El excelente bastidor del MINI hace que el motor 1.2 Turbo se quede algo corto. Sus consumos son algo elevados y las prestaciones no destacan. La excelente calidad de terminación y las muchas posibilidades de personalización son un plus añadido. El maletero ya tiene una capacidad razonablemente buenaDiseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.4
Notable
Con la llegada de la carrocería de cinco puertas, MINI ha conseguido multiplicar las ventas del icónico modelo en los principales mercados internacionales y, en Europa, ha relegado al Audi A1 a la segunda posición entre las alternativas “chic” del segmento B.
Los cinco accesos laterales es probable que no terminen de encajar para muchos en la filosofía “MINI” pero no hay duda que añaden una mayor comodidad en el día a día y, gracias a la batalla alarga, un espacio habitable mucho más holgado.
Independientemente de su estética más o menos atractiva, el MINI 5p mantiene intactas las casi infinitas posibilidades de personalización, un detalle que siempre ha tenido mucho éxito entre los usuarios de la marca. Poder elegir el color del techo, los retrovisores, las llantas de aleación y varios interiores hacen que sea casi imposible encontrar dos unidades idénticas.
He tenido la oportunidad de probar durante una semana la versión de acceso, bautizada con el apellido One, asociada al nuevo motor 1.2 Turbo con tres cilindros y 102 CV de potencia. Es una variante suficiente para desplazamientos urbanos pero con un chasis tan bien afinado se queda claramente corto.
Diseño
Con cada renovación el MINI va siendo menos “mini” y si echamos un vistazo a las medidas exteriores del cinco puertas, vemos como los escasos tres metros de longitud del original ahora son casi de cuatro (3,98 metros en concreto), aumentando también en lo relativo a la anchura y altura.
Ha perdido parte del encanto que incluso todavía conserva su hermano con tres puertas pero también es verdad que resulta más equilibrado para aquellos que suelen usar con cierta asiduidad las plazas posteriores.
Entre los elementos de diseño que se han perdido por el camino están las puertas sin marco. Mientras las unidades con tres puertas mantienen esta característica, las de cinco han de lidiar con el contorno completo en el que además se ha usado una goma que no disimula en absoluto su existencia. Esto consigue reducir visualmente el ancho del cristal y afecta visualmente al conjunto.
Ya sea en su vista frontal o la zaga, el aire MINI se conserva y no sufre alteraciones hasta el punto de ser casi imposible diferenciar una unidad con tres o cinco puertas desde esos dos puntos.
En el caso de la unidad probada hay que reconocer que la decoración elegida añade un toque dinámico al conjunto gracias a las bonitas llantas de aleación de generoso tamaño, el paquete cromado exterior y las ópticas delanteras con LEDS.
Interior
Nada más abrir la puerta el MINI 5p se presenta con un salpicadero visualmente llamativo, bien presentado y con una calidad de realización sensacional. Esto último es posiblemente una de sus principales virtudes, usando plásticos acolchados y piel en muchos guarnecidos.
Si el cliente lo desea puede añadir varias molduras decorativas con distintos efectos, colores claros u oscuros, tapizado en piel completo o parcial, volante normal o deportivo, pedales de aluminio, el paquete iluminación interior por LEDS con varios colores, etc.
Aquellos que quieran lo último en info-entretenimiento deberán elegir el sistema de navegación con pantalla de 8,8 pulgadas. Es un equipo muy completo y sencillo de manejar. Desde aquí se controlan casi todos los parámetros del vehículo, el ordenador de viaje, los modos de conducción, el acceso a internet, aplicaciones, los sensores de parking e incluso la cámara de visión posterior.
La unidad testada incluía además el Head Up Display que proyecta sobre una lámina de plástico los datos de velocidad, navegación, sistema de sonido y, si se opta por la opción, también el lector de señales de tráfico. Es una pena que con las gafas polarizadas quede totalmente anulado y no se pueda ver.
Para el manejo de los modos de conducción hay que recurrir a un mando situado en la parte baja de la palanca de cambios mientras que los del sistema de info-entretenimiento están entre los asientos delanteros. Aunque pueda parecer que no es una ubicación muy cómoda, resultan intuitivos y a los pocos días no tendrás que desviar la vista de la carretera.
Vaya forma de destruir la esencia
Pff.. Prefiero un Puretech 1.2 de 130 Caballos por Peugeot