Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
El QX30 es un completo todocamino de diseño exclusivo. La tracción total, la caja de doble embrague y sus 170 CV diésel son algunas de las señas de identidad, si bien su mayor ventaja respecto al resto de rivales está en la altura libre al suelo superior a los 20cm. Por precio queda bien situado.
Adaptarse a lo que quieren los clientes es lo que están haciendo prácticamente todos los fabricantes de automóviles. En los últimos meses los SUVs han tomado todo el protagonismo y ahí están la mayoría de las marcas ofreciendo varias alternativas para no quedarse fuera, tratando de convencer al consumidor con propuestas diferentes.
Infiniti ha sabido reaccionar más o menos rápido al “boom” y ya cuenta en su oferta con dos productos que encajarían a la perfección: Q30 y QX30. Bien es cierto que el primero trata de hacerse un hueco entre los compactos más tradicionales pero no hay que olvidar que su altura libre al suelo ya es superior a la de muchos crossovers, y esto sin que sea aparatoso o excesivamente pesado.
El problema principal del Q30 también puede ser una virtud, y es que no parece un todocamino. Seguro que muchos clientes verán en esa mayor altura libre al suelo toda una ventaja mientras que otros echarán de menos un toque más off-road en su diseño. Y para estos últimos está el QX30, la alternativa campera con el maquillaje estético que tanto gusta hoy día.
Ya sabes que entre los Q30/QX30 y los Clase A/GLA de Mercedes hay muchas similitudes. El acuerdo entre la alianza Renault-Nissan y Daimler ha tenido en otros frutos a estos interesantes compactos que exteriormente no se parecen en nada y son rivales directos entre sí.
He tenido la oportunidad de probar durante una semana un QX30 y debo reconocer que me ha gustado mucho. Es un automóvil diferente, exótico y que encontrarás a la primera cuando aparques en el súper, en cualquier parking público o en la calle. Esto en sí ya es una ventaja para muchos usuarios que están aburridos de ver siempre los mismos coches.
DISEÑO
El Infiniti QX30 es un automóvil que llama la atención por sus formas. El trabajo realizado por el departamento de diseño es extraordinario y juegan con la estampación de las puertas o el capó para transmitir dinamismo y elegancia a partes iguales. El proceso de fabricación no es en absoluto barato pero hay que reconocer que el resultado es muy bueno.
Lógicamente el QX30 va maquillado con todo aquellos que engancha a los usuarios: barras de techo cromadas, molduras plásticas por todo el contorno de la carrocería, protectores de bajo en símil aluminio e incluso un difusor posterior específico. Lógicamente las llantas de aleación de 18 pulgadas también son exclusivas.
Durante los días de la prueba he podido comprobar cómo muchos curiosos echaban un vistazo al QX30 e incluso algunos se atrevían a preguntar por sus características principales, algo que no me ocurre con todos los coches que pruebo. En un altísimo porcentaje su diseño gusta mucho aunque no tanto su precio.
INTERIOR
El QX30 es posiblemente uno de los crossovers compactos con mejor calidad de acabados. No sólo cobran importancia los materiales elegidos sino que los ajustes en casi todos los lugares son excepcionales, incluso cuando no están a la vista y posiblemente no los tocarás nunca. La piel y los plásticos acolchados recubren buena parte del interior las zonas inferiores, con material rígido, también transmiten una elevada sensación de calidad.
Tanto la guantera como los asideros del techo cuentan con amortiguación y muchos de los huecos porta-objetos cuentan con suelo gomoso para evitar que resbale aquello que deposites en ellos. Quizás el único punto mejorable sea la terminación de las puertas, con el marco mostrando el color de la carrocería y que afea el conjunto. El Opel Astra (e incluso el Adam) sin ir más lejos ya lleva una moldura negra que aumenta la sensación de calidad.
El salpicadero es idéntico al que llevan los Q30. Muchos de los mandos son de origen Mercedes como por ejemplo los de climatización, aquellos que están las puertas, el volante o en la zona inferior del equipo de sonido. También la instrumentación es casi igual a la usada en los Clase A, incluyendo la misma pantalla LCD.
Tomar muchos elementos de Mercedes está claro que es algo positivo aunque podrían haberse olvidado de las palancas que accionan los limpias y el control de crucero, demasiado confusas en su manipulación. La configuración estándar con limpias a la derecha e intermitentes/luces a la izquierda es más intuitiva.
