Cada vez van quedando menos coches para disfrutar en el mercado europeo a un precio asequible como este Hyundai i10 N-Line que te traemos hoy. Con los urbanos ya superando la barrera de los doce mil euros en sus versiones de entrada, es complicado y muy difícil de justificar el lanzamiento de alternativas algo más picantonas que terminen costando lo mismo que muchos compactos.
Actualmente solo Abarth y MINI se pueden permitir el lujo de ofrecer productos de carácter dinámico con tamaños muy por debajo de los cuatro metros a precios de compacto sin que eso importe a sus ventas. Son coches pasionales que por suerte todavía tienen un público muy fiel al concepto.
El Hyundai i10 N-Line en cambio lo tiene mucho más complicado y es junto al Kia Picanto con motor sobrealimentado el único automóvil del segmento A que ofrece un nivel de prestaciones interesante con un toque «racing»… que no deportivo. Y es que el surcoreano trata de mostrarse tan seguro que al final se olvida de sacarte una sonrisa.
He tenido la oportunidad de probar un Hyundai i10 1.0 TGDI 100 CV N-Line durante unos cuantos días y debo reconocer que te conquistará por su aspecto agresivo y pintón, unas prestaciones correctas y una pisada más propia de un coche de mayor tamaño…aunque la diversión no la encuentres por ningún sitio.
Diseño
Sin lugar a dudas el Hyundai i10 N-Line juega la baza del diseño para volver locos a los usuarios. El paquete deportivo con el sello «N» añade un toque fresco, juvenil y dinámico que le sienta de maravilla, destacando el frontal con las luces diurnas por LEDs muy llamativas en sus formas.
Poco o muy poco les gustará a los usuarios que de serie venga con ópticas principales halógenas y no se ofrezcan ni en opción unas con tecnología LED. Hoy en día incluso el Dacia Sandero, el coche más asequible del mercado, incluye sin coste este tipo de iluminación. Esperemos que en Hyundai tomen nota y pronto toda su oferta también incluya este tipo de bombilla.
Continuando con el diseño hay que destacar las bonitas llantas de aleación ligera que con 16 pulgadas no son exageradas y le sientan de maravilla. La carrocería en dos tonos, el alerón posterior, las salidas de escape cromadas o los cristales tintados son otros detalles que logran imprimir una imagen tremendamente atractiva al urbanita.
Interior
Ya en el interior cualquier Hyundai i10 gusta por la disposición muy correcta de todos los mandos, una presentación muy cuidada y unos materiales que si bien son siempre duros, transmiten solidez y buena calidad. Puestos a sacar pegas los paneles de las puertas podrían incluir algún tapizado que mejorase la sensación al tacto pero no me parece que sea algo determinante.
La instrumentación convencional sorprende en este modelo con relojes analógicos de estilo tradicional. Son muy legibles pero por lo que cuesta habría estado muy bien incluir la misma pantalla configurable que llevan los Hyundai i20, muy vistosa, agradable de leer y más acorde a los tiempos actuales.
Sí se incluye un interesante climatizador automático con mandos físicos que son muy sencillos de utilizar. Están a la altura correcta y resultan precisos. Un poco más arriba está el sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto, radio DAB … y sin navegador. De nuevo viendo el precio habría estado bien incluirlo de serie.
Repartidos por todo el interior hay varios huecos para dejar objetos que facilitan mucho las cosas en el día a día. Sorprende que siendo un coche tan pequeño transmita tanta sensación de espacio aunque si eres grande los asientos podrían parecerte algo justos de anchura. Lo bueno es que son cómodos y sujetan bien el cuerpo.
Habitabilidad
Al Hyundai i10 no se le pueden pedir más centímetros en el interior. Hay que reconocer que para ser un coche tan pequeño está muy bien aprovechado y podrán viajar sin demasiados problemas cuatro adultos. Un quinto invitado deberá ser muy menudo para no terminar enlatado así que lo mejor será que sea considerado como un cuatro plazas.
