Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
6.8
Bien+
En líneas generales, el Mitsubishi Space Star es un gran coche por el precio que te va a costar. Es tan amplio como manejable, cuenta con calidades aceptables, gran equipamiento de serie y un motor que rinde bastante bien con consumos ajustados en su hábitat natural, aunque se queda algo limitado fuera de la urbe. Si buscas algo asequible para el día a día, deberías incluirlo entre tus opciones.
El segmento A parece estar en auge últimamente, cosa lógica si tenemos en cuenta que son coches perfectos para cubrir los desplazamientos en la urbe e incluso para satisfacer una necesidad de transporte de larga distancia sin tener que hacer un gran desembolso de dinero, además de que su mantenimiento y gasto de combustible no te supondrán una gran suma de dinero. Así, con un precio de segmento A, uno de los últimos modelos en pasar por nuestro garaje es la alternativa más pequeña de Mitsubishi, el Space Star, un coche nacido para posicionarse por tamaño entre el segmento A y los utilitarios algo más grandes del segmento B.
En la actualidad los coches del segmento A no tienen nada que ver con los que los fabricantes ofrecían hace unos años. Antes un coche de este grupo solía ser un coche económico, muy básico en lo que a equipamiento y desarrollo se refiere. Sin embargo, poco a poco esa tendencia fue cambiando y los modelos del segmento A empiezan a equipar elementos más habituales de ver en modelos de segmentos superiores; distinguiéndose fundamentalmente por el reducido tamaño de sus coches.
Ejemplos de esta corriente los encontramos por todas partes, basta con mirar los nuevos Toyota Aygo, Peugeot 108 o Citroën C1, y en el país por excelencia de los coches urbanos no iba a ser menos, por lo que desde Japón nos llega una nueva e interesante propuesta urbanita que desde su lanzamiento ha destacado por su excelente relación precio-equipamiento. Además, con la última actualización mejora este aspecto siendo realmente atractivo.
Como alternativas, además del trío anteriormente citado, encontraríamos los tres urbanos del grupo VAG, el Seat Mii, el Skoda Citigo o el Volkswagen Up!. Por concepto, no nos podemos olvidar de los Fiat 500, smart fortwo y forfour, de los que hace relativamente poco conocimos la segunda generación. Pero, ¿en qué aspectos gana el Mitsubishi Space Star a sus rivales? ¿Cuáles son sus puntos débiles respecto a la competencia? Pues analicémoslo a fondo para descubrir los defectos y virtudes de este pequeño gran modelo urbano.
Diseño exterior
Con la nueva actualización que recibió este mismo año, se trata de un coche que exteriormente mantiene la dinámica que siguen muchos fabricantes, dotando a sus modelos de cada vez más tamaño respecto al mismo modelo de la generación anterior (con 9 centímetros más de longitud es de los más grandes del segmento).
Hasta ahora el Space Star era un urbanita de diseño muy sencillo que jugaba con la baza del equipamiento y un precio accesible para llamar la atención de los usuarios. Con la actualización ha ganado bastante en estética, especialmente gracias al empleo de nuevos elementos cromados y la integración de las luces diurnas por LEDs en los faros principales.
Aun así, sigue siendo un coche de medidas contenidas que destaca por su practicidad, aunque ahora luce un aspecto bastante más fresco en consonancia con su gama mecánica modernizada, su interior mejor acabado y un elenco tecnológico que, sin ser puntero en el mercado, gana bastantes puntos. Si bien es cierto, el acabado Motion se me antoja demasiado discreto, pero los detalles de la versión Kaiteki como es esta unidad de pruebas le convierten en un urbanita muy pintón.
Los cambios estéticos son leves pero notables, afectando tanto al frontal como a la zaga. Es más, su nueva estética parece más propia de una nueva generación que de un restyling, aunque estamos ante este último caso.
Mirándolo de frente, descubriremos que el frontal es más ancho que la parte trasera para producir un efecto goteo de viento, al tiempo que estrena parrilla, adornos con forma de branquias en los laterales, detalles cromados, dos prominencias sobre el capó y paragolpes, junto a otros pequeños detalles que aumentan su elegancia. Sin embargo, los faros delanteros continúan recordándome bastante a los del Toyota Aygo de la generación anterior, de forma triangular y extendiéndose hacia la parte superior del capo en sus extremos exteriores.
