El Mazda CX-30 se ha convertido en un pilar fundamental para la firma japonesa tanto en Europa como en otros mercados internacionales. Sus dimensiones compactas, la elevada calidad de los acabados y una dotación siempre muy completa han conseguido captar la atención de los usuarios.
Si bien el Mazda CX-5 en principio podría restarle protagonismo, lo cierto es que con el paso de los meses ha quedado claro que ambos vehículos pueden convivir sin problemas y es el Mazda3 tal vez el producto de la marca que más ha sufrido las consecuencias del lanzamiento del CX-30. En cualquier caso lo importante es que la venta se quede en casa.
He tenido la oportunidad de probar durante unos días un Mazda CX-30 2.0 e-SkyActiv X con 186 CV en combinación con la terminación Homura y debo reconocer que me ha dejado una sensación muy buena por su equilibrado conjunto. Es cierto que hay cosas mejorables pero en términos generales es de las mejores propuestas que hay actualmente en el mercado.
Diseño
El Mazda CX-30 es un producto que por diseño ya gusta mucho a los usuarios. Lo mejor de este crossover está en que sin resultar aparatoso a la vista o excesivamente grande, mantiene un acceso cómodo al interior y unas plazas muy utilizables. Otros modelos del segmento han tenido que subir mucho de tamaño para ofrecer un espacio similar.
Si se opta por los acabados más completos la bonita silueta del Mazda CX-30 se acompaña de una firma lumínica muy vistosa tanto en el frontal como en la zaga; en las versiones convencionales no resulta tan llamativo pero en general hay que aplaudir que no haya ninguna variante con ópticas principales halógenas.
El diseño de las llantas de aleación sí puede modificar la vista lateral del vehículo, con una discreta alternativa de 16 pulgadas en el acabado de entrada, y unas más coherentes con el coche de 18 pulgadas para el resto. Si se elije el acabado Homura te llevarás las llantas y espejos en negro, los cristales tintados y el portón eléctrico.
Interior
Si en el exterior el Mazda CX-30 gusta y mucho, en el habitáculo ocurre lo mismo. La calidad de los materiales empleados en las zonas superiores es muy agradable tanto a la vista como al tacto mientras que en las partes menos sensibles al tacto se recurre a plásticos más baratos pero que tienen un ajuste correcto.
La unidad de prensa que me han dejado durante casi una semana tenía un pequeño grillo bastante molesto pero de fácil solución. El ruido venía del plástico que recubre los sensores para las ayudas en la zona superior junto al retrovisor. En cuestión de 10 minutos en el concesionario podrán ponerle solución.
En todos los acabados el Mazda CX-30 cuenta con una distribución de todos los mandos similar y por tanto prácticamente casi todo lo que ves en esta unidad Homura lo encontrarás en el resto de acabados, desde los mandos de climatización independientes hasta la pantalla del sistema multimedia de 8,8 pulgadas o el práctico Head Up Display. Esto es algo inusual en el segmento y que se agradece.
La instrumentación combina los relojes tradicionales con una pantalla configurable. Es verdad que no resulta tan futurista como las empleadas en los coches más modernos del Grupo Volkswagen o Peugeot pero aquí lo importante es la facilidad de su lectura, cumpliendo muy bien con su cometido. No he echado de menos en ningún momento una información diferente y al usar la navegación las indicaciones quedan plasmadas en el Head up Display, reduciendo distracciones.
Por el interior hay repartidos varios huecos porta-objetos que resultan muy útiles. Menos me ha gustado que no haya tomas USB para las plazas traseras o que el completo sistema de info-entretenimiento se tenga que conformar con la conectividad Apple CarPlay y Android Auto con cables, un detalle que ya está más que superado.
Habitabilidad
El interior del Mazda CX-30 cuenta con espacio suficiente para que cuatro adultos puedan viajar de manera cómoda en su interior. La falta de detalles para el cuidado de los pasajeros traseros es la mayor pega que se puede encontrar puesto que por cotas no se viaja mal en esos asientos.
