Lider
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.2
Notable
Refinamiento, silencio de marcha y consumos mínimos están garantizados en el nuevo Hyundai i20 1.4 CRDI 90 CV. En acabado Style no interesa por precio, siendo mucho más aconsejable optar por la variante Tecno
El segmento B siempre ha sido uno de los más importantes del mercado europeo. Modelos como los Ford Fiesta, Opel Corsa, Volkswagen Polo y Renault Clio están siempre entre los preferidos del público y son pocas las firmas generalistas que no tienen un modelo de ese tamaño en su portfolio.
Si se centra la atención en España, es el SEAT Ibiza el que mayor demanda recibe junto a los modelos mencionados más arriba. Visto el gran volumen que mueven año tras año, en Hyundai se han tomado las cosas muy en serio a la hora de renovar su i20.
Vaya por delante que la anterior generación del surcoreano cumplía con los requisitos mínimos que cualquier usuario medio podría desear, añadiendo además una política de precios agresiva.
Con la llegada de la nueva generación hace apenas unos meses, Hyundai ha dejado de lado la batalla de precios y opta por ofrecer un producto más completo en todos los sentidos, con un diseño moderno y más elaborado. No resulta en absoluto barato pero tanto por calidad como por equipamiento está a muy buen nivel.
Diseño exterior
Exteriormente del i20 anterior no queda nada. El frontal estrena una parrilla hexagonal de generosas dimensiones con marco cromado que es posiblemente el elemento que más críticas levanta, al no continuar las formas redondeadas del resto del coche. Las ópticas grandes con las luces diurnas por LEDS integradas ponen la nota tecnológica al conjunto.
Visto de perfil hay que destacar la bonita estampación de las puertas con el nervio lateral recorriendo todo el lateral, y el detalle pintado en negro del grueso pilar C, transmitiendo mayor deportividad al conjunto.
La unidad de las imágenes, con acabado Style, incluye muchos elementos cromados y unas bonitas llantas de aleación en 16 pulgadas que realzan la sensación de calidad, si bien hay que matizar que no es la terminación más interesante de la gama.
Diseño interior
Nada más abrir la puerta el i20 transmite calidad. El diseño del salpicadero es sencillo, muy práctico y con todos los mandos bien ordenados y al alcance de la mano. Los materiales elegidos para recubrir las superficies superiores están acolchados y resultan agradables al tacto, dejando los rígidos para aquellas zonas que no suelen toquetearse demasiado.
Tanto la presentación con tonos a contraste como los ajustes entre las diversas piezas merecen una buena nota, al igual que los muchos detalles que se incluyen para hacer el día a día más cómodo (guantera y asideros de techo con amortiguación, todos los botones con iluminación, parasoles con espejo y luz, etc).
La instrumentación del i20 Style es realmente completa e incluye un display multifunción con información del ordenador de viaje, diversos parámetros del vehículo, la alerta de cambio de carril involuntario y el intervalo de mantenimiento. Un gadget fantástico es el que avisa de que las ruedas están giradas, alertando de que pongamos la dirección recta antes de comenzar la marcha (imagina que tienes una plaza de garaje con una columna y no te acuerdas del giro de las ruedas).
El sistema de sonido integrado es otro de los elementos que más me ha gustado. Además de intuitivo y fácil de manejar, cuenta con bluetooth (muy sencillo de utilizar y cuando toca emparejar el móvil), puerto USB y mandos en el volante.
La única pega que se le podría poner al sistema de audio de serie es la imposibilidad de acceder a aplicaciones, un gadget muy de moda en la actualidad. La solución que ofrece Hyundai es un soporte para el Smartphone que además carga la unidad, o bien un navegador integrado con pantalla de siete pulgadas, cámara posterior y que desde hace unos días es de serie en Style (por tanto la información del sistema de sonido te vale si piensas en un acabado más sencillo).
Carlos Aracil de Sada