado y, si te lo propones, es factible rondar los cuatro litros cada cien kilómetros por vías secundarias. En ciudad sin demasiado tráfico ha necesitado 5,1 L/100, 5,5 cuando el tráfico se complicaba en exceso. Incluye sistema Stop&Start de serie y no me ha parecido que sea necesaria su desconexión aunque no es de los mejores que he probado.
Ficha técnica
Version | 1.6 i-DTEC 120 CV Executive |
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Cilindrada | 1.597cc |
Potencia | 120 CV a 4.000 rpm |
Par | 300 Nm a 2.000 rpm |
Peso | 1.324 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4294 / 1772 / 1605 |
Volumen Maletero | 470 / 1.533 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,0 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,3 seg |
Velocidad máxima | 192 km/h |
Consumo homologado | 4,1 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 108 gr |
Precio de partida | 29.050 € (1.6 i-DTEC Executive sin descuentos) |
COMPORTAMIENTO
Si te gustan los crossovers pero no quieres renunciar a un nivel de confort elevado y unas reacciones bastantes ágiles, el Honda HR-V debería ser uno de los candidatos en tu lista de posibles. Honda ha realizado un buen trabajo con las suspensiones, logrando un acertado equilibrio general.
A pesar de haber usado un tarado de suspensión algo duro, la amortiguación permite que se produzca cierto balanceo de la carrocería para garantizar mayor suavidad y reducir la sequedad de reacciones que se da, por ejemplo, en un Mazda CX-3. Filtra bien las irregularidades y los pasajeros traseros no deberán lidiar con brusquedades o pequeños rebotes cuando se superan los muchos resaltos instalados en las ciudades.
Me ha gustado la sensación de seguridad y aplomo general del HR-V en cualquier circunstancia y cuando llegan las curvas se recupera muy bien de los cambios de apoyo. Quizás esa oscilación de la carrocería requiera un pequeño periodo de adaptación para el conductor pero, una vez entendidos los límites, podrás rodar muy rápido. Es en general ágil aunque en términos de eficacia dinámica el citado CX-3, el nuevo Arona o los 2008 sean superiores.
El tacto de la dirección es correcto, con una asistencia cómoda en ciudad y correcta en autovías que no requiere de constantes correcciones para mantener la trayectoria marcada. El sistema de alerta de cambio de carril no actúa sobre ella, de manera que sólo escucharás un pitido (además de una advertencia en la instrumentación).
Al no ser especialmente voluminoso y grande, el HR-V se defiende muy bien entre el tráfico urbano. La postura al volante sobre-elevada permite llevar un mejor control del entorno y sólo la vista 3/4 trasera está algo limitada debido al ancho pilar C. Eso sí, con los sensores delanteros, traseros y la cámara posterior se estaciona sin el menor problema.
El sistema de iluminación en el acabado Executive incluye los LEDs para las cortas pero las largas confían en las halógenas «de toda la vida». Es una pena que no se hayan usados ledes también para las largas dado que se percibe muy claramente la diferencia entre ambas bombillas. El asistente SmartBeam me ha parecido muy eficaz, siendo de los mejores que he encontrado en coches de este precio.
Otra furgoneta
Javier Córdoba