El Kia Sportage es todo un éxito en España. Si las entregas anteriores ya causaban furor entre los usuarios con la quita generación la marca surcoreana ha conseguido dar un salto cualitativo importante que parece está recibiendo el favor del público.
Más de cien mil unidades del Kia Sportage ya están rodando por suelo español desde que fuera lanzada la primera entrega. Del más moderno y nuevo en 2022 ya se han superado las cinco mil y eso que no hay unidades disponibles para entregar tan rápido como a la marca le gustaría así que podemos asegurar que es un éxito rotundo.
A la gama que se venía comercializando hasta ahora la firma ha añadido nuevas motorizaciones y justo coincidiendo con su lanzamiento ha convocado a la prensa especializada para que pueda ponerse a sus mandos. Las novedades son las unidades con motor híbrido enchufable y los diésel con tecnología híbrida ligera.
Gama MHEV
Con la introducción de las nuevas motorizaciones el Kia Sportage ya cuenta con una de las ofertas más extensas del mercado. En cuanto a los motores híbridos ligeros MHEV hay que señalar que los usuarios pueden elegir entre los gasolina de 150 y 180 CV, o bien los diésel de 136 CV.
La mayor novedad está en el 1.6 CRDI MHEV de 136 CV que en el mercado español se puede pedir con tracción delantera o total, y con cambio manual de seis velocidades o bien con la transmisión de doble embrague. Todas ellas cuentan con la deseada etiqueta ambiental ECO de la DGT, algo común a todas las alternativas MHEV 48v.
Es cierto que junto a los nuevos diésel MHEV la marca ha lanzado una opción de acceso con este combustible sin hibridación ligera que permite reducir el coste de adquisición. Se trata del 1.6 CRDI de 115 CV que sorprende por sus bajos consumos y unas prestaciones suficientes para conductores tranquilos.
Gama PHEV
Posiblemente el modelo más esperado de la gama Kia Sportage sea el que incorpora el bloque 1.6 TGDI PHEV que con sus 265 CV de potencia se convierte en la alternativa más prestacional y también en una de las más apetecibles dado que es posible recorrer en modo eléctrico unos 70 km según la homologación.
Si el interesado solo hace recorridos urbanos según indica Kia será posible alcanzar los 78 km de autonomía, así que en los desplazamientos diarios habituales muchos usuarios no tendrían que gastar ni una sola gota de gasolina. La batería es de iones de litio y posee una capacidad de 13,8 kWh que es un dato bastante correcto en la categoría. Se puede pedir con tracción sencilla o total.
Algo que me ha gustado mucho del recién llegado es que admite cargas en corriente alterna de hasta 7.4 kW, algo que no es demasiado habitual. Con ella se puede aprovechar al máximo tanto el cargador de casa como los situados en Centros Comerciales, reduciendo los tiempos de carga a poco más de dos horas.
Resto de gama
La oferta del Kia Sportage mantiene sin alterar el resto de variantes mecánicas ya conocidas hasta el momento. En gasolina se arranca con la interesante versión 1.6 TGDI de 150 CV que los usuarios pueden elegir con o sin sistema de hibridación ligera. Algo más arriba queda el 180 CV que resulta muy interesante para los que valoran un cierto nivel de prestaciones aunque solo llega con tracción total y caja DCT.
Otro interesante motor dentro de la familia Sportage es el 1.6 TGDI HEV de 230 CV. Se trata del híbrido convencional y para mí la versión más equilibrada y deseable de la gama. Lo es por sus prestaciones muy correctas, por sus bajos consumos en general y por su favorable relación valor-precio. Solo sería más aconsejable el PHEV si necesitamos hacer uso de la etiqueta CERO.
Acabados como siempre
Si visualmente el Kia Sportage gusta y mucho a los usuarios, en su interior no defrauda en absoluto. Todos los niveles de terminación cuentan con una presentación muy cuidada que visualmente consigue transmitir muy buenas sensaciones y esto el público, dando la impresión de ser un coche de marca «más pija».
Me gustan los mandos de climatización que son compartidos con los del sistema multimedia pero sin llegar a ser un estorbo. Funcionan muy bien, sin fallas, y además tienen grafismos de suficiente tamaño que facilitan su lectura cuando se está en marcha. El sistema multimedia UVO de Kia también me gusta por la sencillez de manejo.
Los niveles de acabado para España del Kia Sportage son los denominados Concept, Drive, Tech y GT-Line. Todos ellos van bien servidos de serie incluyendo climatizador automático, sistema multimedia con Apple CarPlay y Android Auto, radio DAB, llantas de aleación, control de crucero o la alerta de carril. El punto más débil está en que no incluyen faros LED en los más básicos y los halógenos ya no se llevan ni en segmentos más pequeños.
