Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.3
Notable
El Hyundai i10 se mantiene como una de las mejores opciones del segmento A a pesar de sus años. Es amplio, su equipamiento completo y la mecánica 1.2i 16v con 87 CV da bastante juego fuera de la ciudad. Hay cosas mejorables como la dotación de seguridad o una suspensión de tarado blando pero en conjunto sigue siendo de las alternativas más equilibradas.
El Hyundai i10 de segunda generación lleva desde el año 2013 conquistando el corazón de los usuarios. Es un producto de elevado éxito comercializado en una gran variedad de países y disponible en dos tipologías según la región: i10 y Grand i10, este último algo más grande, espacioso y de estética más tradicional.
Las unidades que llegan a Europa destacan por su diseño fresco, juvenil y al mismo tiempo elegante. Siempre con carrocería de cinco puertas (fuera de Europa hay un sedán pequeño), destaca por su cuidada presentación interior, unas posibilidades de equipamiento razonables y una correcta habitabilidad.
He tenido la oportunidad de probar una unidad de este urbanita y me ha sorprendido por su equilibrio general. Se trata del i10 1.2i 16v Tecno con caja de cambios automática, una de las versiones más caras de la gama pero que compensa ese sobreprecio con una dotación completa y una mecánica muy solvente.
DISEÑO
A pesar de contar con cinco años a sus espaldas, el pequeño i10 de Hyundai está envejeciendo realmente bien. Gracias al lavado de cara realizado en agosto de 2016, el urbanita se mantiene actual. La parrilla, la ubicación de las luces diurnas por LEDs o los paragolpes fueron algunos de los elementos que se modificaron, logrando un conjunto más moderno.
Según el acabado el i10 puede tener una presencia más o menos cuidada. En las terminaciones más completas todos los elementos de la carrocería están pintados, se incluyen llantas de aleación de 14 ó 15 pulgadas, cristales tintados, faros antiniebla e incluso el pilar B lleva un adhesivo negro que realza las formas. El nivel Tecno probado incluye todos estos elementos.
Aunque por sus formas no lo parece, el i10 es un automóvil muy pequeño. Mide solo 3,66 metros de longitud (menos que un Opel Adam) y posee cinco puertas que facilitan el acceso al habitáculo. Es cierto que los Aygo/108/C1 tienen unas dimensiones más recortadas pero las puertas traseras son muy pequeñas de tamaño.
INTERIOR
Unas de las mayores virtudes del i10 está en el interior. El diseño del salpicadero es elegante y muy correcto, presentando además una terminación muy buena hasta el punto de parecer de un segmento superior. Según la terminación gran parte de la parte central puede ir terminada en un color a contraste (gris, rojo, azul o beige), añadiendo mayor sensación de calidad percibida.
Con el lavado de cara se incorporó un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de siete pulgadas en las versiones más completas. Incluyen Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth y toma USB, además de mandos en el volante para su control. Los más caros también llevan el sistema de navegación integrado y los sensores de aparcamiento traseros.
La instrumentación es muy sencilla en diseño pero de fácil lectura. Incluye un reloj grande para el velocímetro, un cuenta-vueltas y nivel de gasolina, además de un ordenador de viaje con datos de consumo, velocidad media, autonomía restante, tiempo de uso, temperatura exterior, etc. Se maneja de forma sencilla desde un botón en el volante. En general transmite más seriedad que en modelo rivales que buscan un toque más informal para ganar a la clientela más joven.
Por el habitáculo hay repartidos varios huecos porta-objetos y curiosamente, la mayoría de ellos tienen buen tamaño. Las bolsas de las puertas son muy utilizables, en la consola central inferior se puede dejar el móvil y también hay dos prácticos posa-latas. Quizás se eche de menos un apoyabrazos central pero no es muy habitual en el segmento A.
