Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
Todo un éxito inesperado, el MINI Countryman en su versión híbrida destaca por su excelente comportamiento, unas prestaciones muy interesantes cuando tiene carga y la etiqueta CERO que permite acceso a zonas restringidas y ahorrar en aparcamiento. Lo malo es que la autonomía eléctrica es reducida, el gasto en gasolina alto y tiene un precio bastante elevado
Cada vez son más los usuarios que piensan en adquirir un vehículo híbrido enchufable, una alternativa más lógica que los eléctricos puros si se suelen realizar desplazamientos largos de vez en cuando y solo hay un vehículo en el hogar. Suelen tener precios elevados pero lo pueden compensar con ciertas ventajas.
Para los usuarios que viven en ciudades como Madrid las ventajas para los vehículos con etiqueta Cero son bastante importantes. Esta clasificación la reciben los eléctricos puros y los PHEV con una autonomía superior a los 40 km, beneficiándose del acceso a Madrid Central, aparcamiento gratis en las zonas SER o la posibilidad de hacer uso del carril BUS-VAO de la A6.
El MINI Countryman Cooper S E All4 es uno de los híbridos enchufables más vendidos en España y ha conseguido superar las expectativas del fabricante británico por mucho. Su diseño atractivo, unas prestaciones muy buenas y las ventajas de su etiqueta Cero han conseguido convertirlo en todo un éxito.
Durante una semana he tenido la posibilidad de probar una unidad del híbrido británico y debo reconocer que las ventajas en Madrid son sensacionales pero no compensa su compra si el consumo preocupa dado que una vez se agota la batería, no gasta poco.
DISEÑO
El MINI Countryman es un crossover de tamaño compacto muy atractivo en sus formas. Ya sea en las versiones gasolina o diésel como en el híbrido probado, los usuarios podrán personalizarlo al gusto con cantidad de elementos que consiguen cambiar drásticamente su aspecto.
El diseño de las llantas de aleación y la combinación de colores carrocería/techo-retrovisores hacen que el Countryman pueda presumir de enfoques muy diferentes. En el caso de la unidad testada se ha logrado un toque deportivo sin perder de vista la elegancia británica, presumiendo además de una tonalidad muy especial que no sale precisamente barata (900 €).
La segunda generación del Countryman presume de una firma lumínica muy llamativa en el frontal si se equipan las ópticas Full LED, elemento que es de serie en la unidad probada. Respecto al resto de variantes, el PHEV suma la toma de recarga en el lateral izquierdo y el logotipo con la E bastante visible en el portón y las aletas.
INTERIOR
La calidad de terminación del MINI Countryman está a gran nivel y respecto a la generación anterior el salto experimentado es enorme. Presume de materiales acolchados muy agradables al tacto, apliques en negro lacado, el paquete iluminación LED con varias tonalidades y unos ajustes muy cuidados.
Jugando con las opciones se pueden conseguir atmósferas de auténtico lujo. En la unidad testada se incluían el tapizado en piel “MINI Yours Leather” de alta calidad con asientos deportivos y extensibles, paquete cromado interior, volante deportivo, sistema de navegación con pantalla grande, un gran techo solar o el Head Up Display, todo ello logrando aumentar la sensación de coche alto de gama (y que desde luego se paga).
La instrumentación de los Countryman mantiene la tipología clásica con agujas aunque se puede acompañar con el práctico Head Up Display. Se rumorea que en este 2019 llegará una nueva instrumentación digital configurable. Al ser híbrido, esta unidad sustituye el tacómetro por un medidor de energía que avisa sobre la presión que hacemos en el acelerador y el tipo de conducción que se realiza (con luces luminosas que ayudan a la conducción ECO).
De serie los PHEV cuentan con un sistema multimedia bastante sencillo de usar con pantalla a color y táctil de 6,5 pulgadas. Puede incluir Apple CarPlay, Android Auto y navegador aunque no resulta tan vistoso como el equipo opcional con la pantalla de 8,8 pulgadas, la misma que equipa la unidad probada. Suena bien, tiene muchas funciones y la calidad de imagen es buena.
Por el habitáculo hay repartidos varios huecos porta-objetos bastante útiles y prácticos. La guantera principal tiene capacidad suficiente para la documentación y algunas cosas adicionales; las bolsas de las puertas resultan generosas aunque no están forradas y hay diversos posa-vasos. En general no se echan de menos más huecos.
