Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
8.3
NOTABLE
Un vehículo de estética llamativa, bien acabado y que está disponible en versión 2WD y 4WD. Para los amantes de lo exclusivo a un precio razonable puede ser la mejor opción
Esta semana en Autonocion nos subimos al Mazda CX-5 2.2 L. 150 CV 2WD MT Style, un moderno sub presentado por la marca nipona que llegó a nuestros concesionarios el pasado año. Es un coche atractivo y que entra por los ojos a primera vista pero, ¿tendremos la misma impresión una vez que lo hayamos probado? Os invitamos a descubrirlo.
Diseño exterior:
Como acabo de deciros el Mazda CX-5 destaca desde un primer momento por tener una línea muy bonita y moderna, que gustará a la mayoría de público que se lo cruce por la calle. Presenta un estilo muy audaz basado en el nuevo lenguaje de diseño de Mazda “KODO, alma del movimiento”, que transmite sensaciones de solidez y funcionalidad propias de un SUV compacto, junto con los atributos propios de Mazda de vitalidad y agilidad.
El atractivo del Mazda CX-5 empieza con el sólido aspecto de su frontal y los prominentes pasos de rueda. La nueva parrilla, que se extiende hasta los grupos ópticos, presenta un motivo alado, al mismo tiempo que la parrilla inferior trapezoidal contribuye a la imagen sólida del vehículo y centra la atención en la sección delantera.
Los prominentes pasos de rueda traseros y las afiladas superficies del portón trasero recalcan aún más si cabe la forma elegante y sólida del Mazda CX-5, diferenciándolo de la imagen típica de un SUV. El alerón trasero no solo tiene un aspecto deportivo, sino que también mejora la aerodinámica.
Los paragolpes están fabricados en un material de resina especial, que los hace tan rígidos como los paragolpes convencionales, pero un 20% más ligeros. Con todo ello, el Mazda CX-5 presenta una silueta dinámica con formas lineales que dan sensación de movimiento y velocidad.
Los diseñadores del Mazda CX-5 también han conseguido una aerodinámica excepcional, y a los datos nos remitimos, con un coeficiente aerodinámico de tan solo 0,33, líder en su categoría, rompiendo con ello los límites convencionales de los SUV compactos. La aerodinámica no afecta a la visibilidad, pues el ángulo de los pilares A proporcionan al conductor un buen campo de visión.
La unidad probada llevaba unas llantas de aleación de 17” (aunque opcionalmente se pueden montar de 19”), y era de un llamativo color Sky Blue, pudiendo elegir entre una gama total de 7 variedades de color. Las medidas concretas del modelo son 4,55 de largo x 1,84 de ancho x 1,71 de alto, con una distancia entre ejes de 2,70 metros.
Diseño interior:
Por dentro, Mazda ha organizado un habitáculo orientado al conductor, con una estética sólida que refleja la fuerza y la robustez exterior del Mazda CX-5. La nota dominante es la amplitud, con espacios generosos tanto para los ocupantes de las plazas delanteras como para los de las traseras. No obstante, la comodidad no está reñida con la deportividad, especialmente marcada en la línea del salpicadero, heredada, al menos en su esencia, de la del mítico MX-5. Tal y como comentamos en el punto anterior, la visibilidad frontal es uno de los puntos fuertes del CX-5, siendo un poco menos buena por detrás, aunque en ningún caso resultando inadecuada.