Como viene siendo habitual en los restyling, la vista lateral es la que menos afectada se ve por los cambios, salvo por las nuevas llantas de bonito diseño y tamaño de 15 pulgadas -con neumáticos en medidas 175/55 R15- que le dan un toque más juvenil al conjunto. Otras novedades son los retrovisores con intermitentes LED incorporados y el pequeño embellecedor en la aleta delantera que simula una entrada de aire, pero este carece de utilidad más allá de su carácter estético. Para aumentar la sensación de dinamismo perviven las líneas de diseño de ambas puertas, las cuales recorren toda la carrocería y se van elevando hacia la parte trasera. Además, conserva las lunas tintadas traseras para ganar privacidad.
La paleta de colores de la carrocería también tiene novedades, un tono al que la marca denomina rojo Wine y que suma elegancia a los clásicos gris, blanco y negro.
En la zaga, los ángulos traseros son más agudos para conseguir un efecto de reducción y estabilización, al tiempo que la caída hacia atrás del techo ayuda a reducir la fricción considerablemente. El paragolpes y el portón trasero ganan en diseño, empaque y personalidad al incluir más aristas, al tiempo que la nueva iluminación LED de las remozadas ópticas le da fuerza visual. En el centro se encuentra el anagrama de Mitsubishi, justo por encima del tirador para abrir el portón. A esa altura, en los laterales se encuentran los pilotos traseros, de tamaño pequeño, pero que quedan proporcionados al conjunto del vehículo.
Encontramos también nuevos catadriópticos en los extremos, mientras que se mantiene el interesante alerón que alberga la tercera luz de freno sobre la luna para mejorar la aerodinámica y aumentar su aspecto dinámico. Eso sí, el tubo de escape podía estar un poco mejor disimulado, al igual que una aleta de tiburón sobre el techo podría hacerle ganar puntos al conjunto.
Diseño interior
En el interior encontramos muchos contrastes, espacio y un gran salto de calidad y equipamiento respecto al modelo anterior. El acceso al habitáculo en todas las plazas es bastante cómodo gracias a sus dimensiones, encontrándonos además con un puesto de conducción algo más elevado que el del resto de sus competidores, por lo que no tienes la sensación en ningún momento de ir «encajonado». Respecto a la calidad, ya te adelanto que no debes esperar materiales de primera, pero lo cierto es que para ser un coche del segmento A está muy bien rematado y se ha prestado especial atención a los detalles y los crujidos de los materiales, siendo difícil sacarle muchos defectos si lo comparamos con sus rivales. Además, su interior ahora es bastante menos sobrio con las nuevas combinaciones de tapicería.
Una vez nos sentamos en el puesto de conducción, aparecen las primeras pegas. Por un lado, los botones de los elevalunas son algo espartanos y solo uno de ellos es automático (¿Por qué siempre ocurre lo mismo? ¿Tan caro es el mecanismo?); y por otro, el volante solo es regulable en altura, lo que puede resultar algo incómodo para personas de tamaño considerable. Por suerte, no es mi caso, así que alguien de estatura media no tendrá inconvenientes a la hora de encontrar su postura óptima. Punto a favor es, sin duda, que el cinturón pueda regularse en altura y que cuente con acceso y arranque sin llave. Además, la visibilidad es buena.
Para el salpicadero se han empleado plásticos duros que son más agradables a la vista que al tacto, pero desde Mitsubishi han tratado de compensarlo con un diseño vistoso y juvenil, rematando el conjunto con el buen nivel de equipamiento que ofrece de serie. En el centro del salpicadero, la consola central está acabada en un tono negro brillante -sí, de ese que se mancha con mirarlo- y encontramos en la parte superior dos salidas de aire rectangulares que albergan entre ellas el botón de los intermitentes de emergencia.
Bajo el renovado sistema multimedia se encuentra el climatizador automático y, un poco más abajo, separando ambas plazas delanteras, se ubica la remozada palanca de cambios, el freno de mano, dos posavasos, una toma de corriente y varios huecos portaobjetos.
Justo debajo encontramos el principal cambio del interior. Y vaya cambio ¡Parece que han pasado décadas entre el modelo anterior y este! Hablo de la nueva pantalla táctil de 7 pulgadas que, además de reducir notablemente la botonería, cuenta con una interfaz sencilla de usar, rápida y con múltiples opciones entre las que no faltan la navegación GPS firmada por Tomtom, Apple CarPlay y Android Auto. Asimismo el sistema también es compatible con Bluetooth, USB y conexión auxiliar, cuyas tomas se encuentran en la guantera, en la posición del acompañante.