HABITABILIDAD
El interior del MINI Countryman es suficientemente amplio para cuatro adultos y un niño pero no para viajar con un quinto adulto debido a la escasez de anchura en las plazas posteriores. Sí resulta generoso en el resto de las cotas.
En las plazas delanteras la sensación de desahogo es grande gracias a la verticalidad del parabrisas que queda bastante lejos de la cabeza. También el espacio libre al techo es generoso incluso en esta unidad con el de cristal deslizante mientras que el ancho permite que dos personas no se sientan encajadas.
La fila posterior me parece muy cómoda por el mullido del asiento, el espacio longitudinal y la generosa altura al techo. Si se opta por el techo solar panorámico doble la luminosidad es extraordinaria, sensación que se magnifica en las unidades con el tapizado de color claro. Hay salidas de aire regulables y toma de corriente, dos elementos que agradecerán los ocupantes de estas plazas.
La capacidad de maletero se ha visto perjudicada por su condición de híbrido, perdiendo 45 litros respecto a los convencionales hasta quedarse en los 405 litros. Sus formas son aprovechables y se puede ampliar la capacidad retirando los respaldos posteriores (en tres partes si se desea) pero sorprende que no hayan pensado un lugar para dejar el cable de recarga (va en una bolsa pero termina dando tumbos de un lado a otro).
EQUIPAMIENTO
A partir del nivel de terminación Cooper, los MINI Countryman se puede considerar que van bien equipados de serie. En el caso de la unidad testada la dotación equivale al tope de gama Cooper S, añadiendo más elementos de manera estándar. A pesar de ello, deja muchas opciones que sirven para personalizar cada unidad, algo que parece casi obligatorio en un MINI.
De serie el Cooper S E All4 cuenta con faros Full LED, climatizador automático de dos zonas, sistema multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas, sensores de aparcamiento traseros, ordenador de viaje, faros antiniebla, arranque por botón, control de velocidad con limitador, sensor de lluvia, selector de modos de conducción, bluetooth y llantas de aleación de 17 pulgadas.
La unidad testada además suma el tapizado en piel, asientos deportivos eléctricos y térmicos, techo solar panorámico, cámara posterior, asistente al aparcamiento automático con medidor lateral, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, portón automático, SmartBeam, faros inteligentes, acceso confort, sistema de audio Harman Kardon, navegador con pantalla de 8,8 pulgadas, Head Up Display, pintura especial, llantas extra-serie… y otros muchos elementos.
El precio recomendado del MINI Countryman Cooper S E All4 se ha fijado en los 39.250 €, es decir, cuesta 100 € menos que el Countryman Cooper SD All4. Si lo quieres como lo ves en las imágenes deberás ir sumando extras hasta alcanzar una cifra excesiva, en concreto más de 55.000 € que lo alejan del precio habitual de un SUV compacto muy equipado.
MECÁNICA
La oferta actual del Countryman es bastante amplia y variada, ofreciendo alternativas para todos los gustos. La versión PHEV objeto de esta prueba es la más novedosa y una de la que más está llamando la atención por su etiqueta ecológica Cero, muy valorada en ciudades como Madrid y Barcelona.
La mecánica híbrida combina el bloque 1.5 Turbo de tres cilindros en gasolina similar al que llevan los Cooper, con otro eléctrico para conseguir una potencia total del conjunto de 224 CV. Se asocia a una transmisión automática de seis velocidades y tiene tracción total gracias a que el motor eléctrico va situado en el eje posterior. A pesar de esto, la altura libre es muy limitada y no conviene sacarlo más allá de caminos en buen estado.
El conjunto híbrido posee una batería de 5,7 kWh útiles que supuestamente otorga 41 km de autonomía aunque durante la prueba ha sido imposible superar los 26 km incluso haciendo grandes esfuerzos en la conducción. Para una carga completa son necesarias algo más de tres horas en una toma convencional, y dos horas y cuatro en un Wallbox de 3,7 kW. Si se tiene un lugar dónde recargarlo en el trabajo o en casa, puede ser interesante pero no se puede confiar en la infraestructura pública.
Durante los días de la prueba he intentado en varias ocasiones realizar la recarga en lugares públicos. Salvo en ciertos parking (bastante caros por cierto), los puntos de recarga no estaban funcionando o bien directamente no existían, algo que puede suponer un problema para los usuarios de eléctricos puros (al menos con el MINI tienes la opción de continuar con gasolina).
