Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
El Infiniti Q60 aterrizó en nuestro mercado este 2017 para sorprendernos en términos de diseño y hacer que nos replanteemos si el trío alemán realmente es tan bueno como nos intenta hacer creer en términos de calidad. Puede que su gama mecánica o sus niveles de acabados sean escasos, pero lo cierto es que resulta una alternativa a tener en cuenta si te estás planteando la compra de un Mercedes, un Audi o un BMW.
Hay que ver lo bien que le está sentando a Infiniti la revolución de diseño que está padeciendo estos últimos años. Puede que no hablemos del fabricante de automóviles más conocido en España, pero la marca premium de Nissan ya goza de gran reputación en el mundo y en nuestro país poco a poco se va abriendo camino, con un crecimiento brutal en 2016 del 149% gracias a grandes productos como los Infiniti Q30, QX30 y Q50, los cuales poco a poco han conseguido hacerse con su buen trozo del pastel (los Q70 y QX70 se venden algo menos).
La compañía está centrando sus esfuerzos en ganar terreno a los alemanes en diversos segmentos, y si la primera ofensiva apuntó directamente al de los compactos y los crossovers, ahora es el turno de los coupés de tamaño medio. Sin embargo, recordemos que no es el primer coupé de la marca en España, pues entre 2007 y 2015 se vendió el Infiniti G37, un modelo que bien podríamos considerar como el predecesor del Q60 que nos atañe hoy.
En realidad, ambos modelos son completamente distintos y la nueva ofensiva de Infiniti es cautivar al cliente con diseño y calidad, ámbitos en los que destaca indudablemente. Aun así, la competencia es fuerte en el segmento a pesar de no haber muchos modelos, pues rivales como el BMW Serie 4, el Audi A5 Coupé o el Mercedes Clase C Coupé, más asentados en el mercado, no están dispuestos a ceder sus ventas al recién llegado.
Pero hoy mi tarea es haceros salir del ‘sota, caballo, rey’ de los alemanes hablándoos de un producto que lo cierto es que poco o nada tiene que envidiarles -es más, el motor que he probado incluso es de origen Mercedes-Benz…-. Les saca ventaja en algunos aspectos y se queda algo por detrás en otros, pero en mi humilde opinión, sí que resulta un rival para estos, dejando bastante atrás a su otro competidor nipón, el Lexus RC300h (que no el RC F, el cual es un producto mucho más redondo).
Diseño exterior
Está claro que uno de los puntos fuertes del Infiniti Q60 es la nueva filosofía de diseño creada por Alfonso Albaisa. La vista frontal luce la enorme parrilla típica de la marca, con el logo en posición central superior, justo donde acaba el abombado y característico capó del Q60. Su borde cromado se extiende hasta los afilados y tecnológicos faros, los cuales cuentan con iluminación Full LED.
En la parte inferior del afilado paragolpes, tampoco falta una segunda entrada de aire casi oculta tras el portamatrículas y dos faros antiniebla delanteros, los cuales se integran en un embellecedor plástico con detalles cromados. La tira de sensores de aparcamiento delanteros se ubica a media altura en este caso.
La vista lateral no es menos atractiva, con unos musculosos pasos de rueda y tres marcados nervios que lanzan toda la fuerza visual hacia la zaga -el superior, a su vez, integra el tirador de la puerta-. Igual de llamativas son la salida de aire inferior, tras los pasos de rueda, y la cabina desplazada hacia atrás, rematada con una pronunciada caída del techo al más puro estilo coupé.
Hay disponibles 10 colores exteriores para la carrocería entre los que podemos encontrar tonos clásicos o alegres y diversos acabados: uniforme, metalizado o efecto perla. En este caso tenemos un Graphite shadow -1.000€-.
La superficie de las puertas es limpia, sin embellecedores, y estas cuentan con un generoso tamaño para facilitar el acceso y salida. En este caso, los espejos retrovisores integran los intermitentes. Finalmente y, llenando los pasos de rueda, nos encontramos con unas llantas de aleación de 18 pulgadas en color grafito calzadas con unos neumáticos Dunlop SP Sport Maxx en dimensiones 245/45 RF19 94W.
La zaga pone el toque final al conjunto, dotando al Q60 de gran presencia gracias a unos hombros musculosos y elevados que, junto a la horizontalidad de las líneas, parecen asentar al modelo sobre el asfalto. Los afilados faros LED convergen hacia el logo, en posición central, complementándose con un marcado spoiler integrado en el portón.