Otra de las novedades es el volante multifunción, que a pesar de no variar los mandos incluidos en él, cambia el aro y cuenta con una zona inferior rediseñada. Tras él se esconde un tablero de instrumentos actualizado cuyo contraste de las cifras es mayor, por lo que mejora en legibilidad e incluye más información. Eso sí, ¿dónde se dejaron la información de la temperatura del aceite? Porque no aparece por ningún sitio… El cuadro combina tres relojes analógicos con una pequeña pantalla digital: el de la izquierda indica las revoluciones, el central la velocidad y el derecho el indicador ECO, pero podían haber metido otra información más útil en su lugar, la verdad.
Respecto al espacio interior, el Space Star está homologado para cinco personas, pero por comodidad es mejor usarlas todas solo para trayectos cortos. Es muy cómodo sin embargo para cuatro ocupantes y las plazas traseras son amplias tanto en rodillas como en cabeza para dos ocupantes adultos, contando adicionalmente con anclajes ISOFIX para llevar sillitas de bebé. El maletero, por su parte, cuenta con una capacidad de 235 litros, aunque pueden ampliarse hasta los 912 litros abatiendo los asientos (60:40) y añade un doble suelo compartimentado opcional idóneo para guardar utensilios y objetos de pequeño tamaño de forma ordenada. Bajo ella se ubica el kit repara pinchazos.
Motorización
Las cosas han cambiado mucho en el Mitsubishi Space Star en lo que a mecánicas se refiere. Antes estaban disponibles dos opciones, ambas de gasolina, pero la ajustada respuesta del motor 1.0 de 71 CV y la escasa diferencia de precio (solo 900 euros más) con la mecánica 1.2 de 80 CV llevaron a que tras el restyling únicamente haya sobrevivido la más potente de ellas.
Así, este urbano solo está disponible con una motorización de gasolina -sin que esté previsto que llegue ninguna opción diésel-, el bloque de 3 cilindros en línea MIVEC y 12 válvulas DOHC. Con una cilindrada de 1.193 cc, rinde 80 CV de potencia y 106 Nm de par máximo a 4.000 rpm, los cuales se entregan a las ruedas delanteras a través de una transmisión manual de cinco velocidades.
Esta potencia es suficiente para mover con solvencia al conjunto -como más tarde os explicaré en el apartado de comportamiento-, pues el pequeño modelo urbano anuncia una velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos. Todo ello asociado a unos consumos contenidos de 4,1 litros en ciclo combinado y un bajo nivel de emisiones de apenas 100 gramos de CO2 por kilómetro que le permiten cumplir con la normativa Euro 6 y estar exento del pago del Impuesto de Matriculación.
La pega es que este propulsor tiene la curva de par desplazada hacia la zona alta del cuentarrevoluciones, lo que convierte al Space Star en un modelo algo ruidoso, aunque es cierto que la insonorización está bastante lograda en el interior. A pesar de ello, los consumos en carretera son realmente contenidos, con una media real de 4,5 l/100 km circulando a 100 km/h y de 4,8 l/100 km si circulamos a 120 km/h. En ciudad, ascenderemos hasta los 5,4 litros a los 100 kilómetros. El depósito tiene capacidad para 35 litros.
Ficha técnica
Version | 120 MPI ASG 5 M/T |
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Cilindrada | 1.193 cm3 |
Potencia | 80 CV (59kW) a 6.000 rpm |
Par | 106 Nm a 4.000 rpm |
Peso | 920 kg. |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3.795 mm / 1.665 mm / 1.505 mm |
Volumen Maletero | 209 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,7 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Consumo homologado | 5,1 / 3,9 / 4,3 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 100 g/km de CO2 |
Precio de partida | 10.550 euros |
Comportamiento
Como buen urbano que es, el hábitat natural del Space Star es la ciudad, y que mejor emplazamiento que el barullo de Madrid para poner a prueba las prestaciones del modelo nipón. Entre sus virtudes cabe destacar un radio de giro de 4,6 metros, lo que lo sitúa entre los mejores de su categoría, permitiéndonos callejear por zonas estrechas sin ningún tipo de problema, maniobrar en espacios ajustados y aparcar en huecos bastante apretados con mayor facilidad.
Otro de los principales objetivos que se marcaron a la hora de desarrollar el Space Star fue que tuviera un peso contenido para mejorar las prestaciones y el consumo del vehículo. Debemos tener en cuenta que un 10% de reducción de masa puede traducirse en un 6,5% de reducción en el consumo de combustible, lo que serviría para reducir el nivel de emisiones al mismo tiempo, y en este caso el peso del coche asciende a unos ajustados 920 kilogramos (845 kg. en vacío), una cifra realmente baja pero que aumenta respecto al anterior (875 kg).
