Precisamente el volante, llama la atención por su diminuto tamaño. En palabras de Peugeot, con ello se pretende dotar al 208 de rasgos más deportivos y hacerlo más divertido en la conducción, pues se trata de un vehículo enfocado a un público joven. Podemos decir que han logrado cumplir con lo que se proponían, y que al tener un volante que parece casi de Playstation nos lo pasaremos bien con él. Únicamente en trayectos más largos comprobamos que esta circunstancia cansa más los brazos, puesto que obliga a llevarlos más juntos.
En la consola central encontramos el plato fuerte del habitáculo, una pantalla táctil de 7 pulgadas y resolución de 800 x 480 que no deja indiferente a nadie y que elogiaba todo aquel que se metía en el coche. La pantalla adopta una posición semiflotante, ya que los diseñadores han optado por situarla en primer término para aumentar su presencia. Se ha ubicado en posición preeminente, al alcance de la mano y a la altura de los ojos, para una seguridad y un confort máximos y en armonía con el resto de elementos del salpicadero. Con el objetivo de competir con los navegadores portátiles, Peugeot lo oferta por un precio inferior a 500€ (de serie desde el segundo nivel de acabado). Las funciones que se pueden manejar desde ella son: radio, kit manos libres Bluetooth o lectura de ficheros musicales vía una conexión USB o con la función streaming de audio.
El resto de mandos que quedan al margen de la pantalla táctil, es decir, los de la temperatura (climatizador bizona), están ubicados en la parte inferior de la consola, justo debajo de las salidas de aire. Por último, frente a la palanca de cambios, un generoso espacio nos permitirá depositar objetos o un par de latas. Si queremos dejar una botella, deberá ser extremadamente pequeña para que no golpee en la parte superior y vuelque. La guantera no destaca por su gran tamaño, pero tampoco es pequeña; entra dentro de los estándares del segmento.
Los asientos traseros son igualmente blandos, constando de una banqueta con respaldo abatible en dos partes asimétricas. Destaca por el generoso espacio disponible para las piernas de sus ocupantes. Y es que si por algo destaca el nuevo Peugeot 208 es por la amplitud que aporta su interior. Con una distancia entre ejes idéntica a la del 207, la adopción de un respaldo de los asientos delanteros más compacto y una optimización global del desarrollo se ha conseguido una habitabilidad trasera sensiblemente más generosa para los pasajeros (+5 cm de espacio para las rodillas en relación al 207) así como un maletero más grande: 311 litros bajo la bandeja (285 dm3 según la norma VDA), y hasta 1.152 litros (1.076 dm3 VDA) al abatir los asientos traseros.
Equipamiento:
El Peugeot 208 equipa una dirección de tipo brushless, diseñada a partir del concepto del equilibrio en relación con el peso del coche. En la práctica, se traduce en una dirección que va más allá de lo que uno puede entender por una dirección suave. Las ruedas responden a la más mínima insinuación de movimiento por parte del conductor. A mí personalmente no me seduce, pero entiendo que es una cuestión subjetiva, por lo que no considero que sea un punto desfavorable para el 208. Simplemente, habrá conductores a los que les guste más y otros a los que les guste menos.
Cuando hemos hablado de las funciones de la pantalla táctil, no hemos nombrado el Radio CD, sino que hemos dicho radio a secas. No ha sido un error involuntario, pues el nuevo 208 no lleva de serie en ninguna de sus versiones el lector de CD. Para la marca gala, el público que está interesado en este modelo es un público joven, que ya no utiliza CD sino otros sistemas de almacenamiento que se pueden reproducir a través de la entrada de USB o AUX. En efecto, siendo esto un hecho cierto, puede haber quien no esté de acuerdo, pero como en cualquier caso Peugeot lo mantiene como opción, nos parece una iniciativa positiva.
Precisamente hablando de la pantalla táctil, antes no hemos entrado a valorar nuestras impresiones personales al respecto. En tamaño y resolución es indiscutible que seguramente será líder del segmento, sobretodo teniendo en cuenta que viene de serie a partir de la versión siguiente a la de acceso. El navegador es preciso y dicta órdenes con suficiente antelación, resultando muy práctico en ciudad. El manos libres suena con claridad y una vez enlacemos nuestro teléfono quedará registrada en el propio coche nuestra agenda de contactos. Sin embargo, por ponerle un pero, tanto el manejo del manos libres, como del navegador y de la radio exigen al conductor distraer su atención de la carretera en exceso. La mejor recomendación para manejar el navegador que podemos hacer desde aquí, es parar y configurarlo tranquilamente. El teléfono plantea menos problemas, pues gracias a los mandos situados en el volante multifunción podremos hacer llamadas sin apartar las manos del mismo.
Desde el volante podremos manejar también el controlador y limitador de velocidad, a través de una ruleta situada en una palanca que la verdad no interfiere para nada en el accionamiento de los intermitentes, ubicados justo encima. Asimismo, y en otro orden de cosas, el hecho de que el 208 venga con rueda de repuesto de tamaño normal le otorga un plus en relación con otros modelos que carecen de ella.