El Mercedes GLC es uno de los vehículos de su segmento más demandados en todo el mundo y además uno de los coches de la marca de mayor éxito. Su principal baza es el diseño pero tiene otros muchos argumentos para conquistar a los usuarios.
Para lograr el éxito en España ha sido clave ofertar una gama de motores muy bien adaptada a las necesidades de los usuarios, no dejando fuera ni a los diésel ni a los híbridos enchufables que cada vez tienen mayor tirón gracias a las ventajas de la etiqueta ambiental CERO.
He tenido la oportunidad de probar un Mercedes GLC 300de 4Matic y debo reconocer que para muchos usuarios puede ser la opción más apetecible gracias a la combinación de un bloque diésel con el sistema híbrido enchufable. Si quieres conocerlo más en profundidad solo tienes que seguir leyendo.
Diseño
A pesar de llevar ya unos años en el mercado, el Mercedes GLC está envejeciendo bastante bien gracias en parte al último rediseño que ha actualizado ligeramente su frontal que ahora incluye ópticas LEDs, una parrilla más grandes y otros pequeños cambios.
El resto de modificaciones en el exterior no han sido especialmente grandes pero en conjunto han conseguido modernizar unos trazos equilibrados y atractivos. Para aquellos que busquen una estética más deportiva podrán elegir la carrocería GLC Coupé que tiene una caída de techo más pronunciada.
Como buen vehículo de alta gama las posibilidades de personalización son muy elevadas pero también podrá subir de forma considerable el coste del automóvil. En el caso de la unidad probada al pack AMG hay que sumar las llantas exclusivas, el techo panorámico o los cristales tintados que junto a la pintura en gris oscuro logran que goce de una imagen intachable.
Interior
Una vez pasamos al interior el Mercedes GLC muestra un salpicadero similar al que conocíamos en la anterior generación del Clase C que si bien todavía está vigente, ya se le van notando los años. Con la actualización se ha introducido una nueva instrumentación y un equipo multimedia más completo.
Precisamente el sistema multimedia es el protagonista principal de la actualización. Ahora cuenta con Apple CarPlay sin cables y una pantalla más grande de mejor calidad y control táctil que resulta más sencilla de utilizar. El control inferior no es demasiado práctico cuando se está conduciendo así que muchas veces será más sencillo ir directamente al ícono en la pantalla.
Para aquellos que no quieren desconcentrarse está el control por voz que funciona muy bien y acepta órdenes vocales relativas a la climatización, navegador, sistema de sonido y otras funciones, resultando en ciertas ocasiones más rápido que el modo manual. Me gusta que acepte frases convencionales y no haya que seguir un patrón fijado.
La calidad de los plásticos está a buen nivel pero en ningún caso se puede considerar referencia en el segmento, quedando por detrás de los Audi Q5, BMW X3 o el propio Lexus NX que acaba de estrenar generación. En el Mercedes hay detalles que podrían mejorarse especialmente en zonas inferiores que no están muy a la vista.
Repartidos por el interior hay varios huecos porta-objetos que resultan prácticos. La mayoría poseen suelo de goma para evitar que resbalen y suelen estar revestidas para garantizar una sensación más agradable al tacto. Esto también pasa en las guanteras principales. La iluminación interior LED es otro de los puntos revisados que suelen gustar a los usuarios.
Habitabilidad
El Mercedes GLE creo que es correcto por espacio interior y maletero aunque en esta versión híbrida enchufable no pueda presumir de una capacidad muy elevada debido al hueco que roba la batería del sistema, elevando considerablemente el suelo de la zona de carga.
En las plazas delanteras la sensación de espacio es generosa, con buenas cotas hacía todas las direcciones incluso en esta unidad que equipa el techo solar panorámico doble. Me gusta que todos los mandos queden a mano y buena visibilidad general. Los asientos deportivos opcionales son cómodos y recogen bien la espalda.