Las plazas delanteras cuentan con unos asientos cómodos y con regulaciones suficientes. Están tapizados en una tela que parece resistente. Me ha gustado que la consola central cuente con molduras acolchadas para que al rozar con la pierna resulte más agradable. Todos los mandos quedan muy a mano y la sensación de desahogo es buena a pesar del oscuro guarnecido del habitáculo.
Ya en las plazas traseras el acceso no es tan cómodo como en otros rivales debido a la apertura algo limitada de las puertas. Una vez sentado se está cómodo pero he echado de menos tanto las tomas USB ya mencionadas más arriba como mandos de climatización independientes o un cajón porta-objetos tras el reposabrazos delantero; sí hay apoyabrazos central. Tanto el espacio para las piernas como para las cabezas es suficiente incluso si mides 1,85 metros.
La capacidad de maletero me ha parecido correcta aunque queda lejos de los rivales. Con 430 litros mínimos viene a ser algo mejor que un compacto convencional. Lo bueno es que hay un falso fondo que se puede aprovechar para distribuir mejor la carga y sacar un mayor provecho a esta zona. La terminación me ha parecido correcta, hay algunos ganchos y el accionamiento eléctrico me ha resultado cómodo aunque prescindible.
Equipamiento
Una de las mejores bazas del Mazda CX-30 está en su equipamiento de serie tanto de seguridad como de confort. Desde el más sencillo ya llevan los faros LED, control de crucero adaptativo con limitador, alerta y asistente de carril, lector de señales de tráfico, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, sensores de aparcamiento traseros y Smartbeam.
También desde el más básico cuentan con sistema de navegación con pantalla de 8,8 pulgadas, radio DAB, bluetooth, USB, Apple CarPlay, Android Auto, espejos eléctricos, freno de mano eléctrico, elevalunas eléctricos en todas las puertas, arranque por botón, sensor de lluvia, llantas de aleación de 16 pulgadas, Head Up Display, alarma antirrobo o plegado automático de los espejos retrovisores.
En el caso de la unidad probada Homura también suma los asientos calefactables delanteros, acceso sin llave, portón trasero automático, llantas de aleación de 18 pulgadas en color negro, carcasas de los retrovisores en negro, cristales sobretintados, costuras a contraste, cámara de visión posterior, espejo interior fotosensible, maletero con doble fondo, etc.
El precio recomendado del Mazda CX-30 2.0 e-SkyActiv X 186 CV Homura 6MT 2WD se ha fijado en los 34.386 € sin incluir campañas. Si lo quieres como aparece en las imágenes solo deberás añadir la pintura exterior «Soul Red Crystal» que tiene un coste de 800 €, dejando el precio final en los 35.186 €. Si se aplican descuentos se puede reducir la tarifa por debajo de los 32.000 €.
Motor
La oferta actual del Mazda CX-30 para Europa es muy limitada. En el caso de España se puede elegir como versión de acceso el motor 2.0 e-SkyActiv G de 122 CV en combinación con una caja de cambios manual de seis velocidades o bien una automática con el mismo número de relaciones. Es un motor algo justo si no te gusta elevar mucho el régimen de giro.
La opción intermedia es la asociada al motor 2.0 e-SkyActiv G con 150 CV que en España solo se comercializa en combinación con el acabado Homura y asociado a la transmisión automática con seis relaciones. Creo que es la variante más equilibrada por prestaciones, confort y consumos.
Por último hay que hablar del especial motor 2.0 e-SkyActiv X de 186 CV que se puede pedir con caja manual o automática, y con tracción sencilla o total a las cuatro ruedas. Es un motor que creo funciona mejor o será más satisfactorio si se combina con una transmisión automática dado que sacarle el máximo partido exige tirar de caja de cambios y no gusta a todo el mundo.
Si eres un amante del cambio manual te diría que en Mazda no te equivocas. El funcionamiento de la caja me ha gustado mucho y creo que es mejor que el equivalente en automático pero claro, el motor exige tener que hacer mucho uso de él y cada vez somos más cómodos por lo que no es una combinación ideal para todos los públicos.