Creo que los Drive y Tech son los más recomendables por su equilibrio general. Cuentan con faros LED, faros antiniebla, pantalla de 12 pulgadas con diseño curvado y, en el segundo, también instrumentación digital, Smartbeam con faros Full LED, cristales tintados, llantas de mayor tamaño, tapizado específico, volante y asientos calefactables, cargador de móvil por inducción, etc.
Hay que señalar un detalle específico de la versión 1.6 TGDI PHEV de 265 CV y es que su dotación es más completa desde la opción de entrada Drive. Por ejemplo ya lleva llantas de 19 pulgadas, climatizador trizona, control de crucero adaptativo, espejo interior fotosensible, Smartbeam, etc.
Curiosidades
Entre las curiosidades del Kia Sportage está la confusa capacidad de carga disponible en función de la motorización elegida. Los valores al final son muy buenos en todos los casos y no creo que sea un factor decisivo pero entre el mejor y el peor de la gama hay nada menos que 65 litros.
Otra curiosidad es que dependiendo de la versión elegida y su caja de cambios la consola central inferior entre los asientos puede cambiar mucho su diseño. Esto es algo que llama la atención y deberá tener en cuenta si por ejemplo te gusta la disposición del cambio por botones y rotor giratorio, y luego te encuentras con una palanca clásica.
En marcha
Durante la presentación a los medios he tenido la oportunidad de probar dos unidades de las nuevas motorización. El primero fue el Kia Sportage 1.6 CRDI MHEV 136 CV GT-Line con tracción total y cambio DCT. Es una opción muy completa y sobre todo cara que no creo sea una de las más demandadas pero que estoy convencido tiene su público.
El motor diésel no disimula su ciclo y se percibe desde el primer momento pero solo puede resultar algo molesto con la ventaja bajada. Si se cierra apenas se percibe en el habitáculo. La sensación de calidad desde que te montas es excelente aunque claro, el nivel GT-Line es el más alto de la gama con todo lujo de detalles que se notan.
No me ha parecido que los 136 CV de potencia sean justos pero tampoco va sobrado. Creo que para ser el tope de gama diésel la marca tendría que haber apostado por el mismo bloque de 185 CV que por tiempo limitado se pudo comprar en la generación anterior, y que gozaba de unas prestaciones bastante más altas. Este es algo discreto.
En el recorrido de la prueba tampoco me ha parecido que gaste poco combustible pero esto en parte puede deberse a que solo tenía 600 km en el odómetro y que el trazado/condiciones no eran las más apropiadas. Creo que en un uso normal puede rondar los 7,0 L/100 de media que si bien no es un dato bajo, puede ser razonable para un coche con tracción total de su peso.
El Kia Sportage 1.6 TGDI PHEV 265 CV Tech fue la segunda unidad que pude probar. De entrada el cambio entre los acabados Tech y GT-Line se percibe bastante en el interior. A pesar de contar con una distribución similar de los mandos se notaba que no era un tope de gama aunque la calidad de los materiales sí estaba al mismo nivel (muy bueno).
En marcha este motor me ha parecido más refinado y silencioso aunque tampoco es de los mejores en este aspecto. Sí me ha gustado la suavidad y sutileza con la pasa de modo eléctrico a combustión y al contrario hasta el punto de tener que fijarte en la instrumentación para saber en qué modo estás circulando. Aquí el trabajo realizado por Kia me ha parecido muy bueno.
No me ha gustado tanto que en ciertas ocasiones el coche resulte ruidoso, por ejemplo al exigirle cierta aceleración. Lo bueno es que según presionas el acelerador la potencia llega muy rápido y se pueden realizar adelantamientos con una facilitad pasmosa. De consumos no puedo hablar dado que el coche que puede probar ya no tenía apenas batería, y el propio bloque de combustión la alimentaba para mantener unos mínimos. De todas formas después del verano lo probaremos a fondo.
Conclusiones
Está claro que el Kia Sportage es un coche muy importante para la firma tanto en España como en Europa e incluso el resto del planeta. Para el viejo continente esta versión recortada juega con la baza de unas dimensiones manejables, un comportamiento algo más dinámico y un interior igualmente amplio así que la opción alargada que se comercializa en otros mercados no la echamos demasiado de menos.
Los precios actuales de los coches son una auténtica locura así que viendo que el Kia Sportage sigue en unos niveles medio razonables en los acabados más convencionales, está claro que es una opción muy a tener en cuenta. Para que te hagas una idea es algo más asequible que el Hyundai Tucson con el que comparte muchos elementos y esto es algo que dice mucho de lo que Kia quiere conseguir en España. Los siete años de garantía también ayudan.