Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7.9
Notable
Una vez más, Subaru vuelve a sorprendernos con un modelo bastante desconocido en nuestro mercado que se presenta en el 2015 con unos interesantes ajustes mecánicos así como con la solución de varios problemas de equipamiento e integración que elevan más que nunca nuestra opinión sobre el modelo.
Esta semana y con un poco de retraso debido al Salón de Ginebra, os traemos a uno de los grandes de Subaru, un modelo cuyo nombre lleva entre las filas de la marca más de 18 años (primera generación en 1997) y que representa uno de los valores más seguros de la misma en la mayoría de los mercados, nos referimos al Subaru Forester.
El Forester ha evolucionado y se ha refinado a través de varias generaciones para convertirse en un modelo global, apreciado en todo el mundo por los valores que representa así como su gran funcionalidad. En esta ocasión Subaru nos ha proporcionado una unidad del Forester 2015, un modelo que viene como un MY –Model Year- y no como un facelift. Esta actualización toca puntos importantes como el equipamiento, algo de apariencia –ya os adelanto que no os daréis ni cuenta de los cambios exteriores- y mecánica, donde Subaru ha apostado por su motor boxer diésel longitudinal de carrera corta, que en esta ocasión ha sido modificando en un 90% y adaptándolo a la normativa de emisiones Euro VI. Para alardear de tecnología, la marca nipona ha asociado esta mecánica al ya probado cambio Lineartronic, del que os hablaremos en el apartado de Motorización.
Un SUV debe proporcionar un uso versátil para un gran número de aplicaciones y debe proporcionar al conductor libertad de movimiento a través de largas distancias y diferentes condiciones de conducción, pero, ¿estás seguro de que el Forester no se mete en el campo de los todoterrenos?; vamos a verlo.
Diseño exterior
Aunque ya hemos tenido al Forester en el apartado de pruebas en una variante algo más normal –Ver prueba Subaru Forester 2.0D Boxer Executive-, la verdad es que la estética, poco tiene que ver en realidad con la del modelo que traemos hoy a la sección de pruebas que se asemeja más a la del Forester XT, el modelo más salvaje de la gama y que ya invitamos hace meses –Ver prueba Subaru Forester 2.0 XT Lineartronic-.
En el frontal nos encontramos con una parrilla hexagonal con marco cromado e interior en negro en el que el logo ocupa la parte central de una lama cromada que cruza este elemento de lado a lado.
Custodiando la parrilla nos encontramos con los faros que nos ofrecen una mirada bastante corporativa pero que en esta ocasión cuentan con iluminación principal en HID (resulta curioso que la marca siga empleando bombilla en vez de proyector) y luz de posición en tecnología LED –iluminación con función de bienvenida-. Es una lástima que al igual que pasa en el BRZ, esta tecnología no se emplee como luz diurna para ofrecer una firma lumínica única que distinga a los modelos de la marca tanto en el día como en la noche. La marca recurre a una luz halógena convencional como luz de marcha diurna instalada en la mitad inferior de los redondos faros antiniebla ubicados en la parte inferior del frontal. Habiendo descubierto ya la tecnología LED en otros modelos de la gama, no entiendo el motivo por el que no llega a su líder de ventas…
Los laterales del paragolpes frontal cuenta con dos entradas de aire a modo de branquias que le dan un toque de agresividad al modelo. Bajo la calandra nos encontramos con el portamatrículas, que divide la entrada de aire inferior en dos alturas. La parte más baja del frontal cuenta con un protector plástico que fluye bajo el coche, donde se convierte en un elemento metálico de protección. Hay que mencionar que para tratarse de una unidad “Tope de gama” –en el acabado Executive Plus-, no encontramos sensores de aparcamiento en el frontal, ni la posibilidad de montarlos.
Visto de lado el modelo cuenta con las proporciones características del Forester pero en este acabado, las llantas toman especial protagonismo por su diseño en dos colores (negro y aleación pulida). En esta unidad, las exclusivas llantas de aleación montan neumáticos Bridgestone DUELER H/P en dimensiones 225/55 R18 para buscar un mejor agarre al asfalto, pero que queréis que os diga, los neumáticos son nefastos, muy acusicas y su agarre es más que discutible. Personalmente intentaría cambiar esta faceta del coche, que sinceramente desmerece la ya de por si excelente dinámica que ofrece la configuración estudiada por los ingenieros de la marca nipona.
Los neumáticos es uno de los puntos en el que nos damos cuenta de que la marca japonesa enfoca este Forester más al asfalto que a la tierra, sin embargo, gracias a la tracción AWD, no tuvimos problemas a la hora de rodar por caminos, aunque lógicamente, las Bridgestone se quedan mucho más cortas fuera del asfalto que las Geolandar que suele montar el modelo -aunque ojo, tampoco son una maravilla-.
La vista de la zaga no varía. El portón trasero es de apertura y cierre eléctrico (con memoria de altura) con sistema de seguridad para evitar atrapamientos y en el cerco del portamatrículas, junto a la iluminación, encontraremos la cámara de ayuda al estacionamiento. He des subrayar que tanto la apertura como el cierre, son muy lentos en modo eléctrico.
Visto desde arriba, el Forester 2.0D Lineartronic Executive Plus monta techo solar practicable y sobretintado con persiana rígida manual así como barras portaequipajes con acabado metálico y una de las novedades, la antena tipo aleta de tiburón.
Creo que la calificación es muy baja. La forester en una sola palabra es excelente muy por encima de otras que son solamente suv automóviles. Mi subaru es una señora camioneta y anda muy superior en pavimento y destapado. Y la calidad de su fabricación y materiales es a la vista muy superior a otras.
Saludos
Pues yo llevo montados los yokohama geolandar 225×60×17 99h ( los mismos con que equipé a mi anterior renault koleos) y mi forester 2.0d executive aitomático se sube hasta por las paredes. Llevo 46.000 km. y apenas hay huellas de desgaste