Mecánica
Aunque MINI anunció durante la presentación de la nueva generación que habría una versión One First con sólo 75 CV, de momento es el One “a secas” con 102 CV la opción de acceso en gasolina. En diésel es el OneD el que tiene ese título con sus 95 CV.
Los que quieran algo más de chispa deberán poner sus ojos en los Cooper con 136 CV en gasolina o el Cooper D con sus 116 CV en diésel. Por último los más dinámicos tienen la opción de los Cooper S y Cooper SD con 192 y 170 CV de potencia respectivamente.
La unidad probada estaba asociada con la opción de modos de conducción (Normal, Green y Sport). Con el más eficiente Green la respuesta es mucho más suave y parece estar falto de potencia en todo momento, siendo únicamente recomendable en ciclo urbano.
En modo normal tiene una respuesta correcta sin más. No es un motor que me haya impresionado por prestaciones aunque lógicamente con 102 CV tampoco se pueden hacer milagros. En modo Sport añade un poco más de brío pero en ningún caso el suficiente para sentir la esencia MINI.
Para conseguir un buen nivel de prestaciones en este motor 1.2 Turbo es necesario jugar bien con el régimen, no bajando de las 2.500 rpm y sin superar las 4.800 rpm, momento en el que deja de empujar. Es algo extraño en un gasolina y siempre que elevaba el giro me daba la impresión de estar “capado” electrónicamente.
Otro punto en el que no destaca es en los consumos. Por más que lo intenté durante la prueba fue imposible rebajar en carreteras secundarias los 5,7 L/100 mientras que en autovía a velocidades constantes de 120-130 km/h de marcador la cifra obtenida fue de 6,5 L/100. En ciudad ronda los 7,5 L/100 salvo que el tráfico complique las cosas.
En definitiva me ha parecido un motor básico suficiente pero muy inferior por tacto, prestaciones y consumos al 1.5 Turbo que llevan los Cooper. Todavía recuerdo el buen sabor de boca que me dejó este bloque por sus prestaciones más que correctas y los contenidos consumos sin hacer esfuerzos (logré una media de 5,7 L/100 durante toda la prueba, es decir, 1,5 L/100 menos que con el One).
Creo que si no se va muy justo de dinero merece la pena dar el salto y elegir el Cooper por encima del One. La diferencia es de 1.100 € pero trae más equipamiento de serie, como el climatizador automático de dos zonas, retrovisores pintados, maletero con doble fondo y apliques en carbono.
Comportamiento
Si hay algo que nunca falla en un MINI es su comportamiento dinámico. Dependiendo de las opciones que se elijan podrá resultar más o menos cómodo pero siempre tendrá ese “Go Kart Feeling” que tanto gusta a los usuarios.
Con la tercera generación del MINI se ha conseguido un conjunto mucho más sencillo de conductor, ideal para aquellos que quieren iniciarse en eso de la conducción deportiva con un automóvil predecible y que sea capaz de enseñarte día a día nuevos límites.
El tacto de la dirección por ejemplo es de las mejores que hay por su capacidad informativa, facilidad de guiado y rapidez. Al contrario de lo que sucedía con los primeros MINI de la era BMW ya no es necesaria la máxima concentración para mantener la trayectoria, haciendo que los viajes sean más cómodos (antes era tan rápida que cualquier presión sobre el volante provoca un movimiento instantáneo). En ciudad quizás no sea tan blandita como las que encontrarás en otros polivalentes pero te aseguro que no podrás ponerle pegas.
Con la suspensión deportiva opcional y las llantas de esta unidad la comodidad no está entre las virtudes del MINI. No disimula en absoluto las irregularidades del asfalto y en ciudad con cada badén sufrirás un golpe seco. Esta sensación de reacciones bruscas es más acusada en las plazas traseras que en las delanteras por lo que si vas acompañado deberás tratar de conducir con la mayor suavidad posible para evitar quejas constantes.
Cuando llegan las curvas el MINI no defrauda. Ágil, rápido y sin balanceos, es capaz de enlazar giro tras giro sin inmutarse, invitando a ir a más rápido. La inmediatez con la que obedece a cada orden del conductor hace que además de “comerse” las curvas, resulte gratificante y divertido. La esencia MINI está bien presente en cada momento incluso en este básico One hasta el punto de parecer excesivamente escaso de motor para las posibilidades del bastidor (y ya te aseguro que echarás de menos más potencia al poco tiempo).
En ciudad el MINI se conduce bien por sus dimensiones ajustadas, una buena visibilidad y un radio de giro correcto. Sólo la dureza de todos los mandos y suspensión que mencionaba algo más arriba puede empañar algo su manejo entre el tráfico urbano. Con los sensores de aparcamiento y la cámara posterior estacionarlo es muy sencillo.
Por último hay que citar la excelente iluminación que dan las ópticas LED opcionales. Totalmente recomendables, no es necesario que además añadas el sistema SmartBeam que de momento no ha logrado un funcionamiento muy bueno y puede marear un poco al resto de conductores.
El excelente bastidor del MINI hace que el motor 1.2 Turbo se quede algo corto. Sus consumos son algo elevados y las prestaciones no destacan. La excelente calidad de terminación y las muchas posibilidades de personalización son un plus añadido. El maletero ya tiene una capacidad razonablemente buenaDiseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.4
Notable
Ficha técnica
Version | 1.2 Turbo, 3 cilindros, |
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Cilindrada | 1.198 cc |
Potencia | 102 CV a 4.000 rpm |
Par | 180 Nm a 1.800 rpm |
Peso | 1.225 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3982 / 1727 /1425 |
Volumen Maletero | 278 / 941 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,1 segundos (10,9 seg en prueba) |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,9 segundos (en cuarta) |
Velocidad máxima | 192 km/h |
Consumo homologado | 4,8 L/100 (6,9L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 112 g/km de cO2 |
Precio de partida | Desde 19.350 € sin Plan PIVE 8 ni otros descuentos |
Vaya forma de destruir la esencia
Pff.. Prefiero un Puretech 1.2 de 130 Caballos por Peugeot