No me ha gustado nada el poco recorrido que tiene la regulación en altura del asiento del conductor. Incluso en la posición más baja queda muy elevado y, si mides más de 1,80 metros, tendrás que tener cuidado con el parabrisas (más inclinado de lo normal), especialmente si la unidad está equipada con el techo de cristal panorámico. Lo mejor es olvidarse de él aunque para ello tendrás que elegir el nivel de acabado más sencillo.
HABITABILIDAD
El espacio habitable no es uno de los puntos fuertes del QX30. Tiene capacidad para que cuatro pasajeros viajen con comodidad y salvando el problema de altura en las plazas delanteras, no hay mayores críticas. Si lo quieres utilizar como cinco plazas la cosa cambia, con poca anchura a la altura de los hombros.
Otro detalles mejorable desde el puesto de conducción es la baja visibilidad posterior debido a un pilar C muy ancho, La línea de cintura elevada tampoco gustará a los pasajeros de las plazas posteriores, teniendo menor superficie acristalada de la habitual. Esto se suple con el techo de cristal pero ya te he contado las limitaciones (si no mides mucho es un elemento muy agradable).
En cuanto al maletero, arranca en unos correctos 368 litros de capacidad que pueden ampliarse retirando los respaldos de los asientos posteriores. No queda una superficie totalmente plana pero permitirá salir del paso en bastantes ocasiones. Además la terminación es excelente, con los laterales completamente guarnecidos y una toma de corriente en uno de ellos. Aquí la mayor pega está en un borde de carga alto, algo lógico debido a la mayor altura del conjunto.
EQUIPAMIENTO
La gama del QX30 de momento está limitada en el mercado español a un único motor diésel de 2,2 litros y 170 CV en combinación con la caja automática y la tracción total a las cuatro ruedas, y dos niveles de acabado: Premium y Premium Tech. La unidad testada corresponde a la más accesible así que casi todo lo que ves en las imágenes viene de serie.
El nivel Premium podría considerarse correcto en términos generales aunque algunas ausencias parecen imperdonables teniendo en cuenta su precio. Por ejemplo no hay ópticas de xenón o LED ni en opción y para poder optar por ellas hay que subir al acabado Premium Tech que incluye ciertos elementos que quizás no quieras, como los asientos eléctricos o el tapizado en piel.
De serie el más sencillo cuenta con climatizador automático de dos zonas, control de velocidad con limitador, sistema de navegación con pantalla de siete pulgadas, asientos delanteros térmicos, sensor de lluvia, encendido automático de luces, alerta de cambio de carril, lector de señales de tráfico, ordenador de viaje, faros antiniebla LED, sensor de parking trasero, bluetooth, USB, acceso a aplicaciones, volante multifunción, llantas de aleación de 18 pulgadas, etc.
La unidad testada además incluía el techo solar panorámico fijo con cortinilla eléctrica (614 €) y la pintura metalizada (935 €). Infiniti también ofrece el Tech Pack que por 1.375 € añade el acceso sin llave, sensor de parking delantero, cámara posterior, asistente al aparcamiento, manetas de puertas cromadas y el techo panorámico).
El precio recomendado del Infiniti QX30 2.2d Premium 7AT es de 39.990 € aunque con la promoción actual de lanzamiento y el plan de financiación con la marca, se reduce hasta unos interesantes 33.900 €, mucho más en la línea de sus rivales. Un Mercedes GLA equivalente (220d 4Matic) sería algo más caro igualando dotación mientras que un Audi Q3 2.0 TDI 184 CV Quattro S-Tronic arranca sin promociones en los 43.000 €.
MOTOR
Como decía más arriba la única motorización disponible en nuestro país es un bloque diésel con cuatro cilindros y 2,2 litros de origen Mercedes. Desarrolla 170 CV de potencia y un par máximo de 350 Nm entre las 1.400 y 3.400 rpm. Sólo se vende asociado a la caja de cambios de doble embrague con siete velocidades de agradable funcionamiento, y a la tracción total a las cuatro ruedas.
Gracias al excelente trabajo realizado en insonorización, el bloque de origen Mercedes se percibe bastante menos que en los modelos de la marca alemana, pasando totalmente desapercibido. Tampoco al arrancar aparecen vibraciones, siendo muy agradable en todo momento. La única situación en la que notarás levemente el motor es en aceleraciones fuertes aunque en absoluto llega a ser criticable.
