Equipamiento y Seguridad
El Mitsubishi Montero se ofrece con dos carrocerías, de 3 y 5 puertas, y ambas se ofrecen con los mismos acabados. El nivel básico es el denominado “Spirit”, mientras que el más abundante y el que se corresponde con nuestra unidad de pruebas es el “Kaiteki”. Además de las diferencias de equipamiento, otra diferencia fundamental es que el acabado “Spirit” se asocia a un cambio manual siempre, mientras que el “Kaiteki” se combina con una caja de cambios automática.
– Airbag frontal conductor.
– Airbag frontal pasajero.
– Airbags de cabeza delanteros y traseros.
– Airbags laterales delanteros.
– Anclajes ISOFIX en los asientos traseros para sillas infantiles.
– Antibloqueo de frenos (ABS).
– Asistencia a la frenada (BAS).
– Avisador acústico de los cinturones delanteros.
– Control de estabilidad (ASTC).
– Distribución electrónica de frenado (EBD).
– Cámara de visión trasera, Control de distancia de aparcamiento trasero, Control de velocidad de crucero (Cruise Control), Dirección asistida.
– Faros antiniebla.
– Faros de xenón.
– Luces diurnas LED.
– Mandos multifunción en volante.
– Monitorización de presión de los neumáticos (TPMS).
– Retrovisores exteriores calefactados.
– Tapicería de cuero.
– Asientos delanteros con calefacción.
– Climatizador.
– Iluminación ambiental interior por LED.
– Retrovisores exteriores abatibles eléctricamente.
– Sensor de lluvia.
– Techo solar eléctrico.
– Conexión Bluetooth.
– Navegador multifunción MMCS con pantalla táctil de 7″.
– Radio CD con MP3.
– Puerto USB.
Sistema de tracción 4×4
El cambio entre transmisión trasera y transmisión a las cuatro ruedas se realiza con la palanca de cambios corta, pudiendo cambiar entre cuatro opciones en función de las condiciones de la vía o de las necesidades de la conducción.
Además, en el cuadro dispone de un testigo luminoso que indica que modo 4×4 llevamos seleccionado.
Como ya hemos visto, la caja de cambios del 4×4 tiene 4 posiciones:
2H: Transmisión a las ruedas traseras. Para cuando se conduce en carreteras con pavimento seco.
4H: Transmisión a las cuatro ruedas con desarrollo largo. Es la posición básica para la selección 4WD, indicada para cuando se conduce por carreteras con pavimento seco o deslizante.
4HLc: Transmisión a las cuatro ruedas, acoplada al bloqueo del diferencial central. Modo indicado para cuando se conduce por carreteras en mal estado, con arena o nieve.
4LLc: Transmisión a las cuatro ruedas acoplada al bloqueo del diferencial central de la marcha corta. Este modo es útil cuando se conduce por pendientes, hacia arriba o hacia abajo, por carreteras en mal estado o embarradas. Especialmente cuando sea preciso aumentar el par motor. En este modo no se deben sobrepasar los 70 km/h.
Para cambiar entre los modos 2H, 4H y 4HLc, en el caso del cambio automático, podremos hacerlo con el coche en marcha o parado. Si lo hacehmos parado deberemos engranar la N antes de cambiar la palanca de selección de transferencia (palanca del sistema 4×4), mientras que si lo hacemos en marcha, deberemos ir con las ruedas rectas, y soltar el acelerador antes de accionar la palanca de selección de transferencia.
El modo 4LLc sólo puede seleccionarse con el vehículo parado y con la N engranada.
En cuanto al botón que hemos mencionado antes y que se encuentra junto a los botones de los asientos calefactados, “R/D Lock”, activa el funcionamiento del bloqueo del diferencial trasero. Para activarlo, debemos llevar la palanca del sistema 4×4 a las posiciones 4HLc o 4LLc, y después activaremos el bloqueo de diferencial trasero pulsando el interruptor.
Este modo nos ayuda si en algún momento una rueda comienza a girar libremente y el coche se llegar a quedar atascado y no puede salir ni usando la tracción a las cuatro ruedas. Utilizaremos el botón del bloqueo del diferencial trasero para obtener una tracción suplementaria.
Comportamiento
Nada más sentarnos en el Mitsubishi Montero, nos vamos aclimatando a él poco a poco. Pese a sus grandes dimensiones y a la altura a la que conducimos, no tenemos ningún problema para adaptarnos y tendremos todo bajo control en todo momento.
Maniobrar con el Montero no nos supone ningún problema, gracias a su buen ángulo de giro y a la buena visibilidad que nos ofrecen los grandes retrovisores. En la luna trasera, la rueda de repuesto no nos tapa la visión en ningún momento.
En los primeros kilómetros por ciudad noto que el motor empuja con bastante fuerza desde parado, en este sentido, hay que tener en cuenta que es un coche tracción trasera, así que no debemos pisar a fondo el acelerador, al menos en tráfico abierto, ya que es relativamente fácil que el eje trasero patine. En pistas dejando la tracción trasera nos podemos divertir bastante.
En carreteras secundarias la dirección se muestra algo blanda, y por su peso, es un coche que tiene bastantes inercias, por lo que debemos entrar en las curvas con suavidad y sin apurar las frenadas. En general debemos conducir anticipando bastante las maniobras, y con suavidad. Circulando por autopista, la dirección sigue siendo blanda, pero es mejor terreno para el Montero que las carreteras secundarias.
Y por fin toca meter al Mitsubishi Montero por el campo, su hábitat natural. El coche responde muy bien por campo, a la hora de afrontar subidas y pasar por encima de montículos y piedras se convierte en un juego de niños para el Montero.
Ha sido el coche al que más me ha costado poder hacerle una foto con una rueda en el aire, el largo recorrido de las suspensiones garantiza los apoyos en cualquier situación y que sea bastante difícil quedarnos atascado por esto.