En las plazas delanteras hay suficientes centímetros hacia todas las cotas para no sentirse agobiado. Me ha gustado la postura al volante en general aunque el carácter más dinámico del coche no se corresponde con esa posición; es un urbano y se nota en todo. Eso sí, los pedales de aluminio ponen la nota racing al conjunto.
Las plazas traseras poseen elevalunas con accionamiento eléctrico, los cristales están oscurecidos y hay unas pequeñas bolsas en las puertas para dejar objetos. Lo que no tiene son conductos de aire directos y esto es una pena dado que las versiones destinadas a la India sí que los incluyen.
La capacidad del maletero arranca en unos interesantes 252 litros que se podrán ampliar hasta los 1.050 retirando la bandeja y los respaldos posteriores. Si tenemos en cuenta que mide 3,67 metros de longitud, es un dato muy bueno. Desde luego me ha parecido aprovechable y suficiente para escapadas de fin de semana o para realizar la compra semanal.
Equipamiento
El nivel de acabado N-Line es el único que se puede combinar con la motorización 1.0 TGDI de 100 CV. Es una terminación que busca ante todo la deportividad en su aspecto, jugando con el paquete estético exterior que siendo franco le sienta de maravilla. Las llantas, luces LED o detalles en rojo consiguen transformar a este pequeño.
En seguridad el i10 N-Line incluye la alerta y asistente de carril involuntario, lector de señales de tráfico, cámara de visión posterior, encendido automático de luces, Smartbeam, detector de fatiga, pilotos traseros LED, faros antiniebla, control de crucero con limitador, sensor de parking trasero y Hill Assist.
Otros elementos incluidos de serie son el climatizador automático, ordenador de viaje, espejos térmicos, cuatro elevalunas eléctricos, cierre con mando, apoyabrazos central delantero, asiento posterior abatible por partes, cristales tintados, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth, radio DAB, etc.
El precio de partida del Hyundai i10 1.0 TGDI 100 CV 5MT N-Line se ha fijado en los 20.220 € que es a priori una tarida desorbitada. Si se aplican descuentos se puede reducir hasta los 16.920 € que siguen siendo muchos euros. Es por esto que durante las líneas superiores se ha criticado el equipamiento; por lo que cuesta debería contar con faros LED, navegador y acceso sin llave entre otras cosas.
Sin embargo y a pesar de que resulta caro, no está mal situado en el mercado actual que tiene unos precios tan inflados que da para llevarse unos cuantos sustos. En el momento de escribir esta prueba, noviembre de 2021, la crisis de los semiconductores y chips ha conseguido situar los precios de los vehículos nuevos en prohibitivos, y además debiendo esperar muchos meses para recibirlo. Es la ley de la oferta y la demanda, y a día de hoy no hay coches disponibles.
Sabiendo esto y si se compara con el resto de vehículos rivales podemos ver que sale mejor parado el Kia Picanto con el que comparte motorización y muchos otros elementos. El motor de 100 CV aquí se puede elegir con el acabado GT-Line (desde 13.991 € con promociones) o el campero X-Line (desde 14.312 €). Si miramos un Suzuki Swift Sport con sus 129 CV se va hasta más allá de los 22 mil euros, es decir, una locura.
Motor
Bajo el capó el pequeño i10 N-Line esconde el conocido y muy utilizado en la alianza Hyundai-Kia bloque de tres cilindros con un litro y 100 CV de potencia en combinación con una transmisión manual con cinco relaciones. Puestos a pedir habría sido genial incluir la hibridación ligera (que sí está disponible en el i20) y/o una caja de cambios manual de seis velocidades. Problemas de espacio o económicos sin embargo no lo han permitido.
Este motor de un litro mueve francamente los 1.099 kg de peso de este pequeñajo. Los 100 CV cunden muy bien en todo momento aunque la transmisión de cinco velocidades podría mejorar sus desarrollos en las dos primeras marchas; están muy cerca y resulta algo incómodo al iniciar la marcha.
Tanto la capacidad para adelantar como cualquier otra maniobra de recuperación es bastante buena incluso en quinta, logrando mantener siempre una cantidad de energía destacable para responder con rapidez. Si te olvidas de mirar el velocímetro podrás encontrarte con multas de esas que te quitan medio carné de una sentada… e incluso penas de cárcel.