Las plazas traseras el espacio para las piernas es correcto y hay anchura holgada para dos adultos y un niño. Meter tres adultos aquí será algo incómodo, con pocos centímetros a la altura de los hombros. Me gusta que se pueda reclinar el respaldo y que haya salidas de aire aunque se echa de menos un climatizador independiente que sea de serie (sí lo hay en opción).
Como decía más arriba el maletero no es su punto fuerte en esta versión con tecnología híbrida enchufable. Además de la mencionada elevación, el volumen se reduce de los buenos 550 litros que llevan las versiones convencionales a unos más justos 395 litros de los «e». Eso sí, se pueden abatir los respaldos traseros para ganar algo de volumen.
Equipamiento
Desde hace un tiempo Mercedes-Benz en España ofrece unidades más completas y equipadas, algo necesario para justificar los altos precios con los que parten todos sus modelos. El GLC no es ajeno a estas mejoras y ya llevan de serie todo lo necesario tanto en confort como en seguridad.
Entre otras cosas cuentan con faros Highbeam LED, control y limitador de velocidad, ordenador de viaje, llantas de aleación ligera, detector de fatiga, selector de modos de conducción, aviso pre-colisión, detector de fatiga, ciclista y peatones, espejos térmicos y sistema de amortiguación selectiva.
Otros elementos también de serie son el climatizador automático dual, asientos parcialmente eléctricos, arranque por botón, sensor de lluvia, cristales tintados, portón automático, sistema MBUX con pantalla táctil, control por voz, bluetooth, radio DAB, USB, WI-FI, eCall, llantas de aleación de 18 pulgadas, etc.
Entre las opciones más interesantes están el sistema de navegación con pantalla de 10,2 pulgadas, instrumentación digital, pack AMG, techo panorámico, asientos ventilados y térmicos, asistente automático al aparcamiento, cámara 360, faros inteligentes, acceso sin llave, tapizado en piel, climatizador trizona, etc.
El precio de partida del Mercedes GLC 300de 4Matic se ha fijado en los 67.972 € sin incluir posibles promociones ni descuentos. Si además lo quieres como aparece en las imágenes deberás elevar el presupuesto hasta acercarte a los 80.000 €, un coste muy alto que curiosamente no lo es tanto si se compara con sus rivales más directos que rondan cifras similares.
Motor
La oferta actual del Mercedes GLC está formada en gasolina por los motores GLC 200 de 197 CV con hibridación ligera, GLC 300 también MHEV con 320 CV y los explosivos AMG con 390, 476 y 510 CV de potencia. En todos ellos se incluye de serie la tracción total 4Matic y el cambio automático.
La oferta diésel está formada por el GLC 200d con 163 CV, el GLC 220d con 194 CV y el GLC 300d con 245 CV. Todos ellos tienen etiqueta C, tracción total y cambio automático. Las propuestas más «verdes» son los GLC 300e con 320 CV y la unidad probada GLC 300de con 306 CV, ambos con tecnología híbrida enchufable.
El GLC 300de combina el motor de 2,0 litros diésel que desarrolla 194 CV con otro eléctrico que desarrolla 122 CV para conseguir una potencia combinada de 306 CV. La batería de iones de litio tiene 13,5 kWh de capacidad (9,5 útiles) y se declara una autonomía de 45 km que no me parecen complicados de conseguir.
Al contrario de lo que sucede con otros PHEV de la marca en el GLC no se puede hacer carga rápida pero esto no es un problema teniendo en cuenta que en corriente alterna permite hasta 7.4 kW gracias a un cargador embarcado más potente que antes.
Para poder tener la batería al 100% se requieren 5 horas en un enchufe convencional y se puede reducir el tiempo hasta poco más de hora y media en un Wallbox de 7.4 kW. Son tiempos reducidos que además permitirán sacar provecho a los puntos públicos de zonas comerciales y/o estaciones de carga que tienen algunos ayuntamientos.
Durante la prueba me ha parecido que se pueden conseguir consumos ajustados pero no mejores que los que se registran en el GLC 220d de idéntica potencia diésel. Sí es cierto que en prestaciones está en un escalón superior gracias al aporte del bloque eléctrico que siempre está presente para garantizar una enérgica respuesta.