Por ejemplo circulando con tres adultos al menor repecho el Mazda CX-30 con sus 186 CV no podrá mantener la sexta velocidad, exigiendo reducir una o dos velocidades para mantener el ritmo. En estos tiempos en los que la gente se ha acostumbrado a los motores turbo con un par muy bueno desde bajas vueltas cuesta mucho recomendarles un automóvil así por más que a mí me parezca maravilloso…
… Y es que si juegas con el cambio este motor de dos litros se transforma con un empuje más en la línea con lo que se podría esperar de un coche con 186 CV de potencia, transmitiendo al conductor que cuenta con potencia para realizar cualquier maniobra. De todos modos no es un 2.0 TSI de 190 CV así que no pretendas que corra la mismo; el motor de VAG es superior en prestaciones.
Con los últimos cambios realizados en el motor SkyActiv X la marca ha logrado mejorar el rendimiento, reducir los consumos y de paso subir un poco la potencia. Los 186 CV ahora no son tan gastones y durante la prueba se ha contentado con algo más de 6,0 L/100, un dato que se puede considerar correcto aunque no revolucionario. Con la caja automática tal vez sea algo más gastón pero también mucho más cómodo si te quieres olvidar de pisar el embrague.
Version | 2.0 eSkyActiv X Homura 6MT 2WD |
---|---|
Cilindrada | 1.998cc |
Potencia | 186 CV a 6.000 rpm |
Par | 240 Nm a 4.000 rpm |
Peso | 1.443 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4395 / 1795 / 1540 |
Volumen Maletero | 430 / 1.406 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,3 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,5 seg |
Velocidad máxima | 204 km/h |
Consumo homologado | 5,7 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 128 g |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | Desde 34.386 € sin descuentos |
Comportamiento
Cualquier Mazda es una maravilla en comportamiento, al menos si hablamos de las unidades comercializadas en Europa. La puesta a punto es muy buena y siempre tienen un toque dinámico sin que por ello el conductor o los pasajeros tengan que sufrir las consecuencias de un tarado duro.
Me ha gustado la sólida pisada que posee a velocidades elevadas y también lo poco que se inclina cuando llegan las curvas, con una carrocería siempre bien sujeta que disimula mucho la velocidad a la que se circula. Con ello los pasajeros se sienten en un clima mucho más relajado de lo que deberían.
El tacto de la dirección es cierto que ya no tiene nada ver con los Mazda de hace unos años pero sigue presumiendo de una calibrado mucho más eficaz que en modelos de la competencia que apenas pueden transmitir algo al conductor. Me ha parecido un coche que se conduce con mayor agilidad de lo habitual en el segmento C-SUV.
No me ha terminado la calidad de rodadura cuando el asfalto no está inmaculado. Además del ruido que llegaba del plástico junto al retrovisor superior hay que sumar el silbido del viento al rozar los retrovisores y el sonido de los neumáticos que se perciben en exceso en el interior. Lo bueno es que el motor a ritmos de autopista apenas se percibe.
En general el Mazda CX-30 me ha parecido una de las mejores compras actuales por dotación, estética o comportamiento. También por su relación valor-precio y el cuidado del habitáculo pero tal vez te recomendaría elegir la caja automática para aumentar todavía más el confort de marcha.
Si todo lo mencionado hasta aquí no te parece suficiente, tal vez te interese saber que posee seis años de garantía de serie y la etiqueta ambiental ECO de la DGT en todas las versiones; sí, no he olvidado este importante detalle pero tiene tantas cosas buenas el Mazda CX-30 que no me ha parecido necesario recurrir a la etiqueta para convencerte de que es una compra sensata, honesta y muy acertada.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable+
El Mazda CX-30 me ha parecido uno de los mejores coches de su segmento, ofreciendo mucho equipamiento y una terminación muy cuidada a un precio realmente atractivo. Además juega con la baza de una estética muy atractiva o la etiqueta ambiental ECO de serie en todas las versiones
Lo bueno
- Equipamiento de serie
- Garantía 6 años y etiqueta ECO
- Comportamiento
Lo mejorable
- Maletero justo
- Desarrollos largos del cambio
- Ajuste de algunos plásticos (en unidad probada)