Precisamente esa agilidad con la que se mueve el i10 puede ser el punto de reclamo principal de este urbanita. Sirve para realizar viajes largos sin problemas manteniendo la velocidad de la vía con total naturalidad e incluso se atreve a ganar velocidad en puertos con fuerte inclinación… y viajando cuatro. Cunde mucho más que el 1.2 de 84 CV pero no siempre merecerá la pena el desembolso extra.
Los consumos registrados durante la prueba son correctos pero no sorprendentes. Lo normal es rondar los 6,0 L/100, algo menos si se no se realiza una conducción especialmente decidida. Cuando se toca el ciclo urbano sube hasta unos 7,5 L/100 y puede superar los 10,0 L/100 si te pones a jugar con la zona roja del cuenta-vueltas. En definitiva nada fuera de lo normal en un coche de este tipo.
Version | i10 N-Line |
---|---|
Cilindrada | 998cc |
Potencia | 100 CV a 4.500 rpm |
Par | 172 Nm a 1.500 rpm |
Peso | 1.099 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3675 / 1680 / 1483 |
Volumen Maletero | 252 / 1.050 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,5 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,4 seg |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Consumo homologado | 5,4 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 123 gr |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | Desde 20.220 € sin descuentos |
Comportamiento
El Hyundai i10 N-Line me ha parecido un pequeño muy interesante si se quiere un coche sencillo de aparcar y conducir en ciudad, y que sirva para realizar otro tipo de desplazamientos sin problemas. Muchos urbanos no hay que olvidar resultan muy justitos para afrontar viajes largos y aquí las prestaciones con 100 CV son muy solventes.
En vías urbanas la mayor dureza de la suspensión no pasa demasiada factura al confort. Al menos yo no he notado que resulte especialmente seco o brusco; sí me ha gustado que se tenga más controlada la carrocería en rotondas y giros acusados, reduciendo considerablemente los balanceos.
Lo importante en este caso es que a pesar de contar con las siglas «N» en su denominación no pienses que es un coche deportivo; su puesta a punto garantiza una pisada muy buena, está bien sujeto y balancea poco pero no es divertido. Se entiende que Hyundai no haya corrido riesgos con este coche dado que conseguir unas maneras más alegres habrían comprometido la seguridad y eso no puede ocurrir.
Es por tanto un coche con el que se puede viajar rápido y agarra bien. También se traga las curvas mucho mejor que cualquier otro Hyundai i10 pero no esperes las sensaciones que sí te puede dar un Suzuki Swift Sport o incluso un Abarth 595 básico. Este coche está lejos de esos dos en todo… aunque creo que no es nada malo.
En el mercado hacen falta productos urbanos que también sirvan para realizar otro tipo de trayectos más allá de los habituales en el día a día. Si a esto le sumas una carrocería pintona se puede ganar el favor de una minoría. De todos modos creo que la oferta de Kia con el Picanto es más apetecible y a un precio más razonable.
Creo que el Hyundai i10 N-Line es un coche caro pero necesario en el mercado. No todo el mundo necesita más espacio; tampoco cargar con una carrocería más pesada continuamente. Hay una parte de la población que valora mucho estos coches del segmento A y aunque hay que reiterar que nos parece caro, al lado del nuevo Toyota Aygo es casi un regalo… y es que no te puedes olvidar que el japonés aterrizará con 70 CV por 15.750 € financiando.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.4
Notable
La opción más prestacional de la gama Hyundai i10 aterriza con un motor solvente que sirve para cualquier tipo de desplazamiento y un andar muy correcto. Lo malo es que tiene un coste muy elevado y se echan de menos ciertos detalles de equipamiento. Lo que no admite crítica es su estética atractiva y muy pintona que gustará especialmente a los más jóvenes.
Lo bueno
- Buenas prestaciones
- Estética atractiva
- Muy manejable
Lo mejorable
- Faros halógenos
- Asientos estrechos
- Precio elevado