Gracias a su bajo peso, su buena aerodinámica y unos desarrollos del cambio muy holgados, el Mitsubishi Space Star se mueve con bastante alegría con el motor de 80 CV y homologa un consumo en ciudad de 5,1 l/100 km, cifra que durante nuestra prueba ascendió a tan solo 5,4 litros a los 100 kilómetros en conducción real. Eso sí, esta puesta a punto y como buen atmosférico que es, también tiene sus contras, pues para circular algo más ágil fuera de la urbe el cambio nos obligará a jugar constantemente con él.
En primera, segunda y tercera velocidad, sus 106 Nm de par máximo le convierten en un coche medianamente ágil, pero en cuarta y, especialmente, en quinta velocidad, nos obligará a bajar de marcha para responder como es debido.
De hecho, si le estiramos las marchas y cambiamos a un régimen óptimo de revoluciones puede sacarnos alguna sonrisa en carreteras secundarias llanas, mientras que subiendo un puerto de montaña nos obligará a llevarlo revolucionado y, en caso de que nos hagan frenar, deberemos tener mucho espacio y buena visibilidad para adelantar de manera segura. Además, deberás tener en cuenta que su dirección asistida está pensada para la ciudad, por lo que es poco precisa -entre que uno gira el volante y el coche apoya decididamente pasa un tiempo- y cuenta con más de tres vueltas entre topes, así que es mejor no abusar de él en carreteras reviradas.
Hemos de tener en cuenta que no se trata de un modelo para circular animado, aunque no me malinterpretéis, no por ello hemos de prescindir de sacarlo de la ciudad. Es cierto que en autopista el peso tan bajo juega en su contra y, a poco viento que haya, lo notaremos en la dirección -teniendo que hacer correcciones constantes e incluso aminorar la marcha para evitarnos algún susto-, pero circulando entre 100 y 120 km/h no tendrás mayor problema.
Por otra parte, si hay algo por lo que se caracteriza el Mitsubishi Space Star es por contar con unas suspensiones excesivamente blandas, aunque desde la propia marca afirman que en esta ocasión se han revisado para ser algo más firmes. Aun así, está por debajo de sus principales rivales en dureza.
A pesar de ser un coche principalmente pensado para áreas urbanas, en general responde de manera satisfactoria cuando lo sacamos de la ciudad si no le exigimos un comportamiento para el cuál no fue pensado.
Esto se traduce no solo en algo más de incomodidad a la hora de circular por tramos de carretera irregulares o, incluso, por zonas residenciales llenas de badenes -cada vez más usuales-, sino también en un menor aplomo en carretera que te obligará a conocer los límites y comportamiento del coche si eres de los que no se conforman con respetar la legalidad. Tiene una respuesta noble, pero no le busques los límites porque es un urbano muy encasillado en su segmento.
Precio
El precio del Mitsubishi Space Star MY16 120 MPI ASG 5 M/T Kaiteki de 80 CV es de 13.400 euros según el configurador de la marca. Si a esto le añadimos la campaña de descuento de 1.850 euros el precio final asciende a unos más que razonables 11.550 euros, aunque quizá podamos “arañar” algo más en el concesionario.
Por este precio tendremos un equipamiento de lo más completo al que no le falta ABS, EBD, TCS, ESP, seis airbags, anclajes ISOFIX, dirección asistida, aire acondicionado, radio CD MP3, bluetooth, puerto USB, control de velocidad, ordenador de viaje, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, cristales tintados, sensor de lluvia, encendido automático de luces, volante forrado en piel, climatizador automático con filtro antipolen, intermitentes integrados en retrovisores, sistema de infoentretenimiento que permite el acceso a internet MGN (Multifunction GPS Navigation – Apple CarPlay & Google Android Auto) con pantalla de 7 pulgadas, sistema de acceso sin llave, arranque por botón, control por voz, llantas de aleación de 15 pulgadas con diseño tintado multirradio, faros antiniebla y tapizado específico.
Para el mercado español no han incluido las luces diurnas LED integradas en los faros principales, ni siquiera en el acabado Kaiteki, como se puede ver en las fotos. Llevan una bombilla halógena dentro del faro antiniebla. Creo que es un error importante, le cambia totalmente el aspecto delantero al coche. En otros países como Italia sí lleva los nuevos faros con LED diurnos e incluso las luces son bixenon (de baja intensidad que no requiere lavafaros).
En España tampoco lleva cámara de visión trasera tal como se indica en el artículo.