Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable +
Al igual que ya ocurrió con el Hyundai ix35, este modelo está llamado a ser todo un éxito. Es mucho mejor que su predecesor en aspectos fundamentales como la calidad percibida, equipamiento o refinamiento y además no es mucho más caro. Los Renault Kadjar, Nissan Qashqai y Volkswagen Tiguan tienen un duro competidor frente a ellos, especialmente porque los coreanos están seguros de su gran trabajo y, como todo Hyundai, cuenta con una garantía de cinco años.
El nuevo Hyundai Tucson es muy superior a su predecesor -el ix35- en todos los aspectos, algo lógico si tenemos en cuenta que tiene que plantar cara en el mercado a cada vez más modelos que llegan pisando muy fuerte, al tiempo que lucha por alcanzar a los que se mantienen líderes en las listas de ventas. Por ello, ahora estamos ante un Tucson más atractivo visualmente, con una calidad y un confort superiores y una oferta mecánica bastante variada y eficiente que se adapta a todos los gustos.
Lo cierto es que ha sido todo un acierto por parte de Hyundai el hecho de recuperar la denominación Tucson para su último todocamino compacto en Europa. El ix35 fue todo un éxito de ventas y sigue siendo uno de los vehículos preferidos de la categoría a pesar del paso de los años, por lo que encontrarle un sustituto con el mismo nombre requería un tremendo esfuerzo que podía no encontrar el beneplácito del público. De esta forma, sin embargo, han sacado un gran coche que deslumbra con nombre propio.
Tal y como reconocen en la propia marca, el Tucson es el modelo más importante de los cinco años siguientes a su lanzamiento, algo que se entiende perfectamente al ver los volúmenes de ventas que acumulan los SUV cada año, especialmente en el Viejo Continente. Para que os hagáis una idea, en este 2016 se han vendido 17.000 unidades del Tucson. ¿El secreto de su éxito? Con este modelo los coreanos han tratado de solucionar aquellos aspectos que a los clientes e interesados no les terminaban de convencer, escuchando las críticas una a una para conseguir un conjunto más deseable y completo.
Y es que si bien es cierto que hace unos años Hyundai era considerada por la inmensa mayoría del público como una firma que vendía únicamente por su bajo precio, a día de hoy estamos ante una marca que ofrece vehículos con numerosos atributos que los convierten en alternativas muy serias frente a sus rivales, todo ello manteniendo una relación precio-equipamiento excelente, como ya os comenté el otro día tras la prueba del Hyundai i10 2017. Dada su especialidad en nuestro mercado y la fuerte competencia a la que se enfrenta, he querido ser un poco más exigente con el Hyundai Tucson, probándolo sobre diferentes terrenos, haciendo un viaje de 2.500 kilómetros con él por Portugal y prestando especial atención a sus detalles y el reciente motor 1.7 CRDi con 141 CV. ¿Cumplirá con nuestras expectativas?
Diseño exterior
Exteriormente, el nuevo Hyundai Tucson luce una imagen más dinámica, agresiva y, sobretodo, europea. El frontal queda claramente marcado por su largo capó con dos pliegues laterales y la parrilla hexagonal con marco y lamas cromados de generosas dimensiones en cuyo centro, en posición privilegiada, se encuentra el logo del fabricante. Los alargados faros ahora pueden tener tecnología LED, aunque sólo para las cortas y opcionalmente en el acabado Tecno como esta unidad (de serie con el Style), empleando las halógenas tradicionales para las largas.
Bajo la calandra se ubica la matrícula, escoltada en sus extremos por dos angulosos recovecos que albergan en su interior las luces antiniebla y la iluminación diurna LED. Justo debajo de la misma, encontramos una pequeña rejilla de ventilación y unas protecciones para resaltar el carácter campero de este SUV.
Visto de perfil también se percibe más dinámico que antes. Tanto la estampación de las puertas como la caída del portón o el largo morro hacen que tenga una presencia sensacional, a lo que hemos de añadir numerosos cromados en algunos elementos como los tiradores de las puertas, el marco de las ventanillas o las protecciones inferiores para darle un toque de elegancia al conjunto. Respecto a las llantas, estas se esconden bajo unos robustos pasos de rueda y quizá resulten demasiado discretas. En mi opinión, incluso desmerecen un poco el conjunto por su diseño, contando con un tamaño de 17 pulgadas. Los neumáticos, por su parte, son unos Continental ContiPremiumContact 5 en medidas 225/60 R17.