En el extremo inferior, un difusor negro alberga las dos salidas de escape reales. Cabe resaltar una vez más la presencia de la cámara de marcha atrás, de la tira de sensores posteriores y del pequeño botón que abre el maletero ubicado en el piloto izquierdo. Sobre el techo, justo antes de la inclinada luna que culmina con la tercera luz de freno, vemos una antena de tipo aleta de tiburón.
Diseño interior
Si bien el diseño exterior del Infiniti Q60 en toda una revolución, en el interior apenas notarás cambios respecto a otros modelos de la gama que ya llevan nada menos que cuatro años en el mercado como el Infiniti Q50. Además, algunos detalles inevitablemente te recordarán a algunos modelos de la alianza Renault- Nissan. Pero esto no tiene por qué ser ni mucho menos algo malo.
Que en su interior haya algunas piezas de origen más humilde no quiere decir que sean de mala calidad, y menos si tenemos en cuenta que las calidades de algunos alemanes últimamente están de capa caída. A bordo del Q60 hay mucha calidad tanto al tacto como a la vista, salvo por algunos plásticos menores como el odioso Piano Black que bordea la pantalla inferior, pero todo está muy bien ensamblado, sin crujidos ni vibraciones.
Igualmente, el puesto de conducción es realmente bueno, con unos asientos extremadamente confortables que presentan un agarre más que aceptable. Adicionalmente, cuentan con ajustes eléctricos, por lo que no es difícil encontrar la postura óptima al volante, y todo queda al alcance de la mano. La visibilidad es también muy buena en todos los ángulos y contamos con una cámara de 360º.
El interior del Q60 es elegante, llamativo y de excelente calidad, especialmente con esta combinación de cuero blanco que lo hace parecer aún más lujoso y amplio.
El volante goza de un tacto y un grosor muy agradables, rezuma calidad, aunque las palancas de los intermitentes y los limpias son algo más toscas (realmente son las mismas que podemos ver en un Renault Mégane). Es una pena ese tacto de dirección tan poco logrado… Tras este, encontramos una instrumentación como la de Nissan, con diales analógicos y una pantalla LCD central a color que hace las veces de ordenador de a bordo.
Lo que no termino de ver del todo práctico son las dos pantallas del salpicadero, ya que la inferior no evita la presencia de botones, los cuales se ubican a los lados de esta y debajo. Habría sido más fácil aglutinar todas las funciones en una sola pantalla y bastante menos lioso, pero valoraremos positivamente este hecho como un “elemento diferenciador”. La pantalla superior (8”) nos muestra la navegación y la imagen proporcionada por las cámaras exteriores, mientras que en la pantalla inferior (7”) se aglutinan todos los controles.
El hecho de que el freno de estacionamiento se accione con el pie como en los Mercedes-Benz de antaño me parece bastante obsoleto, aunque al igual que pasa con el Kia Niro, en el mercado americano les gusta.
Respecto a la pantalla superior, esta cuenta con gráficos aceptables (aunque peores que en el caso del trío alemán) y un manejo medianamente intuitivo -aunque hay que acostumbrarse dada la elevada cantidad de información-, al igual que la inferior, pero tanto la capacitación táctil y la fluidez de ambas no son tan convincentes como nos gustaría en un coche de su precio. Además, el sistema no es compatible con Android Auto ni Apple CarPlay.
Respecto a la habitabilidad en las plazas posteriores, la marca homologa espacio para dos ocupantes y sorprende por espacio para las rodillas, incluso para aquellos que miden más de 1,80 metros, pero lamentablemente la caída del techo no deja gran espacio para la cabeza y alguien de más de 1,75 metros se irá dando contra la luneta. El acceso a las mismas no llega a ser excesivamente incómodo y hay un botón para que el asiento se desplace automáticamente hacia delante y hacia detrás.
El maletero cubica un total de 342 litros (sólo es más pequeño el del Lexus RC300h), aunque la boca de carga resulta algo incómoda tanto por altura (unos 75 centímetros) como por anchura. Los asientos se abaten de una sola pieza, pero es difícil meter objetos voluminosos. Bajo el piso solo encontraremos varias piezas de corcho sintético preformado en las que se ajustan las herramientas. No hay posibilidad de llevar rueda de repuesto.