Las prestaciones del Cooper S E All4 son extraordinarias siempre que se tenga batería suficiente, de lo contrario pasa a ser un crossover corriente. En modo Sport y con carga suficiente, tiene una capacidad para acelerar o realizar adelantamientos propia de deportivos más potentes, necesitando solo 4,4 segundos para pasar de 80 a 120 por citar un ejemplo.
Lo que menos me ha gustado de esta PHEV es el consumo real. Una vez se agota la batería cuesta mucho rebajar los 8,0 L/100 y si se requiere recargar la batería en marcha para poder circular en modo eléctrico en el destino, el gasto roza o supera los 10,0 L/100. Un Cooper convencional gasta bastante menos en cualquier situación. La excusa de la tracción total no debería tenerse en cuenta (aunque útil, no es tan eficaz como un sistema 4×4 “de verdad”) y sí las ventajas que ofrecen los ayuntamientos (al tener etiqueta Cero aunque circules con gasolina puedes pasar por dónde quieras, algo que no es entendible pero se acepta al ser imposible su control).
Precisamente esto último sucede mucho con los híbridos PHEV en ciudades como Madrid, circulando a menudo con el motor de gasolina que no gasta precisamente poco y por tanto siendo menos “ecológico” que un turismo convencional de menor consumo. Además de circular, su usuario ahorrará mucho dinero al tener estacionamiento en la zona SER/ORA sin coste.
Ficha técnica
Version | 1.5 Turbo PHEV |
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Cilindrada | 1.499cc |
Potencia | 224 CV combinado (136 + 88 CV) |
Par | 385 Nm (220 + 165 Nm) |
Peso | 1.760 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4299 / 1822 / 1559 |
Volumen Maletero | 405 / 1.275 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,8 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,4 seg en D |
Velocidad máxima | 198 km/h |
Consumo homologado | 2,4 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 55 gr |
Precio de partida | Desde 39.250 € |
COMPORTAMIENTO
Como buen MINI este Countryman PHEV es sensacional por comportamiento teniendo presente su condición de todocamino. Es de los mejores de su segmento y aunque no pesa poco, rozando los 1.800 km, se mueve con una agilidad extraordinaria invitando a una conducción dinámica, justo lo contrario de lo que se supone en un vehículo ECO.
En autovía el modelo británico resulta cómodo, estable y da una sensación de seguridad muy elevada. La sonoridad del motor es contenida (no tanto de la rodadura) y tiene una capacidad de aceleración correcta sin batería, y muy buena con ella. Cuando llegan repechos no se “viene abajo”, manteniendo la velocidad crucero marcada.
En ciudad la conducción resulta placentera por el silencio de marcha, el buen funcionamiento de la caja automática y su condición de híbrido, es decir, en modo eléctrico, la sensación de fuerza y entrega de potencia es sensacional. El sistema de ayuda al aparcamiento asistido es práctico aunque requiere de más espacio de lo normal.
Además de los clásicos modos de conducción de todos los MINI, Green, Auto y Sport, el Countryman PHEV añade otros relacionados con su condición de híbrido:
- SAVE BATTERY: sólo usa el bloque de gasolina para guardar carga que se usará en destino)
- AUTO eDRIVE: hasta 80 km/h funciona en eléctrico (salvo que se presione fuerte el acelerador) y busca la eficiencia del conjunto
- MAX eDRIVE: solo utiliza el bloque eléctrico, se pueden alcanzar los 125 km/h y es el ideal para circular en zonas restringidas
Por defecto cada arranque se realiza en modo Auto eDrive y para modificarlo se deberá presionar un botón en la consola central (además sale en la pantalla del sistema multimedia el modo elegido). El periodo de adaptación a sus particularidades no me parece demasiado grande, resultando intuitivo.
Para usuarios que vivan o se muevan mucho por ciudades con zonas restringidas y además tengan un sitio para realizar las recargas, este modelo me parece una interesante alternativa que destaca por acabados, comportamiento y agilidad. Si vives en las afueras y ocasionalmente circulas por zonas restringidas, sale mucho más a cuenta adquirir una versión convencional y estacionar en un parking.
Calidad de terminación
Comportamiento
Consumo de gasolina elevado
Precio de adquisición sin subvenciones