Comportamiento
Si hay algo que me va quedando claro con el tiempo es que hoy día los coches van mucho mejor que hace unos años. Las diferencias entre los mejores y los peores se ha reducido hasta el punto que incluso los que no brillan en este aspecto son capaces de brindar una conducción muy segura, noble y predecible. Lógicamente siempre hay alguna excepción pero hablando en general, la percepción es esa.
En el caso del i30 CW lo que más sorprende es el acertado compromiso obtenido en confort y estabilidad. Las suspensiones tienen un calibrado estupendo con el que se contienen los balanceos en curvas y giros rápidos al tiempo que al superar baches la respuesta no resulte brusca o seca. Lógicamente en rotondas o curvas muy cerradas si inclina pero es capaz de recomponerse rápidamente para seguir la trayectoria marcada.
La dirección asistida Flex Steer permite tres modos de funcionamiento. En “Confort” resulta muy suave y está indicada para circular por ciudad o a la hora de realizar maniobras de aparcamiento con mucha suavidad y sin esfuerzos. El modo “Normal” trata de lograr un buen compromiso entre facilidad y rapidez mientras que el Sport es el más “dinámico”. En la práctica las dos primeras resultan muy suaves y sólo la tercera consigue un tacto más adecuado para un uso plural, sin ser en ningún caso dura o pesada. No destaca en ningún modo por precisión, echando de menos una mayor capacidad informativa con menor “sabor eléctrico”.
A la hora de afrontar viajes largos el i30 me ha parecido un coche con una calidad de rodadura muy buena, por encima de la media. Apenas se perciben ruidos aerodinámicos, las suspensiones son cómodas y el filtrado muy bueno. Ni en aceleraciones fuertes la sonoridad es elevada y en todo momento se puede mantener una conversación con el resto del pasaje sin necesidad de elevar la voz.
En uso urbano se conduce con facilidad gracias a una generosa superficie acristalada que permite tener controlado al resto del tráfico incluso en cruces y accesos con poca visibilidad. Lo de encontrar aparcamiento ya es otra historia dado que los 4,5 metros de longitud pueden ser “demasiados”. Eso sí, una vez localices un lugar se aparca de manera rápida y sencilla gracias al sensor trasero apoyado por la cámara.
La iluminación de serie no me ha parecido que destaque por potencia. En términos generales me ha parecido suficiente pero en estos tiempos en los que el xenón y los LEDS son habituales, los halógenos de serie se quedan algo cortos. No hay SmartBeam ni función adaptativa en este acabado aunque todo esto sí es posible en los i30 5p con acabado Style y Pack Luxury. Es una pena que la carrocería familiar se tenga que conformar con una dotación más limitada.
Ficha técnica
Version | 1.6 CRDI 110 CV 6MT |
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Cilindrada | 1.582 cc |
Potencia | 110 CV a 4.000 rpm |
Par | 280 Nm a 1.500-3.000 rpm |
Peso | 1.388 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4485 / 1780 / 1500 |
Volumen Maletero | 528 / 1.642 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8,4 segundos en IV |
Velocidad máxima | 188 km/h |
Consumo homologado | 4,0 L/100 (5,5 L/100) |
Emisiones CO2 por km | 104 g/km |
Precio de partida | 26.475 €. Desde 18.500 € con descuentos (Black Line CRDI 110 CV Nav) |
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Relación valor/precio
7.6
Notable
Equilibrado en todos prácticamente todos los aspectos, el i30 CW responde a las necesidades de la mayoría de los usuarios apostando por una estética agradecida, buenos acabados, una dotación completa y un precio ajustado
Le falta el motor turbo de gasolina y 186cv
Para el público normal con este 110 CV diésel va más que sobrado