En viajes largos lo normal es que el GLC 300de termine rondando los 6,0 L/100, un dato contenido si se tiene en cuenta el tamaño y peso del vehículo. En comparación con el GLC 300e es menos refinado pero se consiguen bajar los consumos en autovía y carretera de manera considerable así que creo que es más recomendable.
No creo que sea necesario realizar un análisis grande de las prestaciones en un coche con 306 CV disponibles dado que siempre acelera y responde muy bien, garantizando adelantamientos e incorporaciones rápidas y seguras. La caja de cambios automática es como siempre correcta en su funcionamiento, logrando transiciones rápidas y suaves. Para aquellos que quieran variar cómo se entrega la potencia están los modos de conducción ya conocidos en la marca.
El sistema híbrido también tiene modos de funcionamiento específicos, pudiendo elegir entre un uso eléctrico puro (si hubiera batería), automático para que el coche decida en todo momento cómo debe repartir la energía (prevalece el uso del eléctrico) y Battery Save que permite guardar carga en la batería para que pueda ser usada en otro momento, por ejemplo en una zona libre de emisiones en destino.
Version | GLC 300de 4Matic |
---|---|
Cilindrada | 1.950cc |
Potencia | 306 CV en total |
Par | 400 Nm + 440 Nm |
Peso | 2.125 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4658 / 1890 / 1664 |
Volumen Maletero | 395 / 1.445 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,2 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,1 seg en D |
Velocidad máxima | 230 km/h |
Consumo homologado | 1,7 L/100 |
Autonomía eléctrica | 44 km |
Emisiones CO2 por km | 45 gr |
Pegatina de la DGT | Cero |
Precio de partida | Desde 67.972 € |
Comportamiento
El Mercedes GLC es un coche que va bien, anda mucho y permite realizar viajes largos sin darte cuenta. Si vas buscando lo máximo en refinamiento no será tu coche pues un Audi Q5 es notablemente más silencioso; si buscas un comportamiento algo deportivo tampoco será la opción más interesante especialmente teniendo el BMW X3 como rival principal.
¿Cómo queda posicionado el GLC? Pues un poco a medio camino entre los dos modelos mencionados aunque se puede mejorar el confort o la efectividad en función de los extras, optando por neumáticos/llantas más pequeños o una suspensión algo más suave pero incluso así , no alcanza el compromiso de un Audi Q5 S-Line.
Que no sea el mejor del segmento no indica que sea un mal coche pero sí es cierto que cuando gastan una cantidad de dinero importante se va buscando «lo mejor». El Mercedes presume de un andar bueno, un comportamiento muy correcto y además te ofrece la única opción del mercado con una motorización híbrida enchufable que se apoya en un motor diésel… y esto sí es un puntazo.
En ciudad el GLC es un coche aparatoso pero dentro de lo que cabe no resulta complicado maniobrar con él gracias a que gira mucho y además la superficie acristalada es generosa. Recomiendo incluir la cámara posterior (si no hay problema de presupuesto es mejor la 360º) que garantiza una visibilidad excepcional cuando toca aparcar en zonas algo justas.
Aunque esta versión tiene tracción total a las cuatro ruedas creo que no es la más indicada de la gama para hacer una conducción off-road. Es cierto que el GLC no es de los peores crossovers de su tamaño fuera del asfalto pero sería más interesante optar por una versión con motor diésel convencional para ello, y con ciertos paquetes opcionales que permiten proteger los bajos del coche.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.9
Notable
El Mercedes GLC 300de 4Matic se adapta a la perfección a las necesidades de una mayoría que no quiere renunciar a los bajos consumos de un motor diésel y a las ventajas de la etiqueta ambiental CERO. Salvo que tengas alergia al motor de combustión de este tipo, es mucho más apetecible que el PHEV de gasolina que también se oferta en la gama y que tiene un consumo muy superior.
Lo bueno
- Etiqueta CERO
- Prestaciones
- Consumos contenidos
Lo mejorable
- Precio elevado
- Maletero algo pequeño
- Sonoridad del bloque diésel