La palanca de cambios queda muy a mano y aunque en esta unidad con caja automática puede no ser especialmente importante, sí lo es en los manuales. El sistema de climatización puede ser manual o bien automático. En este último caso hay que alabar su buen funcionamiento, con una capacidad de para enfriar rápido excelente.
HABITALIDAD
El Hyundai i10 es un urbano homologado para poder llevar hasta a cinco pasajeros en su interior. Lógicamente con unas medidas tan recortadas será complicado que cinco adultos puedan sentirse cómodos pero no lo hace mal en el caso de que sean cuatro, especialmente por sus buenas plazas delanteras.
Con dos asientos muy cómodos y con tapizado agradable, el i10 permite viajar sin sensación de estrechez. Es cierto que los dos ocupantes delanteros están bastante juntos pero el espacio queda bien delimitado. Hay buena distancia libre al techo para las cabezas y solo la consola central puede ser algo molesta si se es alto (se puede rozar con la rodilla según la posición).
En las plazas traseras me ha parecido correcto por espacio para las piernas (hasta 1,80 metros de altura) y la cota para las cabezas tampoco me ha parecido justa. La anchura para dos ocupantes es más que holgada aunque tres niños también podrán viajar de manera cómoda. La forma de la ventanilla puede ser algo agobiante para los más bajitos pero se agradece que tenga elevalunas eléctricos (se pueden bloquear para mayor seguridad).
La capacidad de maletero es de las mejores del segmento A, con un volumen que parte de los 252 litros y puede ampliarse hasta los 1.046 si se retira la bandeja y se abaten los respaldos traseros. La terminación en esta zona me ha parecido buena, posee iluminación y carece de toma de corriente.
EQUIPAMIENTO
La oferta del Hyundai i10 es bastante completa en el mercado español. Con el motor 1.2i 16v de 87 CV se puede optar por los acabados Tecno y Style. Si bien este último resulta sumamente completo, también eleva en exceso la factura final y lo acerca demasiado al segmento superior que puede ofrecer opciones más equilibradas.
Volviendo al nivel Tecno (Tecno Edition MY19 para ser exactos), de serie cuenta con climatizador automático, llantas de aleación, ordenador de viaje, luces diurnas por LEDs, sistema multimedia con pantalla táctil de siete pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth, volante multifunción forrado en piel y puerto USB.
Otros elementos estándar son los elevalunas eléctricos delanteros y traseros, cierre centralizado con mando, faros antiniebla, asiento posterior abatible por partes, cristales sobretintados, retrovisores térmicos, volante multirregulable, alarma antirrobo, reposacabezas activos, etc. Es una pena que no tenga control de velocidad, un elemento cada vez más demandado en todos los segmentos.
El precio recomendado del Hyundai i10 1.2i 16v 87 CV Tecno Edition 4AT se ha fijado en los 16.515 €, una tarifa muy elevada aunque no demasiado alejada de lo que ofrecen los rivales más directos. Si se añaden los descuentos actuales, el coste se reduce hasta los 12.915 €. Un Toyota Aygo 1.0i X-Cite con 72 CV y cambio robotizado sale por 13.100 € con descuentos mientras que el Kia Picanto 1.2i 85 CV GT-Line 4AT sale por 12.200 € aunque hay que sumar el sistema multimedia con pantalla de siete pulgadas.
MOTOR
La gama del Hyundai i10 para Europa se reduce al pequeño 1.0i 12v de 66 CV y el 1.2i 16v con 87 CV. En ambos casos se puede optar por la caja manual de cinco velocidades o bien por la automática con cuatro relaciones. En otras regiones también hay un diésel de 1,1 litros con 75 CV e incluso una alternativa 1.0 Turbo con 100 CV.
La unidad testada hace uso del bloque con cuatro cilindros y 1,2 litros de la familia Kappa. Es una opción interesante si se piensan realizar algunas escapadas ocasionales fuera de la ciudad e incluso viajes largos. No es que sobre potencia pero los 87 CV cumplen bastante bien para que se creen situaciones delicadas.