Los raíles de techo son de serie con este acabado y los intermitentes se encuentran integrados en los espejos retrovisores.
Otro de los aspectos que te llamará la atención en una vista preliminar exterior serán sus nuevas dimensiones en comparación con el ix35, lo que repercute directamente en un interior más amplio y confortable como veremos más adelante. Así, el nuevo Tucson muestra una nueva vista lateral que crece hasta un total de 4.475 mm de longitud, 1.850 mm de anchura y 1.660 mm de altura, todo ello acompañado por una distancia entre ejes de 2.670 milímetros.
Hay que reconocer que los ingenieros del fabricante coreano han trabajado muy duro para que la estética robusta y musculosa de este SUV también exude altas dosis de agilidad y deportividad, y para lograrlo, la silueta del Tucson desciende suavemente hacia la parte trasera, contando con líneas más afiladas, unas superficies más lisas marcadas por los nervios superior e inferior y un spoiler trasero más largo y aerodinámico que crea la imagen de un perfil barrido hacia atrás.
En la zaga el aspecto musculoso se mantiene, presentando formas más horizontales y líneas claramente definidas junto a un portón liso que enfatiza la anchura del coche y da a este SUV compacto una apariencia de mayor estabilidad. Quizá la trasera del modelo sea uno de sus puntos fuertes, especialmente gracias a los estilizados pilotos con tecnología parcial LED que se ubican a ambos de la trasera, mordiendo el lateral. En la línea inferior encontramos las protecciones plásticas del paragolpes, los catadriópticos traseros y, justo entre medias de ambos, la tira de sensores de aparcamiento.
Sobre la luneta trasera encontramos una antena con diseño de aleta de tiburón, lo cual me parece realmente acertado; mientras que en el extremo inferior del paragolpes encontramos un discreto difusor que acoge la salida de escape. Por su parte, la zona central de la zaga contaba en nuestra unidad de pruebas con el logo de la marca en posición privilegiada y la cámara de marcha atrás entre éste y la matrícula. Por último, señalar que hay disponibles ocho colores para la carrocería.
Diseño interior
El habitáculo del nuevo Hyundai Tucson es, sin duda, una de sus mejores bazas. El aumento en las cotas del modelo se traduce directamente en un mayor espacio para los pasajeros y un aumento de la capacidad de carga, que se sitúa en los 513 litros de maletero equipando el kit anti pinchazos (488 litros con la rueda de repuesto temporal) y los 1.503 litros con la segunda fila de asientos abatida ¡Hasta el depósito de gasolina aumenta hasta los 62 litros!
Rápidamente encontrarás una postura de conducción cómoda ya que tanto las regulaciones del asiento (altura de la banqueta, posición del respaldo y apoyo lumbar para el conductor) como del volante (altura y profundidad) son amplias.
El diseño del salpicadero está claramente orientado hacia el conductor, buscando que éste tenga que desviar lo mínimo posible su atención de la carretera (basta con echar un vistazo rápido a la foto del interior para percatarse de ello). En él encontramos un marcado carácter dinámico para seguir atrayendo la atención de los consumidores, aumentando a su vez la sensación de calidad, refinamiento y empaque. No hay un solo elemento al que no se haya prestado atención y que podamos calificar de “malo”.
Así, su diseño simple se combina con diversos elementos metálicos combinados con materiales de tacto suave, calidad y líneas horizontales claramente definidas que albergan toda la botonería dividida en dos zonas diferenciadas: la de monitorización y la de control del climatizador.
Te costará encontrar algún tornillo visible, el maletero está perfectamente rematado y todos los mandos transmiten buenas sensaciones.
La primera de ellas está centrada exclusivamente en proporcionar la información a los ocupantes de la forma más clara posible, a través de la instrumentación para el conductor, los botones para controlar el sistema multimedia y el sistema de infoentretenimiento con una pantalla de 8 pulgadas en el centro del salpicadero, cuyo manejo resulta fácil, rápido e intuitivo. Bajo una clara línea que recorre a lo ancho el salpicadero está la zona de control del climatizador, con una consola central que se extiende hacia abajo y alberga diversos controles.