Motorización
Los interesados en el Q60 pueden adquirirlo con el motor 2.0 Turbo de 211 CV (de origen Mercedes) en combinación con una caja automática de siete velocidades, o bien con el 3.0 V6 que disfruta de 405 CV y va ligado al sistema de tracción total a las cuatro ruedas y al sistema de suspensión dinámico. Como veis, no es una gama muy extensa, pero sí suficiente para un modelo de nicho. En mi caso, he optado por la versión más racional de todas, el propulsor 2.0 Turbo.
En este caso hablamos de un bloque de cuatro cilindros fabricado en aluminio que cuenta con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa e intercooler. Con una cilindrada de 1.968 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 211 CV (155 kW) a 5.500 rpm, todo ello asociado a un par máximo de 350 Nm a partir de las 1.250 rpm y hasta las 3.500 rpm, lo que supone un rango bastante generoso, aunque en realidad el mayor empuje empieza en las 1.400 vueltas.
El modelo es capaz de empujar con fuerza desde bajas vueltas y recuperar enérgicamente (80-120 km/h en 5,2 segundos), especialmente asociado a esta transmisión de siete velocidades que gestiona el cambio de manera eficaz y suave (aunque no excesivamente rápida). No podemos decir que sea un deportivo como tal en prestaciones, pero sí que es cierto que es un coupé del que disfrutar de un agradable paseo, un viaje e incluso de un domingo en una carretera de montaña.
Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en torno a los 5,2 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 216 km/h. Destaca el ‘modo vela’ cuando no aceleras porque contribuye a bajar el consumo.
Pero si hay algo por lo que destaca el Infiniti Q60 asociado a este motor es por su escasa rumorosidad y por la ausencia de vibraciones. Es un motor realmente suave que nos garantiza suficiente solvencia como para no echar en falta mayores dosis de potencia, incluso en aquellos momentos en los que llevamos el coche más cargado. Además, no hablamos de un motor impulsivo, sino más bien progresivo, lo que invita a ir relajados.
Otra de las cosas que me ha sorprendido del Q60 son sus consumos. No son los homologados por la marca en ningún caso (9,2 / 5,4 / 6,8 l/100 km), pero lo cierto es que sí me fue posible hacer una media de 7,3 litros en carretera (el motor gira a 2.100 vueltas circulando a 120 km/h), 9,6 litros en ciudad (incluye Start&Stop de funcionamiento correcto) y lograr un ciclo combinado de 8,7 l/100 kilómetros. El depósito es de 80 litros.
Por último y respecto al cambio automático, este es de tipo convertidor de par y, como os decía, actúa con gran suavidad y eficacia, así como suficiente rapidez, cuando circulamos tranquilos o maniobramos. Sin embargo, se muestra algo más perezoso a la hora de querer divertirnos y no ofrece una respuesta inmediata al pisar enérgicamente el acelerador. En este sentido, hay cambios más eficaces en el segmento, aunque tampoco hablamos de un modelo que invite a la conducción deportiva, como ahora veremos.
Esta transmisión automática cambia de marcha entre las 1.500 y las 1.900 vueltas cuando circulamos tranquilos, mientras que al utilizar las levas o el modo secuencial de la palanca de cambios, se muestra un tanto intrusivo cuando llega al límite de revoluciones o considera que estas son demasiado bajas como para reducir una marcha más. En cualquier caso, resulta un cambio muy convincente y no está descompasado respecto a lo que ofrece el Q60 como conjunto.
Ficha técnica
Version | 2.0t - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.991 cm³ |
Potencia | 155 kW (211 CV) @5.500 rpm |
Par | 350 Nm @ 1.250 - 3.500 rpm |
Peso | 1.722 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.690 / 1.850 / 1.395 mm |
Volumen Maletero | 342 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,2 segundos |
Velocidad máxima | 235 km/h |
Consumo homologado | 9,2 / 5,4 / 6,8 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 156 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 50.800 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
Como os comentaba en el apartado anterior, el Inifniti Q60 es un gran modelo para viajar o disfrutar de un agradable paseo tras su volante. Su calidad de rodadura es bastante elevada, aunque algo inferior a la de Mercedes o BMW, contando adicionalmente con un gran aislamiento del exterior. Además, los asientos ofrecen ajustes eléctricos, así como un mullido y un agarre buenos.