Cada vez más habitual, el QX30 también cuenta con un selector de modos de conducción que afecta al funcionamiento de la caja de cambios y la entrega de potencia. Se puede elegir entre Eco, Sport y manual. En el primero de ellos resulta demasiado suave e incluso parece que tiene menos potencia de la que verdaderamente hay. Me ha parecido interesante para velocidades sostenidas de autopista o para uso urbano.
En modo Sport la situación cambia y la entrega de potencia es más inmediata, además de tener mayor patada. Aquí sí se nota que hay 170 CV bajo el capó esperando. No es que el QX30 se convierta en un “GTI” pero consigue mejorar mucho las aceleraciones y maniobras de adelantamiento, algo a lo que por supuesto ayuda el excelente cambio de siete velocidades.
Más que por rapidez, el cambio me ha gustado por la suavidad en las transiciones y por permitir maniobras de aparcamiento con facilidad. No olvides que algunas cajas de este tipo resultan bruscas en primera y marcha atrás, complicando mucho las cosas cuando toca estacionar.
Ficha técnica
Version | 2.2d |
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Cilindrada | 2.143cc |
Potencia | 170 CV |
Par | 350 Nm |
Peso | 1.622 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4425 / 1805 / 1495 |
Volumen Maletero | 368 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,8 seg en D |
Velocidad máxima | 215 km/h |
Consumo homologado | 4,9 L/100 (6,1 L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 127 g |
Precio de partida | 33.900 € QX30 2.2d Premium con promociones |
Los consumos obtenidos durante la prueba me han parecido correctos. En autovía a velocidades legales la media ronda los 6,0 L/100 lo que no está nada mal para su peso, potencia y características. En vías secundarias a 90-100 km/h se pueden obtener fácilmente los 5,5 L/100 mientras que en ciudad supera ligeramente los 7,0 L/100 con tráfico fluido y se acerca a los 8,0 L/100 en peores condiciones. En general son buenos datos.
COMPORTAMIENTO
Contar con más de 20 cm de altura libre al suelo podría suponer, de entrada, un hándicap para el QX30. Sin embargo la buena puesta a punto realizada por los ingenieros consigue disimularlo y a sus mandos parece más un compacto convencional que un todocamino. Bien es cierto que la postura más elevada se percibe desde el puesto de conducción pero al no hacerlo torpe en curvas o giros cerrados, sorprende.
Algo que me ha llamado mucho la atención es lo bien que se mueve por carreteras viradas, con una capacidad para recuperarse de los cambios de apoyo excelente. Si llegas muy pasado a una curva, el propio QX30 sacará sus armas para ponerte en la trayectoria correcta (juega con la tracción total y el ESP si es necesario) y, lo mejor de todo, sin ser especialmente intrusivo (salvo que seas un salvaje).
En autovía me ha gustado por el aplomo que transmite a cualquier ritmo y un interior bien aislado. Sólo en aquellos tramos en los que el asfalto no es perfecto, la calidad de rodadura baja un poco y se percibe en el interior. Esto se podría mitigar haciendo uso del equipo de sonido aunque en Infiniti deberían mejorar la recepción de la antena dado que incluso en ciudades grandes, es posible perder la señal de radio.
Volviendo al comportamiento, otro lugar en el que sorprende el nuevo QX30 es fuera del asfalto. He tenido oportunidad de conducirlo por caminos, barro y arena y en todas las situaciones se ha comportado correctamente. La altura libre al suelo es sin duda una gran ayuda, pasando por sitios en los que otros todocaminos de aspecto más SUV se quedarían encajados.
El sistema de tracción total es inteligente y analiza la situación al momento, realizando el reparto de par necesario según las necesidades hasta alcanzar un 50/50 entre ejes. No hay reductora pero su ausencia es algo cada vez más habitual y dado que el QX30 no es un todoterreno puro, tampoco creo que tenga especial importancia.
De vuelta a la ciudad el QX30 resulta cómodo gracias a la caja automática y al puesto de conducción sobre-elevado. El problema principal está en una visibilidad posterior justa que condiciona la incorporación en algunos cruces o las maniobras de aparcamiento. Tampoco hay cámara de visión trasera, debiendo confiar en el sensor de parking posterior. Sí se echa de menos el sensor delantero debido a que por la forma del capó, no se percibe bien dónde termina el coche.
En general el QX30 es un automóvil que convence y te gustará más y más a medida que pasen los días. Transmite calidad desde el primer momento y cuenta con un agradable motor solvente en prestaciones. Si bien Infiniti suele tener precios algo superiores a los rivales, en esta ocasión está bien posicionado y es incluso competitivo con la promoción de lanzamiento.