Según el nivel de acabado elegido, la consola entre los asientos podrá cambiar el diseño. Los más sencillos tienen un freno de mano tradicional, mientras que los altos de gama y los automáticos llevan el sistema electrónico con el que se gana en estética al dejar una superficie más limpia. Junto a él se recolocan diversos botones que tienen un uso más o menos frecuente, dejando los menos habituales bajo la salida de aire izquierda.
El volante multifunción es ahora más vistoso y alberga los mandos de control del teléfono, el equipo multimedia y el control de crucero y limitador. Como el resto de las interfaces del vehículo, es intuitivo y fácil de manejar, especialmente en lo que a la información del ordenador de a bordo a color se refiere. Tras el volante encontramos el cuadro de relojes analógico para la velocidad y las revoluciones, así como diversas informaciones útiles (temperatura del motor, nivel de combustible…).
En materia de confort y versatilidad, el Tucson también se lo pone difícil a sus rivales, con asientos de nueva factura que disminuyen el nivel de vibración al tiempo que gozan de una estructura más rígida y un nuevo diseño de los muelles y los paneles de espuma, logrando una mayor comodidad a la hora de hacer viajes largos o querer disfrutar de una conducción más ágil por carreteras reviradas. Además, este modelo ha crecido para lograr uno de los habitáculos más amplios del segmento.
Atrás, ha crecido en todas las cotas respecto al ix35, favoreciendo así a la postura de las piernas y la espalda; mientras que la forma en la que se puede abatir el respaldo resulta también más cómoda ahora, ya que se reclina mediante una palanca, además de abatirse para dejar un suelo plano. Respecto al acceso a las plazas traseras, este es tan sencillo como el de un monovolumen y, aunque las plazas son perfectas para dos adultos, en caso de viajar tres personas el espacio sí que resulta algo justo -y eso que es de los mejores en este aspecto del segmento-.
Por último y respecto al maletero, aunque ya he señalado sus cotas, he de mencionar que este está bien rematado, presenta unas formas regulares y tiene varios puntos de anclaje para sujetar la carga. La loneta que lo cubre transmite calidad, algo que no ocurre en algunos de sus rivales, y en los modelos más completos puede tener accionamiento eléctrico, aunque es algo lento tanto en la apertura como en el cierre.
Si bien es cierto que el Hyundai Tucson está muy bien rematado en su conjunto y el interior transmite solidez, con ausencia de crujidos extraños o vibraciones, hay que reconocer que el Kia Sportage -como rival directo y con el que comparte numerosos elementos- está mejor resuelto en algunos aspectos del interior, como el tapizado de las puertas, el tacto de algunos mandos o los controles de los elevalunas.
Motorización
Como ya os he comentado, para la prueba de largo recorrido elegí el Hyundai Tucson 1.7 CRDi con 141 CV asociado a la nueva transmisión automática DCT de doble embrague y siete velocidades, una mecánica y motorización que también usan algunos modelos de Kia y que ha sido objeto de una serie de modificaciones para su aplicación en el nuevo Tucson, aumentando la potencia y el par al tiempo que se reducen las emisiones.
Este propulsor, solo puede asociarse al mencionado cambio automático DCT y a la tracción delantera -para no pisarle las ventas al 2.0 CRDI con 136 CV- y genera 141 CV y 340 Nm de par, al tiempo que aumenta su eficiencia y reduce el nivel de NVH. Además, un nuevo turbocompresor de geometría variable controlado electrónicamente proporciona una sobrealimentación más eficaz para la respuesta al acelerador y el par a bajo régimen. El par máximo está disponible entre 1.750 y 2.500 rpm, lo que facilita la conducción en un margen muy amplio de velocidad.
Con todas las mejoras, este bloque es ahora más refinado, más prestacional y lo que es más importante, menos ‘tragón’, homologando un consumo combinado de tan sólo 4,9 litros a los 100 kilómetros (aunque la realidad es ligeramente superior, como os cuento a continuación). También las emisiones de CO2 son mucho menores, reducidas hasta 129 g/km (con la caja de cambios DCT y el sistema de reducción de consumo Integrated Stop & Go (ISG) de Hyundai).