Asociada al motor tope de gama encontraremos la suspensión con amortiguadores controlados electrónicamente Dynamic Digital, aunque en este caso nos tenemos que “conformar” con una nada despreciable suspensión estándar -paralelogramo deformable en ambos ejes-. Esta se muestra firme y dota al modelo de gran aplomo y estabilidad, especialmente cuando circulamos rápido por autopista, aunque es cierto que resulta algo brusca a la hora de superar baches o badenes pequeños.
Donde no me ha convencido tanto el Q60 es a la hora de adentrarse por tramos de curvas, y lo cierto es que toda la culpa la tiene la dirección de asistencia eléctrica. Esta resulta extremadamente artificial y, a pesar de ser muy cómoda en ciudad para maniobrar (11,2 metros de radio de giro entre bordillos), no transmite mucha confianza cuando circulamos deprisa enlazando curvas por su falta de feedback. Además, sorprende que el volante tenga tres vueltas de giro, dando un cuarto de vuelta más hacia la izquierda que hacia la derecha.
Igualmente, los cambios de apoyo son algo bruscos por la falta de agilidad de la dirección y la intervención de las ayudas, aunque con ello el Q60 se comporta de manera noble, siempre con reacciones seguras y progresivas. Es una pena echar en falta un toque de deportividad, algo que podría haberse logrado con una menor asistencia de la dirección e instalando un diferencial trasero autoblocante (o similar). Finalmente, los frenos son efectivos y ofrecen una dosificación y un aguante muy buenos. Son discos ventilados en ambos ejes, de 330 mm delante y 316 mm detrás.
Equipamiento y precio
El equipamiento de serie varía en función del acabado, pero ambos vienen muy equipados. El básico se denomina Premium e incluye climatizador automático de dos zonas, llantas de aleación de 19 pulgadas, sistema de sonido integrado con pantalla táctil, bluetooth, puerto USB, control y limitador de velocidad, elevalunas, cierre con mando, espejos térmicos, sensor de lluvia y encendido automático de luces, entre otros.
Otros elementos que pueden tener los Q60 son los asientos delanteros eléctricos, las levas en el volante (V6), sistema de sonido de altas prestaciones desarrollado por Bose, tapizado en piel, control de crucero adaptativo, sistema de visión 360º, detector de objetos en ángulo muerto, control de crucero adaptativo, faros LED, techo solar…
En el caso de esta unidad, contamos con un Infiniti Q60 2.0t 211 CV 7AT Sport al que sólo se le ha añadido la pintura metalizada como extra-1.000€-. Con ello, el precio total asciende hasta los 51.800 euros. Con el descuento de la marca -2.573€-, el precio final sería de 49.227 euros, aunque financiando podemos reducir hasta 3.773 euros adicionales.
Los precios de toda la gama para España sin los descuentos aplicados son los siguientes:
Versión | Acabado | Precio |
Q60 2.0t 211 CV 7AT | Premium | 48.400 € |
Q60 2.0t 211 CV 7AT | Sport | 50.800 € |
Q60 3.0 V6 405 CV 7AT | Sport | 69.300 € |
- Su diseño es realmente atractivo y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, atrae muchas miradas a su paso. El Q60 es sinónimo de exclusividad.
- La calidad del interior es elevada, especialmente en combinación con este cuero blanco que lo hace muy elegante.
- Su calidad de rodadura es excelente incluso sin la suspensión adaptativa.
- Sorprende el espacio para las piernas en las plazas posteriores, aunque la altura para la cabeza no es excepcional.
- Ofrece un equipamiento completo a un precio aceptable si lo comparamos con sus rivales alemanes.
- Los consumos reales son buenos en términos generales, a pesar de que difieren en exceso de los homologados por la marca.
- La dirección es el mayor hándicap de este modelo, ya que está excesivamente asistida y no transmite ninguna información al conductor.
- No es un modelo enfocado a la deportividad, y echamos en falta un toque de diversión en un modelo como este.
- El sistema multimedia podría mejorar en gráficos, fluidez y capacitación táctil. Además, no le veo mucho sentido a contar con dos pantallas y, menos aún, si se mantiene un gran número de botones alrededor.
- Podría haber mayor diferenciación en el uso de componentes respecto a modelos de la gama Nissan e incluso Renault.
- La gama mecánica es bastante escasa, lo que le quitará compradores.
- La boca de carga del maletero es algo justa y el espacio es de los más pequeños del segmento.
- Freno de estacionamiento ‘de pie’