La transmisión automática con cuatro relaciones no es la mejor alternativa para el motor aunque debo reconocer que en autovías al circular a un régimen más elevado de lo habitual sorprende por su capacidad para ganar velocidad. A 120 km/h gira a unas 3.600 rpm, logrando cambiar de ritmo de manera casi instantánea.
La parte negativa es que hay mucho salto entre las dos primeras velocidades, y más aún entre segunda y tercera, lo que resta agilidad en tráfico urbano. Tampoco es especialmente rápida y no se ofrece ningún tipo de modo de conducción adicional por lo que siempre funciona igual. Se habría agradecido un modo ECO, el sistema Stop&Start y por supuesta una quinta relación para reducir la sonoridad (debo reconocer que no es molesto).
Los consumos dadas las circunstancias pensé que serían elevados pero se han mantenido en niveles razonables. En autovía lo normal es rondar los 6,5 L/100 que se incrementan hasta los 7,5 l/100 en ciudad y bajan hasta los 5,2 L/100 en carretera. Si se abusa del acelerador lógicamente se superan los 10,0 L/100 pero por lo general no gastan mucho.
Ficha técnica
Version | 1.2i 16v Kappa Tecno 4AT |
---|---|
Cilindrada | 1.248cc |
Potencia | 87 CV a 6.000 rpm |
Par | 120 Nm |
Peso | 1.036 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3665 / 1660 / 1500 |
Volumen Maletero | 252 / 1.046 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 13,8 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 11,1 seg |
Velocidad máxima | 166 km/h |
Consumo homologado | 6,2 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 141 gr |
Precio de partida | Desde 12.950 € con descuentos |
COMPORTAMIENTO
Con una distancia entre ejes recortada, unas dimensiones contenidas y unos neumáticos estrechos mucho aplomo no se puede pedir pero el i10 se conduce con suma facilidad y permite realizar viajes largos sin demasiado problemas. Su mayor enemigo es el viento lateral y cierta sensación de flotabilidad a velocidades algo elevadas.
En Hyundai han mantenido como prioritario el carácter urbano del i10 para poner a punto las suspensiones, y por eso permite acusados balanceos de la carrocería y una absorción de los baches muy buena (salvo los de buen tamaño). La eficacia queda en un segmento plano y parece un planteamiento lógico en un coche de sus características.
De todas formas no implica que el i10 tenga que ser usado siempre en ciudad. Puede circular por autovías a ritmos legales sin problemas, transmitiendo seguridad y unos niveles de confort muy buenos. En carreteras secundarias también se muestra muy correcto y es en tramos con muchas curvas donde requiere mayor atención rodando deprisa.
El tacto de la dirección me ha parecido correcto y creo que permite guiar con precisión al urbanita, facilitando a su vez las maniobras de aparcamiento. Estacionar precisamente es una de las ventajas al tener un radio de giro excelente, un tamaño contenido y buena visibilidad general.
La iluminación es mejorable. El i10 solo se comercializa con las luces halógenas sencillas y parece que en los tiempos de los LEDS resultan escasas. Se echa de menos al menos la opción de una alternativa más potente, algo que sí está disponible en modelos tan veteranos como el Fiat 500 (con xenón opcionales). De todas formas para uso urbano son suficientes.
Otro punto en el que queda por detrás de los rivales es en dotación de seguridad. Es cierto que cuenta con seis airbags pero se echan de menos la alerta de cambio de carril, el lector de señales de tráfico, detector de objetos en ángulo muerto, el aviso pre-colisión o la frenada automática en ciudad, todos ellos disponibles en algunos modelos rivales. Suponemos que con la nueva generación que se presentará en unos días se podrán incluir la mayoría de ellos.
Motor solvente
Habitabilidad-maletero
Caja automática con solo cuatro velocidades
Suspensión blanda