Al presionar el botón de arranque, la mecánica diésel se muestra bastante silenciosa y las vibraciones no se hacen de rogar, haciéndose palpable el gran trabajo de los ingenieros de la marca al incorporar material absorbente del ruido en diversas partes de la mecánica y el interior. Es más, en carretera te molestará más el ruido de rodadura y del viento que el del propio motor, aunque en cualquier caso ninguno de ellos llega a ser molesto.
Su respuesta es más que aceptable gracias a los 340 Nm de par motor disponibles desde las 1.750 rpm y, a pesar de que no ofrece unas prestaciones extraordinarias, acelera de forma vigorosa y contundente hasta los 100 km/h en 11,5 segundos, además de mover con soltura los aproximadamente 1.470 kilos que presenta sobre la báscula el modelo.
Otro de los elementos clave en el confort de marcha es la transmisión automática DCT de doble embrague y siete velocidades que, si ya me convenció en otros modelos de Kia, en esta ocasión la veo realmente útil. Desarrollada por el propio grupo Hyundai-Kia, ofrece unos cambios suaves, rápidos y prácticamente imperceptibles cuando circulamos por carretera, aunque hay que reconocer que a la hora de maniobrar resulta un poco brusca y podría ser mejorable.
Hay que ser realista, no es el cambio DSG de Volkswagen (por ejemplo), pero su relación calidad precio es bastante buena y sin duda alguna no te defraudará en un modelo como el Hyundai Tucson. Además, ofrece la posibilidad de usarse en modo secuencial a través de la propia palanca -no cuenta con levas tras el volante-, reteniendo extremadamente bien a la hora de descender por pendientes empinadas. Si quieres un coche con cambio automático su elección es, sin duda alguna, un acierto.
Ficha técnica
Version | 1.7 CRDi 7DCT |
---|---|
Cilindrada | 1.685 cm3 |
Potencia | 104 kW / 141 CV @ 4.000 rpm |
Par | 340 Nm @ 1.750-2.500 rpm |
Peso | 1.470 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.475 / 1.850 / 1.660 mm |
Volumen Maletero | 513 (1.503) litros [kit antipinchazos] |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Consumo homologado | 5,4 / 4,7 / 4,9 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 129 g/km de CO2 |
Precio de partida | 17.790 euros |
Comportamiento
Una vez en el puesto de conducción del Hyundai Tucson, rápidamente percibirás que las cosas han cambiado notablemente respecto al ix35. De su habitabilidad ya os he hablado, así que ahora me centraré en estudiar las sensaciones al volante. Como os decía, esta unidad de pruebas equipa la tecnología de arranque sin llave, por lo que pulsamos el botón y rápidamente el motor se pone en marcha. Este motor diésel resulta algo ruidoso desde el exterior del vehículo, pero sin embargo en el interior apenas percibes este sonido (salvo en la franja alta de las revoluciones) gracias a la mayor utilización de material aislante.
Los primeros kilómetros nos sirven para apreciar que el Tucson se mueve con brío y refinamiento, sobretodo en carretera, pero en ningún caso notaremos vibraciones o crujidos en el interior. El chasis es ahora más rígido y cuenta con nuevos refuerzos, presentando un bastidor más afinado, una suspensión más firme que contiene mucho mejor las inercias; y el uso abundante de material absorbente en todos los pasos de rueda, las puertas o el marco de las ventanas, entre otros.
La nueva dirección asistida Flex Steer, por su parte, es ligeramente más agradable que en su primo hermano el Sportage, presentando un buen radio de giro (10,6 metros), una respuesta más directa y un mayor peso para que, a la hora de enfrentarnos a una carretera revirada con agilidad, lo hagamos con total confianza. A pesar de ello, resulta muy agradable en aparcamientos o a la hora de callejear en el casco urbano, sin ser demasiado asistida para carretera, lo que nos evita hacer constantes correcciones. Esta cuenta con dos modos de funcionamiento y, aunque se siente eléctrica, en tramos revirados se nota que su precisión ha aumentado al estar más cerca del eje delantero, permitiéndote enlazar curvas a más velocidad de lo que cabría esperar en un modelo de este segmento y transmitiendo al conductor sensaciones más propias de un modelo compacto que de un SUV de tamaño medio, aunque si bien es cierto no transmite toda la información necesaria como para poner a prueba su tracción y adherencia.
También contribuyen notablemente al confort en carretera la ausencia de balanceos y las suspensiones, que se muestran firmes pero tienen una excelente capacidad para filtrar las irregularidades del terreno. Y eso no quiere decir que resulten incómodas, sino que ponen de manifiesto que estamos ante un modelo enfocado a circular por carretera, no a la conducción off road, sin perjuicio de que el Tucson se desenvuelva cómodamente en caminos sin asfaltar de baja dificultad. En cualquier caso, es en carretera donde realmente lo vas a disfrutar por su comodidad a la hora de devorar kilómetros.
Por otra parte, merece la pena señalar que, la visibilidad, es buena prácticamente hacia todos los lados, pero peca ligeramente en la vista ¾ posterior, donde se queda algo justa. En ella hay una pequeña ventanilla lateral pero su funcionalidad es reducida si no hay un vehículo u objeto de grandes dimensiones, a lo que se suma un pilar D bastante grueso.
Esto en maniobras de aparcamiento no supone un problema si el modelo equipa la cámara trasera (todos llevan sensor de parking trasero) pero puede complicarte un poco la incorporación a algunas vías.
Por último y, a fin de poner a prueba sus dotes SUV, no quisimos dejar pasar la oportunidad de adentrarnos por firmes ligeramente irregulares con ascensos y trazadas fáciles, donde las mayores ventajas con las que juega el Tucson son su elevada altura y unas llantas de tamaño contenido (en este caso, claro). Por desgracia, esta motorización solo puede asociarse a la tracción 4×2, como ya he señalado con anterioridad, por lo que has de tener presente que no llevas un vehículo de tracción total y el modelo se va a quedar atascado en aquellas irregularidades en las que se quedaría cualquier otro vehículo con tracción delantera (barro, arena…).
Precio y equipamiento
El precio de nuestra unidad de pruebas, un Hyundai Tucson 1.7 CRDi 141 CV BLUED 4×2 DCT con acabado Tecno, pintura metalizada Micron Grey -450€- y Pack SKY SAFE -2.790€-, está disponible por 36.505 euros, a los que habremos de sumar un descuento de 2.250 euros (según la web oficial de Hyundai, precio final de 34.255 euros) y los posibles descuentos adicionales del concesionario y de la marca, como entregar otro Hyundai a cambio (-1.100 euros).
Por este precio podrás disfrutar de un SUV realmente equilibrado al que no le falta detalle, con un equipamiento de serie que incluye Airbag conductor y acompañante airbags laterales delanteros y de cortina, asiento del conductor con ajuste lumbar eléctrico, asientos delanteros y traseros calefactables, asientos de tela, Bluetooth, cámara de aparcamiento trasero con guías activas, capó activo para peatones, climatizador automático bizona con filtro de aire, conexiones USB y Aux, control de arranque en pendientes HAC y de descenso DBC, ESP, TPMS, TCS, techo solar panorámico, Flex Steer, equipo de audio con 6 altavoces, llantas de aleación de 17 pulgadas, llave inteligente con botón de arranque y detector de proximidad, sensores de luz y lluvia, sistema activo de cambio involuntario de carril, navegación y volante y pomo revestido de cuero, entre otros.
1.7 Turbo CRDi debe ser un Manjar❤️️
Es la misma que monta el Kia Optima y va de lujo en ambos con la DCT!
Buena Motorización
No te equivocas! ?
Muerte al diesel
Comprar un coche diesel a día de hoy es una gran cagada!
Tranquilo,luego saldrán llorando cuando quieran quitar los diesel de el mercado y dirán que nadie les había avisado
2025 diesel fuera. Es decir, 9 años. Cuando la mayoria de la gente ha terminado de pagar coche XD
Sergi GM si y entonces es cuando se lo va a cambiar y lo tendrá que vender y no le darán ni un duro por el.
Kia nitro
Super sensato comprarse un SUV gasolina para hacer kilometros….????….si señor. 2025 fuera diesel en madrid en todo caso y veremos como se cumple porque desde luego no va ser con esa conversación de barra de bar que teneis algunos.. respecto al coche bonito pero caro como la mayoria de suvs. Saludos